Trabajadores de un hospital discriminan a un hombre con meningitis por ser gay
Estuvo ingresado 47 días en un hospital de California, tras realizársele diagnósticos erróneos y negársele el acceso a pruebas médicas.
Acudió con su marido y ya en las sala de urgencias una enfermera le dijo que había enfermado por ser gay. Esto fue sólo el principio de un doloroso proceso que ha terminado con una meningitis que le ha afectado a la vista, algo que seguramente tardará años en recuperar.
“Yo puse una queja en los días siguientes porque la experiencia lo afectó tanto que tuvieron que darle pastillas para la depresión”, comentó su marido. El mismo día del incidente con la enfermera, el médico le dio el alta con un diagnóstico de ansiedad pero el estado de salud de Salvador siguió empeorando.
Después de sufrir un desmayo en su casa, volvió al hospital donde finalmente le diagnosticaron meningitis y le dejaron ingresado. Fruto de la enfermedad, Salvador comenzó a perder visión, por lo que le derivaron a una oftalmóloga, que tras verle vomitar, se negó a seguir con la consulta alegando que le daba “asco” el vómito de su paciente. Después de 47 días ingresado le han pronosticado que seguramente tardará años en recuperar la vista.
La pareja estudia la posibilidad de emprender acciones legales contra el hospital por negligencia médica en el diagnóstico, discriminación por parte de la enfermera y maltrato a manos de la oftalmóloga. Desde el hospital no ha habido respuesta. “Lo que queremos con esta denuncia pública es crear conciencia y evitar que se discrimine por ser gay a un paciente que está muy grave, muriéndose con una infección en el cerebro”, dice el marido de Salvador.
Fuente Cáscara amarga
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