Dios está en todas partes
Del blog de la Communion Béthanie:
Dios, creo que está por todas partes.
Está delante, detrás, a mis lado,
bajo mis pies, sí, bajo mis pies.
¿Por qué?
Porque cuando bajo mis pies el terreno se vuelve blando,
¡he aquí! Está allí justamente
y hace que el terreno sea capaz de recibir a la persona.
Por qué?
Porque Él, sabe bien que el terreno es blando,
entonces hace esto para impedir que uno se hunda demasiado.
Este Dios, el Señor, está dentro de mí.
Puedo dejarlo
pero, Él, jamás me deja.
Cuando me apercibo de que lo he dejado,
me siento empujado a volver hacia Él,
volver “a su modo”,
eso es, la conversión.
¿Cómo sé que hace que el suelo sea blando
capaz de recibir a la persona?
¡ Pues bien, es muy simple!
Es porque él ya pasado por ahí
antes de que yo llegue allí.
Esto es lo que hay que comprender.
Entonces yo, así,
yo mismo soy verdaderamente más feliz en el fondo de mi mismo.
Cuando miro mi vida,
sé lo que hace falta para impedirme hundirme demasiado
incluso si soy siempre un zonard (hombre de la calle)
que todavía no consiguió salir bien en su vida:
el empleo, la vivienda, el dinero y todo esto.
Cuando le ruego desde el fondo de mi corazón, le digo:
“¡gracias, Señor “,
así, sin pleno de “Gloria a ti! ¡ Aleluya!”,
los brazos en el aire y todo lo demás.
No, bien desde el fondo del corazón, le digo también:
“¡si pudieras hacer a los otros zonards
lo que hiciste por mí! “
*
Prière de Lahsen,
un hombre que vivía en la calle en el barrio de Les Halles.
***
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