Rusia cancela un programa de intercambio escolar con EE UU por contravenir por legislación homofóbica tras el caso del estudiante adoptado por pareja gay
Rusia ha cancelado un programa de intercambio escolar con Estados Unidos, tras acusar a los organizadores de haber violado las reglas autorizando que un adolescente ruso permaneciera en el país bajo la custodia de una pareja homosexual y argumentando que la pareja gay “convenció” a becado ruso a quedarse con ellos y solicitar asilo cuando terminó el curso.
Desde 1992, el departamento que financia el programa de Intercambio de Futuros Líderes Estatales (FLEX, en sus siglas en inglés) ha llevado a Estados Unidos a 23.000 estudiantes de entre 15 y 17 años, procedentes de Rusia y de países de la antigua URSS. Durante su estancia en el país americano, los adolescentes acudían a clase y convivían con familias locales durante todo un año.
Ahora Moscú anuncia el fin de su participación en FLEX. Pavel Astakhov, Defensor de los Derechos de los Menores, ha sido el encargado de dar a conocer la decisión del Gobierno. Alega que una pareja de Michigan se convirtió en tutora legal del estudiante ruso, después de que éste decidiera no volver a su país de origen cuando terminó el curso el pasado mes de mayo.
Según la agencia rusa de noticias Itar-Tass en una información recogida por The Guardian, el estudiante conoció a la pareja (dos hombres ancianos que habían adoptado previamente dos niños estadounidenses) en el estado de Michigan, cuando estaban en la iglesia. La pareja le propuso patrocinarle los trámites de inmigración y pagarle sus estudios en la Universidad de Harvard.
“El niño procede de una familia decente”, y los argumentos para que Estados Unidos lo haya autorizado a permanecer en el país “no están claros”, ha proseguido. Su madre se ha negado a que se publiquen más detalles, ha añadido Astajov. Astakhov explicó en Twitter que la cancelación se produjo debido a una “violación grave por parte del país anfitrión, Estados Unidos, de la obligación de devolver incondicionalmente a los estudiantes de Rusia que viajan allí para estudiar”. “Un niño que tiene a su madre en Rusia estaba bajo la custodia de una pareja gay estadounidense”, ha indicado este miércoles el responsable del Kremlin para los derechos del niño, Pavel Astakhov.
En una entrevista con el periódico oficial del gobierno Rossiiskaya Gazeta, añadió que el estudiante se mudó con los dos hombres en Michigan. “Poco a poco fueron desarrollando… ¿Cómo puedo decir esto con cuidado?… Relaciones más cercanas”. No es su primera acción homófoba. El año pasado, Astakhov prometió que haría todo lo posible para “garantizar que los huérfanos rusos sólo fueron adoptados por parejas heterosexuales”.
La embajada estadounidense ha rechazado, por su parte, comentar casos concretos, pero ha “lamentado sinceramente” la suspensión del programa de intercambio, “que ha contribuido durante 21 años a crear fuertes vínculos entre rusos y estadounidenses”, ha contestado en un comunicado el embajador estadounidense en Rusia, John Tefft. El programa, Future Leaders Exchange (FLEX), es, según él, “el mayor programa de intercambio escolar entre Rusia y Estados Unidos”, y le ha permitido a más de 8.000 alumnos de instituto rusos estudiar en Estados Unidos.
“Creo que ese programa era útil, tanto para los rusos como para las familias estadounidenses. Unos aprendían de los otros y echaban por tierra los estereotipos”, ha comentado Elena Chernenko, periodista del diario ruso Kommersant que estudió en Texas en 1999. “En Estados Unidos supe que quería vivir y trabajar en Rusia. No había ningún lavado de cerebro”, ha añadido.
Anton Meshkov, ex estudiante de FLEX, dijo que el hecho de que 15 jóvenes que podrían haberse quedado en Estados Unidos después de finalizar la beca, opina que la cuestión tiene que ver con la orientación sexual de los adoptantes. “Los otros casos no han sido lo suficientemente serios como para quitarle la oportunidad de viajar a cientos de jóvenes”, apunta. “Es absurdo pensar que el programa pudiera facilitar la seducción (por América) de los jóvenes rusos. Como participante de este programa, conozco el duro proceso de selección por el que tienen que pasar las familias anfitrionas”, añade.
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