Comentarios desactivados en El anti testimonio: Kirill advierte: “Cualquier intento de destruir Rusia significará el fin del mundo”
El patriarca de Moscú vuelve a exaltar el poder patrio durante la Epifanía ortodoxa
“Vivimos un momento de mucha ansiedad, pero creemos que el Señor no abandonará la tierra rusa, y nos dará la fuerza, si es necesario, para proteger a su tierra y a su pueblo”
El patriarca de Moscú añadió que Rusia “tiene armas poderosas” y que su pueblo siempre ha estado “motivado para ganar“
“Cualquier intento de derrotar a Rusia significará el fin del mundo”. El patriarca de Moscú, Kirill, ha aportado tintes apocalípticos a las su ya de por sí polémicas declaraciones desde que hace casi un año Putin invadiera Ucrania. En esta ocasión, lo hizo durante la liturgia de la Epifanía en la catedral de Moscú.
“Hoy existen grandes amenazas para el mundo, nuestro país y toda la raza humana. El deseo de derrotar a Rusia ha adoptado formas muy peligrosas. Rogamos al Señor que ilumine a los necios y les ayude a comprender que cualquier intento de destruir Rusia significará el fin del mundo”, destacó el patriarca, quien añadió que Rusia “tiene armas poderosas” y que su pueblo siempre ha estado “motivado para ganar”.
Sin embargo, añadió, “algunos necios” tienen la idea de que Rusia puede ser derrotada, y serle impuestos “valores que ni siquiera pueden ser denominados así”.
“Hoy vivimos un momento de mucha ansiedad, pero creemos que el Señor no abandonará la tierra rusa, y nos dará la fuerza, si es necesario, para proteger a su tierra y a su pueblo”, culminó.
Kirill llama a los popes a implicarse más en la campaña militar en Ucrania
“Las parroquias deben ayudar a los que están en primera línea
El patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kirill, llamó este sábado, 21 de enero, a los popes a implicarse más en la campaña militar en Ucrania, a movilizar a los feligreses para que reúnan equipos y alimentos para los soldados e incluso a marchar al frente para prestarles apoyo espiritual
El cabeza de la Iglesia ortodoxa no se limitó a solicitar ayuda material para los participantes en la campaña militar, sino que pidió además a los sacerdotes que puedan marchar al frente para asistir espiritualmente a los soldados
| RD/EFE
El patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kirill, llamó este sábado, 21 de enero, a los popes a implicarse más en la campaña militar en Ucrania, a movilizar a los feligreses para que reúnan equipos y alimentos para los soldados e incluso a marchar al frente para prestarles apoyo espiritual.
“Si decimos que la Iglesia está con su pueblo, cada parroquia debe ayudar a los que están en la primera línea. Necesitamos movilizar a nuestros feligreses para que reúnan equipos y alimentos“, dijo Kirill, citado por la agencia oficial RIA Nóvosti, en una reunión con representantes del clero en la catedral de la Epifanía de Moscú.
Con los soldados en el frente
El cabeza de la Iglesia ortodoxa no se limitó a solicitar ayuda material para los participantes en la campaña militar, sino que pidió además a los sacerdotes que puedan marchar al frente para asistir espiritualmente a los soldados.
“Sé que ya se hace mucho, pero pienso que es insuficiente. Además, en el espacio mediático no se menciona con frecuencia la ayuda de la Iglesia ortodoxa rusa a aquellos que encuentran en Donetsk, Lugansk, en la primera línea del frente”, dijo.
“Erguirse e ir al encuentro de la muerte”
El patriarca, indiscutible aliado del Vladimir Putin desde que este invadió Ucrania, el 24 de febrero de 2022, reiteró ante su auditorio que los soldados que marchan al frente precisan ayuda espiritual en primer lugar.
“No se les pueden decir formulismos. Hay que saber decir a la persona lo que la fortalece cuando se da la orden de ataque. Una orden sin la cual no puede haber victoria, cuando hay que erguirse e ir al encuentro de la muerte. Eso es lo que hacen nuestros muchachos: se levantan de las trincheras y van al encuentro de la muerte“, afirmó.
Comentarios desactivados en Kirill asegura que ir a la guerra contra Ucrania “lava todos los pecados”
Vladimir Putin y patriarca Kirill
Esto es escandaloso:
El patriarca de Moscú pide que “termine cuanto antes” esta “guerra fratricida”
“La Iglesia es consciente de que si alguien, movido por el sentido del deber, por la necesidad de cumplir un juramento, se mantiene fiel a su vocación y muere en el cumplimiento del deber militar, entonces indudablemente comete un acto que es equivalente a un sacrificio”, sostiene el patriarca ortodoxo ruso
| RD/Ep
El máximo representante de la Iglesia Ortodoxa en Rusia, el patriarca Kirill, ha sostenido en un sermón este domingo que el sacrificio “en el cumplimiento del deber militar” en la guerra contra Ucrania “lava todos los pecados“.
“Sabemos que hoy muchas personas están muriendo en los campos de guerra. La Iglesia reza para que esta lucha termine cuanto antes, para que el menor número posible de hermanos se maten unos a otros en esta guerra fratricida”, ha comenzado exponiendo Kirill, según ha recogido el medio ruso Meduza.
“Al mismo tiempo, la Iglesia es consciente de que si alguien, movido por el sentido del deber, por la necesidad de cumplir un juramento, se mantiene fiel a su vocación y muere en el cumplimiento del deber militar, entonces indudablemente comete un acto que es equivalente a un sacrificio“, ha asegurado el patriarca.
Sacrificio como Cristo
Así, ha considerado que dicho individuo “se sacrifica por los demás”, de forma que “este sacrificio lava todos los pecados que una persona ha cometido”, ha remachado.
Kirill, con el icono de la Santísima Trinidad
El representante de la Iglesia Ortodoxa rusa ha comparado a los movilizados con Jesucristo, al sacrificarse con su muerte en la guerra.
Estas declaraciones se hacen días después de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunciara una “movilización parcial” de 300.000 reservistas rusos para participar en la guerra de Ucrania.
Comentarios desactivados en Zelensky promete considerar el matrimonio entre personas del mismo sexo, en Ucrania, una vez que termine la guerra
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky,
Volodymyr Zelensky ha confirmado que pedirá al gobierno ucraniano que estudie la posibilidad de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo cuando termine la guerra con Rusia.
La constitución ucraniana define el matrimonio entre un hombre y una mujer.
La petición citaba la Constitución de Ucrania, que establece que “todas las personas son libres e iguales en su dignidad y derechos”, y que “los derechos humanos son inalienables e inviolables”.
El martes (2 de agosto), Zelensky respondió formalmente. Según Reuters, en un decreto oficial, dijo: “Pedí al primer ministro [Denys] Shmyhal que abordara la cuestión planteada en la petición electrónica y me informara de las decisiones pertinentes.”
Sin embargo, señaló que no se harían cambios mientras durara la guerra con Rusia, ya que según el artículo 157 de la Constitución de Ucrania: “En condiciones de guerra o de estado de excepción, la Constitución de Ucrania no puede ser modificada”.
Los activistas por los derechos de las personas LGBTQ+ piden que entretanto se consideren las uniones civiles, sobre todo porque sin el reconocimiento de las uniones entre personas del mismo sexo, las parejas de los soldados LGBTQ+ que han muerto mientras luchaban contra la invasión rusa no pueden recoger sus cuerpos para enterrarlos.
El Orgullo de Kiev dijo en un comunicado: “El Instituto de Uniones Civiles Registradas es la mejor alternativa en la situación actual, y el gobierno, encabezado por el presidente, nos dio una señal positiva de que la implementación [del matrimonio entre personas del mismo sexo] es ahora sólo una cuestión de tiempo”.
Sólo el 24% de los ucranianos apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo, según una encuesta realizada por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev, y en 2021, otra encuesta mostró que el 47% de los ucranianos tenía una opinión negativa de la comunidad LGBTQ+.
En respuesta al decreto de Zelensky, el periodista ucraniano queer Maksym Eristavi señaló:
“Esta promesa histórica no es un regalo o un giro del destino. Años de duro trabajo por parte de los ucranianos queer, arriesgando nuestras vidas por la igualdad de derechos, lo han hecho posible.
“Decenas de miles de ucranianos LGTBIQ+ que defienden nuestro país en este genocidio lo hicieron posible.
“Ahora también nos corresponde a nosotros, ucranianos queer, asegurarnos de que un compromiso histórico se traduzca en una acción histórica. Y ten por seguro que lo haremos. Porque en eso consiste la sociedad civil ucraniana: en hacer cosas históricas”.
Ya he adivinado por qué no se para la guerra. Porque vivimos el síndrome de Caín. Cuando Caín mata a su hermano Abel, Dios le marca con una señal para que nadie ataque a Caín por haber sido fratricida. Eso es lo que veo y siento. Vivimos un auténtico rencor y violencia contra los atacantes de la guerra.
Nos gustaría castigarlos incluso con la muerte. En el fondo vivimos todos con una fuerte violencia. Parecida a la que ellos tienen. Y así lo que hacemos es aumentar el mar de la muerte. La guerra es como una gran nube muy alta. Y cada explosión que vemos nos provoca otra nube inmensa de odio y venganza.
Ya sé que es muy difícil pero mientras no nos eduquemos y formemos todos en el perdón, no dejaremos de construir una inmensa nube, cada vez mayor, de enemistad, violencia, agresividad, muerte.
Me gusta mucho una oración que funciona por ahí y que la hace suya el papa Francisco. Dice así”: Y cuando, Dios, hayas detenido la mano de Caín, cuida también de él. Es nuestro hermano”. Es la forma de parar la violencia de la guerra y de la muerte.
En mi ingenuidad, me imagino el mundo como un inmenso tren de los que andaban con vapor. Según echemos vapor positivo o negativo, el tren corre hacia la paz o la guerra.
Somos toda la humanidad la que tenemos en nuestras manos el conducir el mundo hacia uno u otro lugar. No hay un solo conductor. Todos somos guías de la marcha del mundo.
Vivimos en mundo acostumbrado al juicio condenatorio. Así cuando hablamos de la pederastia, entendemos y comprendemos que ha de haber castigo a los que lo han cometido. Pero, una vez admitido el castigo y la pena, yo creo que también es preciso que acompañemos al Caín que pudo existir en cada delincuente. No podemos dejar de amarlos y acompañarlos para su recuperación total.
Necesitamos un mar en calma total. Cualquier ola, la produzca el viento que sea, colabora a crear grandes olas que remueven las aguas y embravecen el mar. Y necesitamos una mar serena, en paz, transparente.
Comentarios desactivados en José I. G. Faus: “¿Dónde está Dios ante esas madres desesperadas por no saber cómo liberar a sus niñitos del pánico y del hambre?”
De su blog Miradas Cristianas:
De Ucrania a Dios: para creyentes e increyentes
“Un proceso por el que los valores van convirtiéndose en intereses y los derechos acaban convirtiéndose en deseos”
“Lecciones que aprender: una tarea que puede valer tanto para creyentes como para increyentes”
“Si Dios existe el mal no tiene explicación; pero si Dios no existe el mal no tiene solución”
“Más importante que horrorizarse es comprender que Las atrocidades no nacen de golpe: son el resultado de un proceso moral ‘cancerígeno’ al que comnezamos a atender demasiado tarde”
Como sucedió también con la covid, parece que el drama de Ucrania está planteando de nuevo no la afirmación (o la negación) sin más, sino el tema mismo de Dios. Un tema que hace solo cuatro o cinco años, parecía a muchos tan fuera de lugar como hablar en serio de las meigas o de los marcianos.
A ver si consigo plantear el problema con la mayor objetividad posible.
1.– Parece cada vez más innegable que, a la larga, la ausencia de Dios, va quitando fundamento absoluto a los valores, y desata así un proceso por el que los valores van convirtiéndose en intereses y los derechos acaban convirtiéndose en deseos. Es decir: un proceso insensible de autoabsolutización. He conocido trayectorias de gente que, tras perder la fe, me dijeron que todas sus posturas y sus valores seguían intactos; y al cabo de unos años, se preguntaban cosas como esta: “¿por qué tienen que importarme los demás si yo no le importo a nadie?”.
Personalmente, he tenido la suerte de que casi todos los increyentes con los que he tratado no eran de esos que te miran por encima del hombro preguntando: “pero ¿tú todavía crees en esas cosas?”, sino gentes honestas, que seguían creyendo en la importancia de los valores morales absolutos, aunque solo fuera por razones estéticas: “es más hermoso así” (oti kalón, que decían los griegos). Pero a la hora de comunicar tales valores, se encontraban con que eso de la belleza puede ser algo muy subjetivo y “sobre gustos no hay nada escrito”: a ti te gusta el vino y a mí la cerveza, a ti Brahms y a mí Schubert. Y sobre eso no hay ninguna ley universal.
2.- Pero, si la ausencia de Dios amenaza con estos vacíos, profundos como abismos, la fe en Dios tampoco debe ser vista como una solución clara. Pues se enfrenta con el enigma de lo que se ha llamado “silencio de Dios”: ¿cómo es posible que no veamos actuar a Dios, ante realidades como el Auschwitz de ayer y la Ucrania de hoy?¿Dónde está Dios ante esas calles vacías (pobladas solo por cadáveres, algunos además con las manos atadas a la espalda)? ¿Dónde está Dios ante esas madres desesperadas por no saber cómo liberar a sus niñitos del pánico, del hambre o de mil incomodidades superiores a sus pequeñas fuerzas?
Si la falta de Dios ha de soportar la plena inconsistencia de todo, la fe en Dios ha de soportar el escándalo del mal (y estoy hablando de fe, no de mera creencia). Y si la falta de fe tenía el recurso a la belleza para dar alguna consistencia a la moral (Nietzsche también puede ser ejemplo de eso, aunque ni la misma belleza pudo liberarle de la locura), la fe puede tener el recurso a la libertad del hombre, como conato de explicación de la ausencia de Dios. Fue un ateo como J. P. Sartre quien confesó que lo que le gustaba del Dios cristiano es que había preferido un mundo con libertad, aunque funcionase mal, que un mundo fascista que funcionara bien.
Este problema del silencio de Dios, tuvieron que soportarlo de manera impresionante los creyentes del llamado “Antiguo Testamento”. Mucho más difícil para ellos que para nosotros hoy: porque el Dios en que creían no era vivido todavía como realidad universal, sino como una especie de propiedad particular puesto que ellos eran “el pueblo escogido”. Todo el Antiguo Testamento es testimonio de cómo, para explicar esas ausencias de Dios, se intentó darles un carácter de “castigo”, dado que aquel pueblo era bastante consciente de su contínua infidelidad. Pero esa explicación no funcionó siempre, pues fueron apareciendo ejemplos inexplicables de una derrota cuando el rey o el pueblo estaban portándose mejor. Ahí queda el drama de Job.
Sin duda, es muy imperfecta esa explicación del castigo. Y resulta nefasta cuando genera esa mentalidad del “qué he hecho yo para merecer esto”, o ese clericalismo impávido que se atreve a decir al que sufre que Dios le manda aquello “porque le quiere mucho”. No obstante, podemos recuperar algo de esa pseudoexplicación, si convertimos los presuntos “castigos” en lecciones: una palabra que puede valer tanto para creyentes como para increyentes. Veámosla un momento.
3.- Muchas parejas han tenido la experiencia de que hay veces en que no han de sacar las castañas del fuego a sus niños, incluso aunque el niño murmure aquello de “mi papá (o mi mamá) no me quiere”. Porque lo que quieren el papá y la mamá es que el niño cuaje como persona libre y capaz, y no totalmente dependiente de los padres: que sepa llegar a las cumbres porque ha aprendido a subir, no porque le llevan en helicóptero.
Esta explicación es solo una imagen muy pálida: es más señal que explicación, marca más una dirección que una respuesta. Creyentes y no creyentes han de aceptar que Dios es absolutamente incomprensible; que (como acuñó Agustín de Hipona): “si lo entiendes, aquello ya no es Dios”. Y, como enseñó un Concilio medieval: “todo lo que se diga de Dios, por mucha verdad que tenga, tendrá aún más mentira”.
Nos quedamos pues con que, si Dios existe el mal no tiene explicación, pero si Dios no existe el mal no tiene solución. Esto es lo que nos permite atender más a esa tarea pendiente: qué lecciones debemos aprender de Ucrania. Una tarea que vale tanto para creyentes como para no creyentes, aunque unos la enfoquen desde su fe, y otros desde su increencia.
Pero me temo que esta pregunta tan importante, aún no nos la hemos hecho en serio. Y me duele pensar que, por causa de Ucrania, ha aumentado el número de españoles que creen conveniente incrementar nuestro presupuesto militar, cuando debería ser al revés. Corriendo los riesgos que sea si esa lección solo la aprende un pueblo concreto y no toda la humanidad. Pero sabiendo que, hasta hoy, todas las armas teóricamente defensivas, han acabado por ser sobre todo armas ofensivas y, además, fuente impresionante de negocios infames.
De hecho, en estos momentos no tenemos ninguna seguridad de que el crimen de Ucrania no acabe convirtiéndose en una guerra no solo mundial, sino además nuclear. Como suele suceder, la pequeña ventaja a corto plazo nos ciega totalmente ante la gran amenaza a largo plazo; nos basta, como a don Juan Tenorio, con esa pequeña evidencia inmediata del “cuán largo me lo fiais”. Olvidamos aquel dístico que no procede de ningún texto religioso sino del poeta romano Ovidio, y que fue escrito hablando del amor: “principiis obsta; sero medicina paratur cum mala per longas invaluere moras” (lucha desde el principio; pues la medicina llegará tarde cuando el mal se ha fortalecido por largas desatenciones). Y esta ceguera nos lleva a que si luego, por desgracia, se cumple ese peligro a largo plazo, entonces acabemos preguntándonos qué hace Dios, en lugar de examinar qué no hemos hecho nosotros.
Es lógico horrorizarse antes imágenes que nos llegan de Ucrania o ante crímenes de hoy, como el del padre que mata a puñaladas a su niño de once años. Pero más importante que horrorizarse es comprender que esa atrocidad no ha nacido de golpe: es el resultado de un proceso moral “cancerígeno” por el que un falso amor, egoístamente posesivo, acaba degenerando en una dependencia insoportable, que prefiere una cárcel de por vida, a seguir preso de esa dependencia. Por eso no vale esa falsa denominación interesada de violencia “de género”. Muy falsamente neutro resulta ese género.
4.- Como conclusión personal me gustaría añadir que para todas las reflexiones aquí sugeridas, puede ser útil la figura de Jesús de Nazaret, no ya como presencia de Dios, sino simplemente como maestro. Tanto que llevó a sus seguidores a poner en labios del Maestro estas palabras: “Yo soy la luz del mundo”. Una luz que llevó a gentes no cristianas como Ibn Arabí o Roger Garaudy a vivir y a proclamar aquello de que “Jesús es de todos; no solo de las gentes de iglesia”.
Comentarios desactivados en FELGTBI+ denuncia la extrema vulnerabilidad de las mujeres trans en Ucrania y anima a participar en su campaña de donaciones
Desde que el pasado mes comenzó la invasión rusa sobre el territorio ucraniano, las transgresiones de los Derechos Humanos se han sucedido en multitud de ocasiones contra la población ucraniana y, especialmente, contra la comunidad LGTBI+, que con anterioridad ya se enfrentaba a una situación bastante hostil. A pesar de que ciudades como Kiev y Lviv han mostrado cierta apertura a la diversidad y de que el presidente Zelenskyy ha realizado declaraciones pro-LGTBI+, las actitudes hacia la comunidad siguen siendo ambivalentes.
A nivel legislativo, el matrimonio entre personas del mismo sexo no está permitido, como tampoco existen leyes contra la discriminación que protejan a las personas LGTBI+. No obstante, las personas trans son reconocidas legalmente, pero deben recorrer un complejo laberinto burocrático, estar bajo observación psiquiátrica y soportar la discriminación por parte de los equipos médicos. Con los últimos acontecimientos, se prevé que la cifra de delitos de odio aumente una vez finalizada la invasión rusa. Óscar Rodríguez, vocal de exteriores de FELGTBI+, recuerda que “es de vital importancia asegurarse de que las personas refugiadas LGTBI+ no sean abandonadas a su suerte en su huida hacia los países de acogida de la Unión Europea, ni tras su llegada a los mismos. Para lograr este objetivo las organizaciones de la sociedad civil, especialmente aquellas vinculadas a la defensa de los Derechos Humanos deben contar con el respaldo de los poderes públicos y el apoyo de la ciudadanía europea”.
Por decreto del presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, los hombres de entre 18 y 60 años están obligados a servir al ejército, y, por tanto, tienen prohibido salir del país. Este escenario ha provocado que las mujeres trans, incluso con documentos que acrediten su identidad, deban quedarse y luchar en la guerra, viéndose, en algunos casos, vulnerada su dignidad e intimidad. Del mismo modo, están saliendo a la luz denuncias sobre el trato que reciben en los albergues, donde son segregadas de las mujeres cis y de los niños y niñas, perpetuando la situación de desamparo y vulnerabilidad.
Las personas refugiadas LGTBI+ se encuentran con más problemas al cruzar la frontera
Se cifran más de tres millones de personas refugiadas que han huido del país. Algunas de estas personas pertenecen al colectivo LGTBI+, y esto supone que, además de los peligros inherentes a la guerra, se encuentren que los países fronterizos con Ucrania, como Rumanía, Hungría o Polonia, no sean especialmente respetuosos con las personas LGTBI+. El matrimonio igualitario está prohibido en las constituciones de Hungría y Polonia, pero, además, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea condicionó la recepción de fondos europeos al cumplimiento del Estado de Derecho. Esta decisión permite a la Comisión Europea actuar contra los gobiernos del húngaro Viktor Orbán y el polaco Mateusz Morawiecki por su deriva autoritaria y homófoba. Asimismo, la Unión Europea ha criticado el trato que ofrecen a la comunidad LGTBI+, por sus discursos contra el colectivo, por la ley de “propaganda gay” y por la creación de “zonas libres de LGTBI+”.
FELGTBI+ apoya a las personas refugiadas con una campaña de donaciones
Ante este contexto, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+) ha lanzado una campaña de recaudación de fondos para concienciar a las personas del propio colectivo sobre la compleja coyuntura internacional y alentar a que colaboren con las personas refugiadas que huyen del horror y la violencia. Uge Sangil, presidenta de FELGTBI+, señala que “no podemos mirar hacia otro lado, nuestra aportación, salvará la vida de muchas compañeras del colectivo que ahora mismo no sufren sólo el horror de la guerra sino también la discriminación por ser quienes son”.
Por este motivo, la Federación hace un llamamiento a la cooperación, la solidaridad y la empatía, para continuar durante las próximas semanas ayudando a paliar la situación de todas estas personas. La ayuda se canalizará a través de una campaña de donaciones (#LGTBIcontralaguerra) que destinará los fondos recaudados a las entidades sociales que trabajan en los distintos territorios en conflicto.
Comentarios desactivados en Wilfred Owen: Morir por la patria no es dulce ni honroso
Del blog un poema cada día:
En estos días de Guerra, horror y vidas jóvenes sacrificadas por la impía egolatría del Tirano, leamos con sagrada reverencia este poema de quien, conociendo el horror de la guerra, pudo mostrarnos su oscura realidad y todo su sufrimiento inútil.
Dulce et decorum est
Doblados como viejos mendigos bajo bolsas,
Chocando las rodillas y tosiendo como viejas, maldecimos a través del lodo
Hasta darle la espalda a las condenadas bengalas
Y empezar a arrastrarnos a un descanso remoto.
Los hombres marchaban dormidos. Muchos ya sin botas
Cojeaban calzados de sangre. Todos patéticos, ciegos todos,
Ebrios de cansancio, sordos incluso a los silbidos
De proyectiles decepcionados que caían más atrás.
¡Gas! ¡Gas! ¡De prisa, chicos! En un éxtasis de torpeza
Nos calamos torpes cascos justo a tiempo;
Pero alguno seguía pidiendo ayuda a gritos tropezando
Indeciso como un hombre ardiendo en llamas o cal viva.
Borroso tras los vidrios empañados y a través de aquella verde luz espesa,
Como hundido en un mar verde, lo vi ahogarse.
En todos mis sueños, ante mi vista indefensa,
Se abalanza sobre mí, se atraganta, se ahoga, se apaga.
Si en algún sueño asfixiante también pudieras seguir a pie
La carreta donde lo arrojamos
Y ver cómo retorcía los blancos ojos en la cara,
Una cara colgante, como un diablo harto del pecado;
Si pudieras oír, a cada tumbo, la sangre
Vomitada por pulmones de espuma corrompidos,
Obsceno como el cáncer, amargo como pus
De viles llagas incurables en lenguas inocentes,–
Amigo mío, no contarías con tanto entusiasmo
A los niños que arden ansiosos de gloria
Esa vieja mentira: Dulce et decorum est
Pro patria mori.
*
Wilfred Owen
***
Robert Graves, que sí sobrevivió, le retrata en sus memorias: “Convaleciente tras ser herido en batalla, no hacía otra cosa que repetir que había sido injustamente acusado de cobardía por un oficial superior. El encuentro con Siegfried Sassoon llevó a Wilfred Owen, un hombre pequeño y tranquilo, de cara redonda, a escribir poemas de guerra”.
Así pues, un hombre pequeño y tranquilo. Un poeta que se dejó la vida en las trincheras poco después de haber comenzado a versificar, con una clarividencia impropia de su edad y de su precario estado físico, sobre el fango inhumano de la Primera Guerra Mundial.
Wilfren Owen, al contrario que otros poetas ingleses de guerra, no lo era antes de alistarse en el Ejército de su Majestad. Fue su experiencia en el frente –My subjet is War and the Pity of War– la que hizo de catalizador de su poemas, ácidos, modernistas y comprometidos.
La obra de Owen, rimbaudiana por fatalidad, fue publicada tras su muerte -sucedida a las puertas del final de la contienda- por otro de aquellos poetas jóvenes, prematuramente envejecidos, enrabietados con la patria y desencantados de sus valores: el ya aludido Siegfred Sassoon.
PD: El título del poema, Dulce et decorum est (aquí la versión original en inglés), hace referencia al célebre verso horaciano Dulce et decorum est pro patria mori. El poema en sí es todo un emblema del antibelicismo.
Traducción: Nicolás González Varela
Imagen: English Faculty Library, University of Oxford / Wilfred Owen Literary Estate
Comentarios desactivados en Joe Biden ayuda a refugiados ucranianos LGBTQ con reasentamiento acelerado en EE. UU.
Las personas LGBTQ en Ucrania corren un riesgo especial durante la invasión.
La administración Biden ha anunciado que acelerará el reasentamiento de los refugiados ucranianos LGBTQ en los Estados Unidos.
NBC News informó que la administración también está priorizando el reasentamiento de activistas y periodistas ucranianos y también acelerará el proceso de reunificación de refugiados con familiares que viven en los EE. UU.
A partir de ahora, no está claro si a los refugiados se les otorgará un estatus permanente o temporal. La Administración Biden cree que la mayoría querrá regresar a casa y, por lo tanto, no necesitará un reasentamiento permanente. También creen que debido a este deseo, la mayoría de los refugiados elegirán quedarse en Europa.
“En general, hemos estado instando a que no traigan a los refugiados de la forma en que trajeron a los afganos, a través de la libertad condicional humanitaria sin ningún camino hacia la asistencia, el estatus o la reunificación familiar”, dijo Mark Hetfield, presidente y director ejecutivo de HIAS,. organización estadounidense judía, que brinda asistencia a los refugiados. “Deberían traer a los ucranianos de la misma manera que trajeron a los kosovares de Macedonia en 1999, finalizando la adjudicación de refugiados después de que lleguen a los EE. UU., para garantizar que tengan todas las protecciones a las que tendrían derecho como refugiados”.
Las personas LGBTQ en Ucrania siguen siendo especialmente vulnerables a medida que Rusia avanza hacia el país.
Si bien Ucrania todavía tiene un largo camino por recorrer en lo que respecta a los derechos LGBTQ, el país ha avanzado mucho más que Rusia, donde las personas LGBTQ continúan siendo perseguidas activamente.
El país también es famoso por su ley de “propaganda gay”, que fue firmada por Putin en junio de 2013 y prohíbe la distribución/comercialización de cualquier contenido LGBTQ considerado “perjudicial” para los menores.
Y en Chechenia, una república rusa, el jefe de estado Ramzan Kadyrov ha pasado años supervisando una horrible “purga” de personas LGBTQ, durante la cual hombres homosexuales y personas transgénero han sido torturados y asesinados a manos de las autoridades.
Estados Unidos también ha revelado que Rusia tiene una “lista de asesinatos” de ucranianos que planea asesinar o detener. La lista incluye varias personas LGBTQ.
Comentarios desactivados en ”Tienen miedo de desplazarse”: los obstáculos a los que se enfrentan los ucranianos LGTBI que huyen de la guerra
De los tres millones de refugiados que han huido de Ucrania, muchas personas LGTBI se encuentran entre ellos y, además de los peligros inherentes a la guerra, tienen mucho que temer de la invasión rusa.
La Rusia de Putin está plagada de discriminación contra la comunidad LGTBI, con la llamada ley de “Propaganda Gay” que prohíbe hablar de temas gay y trans en las escuelas, con el pretexto de proteger a los niños.
Los desfiles del orgullo están prohibidos en Moscú, pero eso no ha impedido que los líderes de la Iglesia Ortodoxa Rusa los culpen de la invasión de Ucrania. Mientras tanto, la policía rusa ha sido acusada de enviar a hombres homosexuales que huyen de Chechenia de vuelta a la región autónoma, donde es probable que se enfrenten a la tortura y la muerte.
Dentro de Ucrania, Luhansk, una de las “repúblicas” separatistas prorrusas, ha prohibido la homosexualidad y, en febrero, la comunidad de inteligencia estadounidense declaró que había visto pruebas que sugerían que la comunidad LGTBI sería objeto de abusos contra los derechos humanos durante una ocupación rusa.
¿A qué peligros se enfrentan los ucranianos LGTBI?
Al comienzo de la guerra, los informes sobre el racismo de los guardias contra las personas de color en la frontera escandalizaron a muchos, pero los ucranianos LGTBI que huyen de la invasión se han enfrentado a sus propios problemas.
“Las mujeres transgénero tienen mucho miedo de acercarse al puesto de control o de enfrentarse a la policía y a los soldados, a los hombres trans les han preguntado que por qué se van”, dice la activista LGTBI Amanda Waliszewska.
“Ha sido mucho más lento trasladarlos porque tienen miedo de irse”.
A través de PayPal y de un formulario de Google, Waliszewska y una red de otros activistas han ayudado a unas 2.000 personas a huir de la guerra, aunque el número exacto es difícil de calcular debido a la naturaleza de su trabajo.
Aunque ciudades como Kiev y Lviv tienen prósperas escenas queer, y a pesar de las declaraciones pro-LGTBI del presidente Volodymyr Zelenskyy, las actitudes hacia la comunidad siguen siendo ambivalentes en general.
Waliszewska afirma que en Ucrania muchas personas permanecen en el armario de sus familias y que esto, y la discriminación a la que se enfrentan los LGTBI, presentan problemas particulares en las circunstancias actuales.
“Cuando yo ayudaba, estaban en el armario y tenían miedo de viajar con otras personas”, dice. “Ni siquiera iban a los refugios con otras personas y se quedaban en casa porque no sabes con quién te vas a encontrar”.
¿Dónde pueden ir los ucranianos LGTBI?
Los países fronterizos con Ucrania, como Rumanía, Hungría y Polonia, no son naturalmente hospitalarios con los ucranianos LGTBI que huyen de la guerra.
El matrimonio homosexual está prohibido en las constituciones de Rumanía y Hungría, país este último que cuenta con una ley propia de “propaganda gay”.
Tanto Hungría como Polonia han sido criticadas por la UE por su trato a la comunidad LGTBI y en 2020 muchas regiones de Polonia, que comprenden casi un tercio del país, se declararon “zonas libres de LGTBI”.
“Rusia, Ucrania, Polonia; todos son eslavos y bastante religiosos”, dice Waliszewska. “Por supuesto que tienen miedo de los rusos, pero también tienen miedo de encontrarse con ucranianos, eslovacos y guardias fronterizos. Incluso cuando llegan a Eslovaquia y Polonia se enfrentan a la discriminación, a que les den una paliza o a que les metan en una celda”.
Cuando el Orgullo de Budapest publicó en Facebook una petición de ayuda para realojar a los ucranianos LGTBI, fue inmediatamente trolleado, y los activistas dijeron al medio estadounidense NPR que no confían en que el gobierno les ayude.
Mientras tanto, Waliszewska se centra en ayudar a los ucranianos LGTBI y BIPOC a llegar a lugares seguros en el norte o el oeste de Europa. “A todas las personas marginadas las enviaría a Alemania o Suecia”, dice. “Si tuviera gente de color y personas trans sé que se enfrentarán a mucha menos discriminación por parte de los funcionarios, al menos”.
Comentarios desactivados en La comunidad LGTBI+ ucraniana espera una evacuación segura: “Por favor, no nos dejéis solas”
Pau Venteo – Europa Press
Mientras las fuerzas rusas siguen invadiendo Ucrania, los miembros de la comunidad LGTBI+ duermen en casas seguras esperando el momento adecuado para huir de su país.
“Hay una gran sensación de estar juntos y de ayudarse mutuamente: este pequeño sentimiento de familia LGTBI”, dijo Lenny Emson, director ejecutivo del Orgullo de Kiev.
En colaboración con la Alianza Gay de Ucrania, el Orgullo de Kiev, que comenzó en 2012, ha abierto un refugio para que los miembros de la comunidad puedan quedarse y comer antes de huir del país.
“La gente se queda unos días para esperar un tren o un autobús para trasladarse más lejos. Es una verdadera pequeña familia, a pesar de que la gente va y viene”, dijo Emson, que utiliza los pronombres ella/él, a Global News desde Ucrania.
“La comunidad LGTBI+ se encuentra entre la parte más vulnerable y pobre de la población”, dijo Emson. “La gente está perdiendo sus casas, perdiendo a sus familiares. Huyen de las bombas, huyen de los bombardeos”, dijo.
El Orgullo de Kiev es la mayor entidad de orgullo del país. El año pasado, 7.000 personas marcharon por el centro de la capital ucraniana durante las celebraciones del orgullo.
Desde que comenzó la invasión, la entidad ha prestado ayuda directa a 250 personas. Sin embargo, aunque la guerra termine, la lucha no lo hará, dijo Emson.
En los últimos años, Ucrania se ha enfrentado a un aumento de los delitos de odio homófobos y transfóbicos, s_dijo. Se prevé que esta cifra aumente una vez finalizada la invasión. “Esperamos que la gente utilice estos tiempos oscuros para impulsar acciones homófobas y transfóbicas. Cuando la guerra termine, nuestra lucha no habrá terminado”, dijo.
Según un informe de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales, en 2020 se produjeron 80 delitos de odio contra la comunidad. En el 27% de los casos, la policía que acudió al lugar de los hechos no hizo nada y en el 38% no registró el delito ni inició una investigación, según el informe.
Personas de todo el mundo han hecho donaciones al Orgullo de Kiev, o les han escrito ofreciéndose a acoger en sus casas a las personas refugiadas ucranianas LGTBI. “La comunidad LGTQ2S+ existe más allá de las fronteras y eso es lo que vemos. Cada dólar que recibimos es algo de comida para un miembro de la comunidad LGTQ2S+ y esto es lo que realmente se necesita ahora”, dijo Emson. “Todas las personas que recibieron ayuda del Orgullo de Kiev, recibieron ayuda de la comunidad mundial”.
Al igual que el Orgullo de Kiev, Insight, una entidad ucraniana de derechos LGTBI y de la mujer creada en 2008, ha abierto dos refugios desde que comenzó la guerra: uno cerca de la frontera polaca y el otro cerca de la frontera rumana.
Los refugios no sólo son un lugar al que acudir para quienes necesitan un lugar donde alojarse, comer o recibir medicinas, sino que también se ofrece apoyo jurídico, dijo Olena Shevchenko, presidenta de la entidad, a Global News desde Ucrania.
El equipo jurídico ha ayudado a las personas trans a huir del país de forma segura, dijo Shevchenko. Como el proceso para cambiar el género de una persona en documentos como el pasaporte puede ser difícil, algunos miembros de la comunidad pueden tener una documentación que no se ajusta a lo que son.
Estas personas han tenido problemas en la frontera desde la invasión, explicó Shechenko. Las mujeres trans con documentación de identificación masculina deben quedarse y luchar en la guerra, mientras que los hombres trans con documentación de identificación femenina deben pasar por un largo proceso para conseguir un “billete blanco” que les exima de unirse al ejército, dijo. “Estamos trabajando caso por caso, tratando de trasladarlas a la frontera”, dijo, señalando que la entidad ayudó a que una mujer trans y su pareja cruzaran la frontera polaca el miércoles.
Otras tres mujeres trans están esperando en el refugio para huir, junto con otros casi diez hombres trans.
En Odesa y Mykolaiv, la entidad LGTBI+ más antigua de Ucrania, la Asociación LGTBI LIGA, también ha creado dos refugios para la comunidad durante la guerra. “Ahora que la guerra ha llegado a nuestra casa, nos enfrentamos a ella de frente”, dijo un portavoz de la entidad a Global News. “Algunas personas LGTBI+ se han unido a las fuerzas armadas o a la defensa del territorio. Esto no es sorprendente porque el miedo a la muerte es menos importante para nosotros que perder nuestro país”.
La entidad militar ucraniana LGTBI+, cuyos objetivos incluyen una normativa militar inclusiva para la comunidad, ha elaborado una lista de miembros militares abiertos, entre los que se encuentra Iryna Bobyk, que ha estado documentando en línea desde que comenzó la guerra. “La segunda noche después del ataque, soñé con un pobre padre”, escribió el 2 de marzo antes de hablar de un sueño que tuvo desde la invasión.
Para apoyar a la comunidad LGTBI+ de Ucrania, los responsables de las entidades, incluida Emson, animan al mundo a “seguir presionando. Seguid yendo a las concentraciones por Ucrania. La guerra no ha terminado. Los rusos siguen bombardeando nuestras ciudades. Por favor, no nos dejéis solos”, dijo.
Comentarios desactivados en Activista ucraniana Elya Shchemur muerta por bombas rusas
Elya Shchemur
Elvira Schemur, una destacada activista LGBTQ+ en Ucrania, fue asesinada por un ataque aéreo ruso en Kharkiv a principios de este mes.
Las organizaciones y miembros del Orgullo de Ucrania están de luto por la activista Elya Shchemur, asesinada durante la invasión rusa de Ucrania.
Elya Shchemur, conocida entre sus amigos como Elvira, estudió derecho antes de la invasión rusa. También fue miembro destacado de la organización local Pride en la segunda ciudad más grande de Ucrania, Kharkiv. Al comienzo de la invasión rusa, se ofreció como voluntaria para la defensa regional de Kharkiv. Murió el 1 de marzo cuando un misil ruso impactó en el edificio de la administración regional donde se desempeñaba como voluntaria.
Las autoridades locales dicen que las bombas rusas mataron al menos a 500 personas y destruyeron 600 edificios en Kharkiv desde el comienzo de la invasión. Aunque los rusos hasta ahora no lograron rodear la ciudad, la incesante campaña de bombardeos ya destruyó una infraestructura sustancial.
El Orgullo de Ucrania describió a Elya Shchemur, de 21 años, como una activista y patriota.
“Elya participó en todas las acciones posibles y eventos democráticos de Kharkiv. Junto con Elya, pasamos por tres Kharkiv Prides y tres Women’s Solidarity Marchs. Elya participó activamente en intervenciones de derechos humanos y actuaciones de orgullo.
“Elya inspiró y motivó no solo a nuestro equipo, sino también a todos los voluntarios. La gente la siguió en su lucha por la libertad y la igualdad. Y cuando ella sonreía, todos le devolvían la sonrisa.
“Elya fue una de las primeras voluntarias del Orgullo de Kharkiv que se unió a la oficina de defensa de Kharkiv. Ella era valiente y valiente. Un patriota y un héroe. Y así la recordaremos y nunca la olvidaremos”.
Yesterday, we received a deeply tragic notification of the death of our volunteer Elya Shchemur.
Elya was an activist and a patriot: she participated in all possible actions and democratic events of Kharkiv.
— KharkivPride / Sphere NGO (@KharkivPride) March 18, 2022
Los héroes nunca mueren La publicación finalizaba: “¡Los héroes nunca mueren, solo los enemigos lo hacen! Toda la gloria para Ucrania, toda la gloria para nuestros héroes 🇺🇦🏳️🌈”
elvira inspired folks to follow her, to stand shoulder-to-shoulder in defense of freedom and equality. she was one of the first pride volunteers to join the kharkiv regional defense. she was brave and courageous. patriot and a hero.
— maksym.eristavi 🇺🇦🏳️🌈 (@MaximEristavi) March 17, 2022
Durante meses, los funcionarios occidentales informaron que Rusia estaba planeando una invasión de Ucrania que podría comenzar en cualquier momento, algo que Vladimir Putin negó rotundamente. Sin embargo, en las primeras horas del 24 de febrero, los funcionarios ucranianos declararon que Rusia había lanzado un ataque total contra el país, con tropas cruzando la frontera, dejando a las personas LGBTQ+ temerosas por lo que podría depararles el futuro.
Comentarios desactivados en Schevchuk advierte de genocidio en Ucrania y de una ola de deportaciones forzosas a Rusia
El patriarca católico ucraniano espantado por la situación de Mariúpol
Schevchuk advirtió que en los territorios temporalmente ocupados se están perpetrando “verdaderos crímenes contra la humanidad”
Alerta sobre una ola de deportaciones forzadas de ucranianos a Rusia
El arzobispo greco católico agradeció la labor de los rescatistas
(AICA).- El arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, su beatitud Sviatoslav Shevchuk, aseguró hoy que durante la noche ciudades y pueblos de Ucrania fueron sacudidos por los bombardeos, al señalar: “De nuevo los gritos, los llantos, los lamentos resonaron desde la tierra ucraniana hasta el Cielo, hasta los oídos de Dios”.
“Hoy nos sentimos especialmente angustiados por la ciudad de Mariúpol, donde se está produciendo un verdadero genocidio. La gente está muriendo no sólo por las armas del enemigo, sino también por el odio. Cientos de personas están muriendo de hambre, no sólo en la misma ciudad, sino también en sus alrededores”, advirtió en su mensaje diario a la comunidad.
📹 Mariupol está siendo el lugar más golpeado por el Ejército ruso en su guerra contra Ucrania y va camino de convertirse en una de esas ciudades borradas casi hasta los cimientos como Gernika, Coventry, Alepo, Grozni https://t.co/ACbXh70DRppic.twitter.com/1CWv3GWwBH
El patriarca greco católico denunció que “los territorios temporalmente ocupados se están cometiendo verdaderos crímenes contra la humanidad” y precisó: “Todos los días recibimos noticias de una verdadera catástrofe humanitaria. Se da lugar a asesinatos, saqueos, violaciones. Pero incluso allí, especialmente en el sur de Ucrania, la gente pacífica protesta contra las autoridades de la ocupación”.
“La gente protesta contra sus violadores y asesinos. Y demuestran que Khersón y otras ciudades que hoy están bajo ocupación, son Ucrania y quieren vivir en un estado ucraniano, libre e independiente”, agregó.
Monseñor Schevchuk pidió rezar por “las personas que están siendo llevadas de Ucrania aRusia”, al afirmar que hay “pruebas de otra ola de deportaciones forzadas de ciudadanos ucranianos a un país extranjero”, y agradeció especialmente por su trabajo a todos los rescatistas de Ucrania.
La ciudad de Mariupol resiste a un ultimátum que envió Rusia y que venció en las últimas horas. Mientras, Ucrania admite que la situación en todo el país “es muy difícil”. Sigue MINUTO A MINUTO todas las noticias de la guerra que tiene en vilo al mundohttps://t.co/RkI139Sc27
Queridos hermanos y hermanas en Cristo. Hoy es 21 de marzo de 2022 y Ucrania está viviendo ya el 26º día de esta injusta, de esta horrible guerra que Rusia libra contra el pacífico pueblo ucraniano, contra nuestro estado.
Hemos sobrevivido a esta noche gracias a Dios. Dios Nuestro Señor nos ha dado la luz del día. Pero esta noche se volvió a derramar sangre en Ucrania. De nuevo nuestras ciudades y pueblos fueron sacudidos por los bombardeos. De nuevo los gritos, los llantos, los lamentos resonaron desde la tierra ucraniana hasta el Cielo, hasta los oídos de Dios.
Hoy nos sentimos especialmente angustiados por la ciudad de Mariúpol, donde se está produciendo un verdadero genocidio… la gente está muriendo no sólo por las armas del enemigo, sino también por el odio… Cientos de personas están muriendo de hambre, no sólo en la misma ciudad, sino también en sus alrededores.
En los territorios temporalmente ocupados se están cometiendo verdaderos crímenes contra la humanidad. Todos los días recibimos noticias de una verdadera catástrofe humanitaria. Se da lugar a asesinatos, saqueos, violaciones. Pero incluso allí, especialmente en el sur de Ucrania, la gente pacífica protesta contra las autoridades de la ocupación. La gente protesta contra sus violadores y asesinos. Y demuestran que Khersón y otras ciudades que hoy están bajo ocupación, son Ucrania y quieren vivir en un estado ucraniano, libre e independiente.
Pido a todos que recemos por las personas que están siendo llevadas de Ucrania a Rusia. Tenemos pruebas de otra ola de deportaciones forzadas de ciudadanos ucranianos a un país extranjero. El destino que les espera allí ninguno de nosotros lo conoce, porque no son ellos los que podrán decidir qué hacer.
Hoy quiero agradecer especialmente por su trabajo a todos los rescatistas de Ucrania. Se trata de nuestros bomberos, así como también de los servicios de emergencia a distintos niveles. ¡Qué valor y qué fe hacen falta para prestar este servicio si cada día se bombardean y se destruyen las infraestructuras de nuestras ciudades y pueblos! Y estos incansables héroes trabajan obstinada e incansablemente para reconstruirlos cada día.
Son ellos quienes restablecen el suministro de electricidad, restablecen el suministro de gas, restablecen el suministro de calor a los hogares de nuestra gente. Cada día ven que el enemigo destruye el fruto de su trabajo, y se obstinan en construirlo y reconstruirlo al día siguiente. Muchos de ellos murieron bajo las bombas y los misiles del enemigo mientras cumplían celosamente su tarea. Ojalá haya más de estos rescatistas en Ucrania.
Qué importante que es que todo el mundo, que toda la comunidad mundial, imite a estos rescatistas, que desafían la guerra y recuperan el espacio para la vida. Que construyen la paz y salvan la vida de la gente en esta hodierna Ucrania en lucha.
Que Dios misericordioso bendiga nuestra tierra. Que Dios misericordioso le concede la victoria a Ucrania sobre su agresor ruso. Que Dios misericordioso conceda la victoria a nuestro ejército ucraniano. Se lo pedimos especialmente hoy a Dios Nuestro Señor en la oración.
Oh Señor, bendice a tus hijos. Bendice a tu pueblo. Bendice tu estado.
La bendición del Señor y su misericordia descienda sobre ustedes por su divina gracia y amor y permanezcan ahora y siempre y por los siglos de los siglos, amén.
¡Alabado sea Jesucristo!.
***
La ciudad de Mariupol resiste a un ultimátum que envió Rusia y que venció en las últimas horas. Mientras, Ucrania admite que la situación en todo el país “es muy difícil”. Sigue MINUTO A MINUTO todas las noticias de la guerra que tiene en vilo al mundohttps://t.co/RkI139Sc27
Shevchuk advierte de los ataques rusos a los templos: “En estos 25 días se han destruido unas 44 iglesias y otros edificios religiosos”
“Esta guerra criminal está destruyendo los santuarios de Ucrania”
“Pero nuestro clero, nuestros sacerdotes, siguen llevando a Jesús Eucaristía allí donde se lo espera”
“Oh Dios, bendice a Ucrania con la paz. Detén la guerra, detén al agresor, ten misericordia de tu pueblo”
“Agradezco a Su Santidad, el Santo Padre, quien visitó personalmente a los niños ucranianos que llegaron a Roma para recibir tratamiento en el Hospital “Bambin Gesù”, el Hospital “Niño Jesús”. Le agradezco, Santo Padre, que haya tocado personalmente las heridas de los niños de la guerra”
| RD/Aica
Monseñor Sviatoslav Shevchuk, Primado de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, afirmó hoy con tristeza que “esta guerra criminal está destruyendo los santuarios de Ucrania”.
“En estos 25 días se han destruido unas 44 iglesias y otros edificios religiosos”, expresó en su mensaje diario a la comunidad.
“Por extraño que parezca, la mayoría de estas iglesias pertenecen hoy a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Moscú”, precisó, y destacó: “Pero nuestro clero, nuestros sacerdotes, siguen llevando a Jesús Eucaristía allí donde se lo espera”.
La máxima autoridad greco católica agradeció a todos los que se reunieron este domingo en sus países, en sus templos para celebrar la misa y rezar por Ucrania y pedir “paz y tranquilidad” para este país del este europeo.
“Oh Dios, bendice a Ucrania con la paz. Detén la guerra, detén al agresor, ten misericordia de tu pueblo”, pidió.
Texto del mensaje diario
¡Alabado sea Jesucristo!
Queridos hermanos y hermanas en Cristo. Hoy es 20 de marzo de 2022. Y ya estamos viviendo el día 25o de esta guerra, del agresivo estado ruso contra la pacífica Ucrania.
El domingo, para nosotros los cristianos, es siempre un día cuyo centro es el Santo Sacramento de la Eucaristía, el Sacramento de la Comunión del Cuerpo y la Sangre de nuestro Salvador. El domingo, es el día del Señor, el día en que tratamos de dejar todo de lado para estar unidos a Dios. Pero hay que reconocer que el día domingo durante el tiempo de guerra se vive de un modo especial. Podemos decir que para nosotros los cristianos, en medio de la guerra, en medio de este mar de muerte, la Eucaristía se convierte en algo extraordinariamente importante. Hoy de modo particular podemos decirnos a nosotros mismos y al mundo entero: Sine Dominico non possumus. Sin la comunión del Cuerpo y la Sangre de Nuestro Salvador no podemos vivir. No podemos sobrevivir en estas condiciones de guerra. Es el Sacramento de la Eucaristía el que nos da esta vitalidad para vencer la muerte. Y volvemos a descubrir esa antigua verdad de que la Eucaristía es el antídoto contra la muerte.
Pero este domingo muchos en Ucrania no podrán participar en la Divina Liturgia. Por ejemplo, en Zaporizhzhia, hoy hay un toque de queda de 24 horas y nadie puede salir de su casa para ir a la iglesia.
Asimismo, en varias ciudades y pueblos de Ucrania hoy sobre civiles, sobre cristianos creyentes sedientos de Dios, misiles y bombas rusas caen del cielo.
Con tristeza afirmamos hoy que esta guerra criminal está destruyendo los santuarios de Ucrania. En estos 25 días se han destruido unas 44 iglesias y otros edificios religiosos. Por extraño que parezca, la mayoría de estas iglesias pertenecen hoy a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Moscú.
Pero nuestro clero, nuestros sacerdotes, siguen llevando a Jesús Eucaristía allí donde se lo espera. Nuestros capellanes militares celebran hoy la Divina Liturgia para nuestro ejército, alimentan con el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Redentor y con su Victoria, a los que luchan hoy por la victoria de Ucrania.
Hoy nuestros sacerdotes llevan el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Salvador allí donde se oyen los gritos y los gemidos de los heridos. Llevan a Jesús a nuestros hospitales militares, a los hospicios, a los refugios antiaéreos y a los sótanos, y así administran este Santo Sacramento. Nosotros hasta la guerra, la vivimos como una comunidad Eucarística. Y es justamente aquí donde reside nuestra fuerza.
Hoy quiero de todo corazón agradecer a todos los que se reunirán hoy en sus países, en sus templos para celebrar la Santa Misa para rezar por Ucrania. Ofrezcan la Santa Misa por la pidiendo paz y tranquilidad para Ucrania. Pidan la victoria de Ucrania y el fin de esta guerra. Pidan por la victoria de la paz sobre la guerra.
Hoy quiero dar las gracias a todos los que, una vez más, apoyan a nuestro pueblo. Agradezco a Su Santidad, el Santo Padre, quien visitó personalmente a los niños ucranianos que llegaron a Roma para recibir tratamiento en el Hospital “Bambin Gesù”, el Hospital “Niño Jesús”. Le agradezco, Santo Padre, que haya tocado personalmente las heridas de los niños de la guerra. Quiero dar las gracias a la Conferencia Episcopal Austríaca, que ha expresado su apoyo al pueblo ucraniano que lucha. A todos los obispos de los países de Europa que acogen a nuestros refugiados, que rezan por nosotros, que hablan a la conciencia de sus pueblos y de sus instituciones estatales, apoyando a Ucrania en su lucha.
Hoy rezamos por nuestro pueblo y por nuestra patria. Y te pedimos, oh Señor que has dicho: “donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo, en medio de ellos” (Mt. 18, 20), estate hoy con el pueblo ucraniano. Tú que dijiste “os aseguro también que si dos de vosotros se reúnen de acuerdo en la tierra para pedir algo en mi nombre les será dado” (Mt.18, 19), te pedimos hoy: “Oh Dios, bendice a Ucrania con la paz. Detén la guerra, detén al agresor, ten misericordia de tu pueblo.
La bendición del Señor y su misericordia descienda sobre ustedes por su divina gracia y amor y permanezcan ahora y siempre y por los siglos de los siglos, amén.
Comentarios desactivados en ¿Pero está Dios en Ucrania?
Il Sismografo es un blog en el que desde Roma un periodista chileno, Luis Badilla, recoge toda la información sobre hechos relacionados con la Iglesia en todo el mundo. Es una fuente extraordinaria de información que se está haciendo insustituible. De este blog sacamos este gran texto sobre el papa y lasituación de Italia, que coincide mucho con lo que yo expresaba ayer en mi carta al papa. AD.
“¡Te lo suplico, Dios mío,
trata de existir, al menos un poco, por mí,
abre tus ojos, te lo suplico!
No tendrás nada que hacer más que esto,
estar al tanto de lo que pasa: ¡es muy poco!
Pero, Señor, haz el esfuerzo de ver, ¡te lo ruego!
Vivir sin testigos que lo vean, ¡qué desgracia!
Por eso, forzando mi voz,
grito, grito:
Padre mío,
te lo ruego
y lloro:
¡Tú existes!”
Se trata de “La oración de un ateo creyente”, compuesta en el momento de la disidencia religiosa por un escritor ruso, Aleksandr Zinoviev, nacido en el ateísmo, y que, después de haberse adentrado en una búsqueda espiritual, fue expulsado, por esta razón, de su país. Una “oración” que me ha vuelto a la mente en estos días de tanto desastre. Y que irrumpe, casi pidiendo explicaciones al cielo, como una protesta angustiada.
“¿Pero está Dios en Ucrania hoy? Y si lo está, ¿por qué permite todo esto? ¿Por qué dejas morir a tanta gente inocente?” Ya ha miles de víctimas, especialmente ancianos, mujeres, niños. Ciudades devastadas, destruidas. Millones de personas huyendo, desarraigadas de sus tierras. Se habla de negociaciones, y, mientras tanto, seguimos devastando, matando. Seguimos en las redes sociales proponiendo diariamente la “historia” de la guerra, como si la guerra fuera un cuento de hadas o, peor aún, un espectáculo.
“¿Pero está Dios en Ucrania hoy?” Sí, por supuesto, es una cuestión ya arruinada desde el principio por el peso inevitable de la retórica que lleva consigo. Y, sin embargo, frente a lo monstruoso de lo que está sucediendo, es una pregunta que un creyente no puede sino hacerse a sí mismo. Hasta que, asombrado, llega a preguntarse: “Pero ¿es Dios quien está en silencio? ¿O son, más bien, los que permanecen en silencio, en un silencio culpable, quienes deberían exigir la radicalidad del Evangelio, hablar de paz y justicia en nombre de Dios?”
Y aquí me encuentro con el punto doloroso y cruel: ¿qué están haciendo los hombres de la Iglesia para evitar que continúe esa horrenda carnicería en Ucrania? Se necesitarían profetas, verdaderos profetas, quienes, abandonando la reticencia y la cautela, desarrollaran de manera plena, libremente, su función, como conciencia crítica de la comunidad humana. Profetas, verdaderos profetas, que, sin temor a pronunciar palabras llamando a las cosas por su nombre y condenando, invocaran la intervención de Dios, su juicio, sobre la crueldad de los hombres.
¿Y qué tenemos? Hasta ahora, solo ha habido un pequeño movimiento. Nunca una acusación directa y explícita contra Putin, llamándolo por su nombre, condenándolo por la invasión de un país soberano, por haber puesto en marcha el mecanismo perverso de una guerra. Ni una sola vez se ha hecho referencia a Rusia, a sus pretensiones hegemónicas, en sus comunicados, en sus discursos.
Ya conocíamos a las Iglesias ortodoxas, divididas entre sí, y demasiado apegadas a sus respectivos poderes temporales para permitirnos criticarlas. Pero lo más sorprendente ha sido la actitud de la Iglesia Católica, que desde hace décadas, especialmente desde el Concilio Vaticano II, ha desempeñado un papel protagonista en el mundo, en favor de la pacificación, de la justicia y de la solidaridad.
Es cierto. El Papa Francisco ha hecho algunos gestos de cierto significado, pero acompañados también de algunas contradicciones. Fue a visitar al embajador ruso ante la Santa Sede para expresar su fuerte preocupación por la guerra que había estallado; pero tal vez hubiera sido mejor (como lo hizo al día siguiente con la llamada telefónica al presidente Zelensky) expresar primero su solidaridad con el pueblo ucraniano. En el Ángelus del 27 de febrero, lanzó un llamamiento para el fin de la guerra, pero muy brevemente, después de una larguísima reflexión singular sobre la lectura del Evangelio, y, por supuesto, sin nombrar nunca ni a Putin ni a Rusia.
También es cierto que, mientras tanto, ha desarrollado una movilización extraordinaria en el frente humanitario, en particular en la acogida de refugiados. Pero está claro que, aunque es una obra muy valiosa, el compromiso de la Iglesia Católica no puede limitarse al de una ONG.
¿Y, entonces? Tal vez sería necesaria una decisión verdaderamente profética de Francisco. Deje de lado todas las dudas y condicionamientos de la diplomacia vaticana. Deshágase de razones tales como que es el representante de Cristo en la tierra, y olvídese de que es un jefe de Estado. Tome un avión y salga hacia Kiev, cite al patriarca ortodoxo de Moscú Kirill en la Plaza Majdan, en el centro de la capital ucraniana. Recen juntos, por la paz, por la reconciliación entre esos pueblos. Oren juntos, para pedirle al único Dios que evite la locura de una nueva guerra mundial.
Hay algo que, seguramente, lograrán. Al menos, ese día, como sucedió aquel 27 de octubre en Asís con motivo de la Jornada Mundial de Oración por la Paz, las armas estarán en silencio, nadie morirá.
Comentarios desactivados en Kirill sigue apoyando la guerra de Putin: “La rusofobia se está extendiendo en el mundo occidental a un ritmo sin precedentes”
El patriarca de Moscú se niega a mediar, pese a la petición del Consejo Mundial de las Iglesias
“Este trágico conflicto se ha convertido en parte de la estrategia geopolítica a gran escala destinada, ante todo, a debilitar a Rusia”
“Ahora los líderes occidentales están imponiendo tales sanciones económicas a Rusia que serán perjudiciales para todos. Hacen que sus intenciones sean descaradamente obvias: hacer sufrir no sólo a los líderes políticos o militares de Rusia, sino en particular al pueblo ruso”
“La rusofobia se está extendiendo en el mundo occidental a un ritmo sin precedentes“. El patriarca de Moscú, Kirill, parece decidido a apoyar, hasta el final, la guerra de Putin contra Ucrania. Y a extenderla a todo Occidente, pues, en su opinión, “este trágico conflicto se ha convertido en parte de la estrategia geopolítica a gran escala destinada, ante todo, a debilitar a Rusia”.
En sendas respuestas al Consejo Mundial de las Iglesias y al Consejo Ecuménico de las Iglesias, Kirill lamenta cómo “año tras año, mes tras mes, los Estados miembros de la OTAN han reforzado su presencia militar, ignorando la preocupación de Rusia de que estas armas puedan ser utilizadas algún día contra ella“.
Para el líder ortodoxo, “la rusofobia se está extendiendo en el mundo occidental a un ritmo sin precedentes” y “los líderes occidentales están imponiendo tales sanciones económicas a Rusia que serán perjudiciales para todos“. En respuesta a la carta del padre Ioan Sauca, secretario general del CMI, quien le pidió una “señal de esperanza” para frenar la escalada de la violencia, Kirill subraya que “este conflicto no comenzó hoy”.
Occidente, culpable
Es más: “Estoy firmemente convencido de que sus iniciadores no son los pueblos de Rusia y Ucrania, que proceden de la misma pila bautismal de Kiev, están unidos por una fe común, santos y oraciones comunes, y comparten un destino histórico común (…). El origen del enfrentamiento está en las relaciones entre Occidente y Rusia”.
Para Kirill, todo se remonta al fin de la URSS, escribe Kirill y la estrategia de rearme de la OTAN en los países de la órbita de la antigua Unión Soviética. “Las fuerzas políticas que se propusieron contener a Rusia no han luchado por sí mismas. Han planeado utilizar otros medios, habiendo buscado enemistarse con los pueblos hermanos: el ruso y el ucraniano. No han escatimado esfuerzos ni fondos para inundar Ucrania de armas e instructores de guerra. Sin embargo, lo más terrible no son las armas, sino el intento de “reeducación”, de convertir mentalmente a los ucranianos y a los rusos que viven en Ucrania en enemigos de Rusia”.
Ahí vincula Kirill el “cisma eclesiástico” del que acusa directamente al patriarca Bartolomé. “Y ahora los líderes occidentales están imponiendo tales sanciones económicas a Rusia que serán perjudiciales para todos. Hacen que sus intenciones sean descaradamente obvias: hacer sufrir no sólo a los líderes políticos o militares de Rusia, sino en particular al pueblo ruso. La rusofobia se está extendiendo en el mundo occidental a un ritmo sin precedentes”, concluye Kirill, quien pide al Consejo Mundial de las Iglesias que “pueda seguir siendo una plataforma de diálogo imparcial, libre de preferencias políticas y de un enfoque unilateral”.
Comentarios desactivados en Nos han quitado las palabras de la boca
Del blog de José Arregi Umbrales de luz:
Nos han quitado las palabras de la boca,
nuestros poemas mueren bajo las bombas
con quienes son asesinados en Kiev, en Mariúpol y en Járkiv.
La fuerza brutal quiere imponer el miedo y parece triunfar
en las dulces riberas del Dniéper.
Pero sabemos que un pueblo fraterno
se levanta siempre
y que la sangre de sus víctimas
no se derrama en vano en la tierra humillada.
Seguiremos en pie a su lado,
nos alumbraremos con la hoguera de su duelo,
con la llama de su ánimo.
No desfalleceremos.
Aunque parezca aniquilado,
el justo sale siempre victorioso de la barbarie.
Las vastas llanuras de Ucrania, desde Lviv a Donetsk,
donde crecen los trigales de la abundancia y de la alegría,
jamás olvidarán el ultraje,
no lo cubrirán con las nieblas del olvido.
Seguirá renaciendo la resistencia,
seguirán escapándose cantos cada vez más fuertes,
himnos cada vez más invencibles
en honor de la libertad
y de la primavera!
Dejemos que invadan
nuestros claros silenciosos y solidarios!
Dejemos que florezcan los brotes de nuestro amor,
alcemos en alto los colores
de nuestros corazones!
Comentarios desactivados en La ‘confesión’ de Epifanio: “El día de la invasión intentaron asesinarme tres veces”
“Soy el objetivo número cinco de la lista de rusos a los que hay que matar”
El primado de la Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Ucrania declaró que tres agentes rusos intentaron entrar en la catedral y, durante tres noches, entraron en el monasterio “para buscarme”
“Quiero agradecer al pueblo griego y a la Iglesia griega su ayuda. Ahora no podemos estar solos, debemos tener ayuda, y la sentimos venir de ustedes, de los griegos ortodoxos, esta ayuda”
El Metropolitano Epifanio de Kiev y toda Ucrania, Epifanio, confesó que el jueves 24 de febrero, el mismo día en que Rusia invadió Ucrania, espías rusos trataron de asesinarle hasta en tres ocasiones. En una entrevista a la televisión estatal griega, el primado de la Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Ucrania declaró que tres agentes intentaron entrar en la catedral del Arcángel Miguel.
“Quiero agradecer al pueblo griego y a la Iglesia griega su ayuda. Ahora no podemos estar solos, debemos tener ayuda, y la sentimos venir de ustedes, de los griegos ortodoxos, esta ayuda“, destacó Epifanio.
El metropolita reveló que durante tres noches, los rusos entraron en el monasterio, “para encontrarme. Las agencias extranjeras me han informado de que soy el objetivo número cinco de la lista de rusos a los que hay que matar”.
Comentarios desactivados en Cirilo, el Patriarca ruso blasfemo
“¡Que el Señor proteja la tierra rusa y bendiga las armas que han de emplearse!”, dice
“Una vez más, la religión sigue siendo inspiradora de guerras, lo que está siendo terriblemente salvaje, poniendo a Dios por testigo e invocando su sagrado nombre”
“¡Eminentísimo Sr. Cirilo, déjese de blasfemias litúrgicas de oblicuos agradecimiento, e interésese de verdad por contribuir a terminar cuanto antes con guerra tan feroz, como ‘religiosa'”
El inmenso y pútrido “blasfemódromo” que en los siglos de los siglos ahondó la humanidad “religiosa”, acaba de hacerlo reventar Kirill –“Cirilo” para los castellano-parlantes-, por más señas, Patriarca de la Iglesia cristiana de Moscú-, con ocasión de la inhumana guerra de Ucrania de la que se hacen eco fiel y unánime los medios de comunicación de todo el mundo.
El tal Cirilo, hijo y nieto de sacerdotes ortodoxos, nació en Leningrado-Petrogrado el 20 de noviembre de 1946, llegando a ser consagrado “hieromonje”, el uno de junio de 1967 la gran fiesta de la Santísima Trinidad. Fue entronizado como Patriarca de la “Tierra Rusa” -que incluía “Rusia, Ucrania, Bielorrusia y otras tribus y pueblos”– el día uno de febrero del Año del Señor 2009, ejerciendo de siempre como padre-director espiritual de su paisano y amigo Wladimir Putín.
Las crónicas más recientes informan que el citado Patriarca, XVI de los de Moscú, lamenta que “las fuerzas del mal quieren romper la unidad histórica entre las naciones rusas”, por lo que es justa y legítima la guerra declarada por Putin, dado que “no debemos permitir que fuerzas externas oscuras y hostiles se rían de nosotros”.
“¡Que el Señor proteja la tierra rusa y bendiga las armas que han de emplearse!”, resulta ser, más que una jaculatoria dirigida a la Divinidad por su representante supremo eclesiástico, fruto y consecuencia de un exceso de vodka que, aunque literalmente significa “agüita”, es una bebida rusa que concentra los más altos grados de alcohol… El brindis a su amigo Putin, reconcentrado en la frase de ser este personaje “un milagro de Dios”, y la posibilidad de represaliar a Epifanio I, patriarca de la Iglesia de Ucrania, escindida de la de Moscú, e independiente desde el año 2019, pueden contabilizarse como con-causas de la declaración de esta guerra.
Una vez más, la religión sigue siendo inspiradora de guerras, con lo que se augura que será -está siendo- terriblemente salvaje, poniendo a Dios por testigo e invocando su sagrado nombre.
¿Es que no hay salvación, si no dentro también de la Iglesia rusa, de modo similar como se nos adoctrinó a los católicos, apostólicos y romanos, tan repetidamente y con carácter de dogma, inherente al Credo?
No descarto la posibilidad de que, tal y como está hoy todo lo que se relaciona con la religión, no pocos involucren las palabras de Cirilo con comportamientos católicos jerárquicos, y lleguen a la conclusión de que precisamente donde no hay salvación no es fuera de la Iglesia, sino dentro de ella, sea rusa o católica…
¡Eminentísimo Sr. Cirilo, déjese de blasfemias litúrgicas de oblicuos agradecimiento, e interésese de verdad por contribuir a terminar cuanto antes con guerra tan feroz, como “religiosa” y, por el momento, márchese al frente, en primera línea o, al menos, baje al refugio del “metro” y aliméntese del dolor y las lágrimas de niños y madres…¡
No olvide que usted y su patrocinador Wladimir Putin, son merecedores de ser condenados como criminales de lesa humanidad… Y, por amor de Dios, no destruyan la catedral infinita de Kiev…
Comentarios desactivados en Kirill justifica la invasión rusa de Ucrania como una cruzada contra el “desfile gay” que propugna Occidente
Putin y Kirill
El patriarca de Moscú solo encomienda a “nuestros hermanos del Donbass”
Para Kirill, de hecho, se trata de luchar contra la promoción de modelos de vida pecaminosos y contrarios a la tradición cristiana
“Esta primavera se ha visto ensombrecida por graves acontecimientos relacionados con el deterioro de la situación política en el Donbass, prácticamente el estallido de las hostilidades”
“Para entrar en el club de esos países es necesario organizar un desfile del orgullo gay”
| RD/Rai
Sus vínculos con Vladimir Putin son bien conocidos, pero no se esperaba un sermón así. En el discurso pronunciado ayer por el Patriarca de Moscú, Kirill, con motivo del Domingo del Perdón, que en Rusia abre la Cuaresma. Kirill dijo que la guerra en Ucrania es una especie de cruzada contra los países que apoyan los derechos de los homosexuales.
En los últimos días, muchos, tanto católicos como ortodoxos ucranianos, le habían pedido que interviniera contra la invasión de Ucrania.
Sin embargo, en lugar de utilizar palabras de plena condena, justificó la operación militar. Para Kirill, de hecho, se trata de luchar contra la promoción de modelos de vida pecaminosos y contrarios a la tradición cristiana. El ejemplo más importante de todos es el Orgullo Gay.
En su sermón al final de la Divina Liturgia en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, el patriarca dijo en primer lugar que “esta primavera se ha visto ensombrecida por graves acontecimientos relacionados con el deterioro de la situación política en el Donbass, prácticamente el estallido de las hostilidades”.
A continuación, centró toda su argumentación en la necesidad de luchar contra los modelos de vida que promueven los desfiles gay.
“Si la humanidad reconoce que el pecado no es una violación de la ley de Dios“, señaló, “si la humanidad acepta que el pecado es una de las opciones de comportamiento humano, entonces la civilización humana terminará ahí“. Y los desfiles de homosexuales “están pensados para mostrar que el pecado es una de las variantes del comportamiento humano”.
“Por eso, para entrar en el club de esos países es necesario organizar un desfile del orgullo gay”, continuó, “y sabemos cómo la gente se resiste a estas exigencias y cómo esta resistencia es reprimida por la fuerza”. Esto significa que se trata de imponer por la fuerza un pecado condenado por la ley de Dios”.
Según Kirill, “lo que está ocurriendo hoy en el ámbito de las relaciones internacionales, por tanto, no sólo tiene un significado político”: “se trata de la salvación humana, de dónde acabará la humanidad”.
“Todo lo que digo no tiene sólo un significado teórico y no sólo un significado espiritual. En torno a este tema hay hoy una verdadera guerra“, señaló. “Hemos entrado en una lucha que no tiene un significado físico, sino metafísico”, dijo sobre la necesidad de luchar. Sé cómo, por desgracia, los ortodoxos, los creyentes, eligiendo el camino de menor resistencia en esta guerra, no reflexionan sobre todo lo que pensamos hoy, sino que siguen humildemente el camino que les muestran los poderes establecidos”.
“Hoy, nuestros hermanos del Donbass, los ortodoxos, están sufriendo sin duda, y no podemos sino estar con ellos, especialmente en la oración”, concluyó Kirill, sin referirse en ningún momento a las víctimas de Ucrania en su conjunto.
Asimismo, “debemos rezar para que la paz llegue cuanto antes, para que la sangre de nuestros hermanos y hermanas se detenga, para que el Señor incline su misericordia hacia la sufrida tierra del Donbass, que lleva ocho años soportando este triste signo, generado por el pecado y el odio humanos”.
Finalmente, Kirill rezó por los soldados, presumiblemente rusos, ignorando el sufrimiento de los civiles en Ucrania y las iglesias afectadas por los bombardeos.
Comentarios desactivados en ¡Malditas sean todas las guerras!
Malditas las industrias de armamento
que se alimentan perpetuando los conflictos.
Malditas las mentes criminales
que nos privan de convivir, dialogar
y entendernos de forma cordial,
tratándonos como seres humanos.
Malditas sean las leyes injustas
y las decisiones despiadadas
que solo buscan el enfrentamiento.
Malditos los organismos internacionales
y las organizaciones de defensa
que fomentan o permanecen indiferentes
ante la muerte de tantas víctimas inocentes
y el recrudecimiento de las hostilidades.
Benditos sean quienes salen a las calles
para gritar: «No a la guerra, a todas las guerras»;
quienes buscan cualquier resquicio
que dé una oportunidad a la paz;
quienes acogen y cuidan a las personas heridas
y desplazadas por los combates.
Benditos sean quienes sacan a la luz
las raíces del conflicto y trabajan por eliminar
los obstáculos para que los acuerdos
sean sinceros y duraderos en el futuro;
quienes despliegan una gran humanidad
para recrear la humanidad perdida
en los enfrentamientos y el odio inhumano.
Comentarios desactivados en Carta de Simone Weil a Georges Bernanos
Una misiva muy iluminadora precisamente ahora con motivo del conflicto ruso-ucraniano-internacional
“Durruti dio al muchacho veinticuatro horas de reflexión; al cabo de veinticuatro horas, el chico dijo no y fue fusilado. Durruti era, sin embargo, en algunos aspectos, un hombre admirable”
“Cuando se sabe que es posible matar sin arriesgarse a un castigo ni reprobación, se mata; o al menos se rodea de sonrisas alentadoras a aquellos que matan”
“Estuve a punto de asistir a la ejecución de un sacerdote; durante los minutos de espera, me preguntaba si simplemente iba a mirar o haría que me fusilaran al tratar de intervenir”
“Se parte como voluntario, con ideas de sacrificio, y se cae en una guerra que se parece a una guerra de mercenarios, con muchas crueldades de más y el sentido del respeto debido al enemigo de menos”
| Simone Weil
La escritora Simone Weil participó en la Guerra Civil española y formó parte de la Resistencia Francesa. En esta carta, publicada en ‘El viejo topo’, dirigida al intelectual orgánico Georges Bernanos, cristiano a conciencia, llama la atención sobre las ejecuciones que se realizan invocando una ideología.
Estimado señor:
Por ridículo que sea escribir a un escritor, que está siempre, por la naturaleza de su oficio, inundado de cartas, no puedo resistirme a hacerlo después de haber leído Los grandes cementerios bajo la luna. No es la primera vez que un libro suyo me afecta; el rural Diario de un cura es a mis ojos el más hermoso, al menos de los que he leído, y ciertamente un gran libro. Pero aunque me hayan podido gustar otros libros suyos, no tenía ninguna razón para importunarle escribiéndole.
En cuanto a este último es otra cosa; he tenido una experiencia que responde a la suya, aunque mucho más breve, menos profunda, situada en otro lugar y vivida, en apariencia —solamente en apariencia— en un espíritu muy distinto.
Yo no soy católica, aunque —lo que voy a decir parecerá presuntuoso a cualquier católico, dicho por un no católico, pero no me puedo expresar de otra manera— nada católico, nada cristiano me haya parecido nunca ajeno. A veces me he dicho que si se fijara a las puertas de las iglesias un cartel diciendo que se prohíbe la entrada a cualquiera que disfrute de una renta superior a tal o cual suma, poco elevada, yo me convertiría inmediatamente. Desde la infancia, mis simpatías se han dirigido hacia los grupos que se identificaban con las capas despreciadas de la jerarquía social, hasta que he tomado conciencia de que tales grupos son de una naturaleza que hace extinguirse cualquier simpatía.
El último que me había inspirado alguna confianza era la CNT española. Había viajado un poco por España antes de la guerra civil; muy poco, pero lo suficiente para sentir el amor que es difícil no experimentar hacia ese pueblo; yo había visto en el movimiento anarquista la expresión natural de sus grandezas y sus defectos, de sus aspiraciones más legítimas y de las menos legítimas. La CNT, la FAI eran una mezcla asombrosa, donde se admitía a cualquiera, y donde, en consecuencia, se podría encontrar inmoralidad, cinismo, fanatismo, crueldad, pero también amor, espíritu de fraternidad y, sobre todo, la reivindicación del honor tan hermosa entre los hombres humillados; me parecía que aquellos que iban allí animados por un ideal prevalecían sobre aquellos a los que impulsaba la violencia y el desorden.
En julio de 1936 yo estaba en París. No me gusta la guerra, pero lo que siempre me ha provocado más horror que la guerra es la situación de los que se encuentran en retaguardia. Cuando comprendí que, a pesar de mis esfuerzos, no podía dejar de participar moralmente en esa guerra, es decir, desear todos los días, a todas horas, la victoria de unos y la derrota de los otros, me dije que París era para mí la retaguardia, y tomé el tren para Barcelona con la intención de comprometerme. Era a principios de agosto de 1936.
Un accidente me hizo abreviar forzosamente mi estancia en España. Estuve algunos días en Barcelona, después en pleno campo aragonés, junto al Ebro, a una quincena de kilómetros de Zaragoza, en el mismo lugar en que recientemente las tropas de Yagüe han pasado el Ebro. Después en el palacio de Sitges transformado en hospital; después nuevamente en Barcelona; en total, aproximadamente dos meses. Dejé España a mi pesar y con la intención de regresar; más tarde, voluntariamente no he hecho nada. No sentía ya ninguna necesidad interior de participar en una guerra que no era ya, como me había parecido al principio, una guerra de campesinos hambrientos contra propietarios terratenientes y un clero cómplice de los propietarios, sino una guerra entre Rusia, Alemania e Italia.
He conocido ese olor de guerra civil, de sangre y de terror que desprende su libro; lo había respirado. No he visto ni oído nada, debo decirlo, que alcance la ignominia de algunas historias que usted cuenta, esos asesinatos de viejos campesinos a golpes de garrote. Sin embargo, lo que oí bastaba. Estuve a punto de asistir a la ejecución de un sacerdote; durante los minutos de espera, me preguntaba si simplemente iba a mirar o haría que me fusilaran al tratar de intervenir; todavía no sé qué habría hecho si una feliz casualidad no hubiera impedido la ejecución.
Cuántas historias se agolpan bajo mi pluma… Pero sería demasiado largo; ¿y para qué? Una sola bastará. Estaba en Sitges cuando llegaron, vencidos, los milicianos de la expedición de Mallorca. Habían sido diezmados. De cuarenta muchachos jóvenes que habían salido de Sitges, habían muerto nueve. Sólo se supo a la vuelta de los otros treinta y uno. La misma noche siguiente se hicieron nueve expediciones punitivas, se mató a nueve fascistas, o supuestamente tales, en esta pequeña ciudad donde, en julio, no había pasado nada. Entre esos nueve, un panadero de unos treinta años, cuyo crimen era, me dijeron, haber pertenecido a la milicia de los «Somatén»; su anciano padre, del que era hijo único y el único sostén, se volvió loco.
Otra: en Aragón, un pequeño grupo internacional de veintidós milicianos de todos los países cogió, después de una escaramuza, a un joven de quince años que combatía como falangista. Nada más ser cogido, temblando por haber visto cómo morían sus camaradas junto a él, dijo que se le había enrolado a la fuerza. Se le registró, se le encontró una medalla de la Virgen y un carné de falangista. Se le envió a Durruti, jefe de la columna, que tras haberle expuesto durante una hora las bellezas del ideal anarquista le dio la elección entre morir y enrolarse inmediatamente en las filas de aquellos que lo habían hecho prisionero, contra sus camaradas de la víspera. Durruti dio al muchacho veinticuatro horas de reflexión; al cabo de veinticuatro horas, el chico dijo no y fue fusilado. Durruti era, sin embargo, en algunos aspectos, un hombre admirable. La muerte de este joven héroe no ha dejado nunca de pesar sobre mi conciencia, aunque no lo haya sabido sino después.
Y esto otro: en una aldea que rojos y blancos habían tomado, perdido, retomado, vuelto a perder, no sé cuántas veces, los milicianos rojos, habiéndola vuelto a tomar definitivamente, encontraron en las cuevas un puñado de seres despavoridos, aterrorizados y hambrientos, entre ellos tres o cuatro jóvenes. Razonaron así: si estos jóvenes, en lugar de venirse con nosotros la última vez que nos hemos retirado, han permanecido aquí y han esperado a los fascistas, es que son fascistas. Por lo tanto, los fusilaron inmediatamente, después dieron de comer a los demás y se creyeron muy humanos.
Una última historia, ésta de la retaguardia: dos anarquistas me contaron una vez cómo, con otros camaradas, habían cogido a dos sacerdotes; a uno se le mató en el sitio, en presencia del otro, de un disparo de revólver; después se dijo al otro que podía marcharse. Cuando estaba a veinte pasos, se le abatió. El que me contaba la historia se asombró mucho de no verme reír.
En Barcelona se mataba como media, en forma de expediciones punitivas, a una cincuentena de hombres por noche. Proporcionalmente, era mucho menos que en Mallorca, puesto que Barcelona es una ciudad de casi un millón de habitantes; por otra parte, se desarrolló allí durante tres días una sangrienta batalla callejera. Pero tal vez las cifras no sean lo esencial en semejante materia. Lo esencial es la actitud con respecto al hecho de matar a alguien. Ni entre los españoles, ni siquiera entre los franceses llegados, sea para combatir, sea para darse un paseo —estos últimos con mucha frecuencia intelectuales blandos e inofensivos—, he visto nunca expresar, ni siquiera en la intimidad, la repulsión, el desagrado ni tan sólo la desaprobación por la sangre vertida inútilmente. Usted habla de miedo. Sí, el miedo ha tenido una parte en esas matanzas; pero allí donde yo estaba no he visto la parte que usted le atribuye. Hombres aparentemente valientes —de uno de ellos, al menos, he constatado personalmente su valor— contaban con una sonrisa fraternal, en medio de una comida llena de camaradería, cómo habían matado a sacerdotes o a «fascistas», término muy amplio.
En cuanto a mí, tuve el sentimiento de que, cuando las autoridades temporales y espirituales han puesto una categoría de seres humanos fuera de aquellos cuya vida tiene un precio, no hay nada más natural para el hombre que matar. Cuando se sabe que es posible matar sin arriesgarse a un castigo ni reprobación, se mata; o al menos se rodea de sonrisas alentadoras a aquellos que matan. Si por casualidad se experimenta primero cierto desagrado, se calla y pronto se lo sofoca por miedo a parecer que se carece de virilidad.
Hay ahí una incitación, una ebriedad a la que es imposible resistirse sin una fuerza de ánimo que me parece excepcional, puesto que no la he encontrado en ninguna parte. He encontrado en cambio franceses pacíficos, que hasta ese momento yo no despreciaba, a los que no se les habría ocurrido ir por sí mismos a matar, pero que se sumergían en esa atmósfera impregnada de sangre con un visible placer. Nunca podré sentir por ellos, en el futuro, ninguna estima.
Una atmósfera así borra pronto el objetivo mismo de la lucha. Pues no se puede formular el objetivo más que reconduciéndolo al bien público, al bien de los hombres, y los hombres tienen un valor nulo. En un país en que los pobres son, en su gran mayoría, campesinos, el mayor bienestar de los campesinos debe ser un objetivo esencial para todo grupo de extrema izquierda; y esta guerra fue tal vez, ante todo, al principio, una guerra por y contra la repartición de tierras. Y bien, esos míseros y magníficos campesinos de Aragón, tan dignos bajo las humillaciones, no eran para los milicianos siquiera un objeto de curiosidad. Sin insolencias, sin injurias, sin brutalidad —al menos yo no vi nada de eso, y sé que robo y violación eran merecedores, en las columnas anarquistas, de pena de muerte— un abismo separaba a los hombres armados de la población desarmada, un abismo semejante al que separa a los pobres y a los ricos. Se sentía en la actitud siempre algo humilde, sumisa, temerosa de unos, en la soltura, la desenvoltura, la condescendencia de los otros. Se parte como voluntario, con ideas de sacrificio, y se cae en una guerra que se parece a una guerra de mercenarios, con muchas crueldades de más y el sentido del respeto debido al enemigo de menos.
Podría prolongar indefinidamente estas reflexiones, pero debo limitarme. Desde que estuve en España, oigo, leo todo tipo de consideraciones sobre España, y no puedo citar a nadie, aparte de usted, que se haya sumergido, que yo sepa, en la atmósfera de la guerra española y lo haya resistido. Usted es monárquico, discípulo de Drumont: ¿qué me importa? Usted me es más cercano, sin comparación, que mis camaradas de las milicias de Aragón, esos camaradas a los que, sin embargo, yo amaba.
Lo que dice del nacionalismo, de la guerra, de la política exterior francesa después de la guerra me ha llegado igualmente al corazón. Yo tenía diez años cuando el tratado de Versalles. Hasta entonces había sido patriota con toda la exaltación de los niños en período de guerra. La voluntad de humillar al enemigo vencido, que se desbordó por todas partes en ese momento (y en los años que siguieron) de una manera tan repugnante, me curó de una vez por todas de ese patriotismo ingenuo. Las humillaciones infligidas por mi país me son más dolorosas que las que éste pueda sufrir.
Temo haberle molestado con una carta tan larga. No me queda más que expresarle mi más sincera admiración.
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