Sapporo impulsa el matrimonio igualitario en Japón
La quinta ciudad más poblada de Japón se ha regalado para estas fiestas el matrimonio igualitario. La ciudad situada en la isla de Hokkaido ha anunciado que a comienzos del 2017 aprobará este tipo de uniones y se convierte en la metrópoli más importante del país en dar este paso vital.
Los avances conseguidos por el colectivo LGTB en la región asiática durante el último lustro son tan escasos que se pueden medir con cuentagotas.
Japón no es diferente al resto de países de su entorno. El país está viviendo un proceso de cambio que no termina de llegar y la sombra de la tradición sigue siendo demasiado alargada.
La situación de la comunidad LGTB representa a la perfección la lucha interna que vive la isla entre dos orillas temporales: el pasado y el futuro.
El anuncio de la ciudad de Sapporo cierra un 2016 dulce para la comunidad. A principios de año, la ciudad de Iga inició el proceso de emisión de certificados a personas del mismo sexo, así como las regiones de Shibuya y Setagaya en Tokio.
Aunque los documentos serán expedidos por la autoridad local, no serán jurídicamente vinculantes, ya que el Gobierno japonés no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin embargo, la norma será un respaldo jurídico que permitirá a las parejas acceder al seguro de vida y a los planes de pensiones de los conyuges.
El cambio normativo que se llevará a cabo a comienzos del 2017 confirma la tendencia aperturista de Japón. Una corriente en la que el apoyo popular está resultando clave para concretar los cambios.
Varios municipios japoneses reconocen las parejas de hecho
Como recogiendo, Japón y Taiwán están experimentando avances locales en el reconocimiento de las parejas del mismo sexo. Aunque ningún país asiático ha aprobado por el momento el matrimonio igualitario, la situación del colectivo es diametralmente opuesta en los distintos países del continente. En algunos como Malasia, Brunéi o la India, entre otros, las personas LGTB son víctimas de la homofobia de estado y la intransigencia social. Por el contrario, Taiwán, Japón o Vietnam van posicionándose en líneas más aperturistas e igualitarias (si bien no al ritmo que cabría desear).
La ciudad de Iga (que ronda los 95.000 habitantes, en la prefactura de Mie) se convertía en diciembre de 2015 en el cuarto municipio japonés en abrir a las parejas del mismo sexo la posibilidad de unirse civilmente. Aunque en Japón, como decíamos, tampoco se ha aprobado todavía el matrimonio igualitario, varias ciudades han tomado la delantera, aprobando la inclusión de parejas del mismo sexo en los registros de parejas de hecho.
La primera administración japonesa que anunció la apertura de uniones civiles entre parejas de gais y lesbianas fue la de Shibuya (un distrito especial de Tokio). Por su parte, Setagaya (como Shibuya, otro de los 23 distritos que conforman la municipalidad metropolitana de Tokio) secundaba poco después la iniciativa y se convertía en el segundo territorio japonés en ponerla en marcha.
Asimismo, en la ciudad de Takarazuka, en la prefectura de Hyogo, se iniciaba el pasado mes de junio la expedición de certificados de asociación a las parejas homosexuales. A diferencia de lo que ocurre en Shibuya, los registros de parejas de hecho en Takarazuka y Setagaya no exigen a las empresas privadas que reconozcan a las parejas homosexuales.
Los resultados de una encuesta realizada en el país nipón a finales de 2015 constatan que un 51 % de la ciudadanía sería partidaria de la aprobación del matrimonio igualitario. Una gran evolución, teniendo en cuenta que hasta épocas recientes la homosexualidad era un tema tabú en la sociedad japonesa.
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