El decreto contra los musulmanes de Donald Trump condena al limbo a 6 refugiados LGBT iraníes
El decreto contra la entrada de personas musulmanes firmado por Donald Trump condena al limbo a seis refugiados iraníes, perseguidos por su orientación sexual, que siguen siendo víctimas de la homofobia de Turquía, donde esperaban que les reconocieran el estatus de refugiados, y desde donde podrían deportarles de nuevo a Irán.
La homosexualidad es ilegal en Irán, motivo por el que personas gays, lesbianas y bisexuales solicitan asilo como refugiados en otros países, tal y como hiciera Maysam Sodagari , que dispone del permiso de residencia desde 2015 . Desde que Canadá se ha volcado en los refugiados sirios, la única salida para los miembros del colectivo LGBT que huyen de Irán son los Estados Unidos, dado que los países europeos no aceptan aquellos refugiados LGBT que procedan de Turquía, donde un grupo de 6 refugiados denuncian haber quedado atrapados ante el decreto de Donald Trump contra los musulmanes procedentes de Irán, entre otros 6 países musulmanes, que les ha dejado atrapados en un país en el que siguen siendo víctimas de la homofobia.
«Acaban de llamarme y me han dicho que todo está cancelado», asegura Mitra, de 27 años de edad, que reside actualmente en Denizli, una conservadora ciudad al suroeste de Turquía, donde vive desde que recibiera amenazas de muerte, en 2014, debido a sus actividades como editora de Aghaliat, una publicación online centrada en el colectivo LGBT iraní. Hace casi 2 años que al ONU le concede el estatus de refugiada, teniendo a finales de este mes la entrevista para ser reasentada en los Estados Unidos, que ya no se va a producir.
«Irán no nos quiere, Canadá no nos quiere y ahora los EE.UU. no nos quieren tampoco. He visto el suicidio de tres amigos desde 2015. Un gay iraní se arrojó de un balcón y una lesbiana iraní se ahorcó hace ocho meses», explica Mitra, que tras un proceso que se alarga durante 14 meses, llegando a hacerle incluso revisiones médicas, fue finalmente rechazada de Canadá. «Uno por uno todos mis sueños y esperanzas están siendo destruidos ante mis ojos. No me importa si voy a Canadá o a los Estados Unidos, solo quiero ir a algún lugar, en cualquier lugar, a salvo», reclama, argumentando que los refugiados religiosos tienen al menos el apoyo de sus familiares, al contrario que sucede con las minorías sexuales cuyas «familias se avergüenzan de nosotros».
«Hasta 2013, el tiempo de espera para que los refugiados LGBT fueran determinados y reasentados por el alto comisionado de la ONU para los refugiados en Turquía era de un año y medio, que era apenas aceptable (…). Pero cambió con la guerra en Siria, y cuando Estados Unidos y Canadá emprendieron el reasentamiento de un gran número de sirios desplazados, el tiempo de espera LGBT antes del reasentamiento fue de hasta tres años», explica Saghi Ghahraman, jefe de la Organización Queer de Irán (IRGO por sus siglas en inglés: Iranian Queer Organization), asegurando que aunque el ayatolá Jomeini legalizara la transexualidad en 1987, el estigma social sigue siendo altísimo y las víctimas por orientación sexual no sólo se enfrentan al acoso y la violencia, sino que pueden llegar a ser castigados con la muerte.
«Estamos atascados, no podemos seguir adelante, no podemos retroceder (…). Turquía también es muy inestable estos días y cualquier cosa puede suceder, ¿y si nos deportan de nuevo a Irán?», explica con gran preocupación Azad, de 26 años de edad, otro de los iraníes atrapados en esta desconcertante situación después de que la ONU aprobara su realojamiento hace 23 meses. El miedo en Irán es tan palpable que incluso los asistentes de vuelo homosexuales de Air France se negaban a volar a Irán en el momento en que su compañía reanudaba los vuelos con Teherán. Pero un informe de la ONU, publicado en 2015, ya alertaba sobre la creciente homofobia en Turquía, donde a pesar de que otros años se había celebrado sin problemas el Orgullo, este año era reprimido por la policía. De hecho, un refugiado sirio aparecía decapitado y desmembrado en agosto, después de haber denunciado que le estaban amenazando y que anteriormente ya habría denunciado un secuestro en el que le habían violado y golpeado.
En 2015, el programa para refugiados de Iranian Queer Organization (IRQO), grupo iraní de defensa de los derechos LGTB radicado en Canadá, denunciaba el incremento de las agresiones que sufren los refugiados LGTB iraníes en Turquía. Muestra de ello es la que padecieron dos hombres gais por parte de un oficial de policía en enero de ese año, por el simple hecho de dar a conocer su condición de pareja.
IRQO apuntaba también que la confusa nueva Ley de Extranjería y Protección Internacional turca, que entró en vigor en 2013, está aumentando la inseguridad y la violencia contra los refugiados LGTB. La situación adquiere mayor gravedad al ser Turquía el destino preferente de los cada vez más numerosos refugiados LGTB iraníes que sufren en su país una represión política y social creciente.
Fuente Universogay/Cristianos Gays
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