El matrimonio igualitario entra en vigor en Suiza
Este 1 de julio ha entrado en vigor la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo en Suiza. Aprobada por el Parlamento helvético el 18 de diciembre de 2020, los contrarios a los derechos LGTBI lograron forzar un referéndum para intentar anularla al reunir las firmas suficientes. Sin embargo, la consulta popular, que tuvo lugar el 26 de septiembre de 2021, se saldó con un voto favorable al matrimonio igualitario del 64,1 % de los participantes, por lo que ley quedó definitivamente aprobada. No obstante, la entrada en vigor tanto del matrimonio entre personas del mismo sexo como de la adopción homoparental quedó fijada para el 1 de julio de 2022.
Numerosas parejas han elegido este primer día de entrada en vigor de la ley para celebrar su matrimonio. Entre ellas la formada por Alois Carnier, de 57 años, y Peter Leu, de 67, que se casaron en Schaffhausen, su localidad de residencia. Para Alois y Peter, «es importante que nuestro matrimonio se reconozca en igualdad de condiciones y no se separe en una categoría especial». Ambos han expresado su intención de casarse también por el rito religioso en 2023, puesto que el pasado mes de junio el consejo rector de la Iglesia Católica Cristiana de Suiza, a la que pertenece Carnier, votó a favor de bendecir los matrimonios de parejas del mismo sexo con los mismos sacramentos y rituales que las bodas heterosexuales.
Otra de las primeras parejas del mismo sexo en contraer matrimonio han sido Aline, de 46 años, y Laure, de 45, que lo hicieron en Ginebra. Ambas tienen un hijo de cuatro años y ya estaban reconocidas legalmente como una unión civil, lo que las otorgaba algunos derechos semejantes a los de las parejas casadas. Sin embargo, el pequeño de ambas solo era reconocido legalmente como hijo de su madre biológica, Laure, sin que en principio Aline tuviera derecho alguno respecto al niño. Para conseguirlo, habría que esperar a que el niño conviviera con ambas durante un año y luego comenzar el proceso de adopción, que demoraría otros dos años al menos. Ahora, tras contraer matrimonio, ambas son automáticamente reconocidas como sus madres.
Es un ejemplo claro de cómo las uniones civiles, que pueden suponer un avance importante en determinados países, suponen siempre una merma de derechos para las parejas del mismo sexo. Como acertadamente señalaban Alois y Peter, la igualdad solo se consigue dentro de la misma institución. En el caso suizo, las uniones civiles impedían la adopción regular, que solo se concedía a parejas casadas, el acceso a las técnicas de reproducción asistida o la obtención de la ciudadanía para los miembros de las parejas de origen extranjero.
Un largo proceso
El debate sobre la igualdad matrimonial en Suiza se remonta a 2013, cuando el Partido Verde Liberal introdujo una propuesta de reforma constitucional para abrir el matrimonio a las parejas del mismo sexo. Tras largos años de tramitación en las correspondientes comisiones parlamentarias, en 2018 el comité de Asuntos Legales del Consejo Nacional propuso una modificación del Código Civil y otras normas como alternativa a la reforma constitucional. La regulación sobre adopción no precisaría ningún cambio, al estar ligada a las parejas casadas sin mencionar su sexo.
Los diputados del Consejo Nacional votaron finalmente un proyecto de ley de matrimonio igualitario en junio del pasado 2020. El resultado fue de 132 votos a favor, 53 en contra y 13 abstenciones. El principal partido que se opuso a la medida fue la Unión Democrática del Centro (SVP/UDC), formación de extrema derecha que cuenta con el mayor número de escaños en la fragmentada cámara baja. El proyecto de ley continuó entonces su tramitación en el Consejo de los Estados, la cámara alta del Parlamento suizo que representa a los cantones.
En diciembre de 2020, los consejeros aprobaron la medida por 22 votos a favor, 15 en contra y siete abstenciones. Se volvió a discutir la necesidad de una reforma constitucional, que habría supuesto un nuevo retraso de años en el proceso y afortunadamente quedó descartada. La ley fundamental suiza garantiza en su artículo 14 «el derecho al matrimonio y la familia», sin establecer definiciones excluyentes de dichas instituciones. Los consejeros sí que introdujeron una limitación en el reconocimiento automático de la parentalidad de la madre no gestante, que solo será posible tras un proceso de reproducción asistida llevado a cabo en una clínica profesional suiza. El proyecto de ley aprobado por el Consejo de los Estados regresó al Consejo Nacional para su visto bueno final. La aprobación parlamentaria definitiva se produjo el 18 de diciembre.
Sin embargo, la legislación suiza contempla que las leyes aprobadas por el Parlamento se someterán a referéndum si así lo solicitan al menos 50 000 firmantes en un plazo de cien días desde su publicación en el Boletín Federal, que tuvo lugar el 31 de diciembre de 2020. El activismo homófobo se puso rápidamente manos a la obra, y en la semana en la que concluía el plazo anunciaron que habían reunido la cifra necesaria de adhesiones. El 27 de abril de 2021, se anunció oficialmente que se habían presentado en la Cancillería Federal 61 027 firmas válidas. Días después, el 19 de mayo, el Consejo Federal comunicaba que el referéndum se celebraría el 26 de septiembre de 2021.
Llegada esa fecha, con una participación del 52 %, el matrimonio igualitario fue aprobado por 1 828 427 de votos favorables (el 64,1 % de los emitidos) y 1 024 167 de votos en contra (el 35,9 %). Además, el voto favorable fue el mayoritario en todos los cantones.
También es detacable que la Iglesia Protestante de Suiza apoya el SÍ al matrimonio homosexual cristiano, cuyo presidente Gottfried Locher, fue un decidido defensor del matrimonio para todos, siguiendo el ejemplo de iglesias reformadas como la Iglesia Evangélica Española. Y es que las iglesias protestantes suizas son más progresistas que la Iglesia Católica en aspectos como el matrimonio entre parejas de un mismo sexo.
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