Comentarios desactivados en Un juez de Oregón falla a favor de alumnos transgénero en demanda sobre uso del cuarto de baño
Elliot Yoder
Un juez de Oregón falla contra de la petición de derogar la normativa de un centro escolar que permite a los alumnos transgénero que utilicen el cuarto de baño del género con el que se identifican.
Hace ahora tres años desde que un adolescente de 14 años de edad, Elliot Yoder, asumiera su identidad de género como persona transgénero y lo hiciera público, pasando desde ese momento a utilizar los cuartos de baño y vestuarios masculinos, previa implementación de la normativa del centro de educación secundaria en el que estudia en la localidad de Dallas, sede del condado de Polk, en el estado de Oregón, que informa por carta a todas las familias de sus alumnos. Sin embargo, después de que tratar de derogar sin éxito esa normativa en una junta escolar y de que el gobierno de Donald Trump derogara la directiva de Obama que protege a los menores transgénero sobre el uso de cuartos de baño y tras afirmar que su gobierno no atenderá más quejas por transfobia en baños de Institutos, el año pasado, un grupo de padres y madres, junto a diferentes miembros de la comunidad, demanda al centro escolar. El pasado martes, 24 de julio, un juez de Oregón falla en contra de su petición, afirmando que obligar a las personas transgénero a utilizar el cuarto de baño del género asignado en su nacimiento violaría la ley de derechos civiles de los Estados Unidos.
«Forzar a los estudiantes transgénero a usar instalaciones incompatibles con su identidad de género indudablemente dañaría a esos estudiantes y les impediría igualmente el acceso a oportunidades y recursos educativos», sostiene el juez del tribunal Federal de Distrito de Portland, Marco A. Hernández, en una sentencia de 56 páginas mediante la que desestima las afirmaciones de alumnos que sostienen haber experimentado «vergüenza, humillación, ansiedad, intimidación, miedo, aprensión y estrés producidos al utilizar el cuarto de baño con alumnos del sexo opuesto».
«Colectivamente, lo que estas líneas de casos han hecho es enviar un fuerte mensaje a las escuelas de que los estudiantes transgénero forman parte de cada comunidad escolar», declara Harper Jean Tobin, directora de políticas del Centro Nacional para la Igualdad Trasngénero, en referencia a sentencias similares por parte de tribunales de Illinois y Pensilvania, que también fallaron a favor de las demandas de estudiantes transgénero. «Es parte de una estrategia definitivamente», afirma Gabriel Arkles, abogado de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés: American Civil Liberties Union), argumentando que el caso de Oregón forma parte de un esfuerzo nacional coordinado para desafiar las políticas que prohíben que las personas transgénero utilicen el cuarto de baño del género con los que se identifican.
Carolina del Norte aprueba en 2016 la ley HB2, mediante la que obliga a las personas trasngénero a utilizar el cuarto de baño de su género de nacimiento. Los defensores de los derechos de las personas transgénero presentan una demanda ante el Tribunal Supremo con el objetivo de conseguir una sentencia a su favor que habría supuesto una protección a nivel nacional, similar a la sentencia de 2015 sobre el matrimonio igualitario, pero es desestimada, por lo que se han visto obligados a defender los derechos de las personas transgénero caso por caso ante tribunales inferiores.
Comentarios desactivados en El gobernador de Carolina del Norte aprueba, por fin, una ley de protección LGTB
El gobernador demócrata de Carolina del Norte, Roy Cooper, firma una orden ejecutiva que prohíbe la discriminación en el gobierno estatal y en las empresas que hacen negocios con dinero público.
Además Cooper asegura que se ha llegado a un acuerdo judicial para derogar por fin la HB2 y la HB142, las leyes que prohibían a las personas trans utilizar el baño según su identidad de género.
Hace un tiempo que llevamos hablando de Carolina del Norte, porque tenían un gobernador LGTBfóbico que había aprobado una de las leyes de los lavabos más infames de todo Estados Unidos.
Para resumir mucho: cuando la ciudad de Charlotte aprobó una ordenanza para proteger a las personas LGTB de la discriminación (que permitía a las personas trans usar el baño del género con el que se identificaban) los republicanos en el senado estatal aprobaron una ley para anular esa protección y prohibir a las personas trans usar esos baños. Pat McCrory, el gobernador, firmó la ley y se las dio de guay… hasta que la mitad de las empresas del estado decidieron irse a otra parte. McCrory tuvo que gastarse una millonada de un fondo contra desastres naturales para defender la ley (la HB2) en los tribunales. Pero sus problemas acabaron cuando, por culpa de la ley, perdió las elecciones frente al demócrata Roy Cooper.
Pues no sé si porque el hombre estaba harto de tonterías o porque las asociaciones LGTB empezaban a cargar ahora contra él, pero finalmente Roy Cooper acaba de firmar una orden ejecutiva que prohíbe a las agencias estatales y a las empresas que hacen negocio con ellas (vamos, que reciben dinero público) discriminar a ninguna persona en base a su raza, color, etnia, sexo, orientación sexual, identidad de género o su estatus como veterano de los cuerpos de seguridad.
“Al exigir a las compañías que trabajan con el estado que apliquen esta política anti discriminación el estado puede promover protecciones para más ciudadanos que están fuera del gobierno estatal” ha explicado Cooper. “Hemos trabajado con la comunidad empresarial, activistas y la comunidad LGTB+ y otros ciudadanos que saben que nuestro estado es más fuerte gracias a nuestra diversidad; y seguiré trabajando para que éste sea un estado acogedor e inclusivo.”
Además Cooper ha afirmado que demócratas y republicanos están a punto de llegar a un acuerdo en la batalla legal contra la HB2 y la HB142. Según parece todos han acordado que las personas trans que residan en Carolina del Norte puedan acceder a los baños públicos conforme a su identidad de género. No hay muchos detalles al respecto, pero parece una medida un poco absurda porque más te vale no ser trans, pasar por ahí y tener ganas de mear. Además ¿qué van a hacer para comprobarlo? ¿Levantar faldas y bajar pantalones?
Sea como sea ahora un juez federal tiene que aprobar el acuerdo. Y tal vez así, por fin, se acabe toda esta mierda de las leyes de los lavabos.
Comentarios desactivados en Las ONG cargan contra el gobernador demócrata de Carolina del Norte
Roy Cooper ganó las elecciones al republicano Pat McCrory y prometió derogar la discriminatoria ley HB2, pero en su lugar aprobó la HB142 que era más de lo mismo.
Cooper se defiende asegurando que necesitaba llegar a un “compromiso”, pero las ONG le acusan de ser un chaquetero.
La ciudad de Charlotte aprobó una ordenanza municipal que protegía a las personas trans y permitía que utilizaran el baño del género con el que se identifican. A los republicanos que gobernaban el estado esa ordenanza les pareció fatal, y la atacaron diciendo que eso era competencia del gobierno estatal; así que crearon la HB2: una ley discriminatoria que, entre muchas otras cosas, obligaba a las personas trans a usar el baño del género que había escrito en su DNI.
La ley fue un absoluto desastre. Cientos de empresas se fueron del estado y la imagen de Carolina del Norte quedó muy dañada. Ante unas pérdidas estimadas de 3 billones de dólares si la ley no se derogaba en 5 años, el gobernador republicando Pat McCrory acabó perdiendo las elecciones frente al demócrata Roy Cooper. Una de las primeras cosas que hizo Cooper fue intentar derogar la HB2, pero los republicanos -que seguían controlando la cámara de representantes- le hicieron una jugarreta y lo único que pudo hacer fue aprobar la HB142. Aunque esa ley “anulaba” la HB2, también prohibía a las ciudades aprobar ordenanzas sobre el uso de baños públicos hasta el 2020 diciendo que eso era competencia del estado; lo que implica que la HB2 sigue estando vigente durante 4 años más.
Desde la Human Rights Campaign han denunciado que a pesar de que Cooper quiere vender la HB142 como una victoria (“un acuerdo imperfecto“, lo llama el gobernador), en realidad se trata de “otra versión de la HB2 que oculta un intento desesperado de los legisladores con la esperanza de salvar la economía del estado“. Desde Equality NC su director ejecutivo, Chris Sgro, acusa a Cooper de ser bastante irresponsable con este tema: “El rechazo continuado de Cooper a asumir responsabilidades por las consecuencias negativas de la ley que firmó sobre la comunidad LGTB es descorazonador.”
En una conferencia en el Centre for American Progress en Washington, Cooper ha dicho que está preparando una orden ejecutiva para asegurar los derechos de la comunidad LGTB: “Cuando derogamos la HB2 e iniciamos este compromiso dije que necesitábamos tomar medidas adicionales para asegurarnos de proteger a los ciudadanos LGTB. Estamos trabajando en una orden ejecutiva que nos ayude a conseguir esa meta.” Cooper además defendió la HB142 asegurando que “política y emocionalmente habría sido más fácil para mí seguir dando golpes sobre la mesa y no aceptar ese compromiso, pero sabía que no estaba siendo justo con mi estado. No estaba siendo justo con las personas LGTB.”
Olivia Alair Dalton, vice-presidenta senior de la Human Rights Campaign (y antigua secretaria de prensa de Michelle Obama) ha declarado que esa afirmación de Cooper es “bastante extraordinaria, teniendo en cuenta que fue él quien firmó la HB142 y convirtió la discriminación en ley.”
Más duros se muestran desde la ACLU: “Cooper representa lo más despreciable de la política. No puedes estar en misa y repicando. Nunca tendrás nuestro apoyo o confianza.”
Comentarios desactivados en Pat McCrory se ríe del colectivo LGTB por no conseguir derogar la HB2
El ex-gobernador de Carolina del Norte se ríe de los demócratas, la HRC y el colectivo LGTB por no conseguir derogar la ley tránsfoba que él aprobó.
McCrory es el ex-gobernador republicano de Carolina del Norte. Este impresentable firmó una ley, la HB2, que prohibía a las personas trans utilizar el baño del género con el que se identifican. McCrory perdió las elecciones (en gran parte por el desastre económico y social que supuso esa ley) y su sustituto, el demócrata Roy Cooper, está haciendo todo lo posible por eliminar la HB2. Pero como los republicanos siguen controlando la cámara de representantes, le está costando lo suyo.
Resulta que Roy Cooper, el actual gobernador, por ahora sólo ha conseguido aprobar una nueva ley, la HB142. Esta ley elimina gran parte del contenido de la HB2 pero sigue manteniendo la prohibición de que los municipios instauren sus propias ordenanzas contra la discriminación (todo el lío de la HB2 empezó porque la ciudad de Charlotte aprobó esa ordenanza y a los republicanos no les hizo ninguna gracia). Así que ni demócratas, ni colectivos LGTB, ni la Human Rights Campaign están contentos… Pero al menos reconocen que es el primer paso.
McCrory, en la citada entrevista, ha dicho lo siguiente al respecto: “La buena noticia es que la HRC ha perdido la batalla. Con todos sus recursos y su poder y su dinero, y sus intentos por sumar a su causa a otras corporaciones que les ayuden en la batalla… El hecho es que no han conseguido derogar por completo la HB2.” Y añadió: “Con suerte volveremos a centrarnos en las prioridades… Necesitamos trabajar en la seguridad ciudadana, tener buenas carreteras y una buena educación.”
Curiosamente McCrory no se preocupó por ninguna de esas tres cosas cuando era gobernador. De hecho llegó a sacar dinero de un fondo de ayuda en caso de desastre natural para pagar a los abogados y defender su ley tránsfoba.
Los demócratas han emitido un comunicado diciendo que “Pat McCrory no tiene ninguna credibilidad en este tema teniendo en cuenta que fue la persona que firmó la HB2. El gobernador Cooper ha firmado esta nueva ley para derogar la HB2, y ha dicho que es un paso adelante. Pero sólo un paso. Apoya la protección a nivel estatal de todas las personas LGTB de Carolina del Norte y seguirá trabajando para ellos.”
Comentarios desactivados en Carolina del Norte no deroga la tóxica ”ley de los baños”
El gobernador en funciones de Carolina del Norte, Pat McCrory (izq), y el nuevo gobernador electo, Roy Cooper (dcha)
Los republicanos de Carolina del Norte se sacan de la manga una jugarreta para no eliminar la “ley de los lavabos” durante la sesión que convocaron para eliminar la “ley de los lavabos”.
La discriminatoria ley de Carolina del Norte que limita el acceso a los baños y vestuarios públicos a personas transexuales podía haber sido derogada esta semana después de meses de protestas y boicots económicos. Sin mbrgo, los legisladores del estado de Carolina del Norte han fracasado en su intento de revocar la polémica Ley HB2. Una norma discriminatoria que prohíbe a las personas transgénero usar sanitarios públicos según su identidad de género y las obliga a usar el baño que corresponda a su sexo biológico en edificios públicos. Carolina del Norte ha perdido una gran oportunidad para quitarse la etiqueta de estado más intolerante de EEUU. Tras más de nueve horas de reuniones a puerta cerrada, los legisladores demócratas de Carolina del Norte se marcharon con el ceño fruncido, fruto de la frustración de no haber podido derogar la ley que ha provocado unas perdidas millonarias al estado.
El Instituto Williams de la Escuela de Leyes de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), proyectó que las pérdidas para Carolina del Norte, por la HB2, alcanzarían anualmente los 5.000 millones de dólares.La noticia ha resultado una sorpresa de lo más desagradable. Sobre todo, si tenemos en cuenta que la ciudad más poblada del estado, Charlotte, ha derogado en su totalidad la ordenanza de no discriminación y el anuncio del nuevo gobernador demócrata que anunció que se había llegado al acuerdo de la eliminación de la HB2, que finalmente no ha sido aprobada por el peso republicano en el parlamento estatal de Carolina del Norte.
La ciudad de Charlotte aprobó hace tiempo una ordenanza municipal que protegía a las personas LGTB de cualquier tipo de discriminación y permitía a las personas trans utilizar el baño del género con el que se identifican. Los republicanos, que controlaban el estado de Carolina del Norte, se opusieron y su gobernador tardó muy poco en aprobar la HB2, una ley estatal que permitía a los negocios seguir discriminando a las personas LGTB y obligaba a las personas trans a utilizar el baño del sexo con el que nacieron; porque según ellos es de sentido común que un hombre no tenga acceso al baño de mujeres.
La HB2 ha supuesto un auténtico desastre económico para el estado, con muchos artistas, empresas y eventos largándose a otra parte porque no quieren invertir en un estado que fomenta la discriminación. Aunque el mayor coste ha sido el del puesto del gobernador, Pat McCrory, que perdió las elecciones en noviembre en lo que se entendió era un plebiscito sobre la HB2.
McCrory perdió las elecciones del pasado noviembre frente al demócrata Roy Cooper, que durante la campaña utilizó la derogación de la HB2 como uno de sus puntos fuertes. Y ahora que Cooper ya ha sido declarado vencedor de las elecciones (no sin varios intentos de McCrory por quedarse en el sillón del gobernador) era cuestión de tiempo que pudiéramos decirle adiós a la HB2.
Esta ley, la primera de su tipo, catapultó a Carolina del Norte al centro del debate sobre los derechos de las lesbianas, gays, bisexuales y transexuales y fue la causante de cientos de millones de dólares en pérdidas económicas y la exclusión del Estado en la celebración de grandes eventos deportivos como el Partido de las Estrellas de la NBA.
Con McCrory derrotado, la ciudad de Charlotte daba por hecho que se iba a derogar la HB2 y comenzó negociaciones para eliminar su ordenanza municipal, que ahora sería innecesaria. Y antes de salir del gobierno los republicanos anunciaron una sesión especial de los legisladores para eliminar la HB2, excusándose en que esa ley sólo existía por ordenanzas como la de Charlotte y que además todo había sido culpa de “la izquierda radical“. El ayuntamiento de Charlotte, la ciudad más grande del Estado, votó el pasado lunes la eliminación de las medidas locales de no discriminación que provocaron la aprobación de la HB2, pidiendo a su vez la derogación inmediata de la ley estatal. “Ahora que la ordenanza de Charlotte finalmente ha sido derogada, la privacidad en nuestras duchas, baños y vestuarios es restaurada y protegida por la ley estatal anterior”, dijo McCrory en una declaración grabada en video. Así, tras el acuerdo, el pasado lunes el consejo de Charlotte votaba por unanimidad la derogación de los artículos que entraban en conflicto con la HB2. Tan solo dejaban en vigor aquellos que prohibían al ayuntamiento establecer contratos oficiales con empresas que no establecieran medidas antidiscriminatorias para sus trabajadores LGTB. Pero eso no bastó a los republicanos, que querían una derogación sin excepciones, y acusaron a la “enloquecida izquierda” de Charlotte —refiriéndose a los representantes demócratas del municipio— de haberles engañado.
El gobernador electo actual, el demócrata Roy Cooper, dijo que contaba con garantías de que los líderes legislativos republicanos apoyarían la derogación de la “ley de los baños”. “Espero que mantengan su palabra”, dijo Cooper en un comunicado, señalando que la derogación ayudará a recuperar los trabajos y eventos perdidos en el boicot. Por ello, este miércoles siguiente, en un nuevo pleno, el consejo derogaba el articulado restante. Aun así, el gobernador electo Roy Cooper hizo unas declaraciones en las que se lamentaba de que los republicanos hubieran roto el acuerdo, a pesar de los esfuerzos realizados en Charlotte.
Pero no ha resultado muy bien… La sesión para repeler la HB2 ha sido un auténtico desastre. El gobernador saliente, el republicano Pat McCrory, había convocado una Asamblea General de las dos cámaras del estado para este mismo miércoles, con el objeto de votar la derogación de la HB2. Pero los representantes republicanos de la Cámara de Representantes y el Senado pusieron todo tipo de objeciones. Interminables interrupciones y recesos llevaron la sesión hasta altas horas de la madrugada, sin que en la Cámara de Representantes se llegara finalmente a realizar ninguna votación, dando la sesión por concluida sin haber tomado ninguna medida. Para cancelar la ley los republicanos se inventaron otra, la SB4 (Senate Bill 4) que es, básicamente, una cancelación de la HB2. Pero en el último momento intentaron colar en la misma ley una moratoria de 6 meses durante los cuales ningún municipio podría aprobar ninguna ordenanza concerniente al empleo público o el uso de los baños.
En cuanto al Senado, la proposición de ley republicana que trataba de derogar la HB2 fue enmendada por el mismo partido, cuyos miembros votaron favorablemente añadir a la propuesta el establecimiento de un período de demora de seis meses —luego ampliado a todo el ejercicio de 2017—, durante el cual se prohibía aprobar cualquier medida de protección contra la discriminación de las personas LGTB en el estado. Los representantes demócratas acusaron a sus rivales parlamentarios de haberles engañado, pues esa demora, que suponía de hecho continuar con la misma situación, no había formado de los acuerdos.
Tras largos debates, se acordó finalmente someter a votación dos propuestas, una por la que se derogaba completamente la HB2, y otra que recogía la enmienda que incluía la moratoria. La primera propuesta, que suponía la completa derogación de la HB2, fue rechazada por 32 votos a 16. Tras la votación, la sesión quedó finalmente suspendida. La ley discriminatoria sigue totalmente en vigor en Carolina del Norte, con la anuencia del Partido Republicano, que ha conseguido además la claudicación del consejo de la ciudad de Charlotte.
Evidentemente esto ha enfadado muchísimo a los demócratas y a las organizaciones por los derechos del colectivo LGTB, que denuncian que los republicanos han jugado sucio para asegurarse que se eliminaba la ordenanza de Charlotte pero no la HB2: “Éste no era el trato. Esta ley rompe el acuerdo. Charlotte no habría eliminado su ordenanza si esta nueva ley hubiera sido lo acordado“, ha dicho el Senador demócrata Jeff Jackson.
Por su parte los republicanos se defienden diciendo que todo esto es culpa de los demócratas, que pretendían ceder ante la izquierda radical, que ellos no creen en ningún tipo de discriminación pero van a seguir apoyando la HB2 porque “ninguna presión económica, política o ideológica me va a convencer de que lo que está mal está bien. Y permitir que un hombre tenga acceso a los baños y duchas de las mujeres siempre estará mal“, ha dicho Dan Forest, el teniente de Gobernador.
Durante la sesión en la que los republicanos han engañado a todo el mundo se han podido oir gritos de “¡Vergüenza!” por parte de las personas que acudieron al acto. Mara Keisling, la directora del Centro Nacional por la Igualdad Transgénero ha dicho que esta maniobra es inaceptable y que “las acciones de esta legislatura han demostrado a la gente de Carolina del Norte -particularmente a las personas transgénero- que no pueden tener ninguna fe en unos legisladores sinvergüenzas“.
Para Simone Bell, directora regional de Lambda Legal, “la Asamblea General y el gobernador McCrory están jugando al engaño político, y los ciudadanos de Carolina del Norte siguen perdiendo por ello. Es un ultraje que los legisladores de Carolina del Norte no sigan el mandato de los votantes y deroguen la HB2. Mientras la HB2 esté en vigor, miles de personas LGTB que consideran a Carolina del Norte su hogar, especialmente las personas transgénero, están siendo discriminadas y nunca se sentirán seguras. Ha sido un ejercicio contraproducente, al reafirmar al resto del país que Carolina del Norte quiere permanecer atascada en esta disputa divisiva”.
Por su parte, del director del Proyecto LGBT & VIH de la ACLU (Unión Americana de Libertades Civiles), James Esseks, consideraba que “es una pena que la Asamblea General de Carolina del Norte se haya negado a arreglar el desastre que habían cometido. El apoyo a la comunidad LGBT de líderes políticos, religiosos, empresas y personas de a pie que ha surgido este año no se desvanecerá. Los intentos de expulsar a las personas transgénero de la vida pública no serán tolerados. La legislatura no parece estar dispuesta a deshacer su extralimitación inconstitucional y respetar los derechos de las personas LGBT, así que tendremos que vernos en los tribunales”.
La Human Rights Campaign también ha protestado por la vergonzosa forma de actuar de los republicanos y desde Lambda Legal y la ACLU acusan al gobernador de jugar al juego de “la gallina política” (ya sabes, a ver quién se atreve a llegar más lejos). “Mientras la HB2 siga en los libros, miles de personas LGTB que llaman hogar a Carolina del Norte, especialmente las personas transgénero, seguirán siendo discriminadas y nunca podrán sentirse seguras. Éste ha sido un ejercicio contraproducente que ha confirmado al resto del país que Carolina del Norte quiere seguir enfrascada en esta disputa divisoria“. Chad Griffin, presidente de Human Rights Campaign, afirmaba con contundencia que “hoy, la confianza pública ha sido traicionada una vez más. Los legisladores han enviado un mensaje claro: Carolina del Norte sigue cerrada para los negocios. Sus vergonzosas acciones y las promesas que han roto someten a los ciudadanos LGTB de Carolina del Norte a una discriminación establecida por el Estado, que contribuye a un ambiente de acoso y violencia, y continuará infligiendo un daño significativo a la reputación y la economía del estado. Hoy ha quedado claro que la crueldad de los líderes republicanos hacia los ciudadanos LGTB, especialmente las personas transexuales, de Carolina del Norte no conoce límites. Por nuestra parte, seguiremos luchando para derogar la HB2 y proteger a los ciudadanos de Carolina del Norte, haciendo lo que sea necesario”.
Por cierto, que desde la NCAA y la NBA han dicho que su negativa a organizar eventos deportivos en el estado sigue vigente mientras no se elimine por completo la HB2.
Durante este año, la NBA y los principales eventos deportivos universitarios excluyeron a Carolina del Norte como sede en sus agendas. Además, artistas como Bruce Springsteen, Maroon 5 y Pearl Jam cancelaron varios conciertos y compañías como PayPal Holdings y Deutsche Bank desecharon planes de inversión para la creación de nuevos puestos de trabajo en el Estado.
Comentarios desactivados en Una chica trans elegida reina su instituto en Carolina del Norte
La reina, Selena, y el rey, Dayvon. (Foto: Dakota Vickers)
Un instituto de Carolina del Norte, el estado de la “ley de los lavabos”, corona a una chica trans nativo-americana como reina de la promoción.
La HB2 es la famosa ley de los lavabos que el gobernador aprobó para que las personas trans estén obligadas a utilizar el baño de su género biológico. La HB2, además de ser una ley pensada para legalizar la discriminación al colectivo LGTB (especialmente al trans), no sólo nos obliga a todos a usar el baño (público) del sexo con el que hemos nacido sino que da amparo a las personas que quieran despedirte o negarte un servicio por ser LGTB. Eso ha hecho que muchas empresas, inversores, eventos y artistas hayan decidido llevarse todo su dinero a otros estados con legislaciones más inclusivas, y tiene al gobierno republicano sumido en una crisis de imagen y económica que puede costarles las elecciones. Pues resulta que aunque el gobernador Pat McCrory se emperre en que la HB2 es una ley muy necesaria la gente de Carolina del Norte está muy alejada de ese pensamiento.
Selena Milian es una chica trans nativo-americana que ha sido coronada como Reina de su Promoción en el instituto Overhills de Spring Lake, en Carolina del Norte. Selena tiene 18 años y dice que desde que en el instituto la proclamaron reina no ha sentido otra cosa que no fuera amor y apoyo.
Pero la vida de Selena en el Overhills High School no siempre fue tan bonita. Selena empezó a identificarse como mujer cuando acababa de llegar al instituto y no le permitían llevar vestidos, “tuve que valerme por mí misma cada día y corregir a las personas en cada rincón de mi instituto.” Pero las cosas mejoraron cuando comenzó su proceso de transición: “Estaba muy deprimida y tuve que ir a terapia, pero la transición me dio más confianza y me involucré más en las actividades extra-escolares, como las obras de teatro o el grupo de modelaje en el que estaba.”
Pero no sólo lo tuvo complicado en el colegio, digamos que Spring Lake no es un pueblo especialmente fácil para una persona trans: “Éste es un pueblo con una base militar así que no es el más hospitalario con las personas trans, pero eso no me ha detenido a la hora de ser yo misma.”
Aunque Selena ha conseguido alzarse con la corona de reina de su instituto, sigue sufriendo transfobia en su vida diaria. Hace poco tuvo que abandonar su trabajo porque sus compañeros no paraban de decirles a los clientes que era trans y utilizaban constantemente su nombre de nacimiento y el pronombre masculino: “No pude seguir aguantando tanta negatividad.”
Lo que tiene claro Selena es que quiere ser un ejemplo para otras personas trans y para eso ha decidido comenzar a subir vídeos a Youtube (aunque lleva tiempo haciéndolo, ahora quiere dirigirse específicamente a la comunidad trans) para hablar sobre su proceso de transición y ayudar a la gente que como ella se apoya en la web de vídeos para conocer más sobre si mismos: “Nunca me había relacionado con personas trans en la vida real así que recibí mucho apoyo y ayuda viendo vídeos de Youtube.”
Selena espera empezar con la terapia hormonal el próximo año, además de empezar sus estudios para convertirse en maquilladora profesional. “Ser coronada reina en el instituto es sólo el primer paso. Quiero ayudar a mi comunidad y seguir marcando la diferencia.”
Por cierto, poco después de que le entregaran la corona un chico de su instituto se acercó a ella para confesarle que también era trans y le agradeció todo lo que estaba haciendo para visibilizar a las personas trans: “Siento que de esto se debería hablar más. Las personas trans existen. Y somos personas. No se nos reconoce lo suficiente. Creen que somos la típica historia de Jerry Springer, piensan cosas negativas. Somos mucho más que esos estereotipos.”
McCrory aprobó la HB2 a principios de año y desde entonces ha sumido a Carolina del Norte en un auténtico desastre. Muchos artistas han cancelado allí conciertos para mostrar su rechazo a la ley transfóbica, varios eventos deportivos de primer nivel (como el All-Star de la NBA) anunciaron que también se largaban; y por si todo esto fuera poco, McCrory se ha visto obligado a sacar medio millón de dólares de un fondo reservado para desastres naturales para así poder pagar a los abogados que están defendiendo la ley en los tribunales ante el aluvión de demandas que le han caído.
Todo a punta a que la era McCrory acabará en breve: dentro de un mes hay elecciones, el hombre está más quemado que el palo de un churrero y su oponente es el fiscal general del estado, Roy Cooper, que se opone firmemente a la HB2. Se opone tanto que aún siendo un cargo público que trabaja para el estado dijo que se negaba en redondo a defender esa ley en los tribunales. Para que veas lo desesperado que está McCrory, en una entrevista no hace mucho llegó a decir que la culpa de que exista la HB2 es de Cooper y los demócratas, que nunca han hecho nada por mejorar la educación en el estado.
Hasta el perro parece querer escaparse…
Bueno, pues McCrory ahora está en fase de querer dar pena, pobrecito él que intenta hacer el bien y la gente le trata mal por ello: “A mí mujer y a mí… nos rehuyen por un desacuerdo político, un desacuerdo de valores” ha explicado el pobrecito McCrory en una reunión con otros líderes políticos, “A mí mujer Ann, por ejemplo, le han desinvitado de eventos benéficos. Básicamente le llaman y le dicen ‘Mejor no vengas. Mejor no vengas.’ Es como en el libro 1984 de George Orwell; si no estás de acuerdo con el Gran Hermano o si vas en contra de la policía del pensamiento, serás purgado. Y desaparecerás.”
Evidentemente McCrory sabe que a sus votantes esta estrategia les funciona. No pretendas hacerles entender que el problema es que está equivocado, no pretendas hacerles entender que está vulnerando los derechos humanos de las personas. Para ellos es una cuestión de opinión, porque la transfobia y la homofobia es -para ellos- una opinión tan válida como cualquier otra. Pero no lo es. Y eso es lo que no quieren entender.
Buscando nuevos “amiguitos”…
McCrory además añadió que hay varias empresas que se han puesto en contacto con él para decirle que es un gobernador magnífico pero que no pueden apoyarle por culpa de la HB2. Que incluso hay amigos suyos de toda la vida que le han dicho que no pueden apoyar la HB2. Pero claro, ya te lo he dicho antes, para McCrory la culpa de la HB2 es de los demócratas: “Fueron los liberales los que se convirtieron en la policía de los lavabos, no los conservadores. Ellos aprobaron una ordenanza para empresas del sector privado que decía que si no reconocían la identidad de género o la expresión de género -dos cosas de las que nunca había oído hablar- te pondremos una multa.”
A partir de ahí McCrory siguió con sus chorradas sobre la penita que da y lo buena persona que es: “Escucho a la otra parte y les digo ‘Estoy en respetuoso desacuerdo contigo’. Pero ellos no me dicen eso, yo les saludo con la mano abierta y ellos responden con un solo dedo. Y es algo personal. Son amenazas de muerte. La última semana fui verbalmente atacado por una estudiante de 21 años borracha. Fue arrestada.”
Y, por supuesto, también tuvo su versión del “tengo muchos amigos trans”: “Me llaman intolerante y soy lo más lejano a una persona intolerante. Quiero a todo el mundo y voy a tratar a todo el mundo de forma igualitaria. Quiero relacionarme con personas transgénero, quiero abrazarles y decirles que les quiero. Pero no estoy de acuerdo con el concepto de redifinición del género. Eso es un enorme cambio social.”
Comentarios desactivados en Carolina del Norte se queda sin el Partido de las Estrellas de la NBA por su ley transfóbica
La NBA traslada la celebración del All-Star fuera de Carolina del Norte debido a sus leyes LGTBfobas
La NBA ha anunciado que el Partido de las Estrellas de 2017 no se disputará en la ciudad de Charlotte (Carolina del Norte) a raíz de una ley que exige a los transexuales en ese estado que utilicen los baños de acuerdo con el género con el que nacieron y no con el que se identifican.
La liga profesional de baloncesto estadounidense, la mundialmente conocida NBA, ha decidido cancelar la celebración del All-Star Game de 2017 en el estado de Carolina del Norte, debido a sus leyes LGTBfobas. La NBA había solicitado que se eliminase cualquier discriminación a las personas LGTB de la ley conocida como HB2, aprobada el pasado mes de marzo, sin que los representantes del estado hayan hecho nada al respecto. Por ello, la ciudad de Charlotte no será la sede del All-Star, uno de los acontecimientos deportivos más importantes del calendario estadounidense, con la consiguiente pérdida de visitantes e ingresos para la ciudad y el estado. En un comunicado, la NBA explicó que tanto la Liga como los Charlotte Hornets, la franquicia que tiene en Carolina del Norte, han intentado establecer vías de diálogo con las autoridades estatales para negociar “cambios positivos” en la legislación, pero ha sido en vano.
Parece que la cosa se pone muy mal para el gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory, y empieza a verse acorralado por la ley antiLGTB (especialmente anti T) que aprobó hace unos meses, la HB2. Ya te hemos explicado varias veces por qué esa ley es horrorosa y por qué hay tantísima gente protestando contra ella, incluso hemos ido contando cómo la existencia de la misma está suponiendo un verdadero desastre económico para el estado.
Pero los Republicanos están muy ocupados luciendo su LGTBfobia y todo les daba igual. Plantaron unas pequeñas enmiendas para “contentar” a los que se quejan, pero eso no ha evitado que las demandas por inconstitucionalidad sigan adelante y que muchas empresas estén llevándose sus negocios del estado por la falta de protección al colectivo LGTB que representa la HB2.
El All-Star Game de la NBA no solo es un partido de carácter amistoso entre los mejores jugadores de baloncesto de cada año, sino que incluye toda una larga semana de eventos y concursos, llamada All-Star Weekend, que atrae a miles de visitantes a la ciudad donde se organiza. Para el año 2017, el equipo de los Charlotte Hornets iba a ser el anfitrión, y la ciudad de Charlotte, la más populosa de Carolina del Norte, se beneficiaría de los altos ingresos que produce un acontecimiento deportivo de esa envergadura.
Pero una de las condiciones de la NBA es que el festejo tenga lugar en un entorno inclusivo, y el empecinamiento del gobernador y los legisladores de Carolina del Norte en mantener la discriminación legal de las personas LGTB hace que el estado no cumpla con ese requerimiento.
Una de las amenazas que más preocupaba al gobierno estatal era la que hizo la NBA al avisar de que o eliminaban esa ley yo se llevaban el All Star de 2017 a otro estado. Y como McCrory y los suyos siguen erre que erre defendiendo la ley con argumentos tan maravillosos como que es “de sentido común” o que en realidad tampoco la han pensado demasiado bien… desde la liga de básquet americana han anunciado que se llevan el All Star a otro estado de forma definitiva con un comunicado oficial. Así lo ha hecho saber la NBA por medio del siguiente comunicado:
La NBA ha decidido trasladar el All-Star Game de 2017 de Charlotte, con la esperanza de que se pueda volver a programar para el 2019.
Desde marzo, cuando Carolina del Norte promulgó la HB2 y se hizo notoria la cuestión de la protección legal de la comunidad LGBT en, la NBA y los Charlotte Hornets han trabajado diligentemente para promover un diálogo constructivo y tratar de lograr un cambio positivo. Nuestra guía en estos debates han sido los valores básicos de nuestra liga desde hace muchos años. Estos incluyen no solo la diversidad, la inclusión, la equidad y el respeto a los demás, sino también la disposición a escuchar y considerar los puntos de vista opuestos.
Nuestra pretensión es que los eventos y actividades de más de una semana de duración relacionados con el All-Star sean una celebración mundial del baloncesto, de nuestra liga, y de los valores que defendemos, reuniendo a todos los miembros de la comunidad NBA actuales y a los exjugadores y antiguo personal directivo y técnico, a nuestros socios comerciales y a los aficionados. Si bien reconocemos que la NBA no puede escoger la ley en cada ciudad, estado y país en el que hacemos negocios, no creemos que podamos acoger con éxito la celebración del All-Star en Charlotte con el clima creado por la HB2.
Particularmente, somos conscientes del impacto de esta decisión para los aficionados de Carolina del Norte, que se cuentan entre los más apasionados de nuestra liga. También es importante insistir que la ciudad de Charlotte y la organización de los Hornets han deseado ofrecer un entorno inclusivo y que los Hornets seguirán asegurando que todos los patrocinadores —incluyendo a los miembros de la comunidad LGBT— se sientan bienvenidos cuando acudan a partidos o eventos en su cancha.
Esperamos reiniciar planes para la celebración del All-Star de 2019 en Charlotte, siempre y cuando haya una resolución apropiada para este asunto.
La NBA anunciará la nueva localización del All-Star Game en las próximas semanas.
“Aunque entendemos que la NBA no puede imponer las leyes en las ciudades, estados o países en los que hacemos negocio, no creemos que podamos organizar con éxito nuestro All-Star en Charlotte con la coyuntura creada tras la aprobación de la norma”, apuntó la liga.
El All-Star de la NBA no es sólo un partido que se juega en un estadio y ya, es toda una semana de eventos y partidos que mueven muchos millones de dólares y que “unen a todos los miembros de la comunidad de la NBA: jugadores actuales y retirados, oficiales de la liga y de los equipos, empresas colaboradoras y fans“. Es por eso que aunque desde la liga de básquet reconocen que no pueden elegir las leyes de cada ciudad, estado o país en el que hacen negocio, sí pueden elegir dónde hacer negocios y están convencidos de que “no podemos albergar de forma satisfactoria los eventos del All-Star en Charlotte dado el clima creado por la HB2.”
Desde los Charlotte Hornets aseguran que han trabajado mano a mano con el ayuntamiento de la ciudad para conseguir crear un ambiente inclusivo que hiciera que todo el mundo -incluida la comunidad LGTB- se sintiera bienvenida en las celebraciones, pero dado que el estado no tiene pensado cambiar la ley han decidido que se largan, aunque no descartan volver a celebrar el evento en Charlotte en 2019 si finalmente la situación legal cambia.
La nueva sede se conocerá en las próximas semanas, aunque ya suenan con fuerza Nueva Orleans (Luisiana) y Orlando (Florida) como posibles reemplazos para el All-Star previsto para el 17, 18 y 19 de febrero.
Pese a todo, la NBA mostró su predisposición a organizar de nuevo el All-Star en Charlotte el año 2019 (en 2018 será en Los Ángeles) si se logran cambios en la legislación estatal.
La NBA también recibió destacados apoyos a su decisión como el del entrenador de los San Antonio Spurs, Gregg Popovich, el de la multinacional Nike o el de la cadena deportiva ESPN. Esta decisión de la NBA llega días después de que algunas de sus estrellas, LeBron James, Chris Paul, Dwyane Wade y Carmelo Anthony, pidieran soluciones para algunos problemas que sufre el país como las armas, el racismo o la violencia policial.
El gobernador ataca a la NBA
Tras conocer la noticia, el gobernador de Carolina del Norte, el republicano Pat McCrory, divulgó un comunicado en el que acusó a la NBA, a la que tildó de “élite empresarial”, de “imponer sus visiones políticas ahí donde hacen negocio, evadiendo así los procesos democráticos”. “Durante meses, las élites deportivas han menospreciado nuestras leyes y demonizado a la gente de Carolina del Norte simplemente porque creemos que los niños y niñas tienen el derecho a utilizar los baños, vestuarios y duchas sin el sexo opuesto presente”, agregó McCrory.
Haciendo historia…el empecinamiento en la discriminación
La ley a la que hace referencia la NBA, fue promulgada el pasado mes de marzo por el gobernador de Carolina del Norte, el republicano Pat McCrory, después de que las cámaras legislativas del estado, controladas por los republicanos, la aprobaran con carácter de urgencia y sin apenas discusión previa en un proceso que ha sido ampliamente criticado. La ley prohíbe a los ayuntamientos y condados del estado establecer medidas de protección contra la discriminación de las personas LGTB y deroga las ya existentes. En realidad, la ley perseguía acabar con la norma que antes había aprobado Charlotte, la ciudad más poblada del estado, y que precisamente amparaba a lesbianas, gais, bisexuales y transexuales ante cualquier tipo de discriminación de que fueran objeto en lugares donde se ofrecen servicios, como comercios, restaurantes, hoteles o taxis. Entre esas medidas se hallaba la de permitir a las personas transexuales que dispusieran de los aseos correspondientes a su identidad de género real en cualquier centro público, incluidos los escolares.
Esta última medida fue la que se tomó como excusa para organizar con carácter de urgencia plenos en ambas cámaras del estado para aprobar la ley a rebufo de la ola de histeria que los grupos más conservadores buscan provocar alrededor del “pánico transexual en los baños”, a semejanza de lo que ocurrió hace unos meses en Houston (Texas), donde la campaña contra el uso de los baños femeninos por las mujeres transexuales fue feroz y vergonzosa. Una urgencia que impidió además el debate sobre el alcance de las medidas antidiscriminatorias, aprobadas en dos sesiones vertiginosas en la Cámara de Representantes y el Senado estatales. En este último, los senadores del Partido Demócrata, en minoría, abandonaron la sesión como protesta. En ambas cámaras el resultado fue abrumadoramente mayoritario.
Enarbolando una vez más el fantasma (inventado) del “depredador sexual disfrazado de mujer”, el gobernador firmó inmediatamente la ley, con lo que las normativas antidiscriminatorias para las personas LGTB existentes en los distintos municipios y condados de Carolina del Norte quedaron derogadas. Muchas de ellas llevaban años en vigor, sin que se haya producido ningún ataque a ningún menor en los baños de los centros escolares por “depredadores disfrazados de mujer”. Sin embargo, para el gobernador, “la expectativa básica de intimidad en el más personal de los lugares, un baño o un vestuario para cada género, ha sido violada por la extralimitación del gobierno y la intrusión del alcalde y el consejo de la ciudad de Charlotte”. Esa fue es la única y mendaz razón dada para no solo derogar una normativa antidiscriminatoria para todo el colectivo LGTB, sino además para impedir que puedan establecerse medidas semejantes en el futuro.
La ACLU, la más importante organización de defensa de los derechos civiles del país, consideró de hecho la ley de Carolina del Norte la más regresiva de todas las aprobadas contra las personas LGTB. El fiscal general de Carolina del Norte, el demócrata Roy Cooper, dejó claro por su parte que no tiene la menor intención de defender ante los tribunales la constitucionalidad de la ley si esta es denunciada.
La patente discriminación que supone la ley HB2 tuvo consecuencias inmediatas para Carolina del Norte. A parte del All-Star, McCrory también ha visto como importantes figuras del espectáculo como Beyoncé, Bruce Springsteen, Dead & Company, Itzhak Perlman, Ringo Starr o Cyndi Lauper han cancelado sus conciertos o han donado su recaudación a colectivos LGTB. Eventos y convenciones han trasladado su sede a otros estados, causando pérdidas cercanas a los 330 millones de dólares. Empresas y corporaciones como PayPal o el Deustche Bank han cesado en sus inversiones. 200 directivos de las principales empresas escribieron una carta solicitando al gobernador la derogación de la ley. Otras 67 han apoyado la demanda de inconstitucionalidad, presentando un documento de apoyo ante el tribunal.
Pero quizás la mayor pérdida económica sería la retirada de los fondos federales para educación, cifrados en 4.500 millones de dólares. El pasado mes de mayo, el Departamento de Justicia requirió al estado de Carolina del Norte que suspendiera la aplicación de la ley HB2, al considerar que violaba tanto el Título VII de la Ley de Derechos Civiles, que prohíbe la discriminación en el empleo por razón de sexo, como el denominado de forma genérica “Título IX”, la ley que prohíbe a toda institución educativa que reciba fondos del Gobierno discriminar por razón de sexo (no confundir con el Título IX de la Ley de Derechos Civiles).
Transcurrido el plazo que el Gobierno estadounidense dio al estado de Carolina del Norte, el gobernador McCrory no solamente se negó a suspender la aplicación de la ley, sino que directamente demandó al Departamento de Justicia ante una Corte federal del estado, por considerar que se extralimitaba en el ejercicio de sus funciones.
La respuesta de la administración federal fue rotunda: a través de su fiscal general, la afroamericana Loretta Lynch (natural, ella misma, de Carolina del Norte) anunciaba la presentación de una demanda federal por violación de los derechos civiles contra Carolina del Norte y su gobernador, Pat McCrory, entre otras instituciones del estado. Lo hacía, además, en un apasionado discurso, en el que situaba directamente esta batalla legal en el campo de los derechos civiles. La fiscal instaba a que “en lugar de ignorar a nuestros vecinos, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo, aprendamos de nuestra historia y evitemos repetir los errores de nuestro pasado. Reflexionemos sobre una obvia, pero a menudo olvidada, lección: que una discriminación sancionada por un estado nunca resiste la mirada retrospectiva”.
Comentarios desactivados en El Gobierno de Estados Unidos advierte a Carolina del Norte de que su ley transfóbica es “discriminatoria”
Concentración contra la conocida como “ley de los baños”
El Gobierno de EEUU ha instado a Carolina del Norte a cambiar una polémica ley contra la comunidad LGBT que, entre otras cosas, obliga a usar los baños públicos de acuerdo con el sexo indicado en su certificado de nacimiento.
La norma de Carolina del Norte restringe en varios campos la autoridad de los municipios para legislar contra la discriminación por orientación sexual, pero el aspecto que ha logrado mayor relevancia es la idea de que los empleados de una compañía deben de ir al baño que coincida con su sexo original.
La ley, conocida como HB2, viola el capítulo VII de la Ley de Derechos Civiles que prohíbe la discriminación contra personas por motivos de sexo, según la carta de Vanita Gupta, directora de la división de derechos civiles del Departamento. El escrito afirma que el estado de Carolina del Norte está participando de un “patrón o práctica de discriminación contra personas transgénero trabajadores del estado”. De esta manera, la Agencia federal ha dado al gobernador Pat McCrory hasta el lunes para responder.
La medida ha generado un gran rechazo en gran parte del país y ha llevado a varias empresas a cancelar planes de expansión en ese estado y a artistas a cancelar conciertos en Carolina del Norte. Así, en abril de 2016, músicos como Bruce Springsteen, Pearl Jam y Ringo Starr anunciaron que cancelaban sus conciertos en Carolina del Norte en rechazo a la ley.
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