Archivo

Entradas Etiquetadas ‘Intemperie’

A la intemperie.

Miércoles, 5 de junio de 2024
Comentarios desactivados en A la intemperie.

Del blog Amigos de Thomas Merton:

IMG_4865

Uno quisiera crecer sensatamente, poco a poco, sin accidentes… Quisiéramos crecer sin tener que tropezarnos ni darnos de bruces. Sin sentirnos perdidos. Sin protestar. Sin mirar hacia atrás con nostalgia. Sin arrepentirse por haberse fiado de una voz de la que tantos te habían aconsejado no fiarte. Pero no. Definitivamente no es posible crecer sin error, aunque sí vivir ese error sin drama. O al menos sin enamorarse del drama, sin instalarse en él.

Sólo a la intemperie hacemos la experiencia del ser. Cuando no se puede regresar ni avanzar, sencillamente eres. Pero antes de todo eso hay, como no podía ser de otra forma, desconcierto, llanto, protesta, agotamiento, rendición y abandono al fin… Todo lo que sucede cuando ya no sabes qué más puede suceder es lo espiritualmente interesante“.

*

Pablo d’Ors,
Biografía de la luz

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad

Desde la intemperie

Jueves, 7 de enero de 2016
Comentarios desactivados en Desde la intemperie

homeless-streetsMagdalena Bennásar Oliver
Mallorca.

ECLESALIA, 21/12/15.- Me siento llamada por dentro a reflexionar sobre esa realidad: la intemperie. Me resisto, pienso que total la gente lee tantas cosas, escribes y nadie te dice ni que lo ha recibido apenas… como veis me resisto a “mi intemperie”. Intento disuadir la invitación, la voz interior que me vuelve a sugerir que comparta lo que de intemperie he vivido, vivo, resisto…y al fin, sucumbo. Casi pidiendo perdón porque estos días la gente va cargada, pero ya sabéis que el tiempo de Dios funciona con otros registros. Desearía estar en ellos para compartir lo que me regala.

Muchas de nosotras y nosotros tenemos intemperies pegadas a la piel y tal vez no las vemos o no sabemos cómo gestionarlas. Una de ellas, que comparto, es el duelo. El duelo te hace entrar dentro, y buscar entre los millones de recuerdos y experiencias vividos los compartidos con la persona que se ha ido. A veces consuela, otras duele tanto que cambio de canal.

El duelo te deja a la intemperie, sin cobijo, sin escape, sin zona de confort. El duelo te pone en camino, ¿hacia dónde? hacia el camino, que es lo que importa. La persona que se ha ido te pone en comunicación con una realidad profunda, la Vida, la realidad sin decoración, al vivo.

Las calles de nuestras ciudades y pueblos están sobrecargadas de luces, justo estos días, y sin embargo el Evangelio nos habla de camino oscuro, de una pareja que se tiene que ir a empadronar a su lugar de origen justo cuando ella está a punto de dar a luz… ¡intemperie!

Es otra forma de duelo, de pérdida, cuando tenemos que dejar lo familiar, lo conocido y querido, puede ser un destino que te cae y asumes, y te sientes a la intemperie, no conoces a nadie, no tienes casa, no tienes mucho suelto, pero hay una llamada más fuerte y más clara que lo oscuro del camino. Puede ser una necesidad de emigrar o de buscar refugio y quedarte bastante a la intemperie, dependiendo totalmente de la buena voluntad de las instituciones y de las personas concretas. Ellos y ellas “saben a intemperie”, sin necesidad de definir el término.

Y luego está la intemperie de la enfermedad. No buscada, no deseada por supuesto. Te llega, te asusta, te deja bastante descolocada, a la “intemperie” tanto si es terminal como si te debilitan tanto para debilitar a la enfermedad que te sientes tan a la intemperie que ni osas decirlo. No quieres preocupar a nadie pero, ahí estás, dialogando con el Dios de las intemperies a ver si te da alguna pista, algún consuelo.

Y la intemperie de los que adoptaron un hijo, o dos o tres, que los hay y les conozco. Nunca tranquilos, siempre negociando, siempre como a escondidas, como el hijo adoptado de una gran amiga, por Navidad se dedicó a vaciar los bolsos de todos los tíos y tías… ¡Qué intemperie! En silencio, de noche le llama, para quererle. Los dos están a la intemperie, ella no puede decir nada porque el marido, bueno sí, pero ya sabes…lo ve diferente. La intemperie de la soledad, acompañada a veces, o soledad a secas. La de tantos mayores que no dicen mucho pero su mirada expresa intemperie. Solitos, sonriendo o menos amables, pasando por su larga intemperie.

Trabajando en pastoral universitaria en un campus civil en Boston hace años, nos dijeron que no hablásemos a los jóvenes de “familia” en Navidad. Podía ser dramáticamente contraproducente. Ellos, esos jóvenes y niñas y niños de familias desestructuradas también viven la intemperie. Un fin de semana aquí, otro allá…

Y Jesús va y se le ocurre nacer a la intemperie, de unos padres desestructurados y en un lugar desconocido, inhóspito, exageradamente impropio. Pero sí, sí, eso dicen los textos, y de verdad creo que si no fuera cierto no lo dirían ya que no es la imagen de Dios que quisiéramos normalmente, sólo cuando, como El, nos sentimos a la intemperie.

Entonces sí, todo tiene más sentido. El evangelio empieza a tener más luz y relevancia y también más capacidad de movernos por dentro a confiar, a acoger, a acompañar a los y las que están a la intemperie, como nosotros y nosotras que lo estamos o lo hemos estado o lo estaremos cualquier día.

Y no me quiero olvidar de los y las que acompañáis, en esta etapa de vuestra vida, a personas que están a la intemperie. Reconocer tu propio cansancio, tus propios límites que te hacen sentir culpable sin serlo, pero se espera tanto de ti, sobre todo, de tantas mujeres cuidadoras de mayores y de personas enfermas. Recuerdo a otra amiga querida. Lleva meses cuidando muy de cerca por no molesta o invadir, a una hermana que está muy terminal, y hace dos semanas muere su hermano apoyo, de repente, a los 50 años, ¡qué dura intemperie! Qué poco oportuna esa noche oscura, pero qué fuerte la fe de esa mujer fuerte, que sí, claro, se siente a la intemperie, porque además, hay que seguir acompañando con ánimo a la que se está muriendo… ¡Uff! Necesitamos Navidad, y como sugieres Ignacio, meternos en la cueva, olerla, sentirla y coger al crío en brazos para así abrazar nuestra intemperie y la de los que nos rodean. De pronto se me hace más evidente el porqué de los textos de estos días. No los quisiera diferentes. Así cabemos todas y todos

(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

Espiritualidad , , , ,

Recordatorio

Cristianos Gays es un blog sin fines comerciales ni empresariales. Todos los contenidos tienen la finalidad de compartir, noticias, reflexiones y experiencias respecto a diversos temas que busquen la unión de Espiritualidad y Orientación o identidad sexual. Los administradores no se hacen responsables de las conclusiones extraídas personalmente por los usuarios a partir de los textos incluidos en cada una de las entradas de este blog.

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Por supuesto, a petición de los autores, se eliminará el contenido en cuestión inmediatamente o se añadirá un enlace. Este sitio no tiene fines comerciales ni empresariales, es gratuito y no genera ingresos de ningún tipo.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un espacio de información y encuentro. La información puede contener errores e imprecisiones.

Los comentarios del blog estarán sujetos a moderación y aparecerán publicados una vez que los responsables del blog los haya aprobado, reservándose el derecho de suprimirlos en caso de incluir contenidos difamatorios, que contengan insultos, que se consideren racistas o discriminatorios, que resulten obscenos u ofensivos, en particular comentarios que puedan vulnerar derechos fundamentales y libertades públicas o que atenten contra el derecho al honor. Asimismo, se suprimirá aquellos comentarios que contengan “spam” o publicidad, así como cualquier comentario que no guarde relación con el tema de la entrada publicada. no se hace responsable de los contenidos, enlaces, comentarios, expresiones y opiniones vertidas por los usuarios del blog y publicados en el mismo, ni garantiza la veracidad de los mismos. El usuario es siempre el responsable de los comentarios publicados.

Cualquier usuario del blog puede ejercitar el derecho a rectificación o eliminación de un comentario hecho por él mismo, para lo cual basta con enviar la solicitud respectiva por correo electrónico al autor de este blog, quien accederá a sus deseos a la brevedad posible.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.