La Hoja.
Andamos buscando formas de anunciar la Buena Nueva de Jesús a las personas. Y comprobamos que es preciso entablar cercanía a los hombres y mujeres. Si no hay amistad, proximidad, todo lo que anunciemos, sonará de lejos como un anuncio y será muy difícil que cale, que penetre.
Necesitamos formas de estar próximos. Puede ser que lleguemos a través de un escrito. Y aquí será importante lo que digamos y cómo lo digamos. Es preciso una forma de escribir fácil, cercana, directa, anunciando el Mensaje de Jesús; bien sea usando el estilo de parábolas que Jesús usaba, bien sea transmitiendo las mismas Palabras de Jesús, y en cualquier caso que resulte de una forma agradable, incisiva.
Llevo 30 años entregando en la parroquia cada semana una hoja a cada vecino. No puedo calcular el fruto que ha dado pero, por los comentarios, siento que ha surtido efecto, sobre todo difundiendo la iluminación evangélica, en la línea pastoral de la parroquia y acerca de la realidad de la vida.
Cuando ocurre algún acontecimiento social en el pueblo o en la comarca, es una ocasión muy especial para hablar de ello. Hay parroquias que editan una hoja transmitiendo el evangelio del día y anunciando los acontecimientos de la comunidad parroquial. Yo prefiero ir más en anuncio de una línea evangélica y un comentario cristiano a raíz de lo que estamos viviendo. Siempre he pensado que, a la hora de escribir, hay que tener delante el evangelio y los medios de comunicación y tratar de sacar el eco de las dos cosas. Ya el título lo indica y anuncia: “Tras el Maestro”, “De buena Fuente” o “La vida”.
Lo ideal también es cuando hay personas que se atreven a enviar su opinión sea a favor o en contra de lo escrito. Y se entabla un diálogo.
Es cierto que hoy lo que funciona son los medios audiovisuales y las redes sociales. Pero siempre hay lugar en la cocina o en cuarto de estar para una hoja que se lee a ratos. Otras veces se espera la “hoja” a ver qué dice de algún acontecimiento de actualidad. Esa hoja tiene un atractivo de la realidad y de la forma de pensar. El evangelio diluido en ese artículo se lee muy a gusto.
Y no digamos nada cuando se trata de la “hoja” de la zona. Es una manera de unir a las personas de los pueblos y de abrirles al Evangelio.
Gerardo Villar
Fuente Fe Adulta
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