Piden la destitución del obispo de Illinois por negarse a oficiar funerales para fieles gays
Cuando alguien escupe esta crueldad y demuestra tanta homofobia ¿qué esconde en su interior?.Y Francisco sigue manteniendo a obispos homófobos como este personaje… Y eso se llama complicidad…
Una decisión “discriminatoria”, “trágica” y moralmente “obscena”
Este cruel “abuso espiritual” de Thomas Paprocki le incapacita para liderar su Iglesia
(Cameron Doody).- Lluvia de críticas a Thomas Paprocki, obispo de Springfield, Illinois, por decretar que se impida a los fieles gays recibir los sacramentos de la Iglesia, incluidos los ritos funerarios. Un dictamen absolutista que algunas de las voces más influyentes en la Iglesia estadounidense han tachado de “discriminatorio”, “cruel”, “abuso espiritual”, “trágico” y moralmente “obsceno”, y merecedor de que el prelado sea inmediatamente destituido de su cargo.
El primero en criticar el decreto de Paprocki, emitido la semana pasada, fue Robert Shine, el editor asociado del respetado servicio pastoral a católicos LGBT, el New Ways Ministry. En un blog colgado en la web de dicha organización, Shine cargó contra el obispo de Springfield, declarando que su negativa a que se celebren entierros católicos para personas que habían estado en relaciones “objetivamente inmorales” con parejas del mismo sexo equivale a “discriminación”.
“Es discriminación apuntar a personas LGBT cuando, en cierto sentido, todos los católicos podrían ser calificados como ‘pecadores manifiestos'”, escribió Shine, refiriéndose a la etiqueta que Paprocki aplicó a los gays en su decreto.
“Es cruel sugerir que personas quienes, por los dictados de su conciencia, han entrado en matrimonios del mismo género deben de ser identificados de manera uniforme con apóstatas y herejes”, añadió, manifestando a la vez que “raya en el abuso espiritual decir… a los católicos LGBT que, si se adhieren a una doctrina fundamental de la Iglesia y siguen a sus conciencias bien formadas, pueden ser castigados por las autoridades eclesiales”.
“En un momento cuando un número cada vez mayor de líderes de la Iglesia, con el Papa Francisco a la cabeza, están abriendo las puertas a las personas LGBT y sus familias, es trágico que el obispo Paprocki haya elegido actuar de forma tan dañina“, apostilló Shine.
El ilustre jesuita James Martin, quien acaba de escribir un valioso libro sobre el auténtico acercamiento a personas gay que ha de acometer la Iglesia por imperativo evangélico, también se sumó al carro de críticas a Paprocki.
“Si los obispos vetan a personas en matrimonios del mismo sexo a que reciban un funeral católico”, plasmó Martin en su página de Facebook, “también tienen que ser consistentes” con otros fieles. Hay muchos otros pecados más serios contra cuyos perpetradores la Iglesia no toma ninguna medida tan draconiana como denegarlos los ritos funerarios: el pecado de no cuidar del más necesitado, por ejemplo, o de no cuidar del medio ambiente. Centrarse en denegar los sacramentos solo a las personas LGBT, por tanto -y según el jesuita- no es solo “una señal de una discriminación injusta” sino también contraria al mismo Catecismo.
Quizás las palabras más fuertes contra el obispo de Springfield, sin embargo, han venido de Michael Sean Winters, comentarista de renombre del National Catholic Reporter, quien directamente ha llamado a la destitución de Paprocki de acuerdo con las provisiones relativas a los obispos “negligentes” contenidas en el motu proprio del Papa Francisco Como una madre amorosa.
“El decreto están tan en desacuerdo con la dirección en la que el Papa Francisco está intentando llevar a la Iglesia”, escribe Winters –“tan excesivo en su percepción del significado cultural del matrimonio gay, y tan contrario al ejemplo de Jesús presentado en los Evangelios”- “que merece la sanción de destitución del cargo [episcopal] propuesta en el motu propio”.
Sobran razones, para Winters, para que el Papa tome semejante medida contra Paprocki, sobre todo porque la decisión del obispo manifiesta una ignorancia pastoral total acerca del significado de un funeral.
Tal acto, para el comentarista, “se trata tanto de la familia afligida como del difunto”, con lo que “es moralmente obsceno que a una familia en luto -cuyo parecer sobre el matrimonio gay puede ni siquiera ser conocido, pero que ha sufrido una pérdida- se la haga sufrir aún más dolor porque el obispo Paprocki quiere ganar una batalla en las guerras culturales“.
“Cuando un obispo malentiende tanto la cultura como el Evangelio”, zanja Winters -“por no decir nada del papel del obispo”- “ha demostrado que está tan alterado que no puede liderar una iglesia local. Antes de que haga más daño, debe dimitir o ser despedido”.
Fuente Religión Digital
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