Ivone Gebara: “La Iglesia va a perder a las mujeres que piensan”
La teóloga brasileña sostiene que “Lo que molesta a la Iglesia no es l9 femenino, es el Feminismo”
“Jesús tenía que aprender, ser contestado, responder, equivocarse”, asegura desde Comillas
(Jesús Bastante).- “Decir que la Virgen María es más importante que los apóstoles, sólo sirve para que todo siga igual. Eso no viene del Evangelio“. La teóloga brasileña Ivone Gebara es una de las máximas representantes de la teología feminista en el mundo.
Desde Comillas, donde esta tarde ha participado en unas conversaciones organizadas por la Asociación de Teólogas Españolas, Gebara critica a la “Iglesia patriarcal” que, asegura, corre el riesgo de “perder a las mujeres que piensan”. Hablamos con ella en exclusiva.
Son conceptos muy conectados con el feminismo, y por eso algunas filósofas feministas han trabajado, y yo también, estos conceptos, que no nacieron con el feminismo, sino de otras reflexiones filosóficas, como las del filósofo judío francés Lèvinas, que habló mucho del otro, de quién es el otro. Mi aportación es levantar una sospecha de que las reflexiones sobre la alteridad han colocado a la mujer como ‘la otra’. Y cuando se habla de diferencia, se hace dentro de un contexto, donde la universalidad masculina es bastante fuerte.
No necesariamente machista. Quiero decir que no siempre están conectados con una ética, sino también con una manera de reducir al otro, de no tener en cuenta la diferencia. Estos conceptos pasan a ser teóricos, casi vacíos en la práctica. La igualdad, la alteridad, la diferencia… están relacionadas con algo. Igual a qué, diferente de qué. En este sentido quiero hablar de algo que está conectado con la vida de las mujeres, que es la belleza. Se fabrica una sola belleza, que en realidad son los productos que se venden. Las mismas marcas producidas para diferente marca…
¿La Iglesia no da cuenta de que el día que las mujeres digan ‘Ya basta’ a ser siervas, esclavas… y no otras cosas dentro de esa Iglesia, la Iglesia puede quedarse vacía
Es que hasta ahora ellos ven este proyecto de mujeres muy lejano, sobre todo en América Latina. Se dan cuenta, pero hacen como si el problema no existiera. Yo conozco a unos curas que pagan un sueldo mísero y, al mismo tiempo, hablan de justicia social. Estas contradicciones existen, porque existe la pobreza, que viven las mujeres. Pobreza material, en primer lugar, pero también hay una ‘compensación’, porque a veces el cura es buen tipo, educado, no es como el borracho del marido. Está el consuelo…
Pero el sometimiento es distinto. El cura no la pega, el cura le agradece, le dice que va a rezar por ella. Hay una idea del cura como representante de Jesús. Esta simbología, en cierta manera, atrasa el proceso.
Eso, aquí, se llama ‘micromachismos’, sin darte cuenta…
… estás fomentando la injusticia. Y el día en que el cura se da cuenta, las relaciones van a cambiar. Pero son más relaciones de amistad.
Lo primero que hay que decir es que si decimos ‘discípulas’, ya establecemos una jerarquía. Yo prefiero hablar de ‘Movimiento Jesús’. En este movimiento, Jesús no siempre tenía la última palabra. Las teologías masculinas han subrayado una sabiduría infusa en Jesús, como si no necesitara aprender nada de nadie, hasta el punto de decir que María fue la primera discípula de su hijo. Eso no puede sostenerse. Jesús tenía que aprender, ser contestado, responder, equivocarse. Creo que tenemos una idea muy romántica de Jesús de Nazaret, y al hablar de movimiento estamos bajando a la realidad de la vida. En el mundo judío, las mujeres tienen un rol importantísimo, como madres, educadoras, que son escuchadas. El mundo patriarcal, el Cristianismo de a partir del siglo II y III va a conectarse con la idea de poder del Imperio Romano, y allí las cosas empiezan a cambiar. La autoridad pública de la mujer se pierde totalmente.
Fuente Religión Digital
Comentarios recientes