Casi 60 simpatizantes LGBTQ+ realizaron una protesta de “reunión de amor” frente a la iglesia de St. Mary en Listowel, Irlanda, para condenar el discurso de odio de un sacerdote allí, colocando banderas y flores del Orgullo en la iglesia para mostrar su enfoque positivo.

A principios de este año, el sacerdote jubilado, el padre Sean Sheehy, hizo comentarios incendiarios sobre las personas transgénero y las parejas del mismo sexo que no solo ofendieron a la parroquia local, sino que también llamaron la atención del obispo Ray Browne de Kerry, quien reprendió al sacerdote.

Dzana Raszewska, una feligrés de 29 años, le dijo al Irish Independent:

“En silencio y con respeto, colocamos las flores y las banderas fuera de la iglesia. Esto no fue una protesta sino una reunión de amor, para mostrar que no hay lugar para el odio. Sólo hay espacio para el amor”.

En reacción a los comentarios de Sheehy, Raszewska compartió que fue “dolorosamente doloroso” escuchar que la “opinión del sacerdote es que alguien como yo no debería poder orar más debido a mi orientación sexual”. Como “alguien que cree en Dios”, Raszewska (ellos/ellas), que es bisexual y no binaria, comentó que los comentarios de Sheehy son inaceptables, por lo que “respondimos con amor a las palabras del padre Sheehy”.

Como parte del evento, los simpatizantes escribieron versículos de la Biblia, como ‘Amaos los unos a los otros, como yo os amo’, en carteles y banderas. A pesar de los esfuerzos por hacer del evento una “reunión de amor”, no todos estaban contentos. Raszewska notó que un hombre salió de la iglesia y quitó uno de sus carteles llamándolo “pecaminoso”.

Si bien algunos feligreses podrían haberse sentido frustrados con la reunión, los organizadores del evento dijeron que fue bien recibido por la mayoría de la congregación ya que “ayudó a proporcionar una plataforma no solo para las personas LTBTQ+ sino también para sus familias y amigos, que habían sido heridos por el padre El sermón de Sheehy. Según los informes, más de 30 feligreses abandonaron la misa después de los comentarios de Sheehy. El obispo Browne dijo en un comunicado después del incidente que esos comentarios “no representan la posición cristiana”.

Sabrina Crotty, otra simpatizante, esperaba que los medios “hicieran un mejor trabajo al no dar espacio en el aire a la retórica transfóbica y queerfóbica” como la de Sheehy. Para contrarrestar el odio, Crotty enfatizó:

“Fue encantador ver a las familias asistir hoy. Lo importante era que no todos los que asistieron a la demostración eran homosexuales. Todos allí tenían un familiar o amigo queer. Y estaban mostrando solidaridad con esas personas”.

Las personas LGBTQ+ no deberían estar sujetas a la retórica de odio de nadie, especialmente de los miembros del clero. Se deben celebrar los esfuerzos para crear “reuniones de amor” en apoyo de la comunidad LGBTQ+, ya que los católicos LGBTQ+ son miembros iguales de la iglesia. Lo que sucede en el espectáculo de St. Mary es que las opiniones del padre Sheehy son cada vez más superadas por fieles católicos que afirman y hablan cada vez más en nombre de la inclusión LGBTQ+.

—Bobby Nichols (él/él), New Ways Ministry, 13 de diciembre de 2022

Fuente New Ways Ministry

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Obispo Raymond Browne (Izda) y Fr. Sean Sheehy (Dcha)

Un obispo en Irlanda ha reprendido a un sacerdote que hizo comentarios anti-LGBTQ+ durante una homilía, según se informa, prohibiendo al sacerdote celebrar la misa.

Se le pidió al P. Sean Sheehy, un sacerdote retirado, que reemplazara al pastor en la Iglesia de St. Mary en Listowel, Irlanda. Durante la homilía, Sheehy condenó abiertamente la promoción del “sexo entre dos hombres y dos mujeres” y el “enfoque lunático del transgenerismo.” Su retórica homofóbica y transfóbica provocó que más de 30 feligreses saliendo de misa.

En respuesta a la homilía, el obispo Ray Browne de Kerry emitió una declaración disculpándose por la homilía “ofensiva” de Sheehy, diciendo:

“‘Soy consciente del profundo malestar y dolor causado por el contenido de las homilías en cuestión pronunciadas durante el fin de semana. Pido disculpas a todos los que se han ofendido. Las opiniones expresadas no representan la posición cristiana. La homilía en una misa parroquial regular de fin de semana no es apropiada para que tales temas se hablen en tales términos. Lamento que esto haya ocurrido mientras se realiza una peregrinación parroquial a Tierra Santa”.

Incluso después de ser reprendido públicamente por su obispo y, de acuerdo con Sheehy, se le prohibió celebrar la misa, el sacerdote se mantuvo en lo dicho en la homilía. En una entrevista, Sheehy declaró que los homosexuales “se irán al infierno” y se dirigió específicamente al viceprimer ministro abiertamente gay de Irlanda, Leo Varadkar. Sheehy afirmó que Varadkar debe “arrepentirse de sus pecados y buscar el perdón.”

Un portavoz de Varadkar declaró que el político respeta el punto de vista de Sheehy, pero no está de acuerdo con él. El portavoz declaró, “Como dijo el Papa Francisco, ‘¿Quiénes somos nosotros para juzgar?’ Como dice la Biblia, ‘No juzguéis para que no seáis juzgados’. Todos somos hijos de Dios.”

Otros miembros de la comunidad LGBTQ+ han expresado su enojo y tristeza por los comentarios de Sheehy. Saoirse Mackin, una activista de derechos trans, dijo que estaba decepcionada, pero el incidente “no la sorprendió” porque cree que la exclusión y discriminación LGBTQ+ es común dentro de las iglesias católicas irlandesas. Ella aboga por la creación de espacios inclusivos que invitarían a “más personas a volver a la iglesia.” Mackin continuó:

“Están pidiendo a gritos sacerdotes, preocupados por las bajas asistencias en la misa – pero esto se puede arreglar fácilmente. En realidad, permitir que más personas entren en la iglesia ayudará a traer más, pero es una pena que, en su mayor parte, algunos sacerdotes sientan lo mismo que el padre Sheehy predicó ese día. “

La decisión del Obispo Brown de prohibir al P. Sheehy el ministerio y ofrecer una disculpa por el daño causado es un ejemplo de la verdadera “posición cristiana“, que es una de amor y aceptación. Con suerte, el obispo continuará abogando y apoyando a la comunidad LGBTQ+ en el futuro, y otros líderes religiosos se inspirarán para proteger a las personas LGBTQ+ cuando las personas en el ministerio se involucren en comportamientos dañinos.

—Sarah Cassidy (ella/ella), New Ways Ministerio, 9 de noviembre de 2022

Fuente New Ways Ministry

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Jeremy Pemberton y Laurence Cunnington

La Iglesia de Inglaterra ya lo dejó claro en su momento: una cosa es aceptar en el seno de la Iglesia a los feligreses gays, incluso bendecir de manera informal sus uniones, y otra muy distinta permitir que los propios clérigos homosexuales contraigan matrimonio. El primer sacerdote que se atrevió a desafiar este mandato ya ha empezado a recibir su castigo. El canónigo Jeremy Pemberton, capellán en un hospital público, se casó en abril con su pareja, Laurence Cunnington, pero ha sido ahora cuando ha recibido una notificación del obispo de la diócesis de Southwell y Nottingham, Richard Inwood, comunicándole la retirada de su licencia para oficiar en este territorio. Por el momento Pemberton sí mantiene su licencia en la diócesis de Lincoln, así como su empleo en el Sistema Nacional de Salud.

Esta expulsión ya ha sido criticada por los colectivos que piden un trato igualitario para los sacerdotes homosexuales en la Iglesia. “La acción del obispo contra Jeremy es intolerable. Jeremy y Laurence se han casado porque se aman y están totalmente comprometidos el uno con el otro. Jeremy tiene una vocación para el sacerdocio y una particular vocación como capellán hospitalario. La Iglesia examinó a Jeremy y reconoció su vocación. Ahora que Jeremy se identifica como gay y está en una relación homosexual que ha sido legalmente formalizada, la Iglesia reniega de su evaluación original de la vocación de Jeremy y le demanda que dimita”, ha señalado el reverendo Colin Coward, del colectivo Cambiando Actitudes, que señaló que Inwood había tomado la decisión a instancias del arzobispo de York, John Sentamu. Precisamente uno de los cargos eclesiásticos que más habían insistido en criticar la homofobia de su iglesia en países como Uganda.

Andrew Cain y Steve Foreshew

“La acción tomada por el obispo y el arzobispo tiene implicaciones para el lugar de la Iglesia de Inglaterra en la sociedad inglesa y para las enseñanzas de la Iglesia sobre matrimonio, intimidad y relaciones homosexuales”, añadió Coward. También se refirió a esta decisión Simon Sarmiento del colectivo Iglesia Inclusiva. “Si los obispos continúan tomando acciones disciplinarias contra los clérigos que se casan deben esperar reacciones negativas”, ha advertido.

Precisamente este fin de semana ha contraído matrimonio otro párroco, Andrew Cain, de la Iglesia de St Mary en Kilburn, que se ha hecho popular en Londres por su apoyo al matrimonio gay y que ya había anunciado que seguiría adelante con la boda pese a las prohibiciones. Cain se ha casado con su pareja de hace más de 14 años, Steve Foreshew. Ambos se han referido públicamente a lo sucedido con Pemberton: “Vergonzosas noticias sobre el obispo de Jeremy Pemberton. Saben que sus acciones están mal y la Iglesia se está moviendo y se moverá. Estúpido y equivocado”, comentó Cain. “Las noticias sobre Jeremy Pemberton no son lo que queríamos leer esta mañana… pero no pueden quitarnos esto”, añadió su marido.

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