Cuatro de cada diez delitos en España están relacionados con la homofobia o la transfobia
Una nueva guía del Gobierno de España para combatir la LGTBfobia en las aulas destaca que casi la mitad de los jóvenes LGTB que han sufrido acoso escolar ha pensado alguna vez en suicidarse.
La directora del Instituto de la Mujer, Rosa Urbón, ha presentado este lunes una guía de actuación para detectar y combatir la homofobia y la transfobia en las aulas que aspira a ser una herramienta para erradicar las agresiones por razón de orientación sexual que tres de cada cuatro jóvenes de 15 a 29 años han presenciado alguna vez en su centro educativo.
El documento, “Abrazar la diversidad: propuestas para una educación libre de homofobia y transfobia”, ha sido coordinado por José Ignacio Pichardo, de la Universidad Complutense de Madrid y parte de que si bien “el rechazo a la diversidad sexual es minoritario entre los jóvenes y entre la población en general”, los estudios muestran que más del seis por ciento de ellos han presenciado alguna vez una “paliza” a una persona motivada por homofobia.
En la presentación de la guía, Urbón ha recordado también que cuatro de cada diez delitos que se producen en España están relacionados con la homofobia o la transfobia y que, además, tres de cada cuatro jóvenes de entre 15 y 29 años han sido testigos de agresiones homófobas en sus centros educativos.
Por eso, incorpora una Guía de Acción para reforzar la prevención, la detección y la actuación frente a situaciones de discriminación en los centros educativos por cuestión de orientación sexual con 30 recomendaciones generales y una serie de tips particulares dirigidas a toda la comunidad educativa.
Asimismo, contiene una lista de 61 indicadores para detectar casos de acoso escolar por homofobia o transfobia organizados atendiendo a la diversidad de relaciones entre las partes: autoridades, personal docente, alumnado y familiares. Otros 16 indicadores permiten identificar si los centros educativos son o no espacios que favorecen el respeto a la diveridad sexual, familiar y de identidad de género.
Plantea además como medida expresa, la introducción de la educación en diversidad sexual en los documentos oficiales del centro, así como la puesta en marcha de material informativo sobre las realidades de los grupos LGBT y un protocolo de intervención para actuar en caso de que se detecte un caso de discriminación o fobia,
Según ha explicado Urbón, establece como fases la “notificación, investigación, valoración, intervención y seguimiento”, implicando al cuerpo docente del centro, a los alumnos y a los familiares, éstos especialmente durante las dos últimas etapas. Además, establece medidas educativas de actuación con el alumnado implicado en una situación de acoso, incluso con la familia si es necesario.
“Se trata, en definitiva, de un documento que bebe de buenas prácticas asentadas en países como Bélgica o Canadá, donde se siguen propuestas que abordan de modo integral el acoso por homofobia y transfobia, y en diferentes comunidades autónomas. Prácticas que demuestran que es posible llevar a cabo acciones concretas en todos los niveles, dentro de la comunidad educativa”, explica el Instituto de la Mujer.
Fuente Cáscara Amarga
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