El hombre que llenó de ácido un distribuidor de lubricante en un club gay de Sidney evita la cárcel
El juez ha dictaminado que su intento de ataque no se trataba de un crimen de odio motivado por la homofobia y ha admitido un informe que sostiene que el acusado sufre una enfermedad mental.
En agosto de este año Irawan, de 62 años, fue al club de Aarows en Sidney con una botella de ácido, un embudo y un cuchillo. Una vez dentro, vertió el ácido en el dispensador de lubricante del club, pero al hacerlo, activó una alarma que permitió a la seguridad del local atraparle antes de que alguien pudiera salir herido a causa del ácido.
El hombre fue acusado de múltiples cargos, incluyendo la administración de veneno con la intención de lesionar o causar angustia o dolor, así como entrar en un edificio con la intención de cometer dolosamente un delito y un daño malicioso.
Irawan se presentó por primera vez ante el tribunal en septiembre, pero esta semana su abogado solicitó que los cargos fueran tratados a la luz de la Ley de Salud Mental, presentando un informe del médico de cabecera y de un psicólogo en el que se afirma que Irawan está mentalmente enfermo y que el ataque era un “episodio irracional y poco característico”. “No ha sido un crimen de odio… esto sólo puede explicarse en referencia a su salud mental en medio de un episodio depresivo mayor”, dijo el abogado de Irawan.
Aunque el fiscal Nathan Blatch argumentó lo contrario, calificando el ataque de “ejemplo de libro de motivación de odio a la gente” y afirmando que él sabía que se trataba de “un lugar donde tienen lugar relaciones sexuales”, el magistrado Beverly Schurr ha considerado que la acción de Irawan no fue motivada por la homofobia, sino por “la ira de haber sido expulsado del local una vez anterior”.
Fuente Cáscara Amarga
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