Minnesota, próximo estado de EE.UU. en prohibir la terapia de conversión
Minnesota espera convertirse en el próximo estado en prohibir la terapia de conversión gay en los Estados Unidos.
El jueves 25 de abril, la Cámara de Representantes, encabezada por los demócratas, votó “sí” a la enmienda del actual proyecto de ley de salud y servicios humanos, HF 2414. Cuando se modifique, el proyecto de ley declarará que “cualquier práctica de un profesional de la salud mental o de un profesional de la salud mental que intente cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona” es ilegal.
Lo mismo se aplica a cualquier `esfuerzo para cambiar comportamientos o expresiones de género o para eliminar o reducir las atracciones o sentimientos sexuales o románticos hacia individuos del mismo género’. Los funcionarios se aseguran de que esto no impedirá que las personas que se someten a la afirmación de género busquen asesoramiento u orientación.
Frente a la oposición. Según Pioneer Press, la representante demócrata Julie Sanstede se pronunció en contra de la enmienda, argumentando que una prohibición completa elimina la capacidad de alguien de elegir si quiere someterse a la terapia o no.
“No hay ninguna persona en esta cámara que apoye los abusos y atrocidades de los que hemos oído hablar”, declaró. “Pero esto va demasiado lejos al quitarle el derecho al individuo de determinar el resultado que elige.”
Su colega demócrata y representante abiertamente gay, Hunter Cantrell, confirmó que como el nuevo proyecto de ley sólo cubre la terapia de conversión llevada a cabo en menores de 18 años de edad, eso no debería ser una preocupación. “Se trata de proteger a los pacientes de prácticas fraudulentas”, agregó.
El grupo LGBT+ de Minnesota OutFront presentó a los políticos tarjetas de San Valentín pidiendo la prohibición de la terapia de ‘cura’ gay (TheoKeith/twitter)
En febrero, los activistas LGBT+ animaron a los políticos y legisladores a prohibir la terapia de curación gay enviando tarjetas de San Valentín a ciertas personas en el poder que pedían el apoyo de los proyectos de ley HF12 y SF83, como parte de la Ley de Protección de la Salud Mental.
Estados Unidos han prohibido la terapia de conversión. Si los funcionarios del gobierno implementan con éxito la prohibición, Minnesota se convertirá en el decimoséptimo estado de los Estados Unidos en prohibir la práctica dañina.
El uso de “terapias” reparadoras o de conversión en menores de edad ha sido ya prohibido en dieciseis estados norteamericanos, además de en la capital federal. California fue el primero en hacerlo en 2012, no sin controversia. Le siguieron el también estado de Nueva Jersey (varios meses después), Washington D.C. (cuyo Consejo legislativo aprobó la norma por unanimidad en 2014) y más tarde se sumaron los estados de Oregon, Illinois, Vermont, Nuevo México, Rhode Island, Nevada, Connecticut, Washington, Hawái, Maryland, Delaware y New Hampshire. Y hace pocos días se les unía Puerto Rico, estado asociado a los Estados Unidos, aunque en este caso lo hacía mediante una orden ejecutiva firmada por su gobernador, Ricardo Roselló, después de que la Cámara de Representantes puertorriqueña rechazara tramitar un proyecto de ley aprobado por el Senado.
Hay además numerosos condados y ciudades que haciendo uso de sus competencias locales han promulgado normas similares. Denver, precisamente la capital de Colorado, lo aprobó por ejemplo el pasado enero por decisión unánime de sus concejales.
En los últimos 12 meses, Washington, Hawai, Delaware, Maryland, New Hampshire, Nueva York y Massachusetts han aprobado proyectos de ley que lo prohíben en sus territorios. Sin embargo, con la excepción de la de Nueva York, todas las prohibiciones se limitan a impedir que los menores de 18 años sean sometidos a la polémica pseudociencia.
“No” rotundo de los especialistas a las “terapias” reparadoras.
“Terapias” reparadoras: no solo inútiles, también peligrosas
La comunidad médica mundial en su inmensa mayoría condena estas prácticas y lucha para que los gobiernos las prohíban. Precisamente en marzo de 2016 tenía lugar un histórico pronunciamiento de la Asociación Mundial de Psiquiatría en contra de las “terapias” reparadoras, intervenciones que no solo se han mostrado ineficaces para cambiar la orientación sexual de una persona, sino que resultan muy peligrosas. Prácticas contra las que ya antes se habían pronunciado numerosas organizaciones profesionales. La Asociación Americana de Psicología, por ejemplo, hizo ya en 2009 un llamamiento a los psicólogos para que las abandonasen definitivamente tras revisar la evidencia científica disponible y concluir que ya no resulta posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Otras organizaciones que han alertado contra los riesgos de estas intervenciones son la Asociación Médica Británica, las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido o, en España, el Colegio de Psicólogos de Madrid. Los testimonios de algunas de las personas atrapadas por las redes que promueven este tipo de prácticas (“ex-gais”) y que años después han conseguido liberarse son un buen ejemplo del daño que pueden llegar a sufrir.
En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van, hoy en día, en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario.
Respecto al reto que suponen aquellas personas adultas que movidas por su fe religiosa conservadora acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, ya desde hace años la Asociación Americana de Psicología recomienda ser “honestos” con ellos respecto a su eficacia, considerando que el objetivo en estos casos debe ser favorecer, sin imposiciones, la aceptación de la propia realidad. Posibles estrategias que sugería Judith Glasshold, la presidenta del comité que en 2009 revisó la evidencia disponible hasta esa fecha, eran insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan la realidad LGTB o, los casos más recalcitrantes, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación.
Fuente Cromosomax/Cristianos gays
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