La Iglesia homófoba de ATLAH se libra (por ahora) del cierre y lo celebra quemando banderas LGTB
La historia de la Iglesia de ATLAH y el reverendo James David Manning va camino de convertirse en un culebrón. Sí, es el reverendo de los semen latte en el Starbucks y de los mari-zombies devoradores de carne.
Hace unos meses todos nos alegrábamos al enterarnos de que una jueza de Manhattan había ordenado la clausura de la Iglesia, no por los mensajes de odio que coloca en sus letreros (“Jesús apedrearía a los homos“, “Obama ha liberado a los demonios homo sobre el hombre negro” o “Todos los que apoyen a los homos serán maldecidos con un cáncer, VIH, sífilis, infartos, locura y picores y luego el infierno.” son algunos de ellos), sino porque Manning había estado un montón de años evadiendo impuestos. Aunque el problema no era que se hiciera el loco sino que él (y sus abogados) argumentaban que al ser una Iglesia había impuestos que no tenía que pagar. Pero la jueza Joan Kenny no se arredró…
Como Manning no iba a poder pagar el millón de dólares que debía, todos daban por hecho que el edificio saldría a subasta pública y aquí es cuando los activistas del Ali Forney Center (la ONG que construye refugios para jóvenes LGTB sin techo) anunciaron que iban a recolectar fondos para comprarlo y convertirlo en uno de sus hogares.
La mala noticia es que, por ahora, parece que eso no va a ocurrir. Manning y la Iglesia de ATLAH han esquivado el desahucio por muy poco y es que esta misma semana el juez Manuel J. Mendez ha ordenado que se pare la subasta pública hasta que se decida en un juicio si realmente Manning debe ese dinero o si puede acogerse a lo de ser una Iglesia para no pagarlo. Los abogados de Manning celebran esta decisión porque están convencidos de que podrán demostrar que el edificio (valorado en 10 millones de dólares) no ha de pagar impuestos porque es una Iglesia, pero los del Ayuntamiento argumentan que en ese edificio también hay apartamentos en los que vive gente y por lo tanto sí han de pagarlos.
En cualquier caso, Manning ha decidido celebrar que (por ahora) no le cierransu local. Y para hacerlo no se le ha ocurrido nada mejor que quemar banderas LGTB y anunciarlo en el cartel de la Iglesia: “Se ha anulado el cierre y la venta de la Iglesia de ATLAH. Lo celebraremos quemando banderas del arcoiris marica en nuestro patio.” En un vídeo subido a su canal de Youtube, Manning añade: “Ellos dijeron que iban a quemar nuestras Biblias cuando tomaran nuestra Iglesia… nosotros quemaremos su bandera“.
A Stacy Parker, de la asociación Harlem Against Violence, esa amenaza no le hace ni puñetera gracia: “La Iglesia de ATLAH promete quemar banderas arcoiris, en el corazón de Harlem, el hogar desde hace mucho tiempo de una comunidad queer muy poderosa. Un auténtico horror a la vuelta de la esquina. Además de la toxicidad que normalmente difunde Manning con sus palabras, ahora añadirá una muestra literal de sus ganas de hacer daño.”
Mientras tanto desde el Ali Forney Center no pierden la esperanza de poder hacerse con el edificio algún día y darle la vuelta a la tortilla homófoba que ha perpetrado Manning y su fundador y director ejecutivo, Carl Siciliano, ha declarado que la amenaza de quemar banderas arcoiris hecha por Manning es “censurable, especialmente después de la masacre de Orlando.” Y como el amor gana al odio, Siciliano ha anunciado que tienen planes de “rodear la iglesia con banderas del arcoiris, el símbolo de nuestro orgullo como comunidad, para demostrar que el orgullo no puede destruirse, ni simbólicamente ni de ninguna otra manera. La mejor respuesta a este odio es demostrar el amor y el orgullo de la comunidad LGTB y nuestros aliados.”
Comentarios recientes