Magda Bennásar: Calidad de presencia: el Espíritu.
Al igual que las discípulas y discípulos vamos haciendo el recorrido que los evangelistas nos ponen delante para que en la diversidad de encuentros con el Resucitado, descubramos el nuestro.
¿Cómo está siendo el tuyo?
En el mío se trenzan tres mechones, a cual más hermoso. Uno sería el dolor de tantas personas que puedo acompañar a través de unas palabras o unas letras… otros dos: la experiencia personal de Presencia y la experiencia de Comunidad que increíblemente va creciendo en calidad y compromiso.
¿Cómo acompaño el proceso de dolor?
Debido al confinamiento ha sido mayormente a través de comunicación online de reflexiones, que durante este año además de los dos Blogs nuestros, nos han publicado también en Inglés en el apartado Global Sisters Report: The life, dentro del periódico digital católico National Catholic Reporter. Aportaciones hechas desde nuestro “humus”, como actitud de servicio, ante una demanda ingente de aportaciones de personas de otros países, lenguas y continentes. Publicaron también nuestra pascua online bilingüe.
Sentir que lo que experimentas en la intimidad silenciosa de tu corazón y estudias-elaboras… se convierte en apoyo para miles de personas, produce un “temor y temblor” que sólo puede ser de la Ruah. Dejas atrás el tan patriarcal “yo no valgo, y menos en Inglés” para dejarte conducir y seducir por el que te envía a realizar su tarea, la de sembrar Vida, también con tu vida.
Experiencia personal de Presencia:
Descubrir, día a día, que el Espíritu es esa Presencia fuerte y tierna a la vez, que como el oxígeno para respirar nos envuelve, nos habita y nos constituye, es muy empoderador y liberador. Aun estando en confinamiento, aun estando con problemas del tipo que sea, esa Presencia percibida como silencio, como cercanía, como fuerza, como alegría, se convierte en camino, en Vida amasada con mi vida, y me “levanta-resucita” del sueño mortecino para conectarme con el sueño de Dios, inabarcable, pero fascinantemente real.
Experiencia de Comunidad viva:
Y sí, se va convirtiendo en Comunidad. Así en mayúscula, porque no es la comunidad de vecinos, ni la de senderismo…es una comunidad suscitada por el espíritu y mensaje renovador de las Hermanas para la Comunidad Cristiana (SFCC). Estas mujeres, después del Concilio, llevaron hasta las últimas consecuencias sus directrices, formando así, a golpe de fidelidad y tal vez de desobediencia a normativas encorsetadoras del pasado, una comunidad imposible de soñar más abierta, más empoderadora, más humilde en su acogida a lo que el Espíritu va suscitando.
Hace poco más de dos años, que gracias a que hay gente que escribe su experiencia las descubrimos online. Hemos hecho un proceso de pertenencia y a la vez acogido a las personas que se unían a nuestra alegría liberadora. Tanto es así que ya hemos constituido la Región de España y son diez en estos momentos, los hombres y mujeres de 29 a 70 años, casados y solteros… que gozosamente vamos haciendo un camino juntos, muy enriquecedor y gozoso.
Para nosotras Pentecostés está siendo un proceso de acoger y acompañar… de canalizar la fidelidad y liberación que estas hermanas y hermanos van viviendo. Todos, desde nuestra profesión y vocación, vamos formando comunidad desde el rincón que nos ha tocado como parcela-regalo del Espíritu y con sus dones, y el de gozo abunda, vivimos, compartimos, servimos según las necesidades que cada uno, con madurez discierne.
¿De dónde salimos? De casi todos los rincones de España: Bilbao, Pamplona, Barcelona, Mallorca, Madrid, Valencia, Córdoba.
¿Comunidad a distancia? ¡Quién dijo miedo! “nada hay imposible para Dios”: Compartimos Reflexión Teológica de los textos fundacionales y oración compuesta por tiempo profundo de Silencio y Palabra. Quincenalmente compartimos esas reflexiones y luego necesitamos vernos y sentirnos por Skype. Por supuesto que tenemos un xat y nos comunicamos libremente por teléfono, yo creo que compartimos más y mejor que si viviéramos bajo el mismo techo.
¿Proyectos comunes? No es necesario tenerlos ya que la comunidad precisamente evita toda propiedad conjunta, atadura… pero sí tenemos uno importante, que si Dios y las personas ayudan pondremos en marcha próximamente. El confinamiento está siendo el tiempo de gestación y maduración necesaria.
Deseamos compartir esta experiencia de Presencia real, encarnada porque es vuestra. Su calidad viene enmarcada por vidas llenas de realismo, de personas preocupadas por sus familias, por como nutrir su interioridad y la de sus seres queridos, todos planteándonos como abrir caminos a la comunidad de Jesús hoy, y dándonos cuenta de que “lo estamos haciendo”.
Nuestras puertas están abiertas, y como para el Resucitado, no hay distancias. De hecho una mujer desde Egipto también hace su proceso con nosotras en un arabspanish muy divertido y profundo. Por supuesto que hay más gente en Europa. Eso otro día. Si no os aburre, claro.
Magda Bennásar Oliver, SFCC
www.espiritualidadintegradoracristiana.es
Vía Fe Adulta
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