La administración Trump quiere legalizar la discriminación a las personas LGTBI
El gobierno de Trump se persona por sorpresa en los tribunales en dos casos de homofobia… para defender a los homófobos.
La Administración argumenta que las creencias religiosas y la Ley de Derechos Civiles deben permitr discriminar a las personas homosexuales.
Los republicanos están decididos a que las personas LGTB no tengamos los mismos derechos que los demás y parece que no van a parar hasta conseguirlo. De momento, y de forma totalmente absurda a la vez que sorprendente, la administración Trump ha decidido aparecer en dos procesos judiciales para defender la discriminación a personas LGTB con la más peregrinas excusas: por un lado, la libertad de creencias religiosas y por otro, que la Ley de Derechos Civiles no contempla en ningún caso la discriminación por orientación sexual (de la identidad de género ni hablamos, claro).
En representación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, un abogado sostiene en un juicio por discriminación laboral que los empresarios deberían tener derecho a despedir a sus trabajadores si son homosexuales.
De esta manera, el gobierno norteamericano contradice la política que había llevado a cabo Obama de ampliar la protección a las personas LGTB sin agarrarse al literal de la ley. Y es que la Ley de Derechos Civiles es de 1964 y podría necesitar alguna reforma para actualizarla, algo que nadie quiere hacer.
Los dos casos de homofobia defendidos por Trump.
El primero de ellos es el de Jack Philips, un pastelero de Colorado, que se negó en 2012 a hacer una tarta para una boda homosexual. Entonces los novios le demandaron y ganaron pero… el pastelero recurrió y ahora el caso ha vuelto a los juzgados y el Tribunal Supremo deberá decidir si la igualdad para personas LGTB entra en conflicto con la libertad a las creencias religiosas. Philips, que cuenta con el apoyo de la firma de abogados ultrareligiosos Alianza por la Defensa de la Libertad, asegura que su fe cristiana implica el rechazo a las personas homosexuales.
Y los republicanos han dicho que se presentarán en el proceso argumentado que la libertad religiosa y la libertad de expresión otorgan el derecho a discriminar a las personas LGTB. El senador Mike Lee ha asegurado que según la Primera Enmienda “no se puede obligar a que un ciudadano diga lo contrario de lo que piensa” y suponemos claro, que eso justifica cualquier barbaridad que se nos pase por la cabeza.
El otro caso que llega a los tribunales es el de Donald Zarda, La empresa de paracaidismo Altitude Express Inc, una empresa de paracaidismo, fue demandada por uno de sus empleados, Donald Zarda, tras despedirlo con la única excusa de su orientación sexual, violando de esta manera la Ley de Derechos Civiles de 1964. Debido a que Zarda fallece en un accidente en 2014, han sido sus representantes legales, su socio Bill Moore y su hermana Melissa Zarda, los que han apelado una primera sentencia que no les daba la razón, esperando ahora que los 13 jueces del Segundo Tribunal de Apelación de Nueva York tomen una decisión a su favor después de que un Tribunal de apelaciones de Chicago sentenciara que el Título VII sí protege a los trabajadores homosexuales. Sin embargo, un representante del Departamento de Justicia de Donald Trump ha defendido ante el tribunal este martes, 26 de septiembre, que los empresarios deberían tener el derecho de despedir a un empleado si es homosexual.
«Los empleadores están amparado bajo el Título VII que les autoriza a considerar la conducta sexual de sus empleado fuera del trabajo. Hay un sentido común, una diferencia intuitiva entre el sexo y la orientación sexual», argumenta Hashim Mooppan, abogado del Departamento de Justicia ante el tribunal, refiriéndose a que la Ley de Derechos Civiles establece la igualdad entre género, pero no se refiere específicamente a la orientación sexual, lo que sirve a algunos jueces para fallar en favor de las empresas y no de las personas discriminadas, como le sucede a Zarda en primera instancia.
A petición de los representantes de Zarda, la Comisión de Igualdad de Oportunidades de Empleo, que también es una organización gubernamental, comparecía también ante el tribunal, rebatiendo el punto de vista de Mooppan al alegar que el Título VII de la Ley de 1964 sí ampara a los empleados homosexuales. Si bien los jueces del Tribunal del Segundo Circuito no parecían impresionados por la postura del Departamento de Justicia en el caso, la juez Rosemary Pooler sí ha descrito su intervención como «un poco incómoda» al comprobar cómo dos agencias gubernamentales defienden posturas diametralmente opuestas.
Mooppan no ha considerado «apropiado» comentar si sus declaraciones habían sido consultadas por la división de discriminación del Departamento de Justicia, recalcando que la discriminación no se basa en la orientación sexual, sino en las diferencias «reales, físicas» entre un hombre y una mujer, llegando a firmar que los empresarios deberían estar autorizados a despedir a sus trabajadores por determinadas conductas fuera del trabajo, como la promiscuidad, y que el Congreso de los Estados Unidos nunca había amparado a las personas homosexuales con esta ley. El caso podría llegar finalmente ante el Tribunal Supremo, donde el gobierno estaría representado por el Departamento de Justicia.
CBS Corp, Google, Microsoft y Viacom Inc., son algunas de las cincuenta compañías que han suscrito un escrito ante un Tribunal de Apelaciones del Circuito Manhattan, solicitando una regulación que prohíba expresamente la discriminación por orientación sexual a nivel federal, refiriéndose específicamente al caso de Zarda. Una protección que estaba confirmada por la administración de Barack Obama, pero que era revocada por la de Donald Trump en marzo de este mismo año en una de sus acciones contra el colectivo LGBT, del que tan amigo era en campaña.
Fuentes | Towleroad y PinkNews , vía Universogay/EstoyBailando
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