Hace dos años desde que Lord Ivar Mountbatten hablara públicamente de su orientación sexual y presentara a su pareja, James Coyle, con quien tiene la intención de contraer matrimonio este verano en la que sería la primera boda gay de la casa real británica.

Hace dos años desde que Lord Ivar Mountbatten, primo de la reina Isabel II del Reino Unido, causara un gran revuelo al hablar públicamente de su orientación sexual después de haber mantenido una lucha interna durante la mayor parte de los 16 años que estuvo casado con su esposa, Penny, con la que tiene tres hijas de 15, 20 y 22 años de edad actualmente, y de la que se divorcia hace ahora ocho años. Si la unión del príncipe Harry con Meghan Markle era la primera boda mixta de la casa real británica, este verano celebrarán su primera boda gay, tras anunciar Mountbaten su futuro enlace con su actual pareja, James Coyle, en la capilla privada de su finca de Devon.

«Fue idea de las chicas. Me hace sentir muy emocional. Estoy realmente muy conmovida», afirma Penny, confirmando que será la madrina de la boda y encargada de entregar a su exmarido a su nuevo esposo. Los tres demuestran estar manteniendo una muy buena relación, estando James perfectamente integrado en la vida familiar. Por el bien de sus hijas quieren que el anuncio del futuro enlace se maneje con dignidad. La ceremonia será pequeña a la que solamente asistirán familiares y amigos muy cercanos, aunque alrededor de 120 personas se les unirán posteriormente en una recepción.

«Para mí, lo interesante es que no necesito casarme porque he estado allí, he hecho eso y tengo a mis hijas maravillosas, pero le estoy presionando porque creo que es importante para él. James no ha tenido la vida estable que yo he tenido. Quiero poder darle esto», afirma Mountbaten, quien sostiene que a pesar de que tuvo una infancia muy feliz, nunca pudo decirles a sus padres que era homosexual, debido al rechazo social que existía cuando era joven. A pesar de todo, cuando conoce a Penny, le confiesa que es bisexual antes de contraer matrimonio, así como que había mantenido relaciones con un hombre en Venezuela antes de terminar sus estudios de geología.

«No quería casarme y tener un secreto (…). Habría sido injusto atrapar a alguien en un matrimonio y luego decirle que eres bisexual (…). No se lo había contado a nadie más. Era un pequeño secreto que muchos hombres tenían en ese momento. Sentí mi aventura en Venezuela… ¿Cómo lo describo? Acertada. Pero tuve que reprimir esos sentimientos, particularmente en mi posición. No quería ir y tener citas que podrían causar controversia. Las convenciones de nuestra generación te llevaban a casarte… con una mujer», admite Ivar.

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Primera salida del armario “oficial” en el seno de la familia real británica. Bien es cierto que no se trata de un miembro principal, pero el dato no deja de tener relevancia social. Lord Ivar Mountbatten, el primo de la Reina de Inglaterra ha sido el primer miembro de la familia real británica declararse gay a los 53 años tras un largo proceso de autoaceptación. Y lo ha hecho por todo lo alto, presentando a su novio James Coyle, de 54. 

Lord Ivar Mountbatten, de 53 años, hijo del tercer marqués de Ilford Haven, descendiente directo de la reina Victoria y de Catalina la Grande, y emparentado tanto con la reina Isabel (de la que es primo lejano) como de su marido Felipe de Edimburgo (primo hermano de su padre) ha hecho pública la relación que mantiene con James Coyle, de 54 años, director de un servicio de auxiliares de vuelo al que conoció en una estación invernal suiza en marzo del año pasado. Coyle le saludó en un bar, confundiéndole con un guía con el que había esquiado. El encuentro fue casual, la confusión propició el acercamiento y la atracción fue mutua y correspondida, por lo que intercambiaron sus teléfonos. Poco después de que se volvieran a ver, Lord Ivar le confiesa que es miembro de la familia real británica y con el objetivo de evitar la especulación, es el propio Lord Ivar quien decide conceder una entrevista y dar a conocer la naturaleza de su relación, después de que Coyle le pusiera como condición para estar juntos que tenía que admitir su sexualidad. «Si iba a estar con él, tenía que ser de manera abierta con amigos y familia. Quería que fuéramos honestos, no ocultar nada, no ser otra cosa», explica el propio Coyle.

Uno de los momentos más complicados fue decírselo a las tres hijas de Lord Ivar. Ella, de 20 años de edad se lo tomó con absoluta naturalidad, quizás a Alix, de 18 años de edad, le resultó un poco embarazoso al principio, aunque la verdadera prueba era cómo decírselo a Louise, de 12 años de edad. Según Lord Ivar, quizás sea más fácil aceptar para ellas que sea un hombre para evitar sentir que estuvieran reemplazando a su madre de haber tenido una madrastra. Asimismo, Penny, que vive muy cerca de su ex marido, visita su casa regularmente, llevándose muy bien con la nueva pareja de su marido, hasta tal punto que pasean juntos a sus perros y coinciden en clases de yoga.

Soy mucho más feliz ahora, aunque aun no estoy 100 % confortable siendo gay. Ser de mi familia no ha sido un problema, sino la generación en la que me ha tocado nacer. Cuando estaba creciendo este tipo de relación era un tabú pero es maravilloso lo lejos que hemos llegado en términos de aceptación. Salir del armario es una expresión graciosa pero bueno, en realidad es lo que hice, salir a un sitio en el que me gusta estar. He estado lidiando con mi sexualidad mucho tiempo y es algo que aun hago, me ha costado mucho llegar hasta aquí. De hecho, hablar de ello en público es un gran avance para mi. Siempre he tenido una vida heterosexual, así que vivir con un hombre es algo nuevo. Poco a poco. Manos queríamos una relación estable, no algo efímero como es el típico estereotipo de los homosexyales. Conocer a James significa que no tendré que mentir más.

Ha sido en una entrevista a The Daily Mail, en la que Ivar Mountbatten hace un repaso de su vida afectiva y de las dificultades a las que se ha enfrentado hasta dar el paso de salir públicamente del armario, que de hecho aún persisten. “Ahora soy mucho más feliz, pero todavía no me siento al 100% cómodo con el hecho de ser gay”, ha declarado. Y no por el hecho de ser un Mountbatten, sino por un cuestión generacional. “Ser un Mountbatten nunca ha sido el problema, sino la generación en la que me tocó nacer. Cuando yo crecí, se le conocía como ‘el amor del que nadie osa decir su nombre’. Pero es increíble lo lejos que hemos llegado en términos de aceptación”, explica.

Resulta sorprendente, de hecho, lo mucho que el testimonio de Ivar Mountbatten se asemeja al de tantas otras personas de su generación mucho menos afortunadas que él por lo que su posición social se refiere. “He luchado con mi sexualidad, y en cierto modo lo sigo haciendo. Ha sido realmente un largo trayecto hasta llegar a este punto”, cuenta. “El simple hecho de hablarlo en público es un gran paso para mí. Hasta ahora, había vivido una vida heterosexual, así que vivir con un hombre es algo verdaderamente nuevo”, añade.

Lord Ivar Mountbatten se divorció de la que ahora es su exesposa, Penelope Thompson, en 2011. Tienen tres hijas, y a pesar de la sepración siguen manteniendo una relación cordial. De hecho, ya cuando se casaron ella conocía de su atracción hacia los hombres. “Penélope lo sabía antes de casarnos. Le dije que era bisexual, que sentía atracción por ambos sexos. Fue comprensiva y siempre le estaré agradecido. Hemos sido felices juntos, tenemos tres fabulosas hijas y no me arrepiento de ninguna etapa de mi vida. Ultimamente, Penny no se sentía lo suficientemente amada y demandaba más de un marido que lo que yopodía darle. Dada mi sexualidad, me sorprendió bastante que se casara conmigo en primer lugar. Fue muy valiente. Quizás pensó que podría cambiarme pero al final se dio cuenta de que no podía. ”

Una historia muy similar a la de tantas otras personas, pensarán muchos. Y así es, ciertamente. Pero no dejamos de considerar positivo que personas de relevancia social (y al fin y al cabo Lord Ivar Mountbatten la tiene) den ejemplo de visibilidad y no tengan problema en compartir su proceso de aceptación y lo felices que se encuentran en este momento. Le deseamos, como no puede ser de otra manera, lo mejor.

Más allá de la relación que la princesa Diana mantenía con la comunidad LGTB, a la que siempre mostró su apoyo, varios miembros de la familia real han hablado en favor de los derechos de la comunidad LGBT en los últimos años. El príncipe William, duque de Cambridge, se convertía en el primer miembro de la familia real británica en ser fotografiado para la portada de Attitude, una revista dirigida al público gay, en la que pedía a los jóvenes que sufren acoso por su sexualidad que no dudaran en solicitar ayuda para superar su situación, mientras que el príncipe Harry ha tomado el relevo de su madre en la lucha contra el VIH.

Fuente Agencias/ PinkNews/Dosmanzanas/ AmbienteG/Universogay

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