El cardenal Schönborn organiza un acto en memoria de las víctimas del SIDA en la catedral de Viena
Conchita Wurst leyó una oración invitando a no condenar al ostracismo a los enfermos
El cardenal austríaco critica la sentencia del Constitucional que legaliza el matrimonio gay
(Cameron Doody).- “La compasión es de suma importancia en nuestros tiempos. Es el don de mirar más de cerca y mostrar una voluntad de aprender”. El cardenal Christoph Schönborn se convirtió en el primer arzobispo de Viena en celebrar en la catedral un servicio conmemorativo por las alrededor de 36 millones de víctimas mortales del SIDA.
De acuerdo a lo publicado por La Croix, miles de personas llenaron el céntrico templo de San Esteban para los rezos, en los que la orquesta y coro filarmónico de Viena también interpretaron la famosa Réquiem de Mozart y la drag queen y conocida cantante Conchita Wurst leyó públicamente una oración.
Antes de que el acto comenzara, el cardenal Schönborn declaró a los medios allí reunidos que “estamos celebrando este servicio conmemorativo para orar para los que han fallecido de SIDA, para consolar a los que han sufrido su pérdida y para pedir a Dios que dé fuerza a los que padecen [el virus]”. Cabe recordar que la Iglesia católica se hace cargo actualmente de uno de cada cuatro personas que sufren el SIDA en el mundo, según los cálculos de la delegación de misiones de los obispos austriacos.
Luego, en su homilía, el arzobispo de Viena recordó a los asistentes que “podemos cambiar las cosas si no juzgamos y no condenamos al ostracismo”. Haciendo hincapié en el lema de la Jornada de lucha este año -el de la importancia de la no discriminación- el cardenal añadió que “quizás éste” -el del imperativo de no juzgar- “sea el mejor mensaje que podemos difundir desde aquí esta noche”.
Por su parte, el co-organizador del oficio en la catedral de San Esteban, Gery Kestler -fundador abiertamente homosexual de la gala benéfica “Life Ball” y uno de los primeros austriacos en reconocer que sufría del SIDA- agradeció de corazón la presencia y palabras del purpurado.
“El hecho de que tenemos en Austria a un cardenal que, como señal de amor del prójimo, se acerque a personas que están sufriendo y lo haga sin prejuicios, me hace muy, muy feliz”, dijo Kestler.
Por otro lado, este martes se supo que el Tribunal Constitucional austríaco legalizaba la unión entre personas del mismo sexo, algo que el purpurado calficó de “inquietante” al negar la singularidad del matrimonio hombre-mujer “para dar a luz al mundo y criar a los hijos y así garantizar la sucesión de generaciones”.
Según la agencia Kathpress, el cardenal de Viena criticó que el Tribunal “no presta ningún servicio a la sociedad y, en última instancia, perjudica a todos, incluso a los que quieren proteger y que también deben ser protegidos”.
Fuente Religión Digital
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