Si no tiene sexo con mujeres no es lesbiana. La política de ver para creer de Reino Unido.
Ser perseguido a causa de la orientación sexual es un supuesto reconocido para pedir asilo en la UE. Pero en la práctica no es fácil demostrar que se está en esta situación y los servicios de inmigración pueden acabar poniendo a los solicitantes en situaciones bastante incómodas. Ahora dos mujeres africanas, una ugandesa y una nigeriana, se ven en la tesitura de demostrar en Reino Unido que son lesbianas si no quieren verse deportadas a su país. Los funcionarios no ven indicios suficientes de la condición homosexual de estas mujeres y demandan pruebas. El pasado mes de marzo la secretaria de Estado, Theresa May, ya ordenó una revisión de los criterios empleados en estos casos, ya que se han presentado varias quejas por trato degradante.
El caso más desesperado es el de Harriet Nakigudde, que será deportada hoy. Esta chica ugandesa de 30 años lleva cinco refugiada en Reino Unido, pero las autoridades dicen que no puede ser lesbiana porque no se le ha conocido ninguna relación sexual en estos cinco años. Nakigudde fue violada por su tío para ‘curarle’ la homosexualidad y quedó tan traumatizada que no ha vuelto a tener relaciones. “Estoy tan deprimida. Estoy traumatizada. No quiero volver. Mi familia me ha repudiado. Mis amigos saben que soy lesbiana. Tengo miedo de que me encarcelen si vuelvo. La gente me va a atacar. Me apedrearán. Estoy simplemente asustada. No puedo dormir por la noche. Tengo tanto miedo de morir”, ha señalado. Nakigudde será deportada a pesar de que tiene una apelación pendiente contra esta decisión, según han señalado desde el Grupo LGBT Diamante.
Distinto es el caso de la nigeriana Aderonke Apata, que vive actualmente en Manchester con su pareja, pero a quien las autoridades han denegado también el asilo, aunque su caso será revisado antes de ejecutar la medida. Apata ha presentado como pruebas de su sexualidad las cartas y mensajes de sus anteriores novias, así como testimonios de amigos, pero estas pruebas no se han considerado suficientes, lo que ha llevado a esta mujer a demostrar su sexualidad de la manera más directa y gráfica posible: con un vídeo sexual. “Me pidieron traer mis documentos que apoyen la revisión judicial para que los vea la corte. ¿Qué evidencia tenemos para reunir aparte de las cartas de la gente? Sabía que teníamos un vídeo casero nuestro, así que pensé, ¿por qué no incluirlo? No me puedo permitir volver a mi país donde seré torturada, así que si tengo que probarlo con un vídeo sexual, entonces tengo que hacerlo”, ha señalado a la prensa del país.
La mujer llegó ilegalmente a Reino Unido en 2004 después de haberse casado con un hombre para enmascarar su homosexualidad y de que tanto su marido como su familia, de religión musulmana, la condenaran a muerte tras descubrir su secreto. “Me siento tan mal de haber llegado a este punto. Estar en una situación tan precaria y desesperada, muy peligrosa, porque cualquier cosa podría pasar a esas fotos, a esos vídeos. Quiero un santuario. Tan solo quiero estar protegida. Quiero ser quien soy”, demanda Apata.
“No dejamos fuera a nadie en riesgo de persecución por su sexualidad. Proveemos una guía y un entrenamiento especializados a quienes tratan estas peticiones de asilo, y todas las solicitudes se consideran cuidadosamente en línea con nuestras obligaciones internacionales”, han explicado desde el Departamento de Interior ante estas nuevas quejas.
Foto: Aderonke Apata y su novia, Happiness Agboro. (Independent).
Fuente Ragap
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