Nuevo asesinato de una mujer lesbiana en Sudáfrica. El cuerpo sin vida de Gift Makau, de 18 años, fue descubierto el pasado viernes en Ventersdorp, al noroeste del país. Había sido violada, estrangulada y le habían introducido una manguera en la boca. Todo apunta a que se ha tratado de un nueva “violación correctiva”, término con el que se conoce a la brutal práctica, extendida en Sudáfrica, de violar a mujeres abiertamente lesbianas para así darles “una lección”. En muchos casos la violación desemboca en asesinato. Un hombre de 24 años ha sido ya detenido como sospechoso.Las “violaciones correctivas” por las que algunos ignorantes desalmados tratan de “curar” a las mujeres lesbianas no cesan en Sudáfrica.
Los hechos ocurrieron el pasado viernes (15 de agosto). La joven Gift Makau, de 18 años, fue encontrada muerta con signos de violencia. Había sido violada y estrangulada con un alambre y unos cordones de zapatos, y los presuntos autores del crimen le habían introducido una calceta en la boca, según informa el portal local Times Live. Makau es la menor de tres hermanos. Su cuerpo fue enterrado ayer (17 de agosto).
“En la comunidad, nunca habían abusado de ella ni la habían insultado”, asegura su primo Lucky Gaorongqe en declaraciones South Africa Times. “Era una chica moderna que nunca fue violenta. Disfrutaba jugando y arbitrando partidos de fútbol en el barrio”. El primo asegura que la familia, que sabía que la joven era lesbiana, está completamente destrozada. “Su madre no lo está sobrellevando, pero estamos con ella. Y la gente también nos está ayudando mucho”, cuenta.
Un hombre de 24 años ha sido arrestado en relación con la violación y asesinato de la adolescente. Hoy (18 de agosto) comparece ante los tribunales de la ciudad.
Jabu Pereira, director de la organización LGBT Iranti-org, lamenta lo sucedido. “Estos crímenes atroces tienen que terminar. Nuestro gobierno debe invertir en programas de educación pública que ayuden a cambiar las actitudes públicas”, señala.
Las circunstancias apuntan a que el suceso responde a las características de las “violaciones correctivas”, según el portal. Sudáfrica es uno de los países donde se dan más casos de esta horrible práctica.
Estas violaciones no están reconocidas por el sistema legal sudafricano como crimen de odio, a pesar de que la Constitución establece que ninguna persona será objeto de discriminación por su condición y la identidad social, incluida la orientación sexual. Según Human Rights Watch, en los últimos 20 años, las actitudes hacia la homosexualidad han ido a peor.
Más de 10 lesbianas son violadas o violadas en grupo por semana, según las estimaciones de Luleki Sizwe, una organización sin ánimo de lucro en Sudáfrica. Se estima que al menos 500 lesbianas son víctimas de violación correctiva cada año y que el 86% de las lesbianas negras en Cabo Occidental viven con el temor de ser agredidas sexualmente, según informó Triangle Project en 2008.
En los últimos años también se han registrado casos en Zimbabwe, Uganda y Jamaica.
El de Gift Makau es un nuevo nombre que sumar a la ya larga lista de mujeres sudafricanas de raza negra brutalmente agredidas por ser lesbianas. Un colectivo que con frecuencia es víctima de las terribles “violaciones correctivas” con el objetivo de “curarlas” de su homosexualidad y, en último término, “castigarlas”, desembocando incluso en la muerte. En dosmanzanas hemos recogido algunos de esos nombres. El último de ellos, el de Duduzile Zozo, de 26 años, también violada y asesinada en junio de 2013. Otros casos han sido los de Patricia Mashigo, de 36 años, apedreada hasta la muerte en abril de 2013; Sihle Skotshi, una jovencísima jugadora de fútbol, asesinada por un grupo de salvajes en noviembre de 2012; una adolescente de solo 13 años violada en mayo de 2011; Noxolo Nogwaza, activista brutalmente violada y asesinada en abril de 2011, o la futbolista Eudy Simelane, también violada y asesinada en el año 2009.
Casos que no son más que la punta del iceberg: se calcula que solo en Ciudad del Cabo se producirían cada semana hasta diez violaciones de este tipo. Y al menos se habrían producido una treintena de asesinatos en los últimos 15 años, según la periodista sudafricana Janet Smith.
No fue hasta mayo de 2011 que el Gobierno de Sudáfrica decidía crear una comisión para perseguir los crímenes de odio de raíz homófoba, después de que le llegara una petición firmada por 170.000 personas en la que se pedía al Gobierno que tomara cartas en el asunto (una iniciativa promovida por activistas lesbianas locales). Una comisión que sin embargo no parece haber conseguido gran cosa, y cuya pasividad fue denunciada en 2013 por los activistas. Ello ocurre, no lo olvidemos, en el país de África con un mayor nivel de protección jurídica de las personas LGTB -gracias a su avanzada legislación en derechos civiles tras el final del apartheid– y en el que hace pocas semanas conocíamos la noticia del nombramiento de la primera ministra abiertamente lesbiana en la historia del continente.
Hace un año, con motivo del asesinato de Duduzile Zozo, reproducíamos las siguientes palabras de la activista Thulisle Msiza: “parece que las lesbianas no podemos ir a ninguna parte. No podemos ser nosotras mismas. Hemos de escondernos, o de lo contrario somos asesinadas. Hemos de permanecer entre paredes. Como animales enjaulados (…) Es como vivir de nuevo en la era apartheid”. Palabras que por desgracia parece que siguen vigentes.
Foto: diversityact.org.au
Fuente Ragap y Dosmanzanas
Homofobia/ Transfobia.
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