Hildegarda de Bingen va mucho más allá que el cardenal Fernández en sus explicaciones sexuales
¿Pero los ultra católicos han leído el Cantar de los Cantares?
Los rigoristas piden la cabeza del Prefecto del DDF por ‘pornógrafo‘
“Los rigoristas llevan días dándole al Papa en la cara del nuevo prefecto, pidiendo la dimisión del ‘cardenal pornógrafo‘, como le llaman, entre otras lindezas del género. El objetivo es que Francisco se quede solo y sin amigos en los que confiar en la Curia”
“Se la tienen jurada a monseñor Fernández desde que llegó a la prefectura de la DDF, pero los ataques arreciaron a partir de la publicación de la declaración ‘Fiducia supplicans‘, que cuenta con el aval de Francisco”
“En uno de esos libros de juventud, titulado ‘La pasión mística‘, el autor hace una investigación sobre el orgasmo masculino y femenino, preguntándose si tanto uno como el otro inciden en la relación con Dios y en la vida espiritual”
“Al prefecto de la DDF quieren destruirle por eso. Pero Santa Hildegarda de Bingen, Doctora de la Iglesia, fue mucho más allá, al escribir sobre el placer sexual en el ‘Liber causae et curae‘”
Le dijo la trucha al Tucho: una burda maniobra para atacar a Víctor Manuel Fernández
Llevan días poniendo el grito en el cielo. Los rigoristas no quieren que el dicasterio de Doctrina de la Fe cambie de postura y se ‘pastoralice‘ y, además, no aguantan a su prefecto, el cardenal argentino Víctor Manuel ‘Tucho’ Fernández. Y, por eso, llevan días dándole al Papa en la cara del nuevo prefecto, pidiendo la dimisión del ‘cardenal pornógrafo‘, como le llaman, entre otras lindezas del género. El objetivo es que Francisco se quede solo y sin amigos en los que confiar en la Curia.
Se la tienen jurada a monseñor Fernández desde que llegó a la prefectura de la DDF, pero los ataques arreciaron a partir de la publicación de la declaración ‘Fiducia supplicans‘, que cuenta con el aval de Francisco. En ella, insta a obispos y sacerdotes a bendecir (sin sacramentos ni ritos) a las parejas homosexuales o irregulares que pidan la bendición del Señor.
La guerra contra ‘Tucho’ Fernández es abierta y total. Por eso, están hurgando en su pasado de joven teólogo, cuando escribía de asuntos espirituales, relacionados con la mística. Y, en uno de esos libros de juventud, titulado ‘La pasión mística‘, el autor hace una investigación sobre el orgasmo masculino y femenino, preguntándose si tanto uno como el otro inciden en la relación con Dios y en la vida espiritual.
Al prefecto de la DDF quieren destruirle por eso. Pero Santa Hildegarda de Bingen, Doctora de la Iglesia, fue mucho más allá, al escribir sobre el placer sexual en el ‘Liber causae et curae‘.
La doctora de la Iglesia dice lo siguiente sobre el placer sexual:
“Cuando el impulso sexual (libido) se hace sentir en el varón, algo comienza como a girar dentro de él como un molino, pues sus caderas son como la fragua en la que la médula envía el fuego para que se transmita a los genitales del varón haciendo que ardan… Pero en la mujer el placer (delectatio) es comparable al sol, que suave, ligera y continuamente impregna la tierra con su calor, para que produzca fruto, porque si la quemara continuamente dañaría el fruto más de lo que favorecería su nacimiento”.
Y añade Hildegarda: “Del mismo modo, en la mujer, el placer produce calor de forma suave pero continua, para que pueda concebir y dar a luz, porque si estuviera siempre quemándose por el placer no sería apta para concebir y dar a luz. Por lo tanto, cuando el placer se produce en la mujer, es más sutil que en el hombre…”
Y, más adelante ssotiene: “Cuando una mujer hace el amor con un hombre, sintiendo una sensación de calor en el cerebro que conduce al deleite de los sentidos, ella comunica el sabor de ese deleite durante el acto y estimula la emisión del semen del hombre. Y cuando el semen ha caído en su lugar natural, ese impetuoso calor desciende del cerebro de la mujer y atrae el semen y lo retiene, y pronto los órganos sexuales de la mujer se contraen y todas aquellas partes que están listas para abrirse durante el período menstrual ahora se cierran, de la misma manera que un hombre fuerte puede retener algo fuertemente en un puño”.
Fuente Religión Digital
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