Cristiano fundamentalista amenaza con denuncia por discriminación si le despiden por homofóbico
Un funcionario cristiano de Illinois amenaza con denunciar a la Administración de la Seguridad Social si le despiden por negarse a completar una formación de sensibilización sobre la comunidad LGTB.
David Hall es un funcionario de 42 años de edad que trabaja como coordinador de sistemas de áreas en la oficina de la Administración de la Seguridad Social de Champaing (Illinois). Veterano después de 14 años en la agencia, ha entrado en conflicto con sus políticas de inclusión, negándose a ver un vídeo de sensibilización de la comunidad LGTB de 17 minutos porque su contenido entra en conflicto con su fe cristiana.
«En apoyo a un ambiente de trabajo inclusivo, así como para proporcionar un servicio ejemplar de atención al cliente, la Administración de la Seguridad Social ha anunciado cursos de capacitación sobre inclusión y diversidad de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales para nuestros empleados», declara Doug Nguyen, supervisor del trabajador profundamente cristiano, explicando que se trata de una formación obligatoria que «recuerda a nuestros empleados su responsabilidad para proporcionar el más alto nivel de servicio a nuestros clientes, como representantes de la agencia» a través de una formación sobre conceptos referentes a la comunidad LGTB.
A pesar de ser cristiano, una fe en la que se supone debes amar al prójimo como a ti mismo y compadecer a los débiles y pecadores, el señor Hall no está dispuesto a completar la formación y se niega a ver un vídeo de 17 minutos, contraviniendo las directrices de su superior, quien le indicó que debía ver ese vídeo en abril, para darle una segunda oportunidad el 2 de junio y una tercera opción dos semanas después. Como consecuencia, por insubordinación, le suspendieron dos días de sueldo, el 15 y el 16 de agosto, al que el señor Hall ha respondido con una amenaza de denuncia por «discriminación» en caso de llegar a ser despedido.
«No voy a abandonar mi fe o comprometer mis creencias sólo por hacer lo que los demás y dejarme llevar. No creo que Dios quiera que haga eso. No estoy juzgando a la comunidad LGTB… pero creo que la tolerancia es una calle de dos sentidos. Desafortunadamente, creo que están equivocados. Pero ninguno de nosotros debería perder nuestros trabajos ni sustento por causa de nuestras creencias (…). Sé que no soy un mártir ni un intolerante. No estoy pidiendo la aprobación o el perdón de nadie; simplemente trato de vivir mi vida, mi fe y ser obediente con la voluntad de Dios», declara con rotundidad el señor Hall.
«Esto es algo contra lo que quiero luchar y exponer, para proporcionar a otros cristianos el valor de sus convicciones. No puedo decirle con cuántas personas he trabajado que me han dicho: ‘Dave, estamos cien por cien de acuerdo contigo, me gustaría tener el valor de hacer eso’, pero tienen miedo. Sus temores se están realizando a través de mí», declara David Hall convencido de que está haciendo lo correcto, sin ir por ello en contra de las personas homosexuales, bisexuales o transexuales.
Su abogado, Jason Craddock, le ha advertido sobre su comportamiento, puesto que al fin y al cabo no le van a obligar a ver pornografía, tan sólo un vídeo de sensibilización. Previamente ya representó a un B&B que rechazaron la petición de una pareja que quería celebrar una ceremonia de unión civil en 2011, siendo condenados a pagar una multa de 30.000 dólares en compensación por el daño moral a la pareja y 50.000 dólares por los costes legales del proceso por violar la Ley de los Derechos Humanos. Craddock admite que hay otros casos sobre cristianos que rechazan participar en actividades que consideran pecaminosas, advirtiendo que los cristianos están siendo perseguidos debido a su homofobia.
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