En español es muy común decir de algo que es una ‘mariconada’, entendido como algo flojo, no muy bueno, o directamente una tontería. Es algo que está metido tan dentro del lenguaje, que es tan cotidiano y tan común que casi se olvida que eso puede resultar ofensivo para alguien que se identifica como gay o lesbiana. Partiendo de una base parecida, un investigador de la Universidad británica de Durham, el sociólogo Mark McCormack, ha preguntado a 40 estudiantes gays de distintas universidades cómo se sentían cuando alguien usaba la frase ‘That´s so gay’ (‘Eso es muy gay’), que se emplea en Reino Unido en un contexto muy parecido al de ‘Eso es una mariconada’. Su conclusión es que solo un tercio de los estudiantes preguntados se sienten ofendidos por el uso de la expresión y que incluso era un porcentaje todavía menor el que no la usaba nunca.
Así, el investigador no niega que la frase pueda tener un uso homófobo, pero considera que no existe una respuesta fácil sobre el tema. “Depende de la edad de la gente que lo dice y lo escucha, de la intención con la que se dice, y del contexto con el que se dice. El significado y los efectos de la frase serán también diferentes si están orientadas a una persona o usadas como una expresión más general de frustración”, explica McCormack. Desde un contexto lingüístico considera que una frase puede tener varios significados, incluso opuestos, y que ambos significados conviven en el uso cotidiano.
“Cuando se trata de uso del lenguaje, el contexto tiene toda la importancia. ‘Eso es muy gay’ puede ser homófobo si se dice con intención negativa, o dentro de un entorno homófobo. Pero cuando se dice en circunstancias donde las minorías sexuales están fuera del armario, orgullosas, y socialmente incluidas, y los hombres heterosexuales son amigos de sus compañeros abiertamente gays, toma significados diferentes. En tal contexto no es homófobo”, explica McCormack, que critica la insistencia de la asociación Stonewall de acabar con el uso de la frase, por entender que es negativa para los alumnos.
“Es vital que combatamos la homofobia en las escuelas, y promover la igualdad de la sexualidad. Stonewall tiene muchos recursos que son útiles para combatir los privilegios de la heterosexualidad. La gente hetero y las minorías sexuales deben trabajar juntas para conseguir la igualdad de la sexualidad. Pero centrarse en la frase ‘Eso es muy gay’ no es la manera de lograr ese objetivo”, considera el sociólogo, que decidió iniciar esta investigación después de detectar que alumnos que no podían considerarse homófobos, porque de hecho luchan por los derechos LGBT y cuentan con amigos gays y lesbianas, utilizaban esta frase. El investigador pide que la lucha contra la homofobia en la aulas se centre “en batallas mayores”. En su opinión es vital una enseñanza abierta de la sexualidad.
Fuente Ragap
Homofobia/ Transfobia.
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