La exdiputada transexual italiana Vladimir Luxuria se convierte de nuevo al catolicismo.
Leemos en Cáscara Amarga:
Marcos Fernández. 13 Febrero 2014
Luxuria es una de las activistas LGTB más populares en Italia y asegura que tras años renegando del Vaticano y de la fe católica, el nuevo Papa Francisco ha conseguido en ella un cambio de actitud.
Diputada de 2006 a 2008, Valeria Luxuria es un estandarte en la defensa de los derechos de la comunidad LGTB en Italia. Hasta hace poco también era una de las máximas representantes del colectivo que reniega de la fe católica por su rechazo a la homosexualidad. Sin embargo, la transexual más famosa del país transalpino ha cambiado de opinión y afirma que el Papa Francisco es la razón de su acercamiento al catolicismo.
Las declaraciones del recién elegido nuevo Papa, el argentino Jorge María Bergoglio, han sido del agrado de Vladimir Luxuria, que ha dicho que “con él se abre una nueva época, lo que ha terminado de convencerme para volver a la Iglesia, pese a todas sus contradicciones”. De este modo, la exdiputada italiana abandonará el budismo donde confiesa haber encontrado hace años el mejor refugio para defender de los ataques a su transexualidad.
Luxuria subraya que las palabras de Bergoglio del pasado septiembre en las que defendía que él no era quien para juzgar a los gays la devolvieron a la fe. La popular activista italiana explica que el Papa “mostró que el espíritu de la Iglesia de verdad estaba cambiando al decir que éramos unos ‘heridos sociales’ porque siempre se nos había condenado, y que había que intentar acercarse a nosotros, como a los otros alejados”.
En concreto, el Papa Francisco explicaba a los medios que él no podía juzgar a un homosexual “si este buscaba al Señor y tenía buena voluntad”. Sus palabras sorprendieron al colectivo LGTB, aunque algunos como Gianni Geraci, que forma parte del proyecto Gionata de homosexuales católicos, Bergoglio actúa interpretando la famosa parábola de la oveja perdida.
Y es que quedan grandes lagunas en el aire en torno al concepto que el llamado Papa revolucionario tiene sobre la homosexualidad, porque antes de sentarse en la Silla de San Pedro se descolgaba diciendo que el matrimonio entre personas del mismo sexo es “una jugada del dominio para confundir y engañar a los hijos de Dios”.
Con expresiones de este tipo queda en duda el verdadero avance y el impulso reformista que muchos defienden en el Papa Francisco, a pesar de haber convencido a activistas como Luxuria.
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