Detenidos y torturados 30 hombres en Irán acusados de ser homosexuales
30 detenidos en una fiesta privada en la región de Esfahan en Irán acusados de ser homosexuales.
Según informa la ONG canadiense Iranian Railroad for Queer Refugees, la policía de Irán ha detenido a 30 hombres (de entre 16 y 30 años) acusados de ser homosexuales.
Según parece los 30 hombres participaban en una fiesta privada en la región de Esfahan hasta que fueron detenidos por la policía y retenidos en un cuartel de la Guardia Revolucionaria, para después ser trasladados a la prisión de Dastgerd. “Unos pocos pudieron escapar y tenemos informes de que entre los detenidos había varios hombres heterosexuales. Después de varios días las familias fueron informadas de que sus hijos habían sido detenidos por sodomía.” han explicado desde la IRQR.
La comunidad LGTB de Esfahan está ahora bajo amenaza puesto que se sabe que los detenidos fueron obligados a escribir listas completas con los nombres de amigos y conocidos que también fueran gais.
Se ha asignado a un fiscal especial que se encargará del caso mientras los detenidos, que según informa la misma ONG han sido golpeados severamente durante su retención, serán enviados al Departamento de Jurisprudencia Médica de Esfahan para que se les realice un “examen anal” con el que esperan poder demostrar ante el tribunal que practicaban la sodomía.
Casualmente esta misma semana el colegio de médicos de Túnez pidió a las autoridades que dejen de utilizar este tipo de exámenes para “probar” la homosexualidad de alguien pues no sólo son una salvajada sino que no sirven absolutamente para nada. Aunque los exámenes anales están prohibidos por las leyes internacionales, aún hay muchos países que los practican (sobre todo en África) y se les conoce como el “test de la vergüenza”.
La homosexualidad en Irán puede ser castigada con penas de cárcel, castigo corporal o incluso con la muerte.
La difícil situación de las personas LGTB en Irán
Mahmoud Asgari, 16 años y Ayaz Marhoni, de 18
El colectivo LGTB iraní vive en una situación terriblemente difícil, especialmente los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres. Son muchos los ejemplos que hemos recogido en el pasado. Cualquier intento de aperturismo es además perseguido con saña. Sirva de ejemplo reciente el caso del mulá gay Taha, que casaba a parejas del mismo sexo en secreto, y tuvo que huir de Irán por las amenazas de muerte de otros clérigos musulmanes. Como recogíamos en junio del pasado año, Taha oficiaba bodas igualitarias en Irán, según el rito islámico. Y aunque lo hacía en secreto, otros clérigos musulmanes cuestionaban que se dejara ver con hombres gais e incluso sospechaban de su orientación homosexual. Al final, su situación se volvió insostenible y se vio obligado a abandonar el país, temiendo por su propia vida.
Aunque el propio Gobierno de la república islámica de Irán ha llegado a reconocer que entre la población juvenil del país existe una alta proporción de homosexuales, las personas LGTB están sujetas a toda clase de discriminaciones, violencia y estigmatización (muchas veces, incluso por sus propias familias y círculos más próximos). En 2005, Mahmoud Asgari de 16 años de edad, y Ayaz Marhoni, de 18 años de edad, fueron ahorcados públicamente por ser gays, acusados de haber violado a un niño de 13 años. Desde 2007 no se habían reportado casos de penas de muerte por homosexualidad en el país islámico. Ese año, fue ejecutado un adolescente, Makwan Mouloudzadeh, quien había confesado haber mantenido una relación homosexual anal a los 13 años. Son pocos los casos con final feliz.
En 2013, la Guardia Revolucionaria iraní, encargada de velar por el mantenimiento del orden islámico en el país, comunicaba la detención de una “red de homosexuales y satanistas” en la ciudad de Kermanshah, cercana a la frontera con Irak. Entre los detenidos había tanto ciudadanos iraníes como iraquíes. En 2014, Abdullah Ghavami Chahzanjiru y Salman Ghanbari Chahzanjiri fueron ejecutados acusados de “sodomía”. Sus muertes forman parte de una oleada de ejecuciones en Irán, que sumó ya más de 400 hasta agosto de 2014, según la ONG Iran Human Rights. La legislación iraní establece para las prácticas homosexuales castigos que incluyen la flagelación y la pena de muerte.
Y aunque, como decíamos anteriormente, muchas personas LGTB procedentes de países como Irán buscan refugio en Turquía, no dejan de correr riesgos. Recogíamos en 2015 la denuncia del programa para refugiados de Iranian Queer Organization (IRQO), grupo de defensa de los derechos LGTB radicado en Canadá, con respecto al incremento de las agresiones que sufren los refugiados iraníes en Turquía por su orientación sexual o identidad de género.
Fuente | Gay Star News, vía EstoyBailando/Cristianos Gays
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