El Ministro marroquí Mustapha Ramid culpa a la víctima de una brutal agresión LGTBfoba de lo ocurrido y pide a los homosexuales que no “provoquen” ataques Y
Así que la víctima resulta ser la provocadora… Repugnante
Lamentables declaraciones las del ministro de Justicia marroquí, el islamista Mustafá Ramid, en relación al brutal ataque sufrido hace unos días por una mujer transgénero a mano de un grupo de salvajes, en la ciudad de Fez. En ellas, Ramid insinúa que las personas LGTB son coculpables de las agresiones que reciben. La ONG Human Rights Watch no ha tardado en denunciar públicamente esta intolerable actitud que, sin lugar a dudas, contribuye a fomentar la LGTBfobia social.
Human Rights Watch (HRW) ha pedido al Gobierno marroquí que deje de “hacer comentarios homófobos” después de que el ministro de Justicia, Mustafa Ramid, realizara unos comentarios homófobos tras el linchamiento de una mujer transgénero en Fez por una multitud de personas. El ataque de odio en la ciudad marroquí de Fez ha derivado en una serie de polémicas declaraciones por parte del ministro de Justicia, Mustafá Ramid, que aunque ha abogado por procesar a los responsables también ha pedido a los homosexuales que dejen de “provocar”.
En un comunicado emitido esta misma semana, HRW señalaba que “al mismo tiempo que el ministro de Justicia Mustafá Ramid ha dicho que los agresores deben ser procesados y que dos sospechosos permanecen bajo custodia, este ha hecho también varias declaraciones contra los homosexuales desde que tuvo lugar el asalto. Dijo que los homosexuales deben evitar ‘provocar a la sociedad’, y que los ciudadanos no deben ‘hacer cumplir la ley por sí mismos’ – como si la víctima hubiese provocado el incumplimiento de la ley debido a su apariencia. El Ministerio de Justicia procesa con frecuencia a hombres bajo las leyes contra la homosexualidad del país”.
El ministro de Justicia ha abogado por localizar y juzgar a los responsables, dentro de unas investigaciones en las que ya han sido detenidos dos hombres de 30 años. Sin embargo, HRW ha denunciado que Ramid ha incluido en varias de sus reacciones declaraciones homófobas. El 6 de julio, una semana después del ataque, Ramid insistió en que “la homosexualidad no debería permitirse en Marruecos” y advirtió de que no “asumirá la responsabilidad” de defender al colectivo LGTBI “ante Alá”. “No dejaremos que haya quien aplique la ley por su cuenta, pero las personas implicadas no deberían provocar a la sociedad, porque la sociedad es como es”, apostilló el ministro, culpando también de este tipo de incidentes a las víctimas.
Asimismo, la directora para Oriente Medio y Norte de África de Human Rights Watch, Sarah Leah Whitson, apuntó que “lo que la persona a cargo de la justicia en Marruecos debería anunciar a raíz de este ataque homófobo es una política de tolerancia cero hacia este tipo de ataques“.
La paliza tuvo lugar en la madrugada del 29 de junio, cuando un taxista expulsó a un pasajero al grito de “janit“, el término peyorativo para homosexuales u hombres afeminados. Una multitud rodeó a esta persona y le golpeó, según la versión ofrecida por la víctima a Human Rights Watch (HRW) y los vídeos difundidos en Internet. El terrible episodio al que hacemos referencia tuvo lugar en la madrugada del pasado lunes 29 de junio, cuando un grupo de jóvenes agredía brutalmente a una mujer transgénero. La grabación de la agresión llegó al medio marroquí Goud que procedió a difundir el vídeo, que acabó siendo viral. Gracias a esto, las autoridades marroquíes pudieron perseguir y detener a dos de los agresores por haber actuado “fuera de la ley”.
En la citada grabación se muestra a la víctima intentando escapar de un taxi oscuro tras mantener una disputa con el conductor, que acabó echándola del coche al grito de ‘khanit’ (término local despectivo para referirse a los homosexuales). Los agresores, todos ellos hombres jóvenes, prácticamente la sacan del coche y empiezan a agredirla brutalmente con puñetazos y golpes. La mujer acaba en el suelo, mientras los agresores la patean, hasta que la víctima parece quedar semiinconsciente. De repente saca fuerzas de flaqueza, consigue ponerse de pie y corre despavorida, mientras la turba la persigue. Afortunadamente, tras un instante de gran angustia, acaba por refugiarse en un mercado donde un policía armado hace valer su autoridad. La mujer pudo ser finalmente evacuada en un coche de policía al que los agresores continuaron arrojando botellas, según los medios que cubrieron la noticia.
“El pasado 1 de julio, la policía anunció la detención de dos sospechosos de 30 años de edad. Al parecer, el 7 de julio el tribunal de Fez se negó a poner en libertad provisional a los sospechosos y programó una segunda audiencia para el próximo 23 de julio. Medios de comunicación marroquíes informaron de que los detenidos están siendo acusados de asalto. Cincuenta y cinco abogados de varias regiones del país, muchos en representación de las organizaciones marroquíes de derechos humanos, han ofrecido apoyo legal a la víctima”, aportaba la misma nota de prensa emitida por HRW.
“Los gritos del taxista provocaron todo”, ha lamentado la víctima de la paliza en una entrevista con HRW. En este sentido, ha negado que, como sugiere el ministro, tenga parte de responsabilidad en lo ocurrido: “No incité el ataque ni me lo merezco. Soy como cualquier otra persona”.
Este lamentable episodio, como tantos otros que tienen lugar prácticamente a diario en el país, ponen de relieve la delicada situación que aún hoy viven las personas LGTB en Marruecos. Lo cierto es que aún existe un elevado grado de homofobia social, por no hablar de la LGTBfobia de Estado. En ese sentido, cabe recordar que si bien la legislación marroquí castiga las relaciones sexuales entre hombres con multas y penas que pueden llegar a los tres años de cárcel, la aplicación de dicha normativa se considera relajada en comparación con otros países musulmanes. Una tendencia que sin embargo parece estar cambiando, a la luz de las últimas noticias que llegan del país.
Fuente Cáscara Amarga y Dosmanzanas
Comentarios recientes