Lo amenazan con insultos homofóbicos y su Universidad le pide que permanezca callado
Homofobia en la Universidad 1 – Foto: Uso permitido
Un estudiante recibe amenazas homofóbicas después de colgar una bandera arco iris en la puerta de su dormitorio, pero lo que preocupa a la Universidad Estatal de Dakota del Sur es «la mala prensa y perder donaciones».
¿La resaca de la victoria de Donald Trump parece estar pesando todavía por el ánimo de algunos o se trata de un comportamiento habitual en las zonas rurales de los Estados Unidos? Es lo que se pregunta un alumno que recibe varias amenazas homofóbicas tras colgar una bandera del orgullo LGBT en la puerta de su dormitorio de la Universidad Estatal de Dakota del Sur, que le piden que se «mantenga callado».
Tanner, tal y como se le conoce popularmente, decide colgar una bandera arco iris en la puerta de su dormitorio, con la intención de «mejorar mi estado de ánimo decorando un poco». Si bien lo hace días después de las elecciones presidenciales estadounidenses, ha explicado que no pretendía hacer una declaración política al compartir su incidente en la página de Reddit con el seudónimo de RussianSkunk. Al lado de la bandera sigue estando una pizarra en la que cada día, y como actividad comunitaria, dibuja la bandera de algún país en un juego que consiste en identificar el país a la que pertenece. Pero a la mañana siguiente lo que encontró fue una amenaza homofóbica: «suicídate, maricón».
Homofobia en la Universidad 2 – Foto: Uso permitido
En el curso anterior ya dejaba esa pizarra y estaba acostumbrado a que le dejaran penes dibujados, esvásticas e insultos, sobre los que nunca había tomado nota porque nunca habían pasado de ahí. Pero ese comportamiento no se había repetido este año. Hasta ahora, por lo que hace una fotografía de lo que le han escrito y la sube a Facebook, borrándolo a continuación, pero siendo después difundida por la Gender and Sexuality Alliance (Alianza de Género y Sexualidad, en español), un grupo de apoyo a los estudiantes. Tanner sigue con su vida, manteniendo la bandera y la pizarra, gracias en parte al apoyo recibido por muchos compañeros, pero una semana más tarde le dejan un nuevo mensaje, que vuelve a borrar después de capturarlo en otra fotografía. Una hora después, estando en clase, le cuentan que alguien le ha dejado un tercer mensaje, racista además de homofóbico, tirando pizarra y bandera al suelo.
Homofobia en la Universidad 3 – Foto: Uso permitido
Ante esta tercera agresión, decide comunicarlo a su supervisor comunitario, quien, a su vez, informa a las autoridades. La Alianca de Género y Sexualidad decide publicar un artículo al respecto en un periódico local y la Universidad entra en pánico «temerosos de mala prensa y de perder donaciones», por lo que le piden que no vuelva a publicar nada sobre el tema en las redes sociales. Pero ya es tarde. Tanner comienza a recibir emails y mensajes de los medios de comunicación interesados en su historia. Pero los periodistas no demuestran estar interesados en su historia, sino en alimentar la controversia del efecto Trump, del que se han llegado a hacer más de 400 denuncias por intimidación, agresión, amenazas, graffitis, notas de acoso o quema de banderas del orgullo LGBT, por lo que omiten sus propias impresiones sobre el incidente, como que no considera que se trate de una agresión diferente a las que ha recibido anteriormente, o a las que cualquier persona homosexual pudiera haber recibido antes incluso de las elecciones.
Carta de ánimo de seguidor de Donald Trump – Foto: Uso permitido
«Sabemos que este tipo de cosas suceden a la comunidad LGBT todo el tiempo, el fanatismo no es nada nuevo. Me preocupaba principalmente que la escuela se molestara por llamarme la atención», declara Tanner, quien ha terminado por publicar su propio relato del incidente, señalando que «incluso en un ambiente rural y conservador donde la homofobia es más común de lo que yo preferiría, todavía hay muchas personas dispuestas a hablar en contra», remarcando de esta manera que ha conseguido sacar algo positivo de un conflicto que empezó mal, para retorcerse y volverse incluso en su contra. A pesar de todo, aclara que otros estudiantes y el personal educativo le han proporcionado todo su apoyo, recibiendo incluso una carta de ánimo de un seguidor de Trump: «como miembro de la raza humana, estoy disgustado por la forma en que ha sido tratado (…). Puedo tener creencias políticas muy diferentes a usted, pero todavía le respeto mucho. Como persona, le amo».
Fuente Universogay
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