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Sara, la niña secuestrada por su padre en Irak, es hoy un joven trans, Haidar

Sábado, 9 de octubre de 2021
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Haidar Alí Moracho, sentado en un banco de la plaza de la Iglesia, en Galapagar (Madrid). 
David Expósito

Su rapto fue un fenómeno contado en una serie de televisión. Ahora, Haidar Ali Moracho se prepara para narrar su relato en una novela

“Evidentemente si me hubiera quedado allí (en Irak), no hubiera tenido una vida feliz”

Fernando Peinado
Madrid – 02 OCT 2021-01:15

El rapto de Sara, una niña madrileña de ocho años, es hoy una historia casi olvidada, pero hace 12 años capturó la atención de media España. El secuestro por su padre iraquí duró casi tres años y acabó en marzo de 2009 con la imagen feliz de Sara al llegar a Barajas, tapada con velo islámico y acompañada de su madre española. En realidad, el relato que se hizo entonces era incompleto. Sara es hoy un joven trans de 23 años, Haidar Ali Moracho, y está trabajando en una novela biográfica para reescribir todo lo que se contó. Ahora tiene madurez para que se oiga su voz y muchos motivos para hacerlo. “Se ha contado una historia, pero no se ha tenido en cuenta mi versión”, dice él.

Haidar vive con su madre y su abuela en una casita de Galapagar, el municipio de casi 35.000 habitantes en la sierra madrileña donde residía cuando su padre le secuestró y donde retomó su vida tras el rescate. En la plaza de la Iglesia los bancos están pintados de color arcoíris desde junio, el mes del Orgullo. Pasea sin ser reconocido. Este es un pueblo dormitorio de la capital de España donde la gente vive y deja vivir.

A media mañana de un día soleado habla sobre su vida de película en una tranquila terraza de la plaza, mientras toma un Nestea. Ha pasado mucho desde que los medios dejaron de interesarse por el drama que protagonizó. Entre 2006 y 2009, su caso fue objeto de múltiples reportajes, en particular en el programa El Diario de… presentado por Mercedes Milá en Telecinco. El periodista Javier Ángel Preciado acompañó a su madre, la madrileña Leticia Moracho, en varios viajes a Irak durante los peores años de la guerra que estalló en aquel país tras la invasión de EE UU. Se subieron a helicópteros y aviones militares y tuvieron entrevistas con mercenarios, diplomáticos o el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Sara vivía con su padre Abbas Ali Husain en un barrio humilde de Basora, la mayor ciudad del sur. Llegó allí con ocho años. Su padre la montó en un avión un fin de semana que estaba a su cargo y que supuestamente iban a pasar juntos en su piso cercano a la Puerta del Sol.

El rescate parecía imposible porque las autoridades iraquíes hacían caso omiso de una orden de búsqueda y captura de Interpol, protegiendo así al padre musulmán e iraquí frente a la madre cristiana y europea. Pero gracias a la tenacidad de Preciado y al amor de Leticia las tornas fueron cambiando. Tras los sensacionales reportajes, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero incrementó la presión diplomática y eso influyó en el comportamiento de las autoridades del país árabe. El padre de Sara cometió un error que pagó caro. Para zafarse de Leticia, envió a España una solicitud de divorcio y fue entonces cuando la madre descubrió que el padre había falsificado el acta matrimonial que presentó en Irak para justificar su derecho a la custodia. En realidad, durante los 16 años de su relación en Madrid nunca estuvieron casados. Tras un juicio en Basora en el que participaron Leticia y el periodista de Telecinco, el padre fue esposado y llevado a un calabozo, acusado de falsedad documental. Sara quedó a cargo de sus otros familiares iraquíes, los medios hermanos y su abuela paterna. El padre llegó entonces a un acuerdo extrajudicial para que Leticia pudiera quedarse con la custodia. El periodista, la madre y Sara volvieron triunfales a España un domingo de marzo de 2009. El regreso abrió los noticieros.

Al año siguiente, Preciado escribió el libro “Rescatando a Sara”, y en 2014, Antena 3 emitió en horario prime time una miniserie de dos capítulos con el mismo nombre y con Carmen Machi en el papel de la madre y Fernando Guillén Cuervo en el del padre.

901D9CF6-893D-48AC-B962-128A8C40091F-768x433Los actores de la serie Rescatando a Sara, Fernando Guillén Cuervo y Carmen Machi, junto a Haidar.

La historia del rescate acabó ahí. Un final feliz. Pero tras bajarse del avión en Barajas, comenzó otra liberación. A los pocos meses, conoció a Cory en un chat de Internet sobre el anime japonés Dragon Ball. La presentación fue virtual.

“¿Sabes que conozco a otra chica como tú que quiere ser chico?”, le escribió a Sara por chat una fan de la serie.

Cory Ibáñez Blanco vivía San Fernando de Henares, otro municipio madrileño, pero separado de Galapagar por una hora de carretera.

Sara era fan de Vegeta, el villano que en la serie se pasa al lado de los buenos. A Cory le gustaba Trunks, hijo de Vegeta y uno de los personajes más populares. Hablaron por chat durante un año sobre su hobby y sobre su otra peculiaridad. Ambos sentían que estaban atrapados en un cuerpo que no era el suyo. Era algo que cada uno notaba desde hacía años, pero a lo que no habían dado nombre.

Pasó algo más. Se enamoraron y buscaron la manera de tener una cita. Finalmente se vieron en persona una tarde de navidades en la Puerta del Sol, acompañados de otros amigos y con la supervisión de adultos. Al verse, Sara y Cory se fundieron en un abrazo de felicidad. A Leticia, la madre de Sara, se le saltó una lágrima al ver esa demostración tan intensa de amistad. Más tarde, cuando los padres no miraban, Haidar le dio un beso en la mejilla a Cory, un momento que inmortalizaron en un selfie.

Pero cuando Sara tenía 14 años, la madre prohibió los encuentros al enterarse de que ambos eran chicos trans y tenían una relación de amor. Creía que su transición de género era un capricho y que los dos estaban confundidos. Le tomó un año más aceptar a su hijo, que ya se identificaba con el nuevo nombre masculino Haidar, que en árabe significa León.

Haidar y Cory siguen siendo pareja tras más de diez años de relación. Ambos continúan en casa de sus respectivos padres y la capital es su lugar de encuentro habitual, a medio camino entre Galapagar y San Fernando de Henares. Les gustaría independizarse y vivir juntos, pero sufren la falta de oportunidades dignas que golpea a su generación. Los dos padecen también el retraso de la sanidad pública madrileña, donde las esperas para el cambio de sexo superan los seis años.

017CD399-D5E2-40F6-84BF-C1464F577A57-768x512Haidar Alí Moracho y Cory Ibáñez Blanco, este miércoles en un parque de San Fernando de Henares (Madrid) David Expósito

Haidar quiere estudiar un máster que le prepare para ser traductor de árabe. Cory, que tiene 26 años, es dibujante. Va a ilustrar el libro que está escribiendo Haidar.

Su pareja tiene más de 100 páginas escritas a ordenador y una lista de recuerdos que anota en una pequeña libreta con la foto de un gato en la portada. Son breves enunciados de los episodios que luego desarrolla sobre el teclado: “El ayuno. La nueva esposa de papá. Cambios de casa y de colegio. La nota (te odio por lo que has hecho, papá)…”.

Su padre se portó muy mal, pero Haidar le recuerda también como un hombre amoroso y comprensivo. “Quiero dejar testimonio de que mi padre quería dármelo todo. Estudios, cuidados. Me enseñó el Basora que él conoció, me llevó de paseo por el río, a la biblioteca, al zoco”, rememora. “Quiero que dentro de unos años, cuando repase lo que he escrito, no se borre de mi recuerdo esa parte buena de él”.

Otra misión es derribar los estereotipos sobre el mundo árabe que son comunes en los relatos de autoría occidental. Mostrará el respeto por las personas mayores, algo que vio en la autoridad que tenía la matriarca de la casa, su abuela Zequie. Eso no supone ocultar el machismo o los prejuicios de las sociedades árabes. En un capítulo narrará cómo su mejor amiga, Aliá, que tenía el sueño de estudiar Medicina en Bagdad, rompe a llorar desconsolada cuando le confiesa en el recreo que su familia la iba a casar con solo 12 años con un hombre de Basora.

A diferencia de su amiga, él sí pudo escapar de la represión. “Evidentemente si me hubiera quedado allí, no hubiera tenido una vida feliz. No sé qué hubiera sido de mí, pero lo habría pasado muy mal reprimiendo mi identidad”.

8C7E933D-9F95-488C-9C15-13BFDF5F48A2-768x512La libreta en la que Haidar anota los recuerdos que luego lleva a su novela. David Expósito

Hace dos años, Haidar recibió un mensaje de WhatsApp que temía llegaría algún día.

“Te he buscado en Facebook y he visto que has cambiado el nombre y tienes una foto con barba. ¿Qué te pasa?”. Era su padre, escribiendo desde Irak. Haidar recuerda que era final de julio y el mensaje le sorprendió en el cuarto de su casa de Galapagar, preparando la maleta para irse de vacaciones con Cory a Granada.

El mensaje de su padre apareció junto a su foto, muy desmejorado. Es un hombre que aparenta más de los 65 años que suponen que tiene (nunca han sabido exactamente su año de nacimiento debido a que no había registro sistemático por entonces en Irak).

Los dos no se habían vuelto a ver desde que se despidieron en Bagdad, antes del regreso televisado a España. Pero se whatsappeaban cada cierto tiempo en una mezcla de árabe y español. Con los años, la relación se enfrió. Haidar intentaba que su padre le contara cosas del día a día, pero lo único que le interesaba era adoctrinarle. Le mandaba oraciones y otros mensajes religiosos. Al ver ese día la pregunta de su padre por su nuevo aspecto físico, Haidar pensó que a esas alturas no tenía sentido mentir. Le empezó a explicar su transición. Para su sorpresa, el padre reaccionó neutralmente. Le hizo preguntas y repreguntas. ¿Dónde?, ¿cuándo?, ¿cuánto cuesta?

Quizás, a pesar de su religiosidad, a pesar de la distancia, su padre iba a dar prioridad al amor hacia su hijo. Sintió la esperanza de que le aceptaría, igual que hizo su madre.

Pero su tono cambió: “De esto tiene la culpa tu madre porque te deja hacer lo que quieres”, le espetó. “Estás viviendo en pecado porque estás cambiando la forma en que Alá te hizo”. Entonces, Haidar decidió poner fin a la discusión. Bloqueó a su padre. Cortó ese último lazo y hasta hoy ha seguido su propio camino en libertad.

Fuente El País

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Arcópoli cifra en 35 los casos de odio hacia comunidad LGTB durante el Orgullo

Martes, 31 de julio de 2018
Comentarios desactivados en Arcópoli cifra en 35 los casos de odio hacia comunidad LGTB durante el Orgullo

logo-de-arcopoliLa asociación ha reconocido dos violaciones y múltiples agresiones físicas y verbales

El colectivo Arcópoli ha hecho público el balance provisional de incidentes de odio por LGTBfobia ocurridos durante la celebración del Orgullo LGTB en Madrid, un evento que se extiende durante varios días y que convertida ya en la principal fiesta popular de la capital moviliza a cientos de miles de personas. Arcópoli, promotor principal del Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia, ha identificado al menos 35 incidentes, además de dos agresiones sexuales a dos chicos. Otro dato preocupante: la tasa de denuncias sigue siendo muy baja. Solo 5 incidentes fueron denunciados a Policía o Guardia Civil, aunque Arcópoli ha puesto varios más en conocimiento de la Fiscalía.

Arcópoli ha registrado un total de 35 incidentes contra miembros del colectivo LGTB durante la celebración del Orgullo, entre las que se encuentran violaciones, agresiones verbales y físicas.

Según ha informado la asociación en un comunicado, del 23 de junio al 8 de julio han registrado dos violaciones a dos chicos gays, tres agresiones físicas, 12 agresiones verbales, un abuso sexual y daños a la propiedad, entre otros episodios.

Arcópoli ha tenido constancia de dos violaciones a dos chicos de menos de 25 años en la ciudad de Madrid el fin de semana de la manifestación del Orgullo. Una fue denunciada ante la Policía y hay varios detenidos, puesto que fue una violación múltiple. La otra no ha sido denunciada aunque sí fue atendida en el hospital. “Seguimos investigando las condiciones en las que se produjeron ambas. Desde Arcópoli nunca habíamos tenido constancia de agresiones sexuales en el Orgullo”, añaden desde el colectivo madrileño con gran preocupación.

Además, la asociación ha registrado que en Rivas Vaciamadrid han apedreado una luna de un vehículo al ver la bandera arcoíris dentro; en Parla un chico de 18 años ha sido expulsado de su casa porque su madre se enteró de que era gay; en Algete han realizado varias pintadas homófobas a raíz de la primera celebración del Orgullo; y en Torrelodones por segundo año han llenado de pintadas homófobas la zona arcoíris con mensajes iguales como ‘Arcópoli not welcome’ y algunos dedicados a la alcaldesa.

También, Arcópoli ha afirmado que han aparecido pegatinas en Getafe, Algete y Galapagar contra el colectivo LGTBI. Del mismo modo, han tirado huevos a una bandera arcoíris en una fachada en el Escorial; y han aparecido pegatinas con contenido lgtbfobo en varios distritos de Madrid, así como una pintada amenazante en un local gay en Centro ‘tomate Orlando sodomita frito’ (en relación al ataque terrorista a una discoteca LGTB en EEUU) y un banco arcoíris de Vallecas.

Durante los días de la celebración del Orgullo en Madrid se han registrado varias agresiones verbales, con insultos y amenazas a personas LGTB, así como una tentativa de abuso sexual por parte de varios chicos heterosexuales a una pareja gay durante la manifestación “para humillarles públicamente”, según la asociación.

Hubo una agresión física a un trabajador en un restauranteun chico denunció que un taxista cuando vio que era gay, le bajó del coche, le agredió físicamente y le dejó tirado. Y la noche del Orgullo, en un local en Argüelles donde una discoteca celebraba una sesión ‘gay’, un chico sufrió una agresión física con fractura de mandíbula después de que otro chico le diera un empujón, le dijera que “los maricones no deberíais estar aquí” y le diera un cabezazo; además fue expulsado del local por estar “implicado en una riña”.

Para Arcópoli la tasa de denuncia de estos incidentes ha sido “bajísima”. A día de hoy, han registrado 179 incidentes de odio al colectivo LGTB en la Comunidad de Madrid en lo que va de año, un número “desgraciadamente” muy similar al de 2017 por estas fechas, por lo que nada apunta a que estén bajando los incidentes de odio. «Seguimos teniendo un gran rechazo a acudir a denunciar pese a las recomendaciones y a nuestra labor de asesoramiento y acompañamiento. Solo 5 de estos incidentes han sido denunciados a Policía o Guardia Civil. Además el Observatorio ha interpuesto 7 denuncias ante la Fiscalía por pintadas y discurso de odio». La existencia de entidades como el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia, el Observatori contra l’Homofòbia de Catalunya o el Observatorio Valenciano contra la LGTBfobia, en este sentido, sigue siendo clave.

La entidad promovida por Arcópoli, por cierto, ha aprovechado el momento para destacar «la apuesta de varios Ayuntamientos por la integración y visibilidad del Orgullo LGTB, como Parla, Algete, Torrelodones, Móstoles, Bustarviejo, San Sebastián de los Reyes o Madrid» así como para dar un agradecimiento especial a la Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal de Madrid y a Metro de Madrid, «por su coordinación con el Observatorio y su compromiso todo el año, pero en especial en el Orgullo».

El coordinador general de Arcópoli, Yago Blando, ha declarado que la visibilidad es la “principal arma en la lucha por la igualdad”. “Seguiremos visibilizando nuestra diversidad y nuestra pluma como libre desarrollo de la personalidad de cada cual, necesitamos un mayor compromiso de las instituciones para que estos ataques a nuestra dignidad no provoquen ninguna marcha atrás en nuestro empoderamiento, que es lo que buscan”, ha añadido.

El Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia: contacto

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El Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia, promovido por Arcópoli con el apoyo de la Fundación 26 de Diciembre, del colectivo Fuenla Entiende y del Movimiento Contra La Intolerancia, entre otros colectivos y asociaciones, se puso en marcha a principios de 2016. Ofrece acompañamiento y asesoramiento a las víctimas desde el mismo instante en que sufren la agresión y hace un seguimiento del recorrido de la denuncia en los juzgados.

Puedes contactar con el Observatorio a través del teléfono 618 54 71 66 (llamada o WhatsApp) y online en la dirección web http://contraelodio.org

Fuente Arcópoli/Cristianos Gays

General, Homofobia/ Transfobia. , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

Pese a los 321 incidentes de su informe de 2017, el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia estima que solo recoge el 2-5% de los casos

Jueves, 12 de abril de 2018
Comentarios desactivados en Pese a los 321 incidentes de su informe de 2017, el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia estima que solo recoge el 2-5% de los casos

observatorio_madrid_homofobiaAmpliamos la noticia que publicábamos el pasado sábado día 7 (pinchad en las imágenes para ampliarlas).

El Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia ha presentado su segundo informe anual, correspondiente al año 2017. Un año durante el cual la entidad recogió un total de 321 incidentes de odio motivados por LGTBfobia en la Comunidad de Madrid, un número significativamente mayor que el recogido en 2016 (240). Aun así, el Observatorio considera que esta cifra no es más que la punta de un inmenso iceberg cuya mayor parte continúa invisible bajo la superficie.

El informe fue presentado de modo oficial el pasado miércoles en un acto que tuvo lugar en el Ayuntamiento de Madrid y que contó con la presencia, entre otras personalidades políticas, de la delegada de Igualdad del Ayuntamiento, Celia Meyer. Es, en cualquier caso, un documento accesible para todos. Puedes descargarlo en formato PDF desde la página web del Observatorio, aunque te desgranamos a continuación algunos de sus datos.

Por lo que se refiere al tipo de incidente la casuística es muy diversa. Los más frecuentes fueron las agresiones verbales (120), seguidos de los discursos de odio (70), las agresiones físicas (57), las amenazas (27) y la denegación de servicios (18), aunque no han faltado, por ejemplo, las agresiones sexuales (8, entre ellas dos violaciones a un chico gay y a un chico trans) o las expulsiones del hogar (4):

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Gais entre 20 y 24 años, la “víctima tipo”

Por lo que se refiere a las víctimas, el Observatorio tiene registradas un total de 299, un número inferior al de incidentes al no incluir este recuento a las víctimas de los discursos de odio en redes sociales. El perfil más frecuente es el de hombre gay cis (208 casos, un 70%), seguido de las mujeres lesbianas cis (40 víctimas, un 13%) y de las personas trans, con independencia de su orientación sexual (37, un 12%). De estas 37 víctimas trans, 29 fueron mujeres y 8 hombres.

Otras 9 víctimas (un 3%) fueron personas cis heterosexuales (que también pueden ser víctimas del odio LGTBfobo, ya sea por ser confundidas con personas LGTB o por acompañarlas). En concreto, 6 mujeres y 3 hombres. Otras 5 víctimas (algo menos de un 2%) fueron personas bisexuales (en este caso los cinco fueron hombres):

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Por lo que se refiere a la edad, solo constan datos de 143 personas. El tramo con más víctimas es el de 20 a 24 años, seguido del de 25 a 29. Hay que tener en cuenta, en este sentido, la cada vez mayor visibilidad de los jóvenes LGTB, aunque no puede descartarse el sesgo de edad en la utilización y conocimiento del Observatorio por su mayor publicidad en redes sociales:

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Por lo que se refiere a los agresores, el propio Observatorio reconoce que su estudio es muy complicado, “ya que la víctima por lo general no se centra tanto en el agresor, sino en lo que le ha sucedido”. En cualquier caso, el recuento reconoce 209 agresores diferentes, de los cuales la inmensa mayoría (89%) fueron varones. Su edad solo se ha podido registrar en 89 casos. Entre estos, el colectivo más numeroso es el de los menores de 18 años (25), seguido del intervalo de 30 a 39.

La ciudad de Madrid, a la cabeza 

Por lo que se refiere a la localización física de los incidentes, el grupo más numeroso es el que se produjo directamente en la calle (59), seguido de internet y redes sociales (51) y transporte público (29). Por municipios, y tal y como sucedió el año anterior, es la ciudad de Madrid la que registró un mayor número de incidentes (196), seguida de Móstoles (14), Alcalá de Henares (7) y Alcobendas, Fuenlabrada, Leganés y Parla con 5. A continuación está Getafe con 4 incidentes; Arganda del Rey, Collado Villaba, Galapagar, Pinto y Pozuelo de Alarcón con 3; Majadahonda y Torrelodones con 2, y finalmente Alcorcón, Algete, Boadilla, Ciempozuelos, Fuente El Saz de Jarama, Guadalix de la Sierra, Las Rozas, Navalcarnero, San Fernando de Henares, San Sebastián de los Reyes, Valdemoro y Villaviciosa de Odón con 1 incidente cada una.

Dentro de la ciudad de Madrid, y también como sucediera en 2016, es el distrito Centro (aquel en el que se produce la mayor visibilidad) el que concentra la mayoría de las agresiones (81), seguido de Moncloa-Aravaca (13) y Retiro (13). Vicálvaro es el único distrito en el que no consta ningún incidente.

Denuncias: solo el 31%

proporcion-denuncias-lgtbfobia-madrid-2017De los 321 incidentes registrados, solo 101 han sido denunciados de una forma u otra, ya sea directamente a la Policía Nacional (48 casos), a la Fiscalía (36), a las diferentes policías municipales (15), la Guardia Civil (1) o al Juzgado de Guardia (1). Este número supone solo el 31% de los incidentes registrados, una cifra baja pero algo mayor que la registrada el año anterior (un 25%).

Más incidentes, sí… Pero también más visibilidad

A la hora de evaluar las cifras, el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia lo tiene claro. “Hay un constatable aumento de los delitos de odio al colectivo LGTB en la Comunidad de Madrid desde hace unos años. Esto se produce porque las generaciones más jóvenes son más visibles que las generaciones que tienen más de 30 años. En especial las y los jóvenes considerados como ‘millennials’ son especialmente visibles en lugares donde el resto de las personas LGTB les cuesta más”, expresa el informe. “Hoy en día la visibilidad sigue siendo el principal factor a tener en cuenta. La sociedad es proLGTB en lo que se denomina la corrección política pero en cuanto hay que visibilizar a las personas LGTB en ámbitos más novedosos como puede ser unos semáforos inclusivos o la colocación de una bandera del arcoíris en un balcón oficial como se hace con otras muchas banderas en un guiño de inclusión social, provocan airadas protestas, que algunas de ellas llegan
a ser constitutivas de delitos de odio”, añade.

El Observatorio, en concreto, destaca como ejemplo lo sucedido con los semáforos inclusivos en la ciudad de Madrid, que “generaron más de 200 ataques en redes al colectivo LGTB”. “Palabras como ‘desequilibrado, raro, anormal, enfermo, aberrante, desorientación sexual, desviados, denigrante, asqueroso, putos enfermos, conducta sexual desordenada, depravados, desvergonzados, deficientes, contra natura, abominable, denegerados, degradación moral, asquerosos mugrosos chupadores de trancas, tarados, invertidos, vacas locas que son tontos de nacimiento, repugnantes, perversión, sodomita’ fueron algunas de las que se localizaron por la visibilidad de los semáforos en la ciudad”, relata el informe.

La mayoría de los incidentes no se recogen: el ejemplo del cruising

iceberg-de-agresiones-lgtbfobia-madridPese a todo, el Observatorio lo tiene claro: los incidentes de los que tienen conocimiento siguen siendo solo la punta del iceberg. “Son un número muy inferior al que realmente se produce. Desde nuestra percepción y tras ver cómo las víctimas, incluso formadas como activistas, no llegan a denunciar ni siquiera comunicar al Observatorio los casos hasta que no les preguntas directamente o que muchas siguen interiorizándolo como algo ‘normal’, creemos que aproximadamente registramos en torno al 2-5% de los incidentes de odio o discriminatorios que realmente ocurren en nuestra región”, expresa el informe.

“Tenemos numerosas sombras de actuación. En lugares como los de cruising no llegamos. Hemos realizado un registro de casi un centenar de zonas en la Comunidad de Madrid donde se practica cruising de forma asidua y no tenemos forma de llegar más que a una o dos de esas zonas. Y seguimos sospechando que el cruising es un foco de incidentes de odio oculto”, añade el texto. En este sentido, el informe reconoce que incluso entre el propio colectivo el cruising “sigue siendo visto de forma peyorativa y es complicado que se reconozca que se estaba practicando. Por ello cuando surge un incidente de odio en estas
circunstancias, en la gran mayoría de las veces queda en ese espacio de sombra al que no accedemos. Esto lo hemos podido comprobar en 2017, cuando hemos podido actuar con un caso claro de ataque homófobo a varios chicos practicando cruising y dos de las víctimas nos han relatado varios incidentes de ese mismo día, así como otros muchos incidentes que han
podido vivir en los últimos tiempos, algunos de ellos muy graves, y que en ningún momento se hicieron públicos”.

218 páginas que conviene leer

El informe del Observatorio, en el que además de los colectivos promotores participan los 14 ayuntamientos madrileños conveniados hasta la fecha, cinco universidades, así como Metro de Madrid, el Colegio de Abogados de Madrid y UGT Madrid es, sin duda, un trabajo encomiable, que también recoge, en sus 218 páginas, una comparativa nacional e internacional sobre los delitos de odio al colectivo LGTB, así como un repaso a los nuevos observatorios que han ido surgiendo en España y recomendaciones específicas a las diferentes administraciones involucradas. El Observatorio también señala, y lo hace de forma muy detallada, la falta de desarrollo reglamentario de dos importantes leyes regionales relacionadas con el colectivo: la ley integral de transexualidad y la ley contra la discriminación por LGTBfobia.

En palabras de Yago Blando, coordinador de Arcópoli, el informe del Observatorio “es una pieza fundamental a la hora de poder luchar contra la LGTBfobia tanto a nivel autonómico como local, ya que proporciona una radiografía real de las incidencias, y el poder hablar directamente con las víctimas nos concede una forma inmejorable de poder observar tanto las deficiencias institucionales como las necesidades futuras”.

El Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia: contacto

El Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia, promovido por Arcópoli y del que ya forman parte casi una veintena de colectivos y asociaciones, se puso en marcha a principios de 2016. Ofrece acompañamiento y asesoramiento a las víctimas desde el mismo instante en que sufren la agresión y hace un seguimiento del recorrido de la denuncia en los juzgados.

Puedes contactar con el Observatorio a través del teléfono 618 54 71 66 (llamada o WhatsApp) y online en la dirección web http://contraelodio.org

Fuente Dosmanzanas

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Informe 2016 del Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia: solo 59 de los 240 incidentes de los que tiene constancia fueron denunciados

Miércoles, 22 de febrero de 2017
Comentarios desactivados en Informe 2016 del Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia: solo 59 de los 240 incidentes de los que tiene constancia fueron denunciados

observatorio_madrid_homofobiaEl Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia ha presentado el que es su primer informe anual, correspondiente a 2016. Un año durante el cual esta entidad recogió un total de 240 incidentes de odio motivados por LGTBfobia en la Comunidad de Madrid, un número considerablemente mayor al registrado en las cifras oficiales. Unos datos que demuestran la discordancia existente entre la LGTBfobia real y la denunciada por los cauces oficiales, una realidad sobre la que las personas LGTB tenemos certeza en base a nuestra experiencia subjetiva pero que ahora queda confirmada. No es de extrañar, en todo caso: incluso entre los 240 casos reportados por el Observatorio, solo se denunciaron 59.

El informe, de 181 páginas, fue presentado el jueves 16 de febrero por sus responsables en un acto que contó con la presencia, entre otras personalidades políticas, del concejal de Ahora Madrid y tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento de la capital, Mauricio Valiente; de la también concejala y portavoz del grupo municipal socialista Purificación Causapié y del subdelegado del Gobierno en Madrid, Luis Martínez-Sicluna, además de diversos alcaldes de municipios madrileños.  Es un documento, en cualquier caso, accesible para todos, que puedes descargar en formato PDF desde la página web del Observatorio, algunos de cuyos datos más interesantes pasamos a desgranar.

Respecto a la tipología de los incidentes, el mayor porcentaje corresponde a agresiones verbales (77). Les siguen agresiones físicas (59, siendo seis de ellas calificadas como “muy graves”); amenazas (31), incidentes relacionados con el discurso de odio (25, incluyendo expresiones discriminatorias e incitaciones al odio en internet y redes sociales), acoso (20), humillaciones (10), pintadas (4), expulsiones de locales (4) y agresión sexual (1), además de otros 10 casos variados clasificados como “otros” (abuso de autoridad, mala praxis, prohibición de educación en diversidad sexual en un colegio, rechazo a la bandera arcoíris, provocaciones o incidente en el transporte público).

informe-observatorio-lgtbfobia-2016-300x184Muy importante: de los 240 incidentes registrados, solo 59 fueron denunciados. Sobre todo fueron denunciadas las agresiones físicas, pero incluso en este caso las denuncias ni siquieran cubrieron la mitad de los casos: solo fueron denunciadas 26. Las agresiones verbales y las amenazas, de hecho, apenas si sumaron denuncias.

Gais entre 25 y 29 años, víctima “tipo”

Por lo que se refiere al perfil de las víctimas (un total de 316 personas), la mayor parte fueron hombres gais o percibidos como tales (224), seguido de mujeres lesbianas o percibidas como tales (42), personas transexuales (40, 34 mujeres y 6 hombres), personas bisexuales (6, 4 mujeres y 2 hombres) y personas heterosexuales (4, 2 hombres y 2 mujeres). Por edades, el intervalo con mayor número de víctimas es el de 25 a 29 años (109), seguido del de 20 a 24 (78). El informe, en este caso, admite la posibilidad de que haya un sesgo de edad en la utilización y conocimiento del Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia: dada su mayor publicidad en redes sociales, podría estar llegando más a la franja de edad juvenil, enmascarando los casos de personas mayores de 30 años. “También es cierto que las personas LGTB menores de 30 años son en general más visibles, y por tanto tienen más posibilidades de ser identificadas por los potenciales agresores”, explica.

Por lo que se refiere a los agresores, durante el año 2016 el Observatorio ha tenido constancia de 352 agresores (el 93% hombres). Con respecto a su edad, se tiene constancia en 291 casos. La mayoría se encuentra en el rango de 25 a 29 años (159), seguido del de 30 a 39 años (62). Nueve agresores de cuya edad se tiene constacia eran menores de edad. Un dato interesante que arroja el informe es que en el caso de los agresores mayores de 40 años se aprecia una mayor relación personal con la víctima, ya sean familiares, vecinos o incluso superiores en el ámbito laboral, educativo o universitario.

La capital, la que más incidentes registra

Por lo que se refiere a aquellos incidentes en los que es posible atribuir una localización geográfica concreta, la mayor parte han tenido lugar en el municipio de Madrid (185), a grandísima distancia de Fuenlabrada y Parla (3 incidentes cada uno); Leganés, Alcalá de Henares y Getafe (2 incidentes cada uno) y Galapagar, Villanueva de la Cañada, San Sebastián de los Reyes, Torres de la Alameda, Villaviciosa de Odón, San Fernando de Henares, Humanes, Coslada, Aljavir, Las Rozas, Pozuelo de Alarcón, Torrelodones y Ciempozuelos (un incidente por localidad).

Ya en el municipio de Madrid, los distritos de Centro y Moncloa-Aravaca concentran la mayor parte de las agresiones registradas (72 y 23, respectivamente) seguidos de Retiro (12 casos). El informe atribuye esta distribución al hecho de que Centro y Moncloa-Aravaca (especialmente la zona universitaria) sean los dos distritos con mayor visibilidad de las personas LGTB. De hecho, una gran parte de los hechos registrados tuvieron lugar en los alrededores de Chueca (distrito Centro) y cerca de pubs o discotecas dirigidas a clientes LGTB.

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Discordancia con los datos oficiales

Más allá de los datos brutos, lo cierto es que el dato recogido por el Observatorio es claramente superior a los datos históricos que ofrece el Ministerio de Interior. A falta de conocer los datos oficiales de 2016, en 2015 los datos del Ministerio solo recogieron 19 agresiones en la Comunidad de Madrid. Aún teniendo en cuenta las diferencias metodológicas, la discordancia es muy grande. El propio Observatorio cree que en 2016 se repetirá esa discordancia. “El dato que figura según el registro del Observatorio de 58 denuncias probablemente no quede reflejado en el próximo informe del Ministerio, porque en algunos casos la motivación LGTBfoba de la agresión no ha quedado bien registrada en la denuncia, y en otros se ha interpuesto en policías municipales, datos que el Ministerio aún no recoge”, asegura el informe. “En España el caso del Observatori contra l’Homofòbia de Catalunya (Comunidad con una población similar a la de Madrid aunque más dispersa) es significativo porque el primer año que se puso en marcha los resultados fueron análogos (223 casos), salvando las distancias temporales”, añade.

Aún así, el Observatorio está seguro que sus propios datos son incompletos y pueden suponer “en torno al 10% de las incidencias que realmente se están produciendo en la sociedad madrileña”. Por un lado hay razones organizativas, pero por otro existe el convencimiento de que hay una serie de agresiones que de forma estructural no se denuncian o se denuncian poco. Es el caso, por ejemplo, de la discriminación tránsfoba. “Varias personas transexuales han trasladado la idea de que si cada vez que reciben un insulto o una amenaza tuvieran que contactar, estarían haciéndolo todo el día: se normaliza la violencia. De igual modo, se nos ha trasladado que hay personas transexuales que directamente evitan algunas calles y barrios para no sufrir incidentes (…) También en ocasiones se niegan a coger el metro para no encontrarse en un espacio cerrado y sin vigilancia con alguien que puedan interpretar como potencial agresor. De igual modo el colectivo de personas transexuales que ejercen la prostitución, aunque ha contactado varias veces con el servicio, sigue sin contar la violencia que sufre”, explica el informe.

El Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia: contacto

El Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia, promovido por Arcópoli con el apoyo de la Fundación 26 de Diciembre, del colectivo Fuenla Entiende y del Movimiento Contra La Intolerancia, entre otros muchos colectivos y asociaciones, se puso en marcha a principios de 2016. Ofrece acompañamiento y asesoramiento a las víctimas desde el mismo instante en que sufren la agresión y hace un seguimiento del recorrido de la denuncia en los juzgados.

Puedes contactar con el Observatorio a través del teléfono 618 54 71 66 (llamada o WhatsApp) y online en la dirección web http://contraelodio.org

Fuente Dosmanzanas

General, Homofobia/ Transfobia. , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

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