Los homosexuales sirios, víctimas del ejército, las milicias islámicas y sus propias familias
En un informe publicado por Human Rigths Watch el 28 de abril, se denuncia la situación de los homosexuales en Siria, que deben enfrentarse al peligro que suponen tanto el ejército y las milicias islámicas, que les persiguen, encarcelan y torturan, como los miembros de sus propias familias, que les amenazan de muerte por considerarles una deshonra. Muchos de ellos se ven obligados a huir y buscar refugio en el vecino Líbano, donde la situación para los homosexuales tampoco es muy halagüeña.
Diecinueve hombres homosexuales sirios refugiados en Líbano han explicado a Human Rigths Watch cómo han sido capturados, torturados, humillados y violados por las patrullas del ejército y las milicias islámicas. Pero también cómo han sido amenazados de muerte por sus propios padres y hermanos por ser considerados una deshonra para la familia debido a su orientación sexual. El “crimen de honor”, por el cual los homosexuales son ejecutados por los miembros de su propia familia, es una práctica lamentablemente asentada en la sociedad siria que los extremismos alimentados por la guerra no han hecho más que incrementar.
El informe evidencia el aumento de la presión sobre los homosexuales, convertidos en objetivo tanto del ejército como de las milicias islámicas. Si unos aplican el Código Penal, que establece penas de prisión de hasta tres años por mantener “relaciones carnales contra natura”, los otros hacen lo propio con la sharia o ley islámica. Según los testimonios, los detenidos por uno y otro bando son ingresados en centros penitenciarios improvisados, donde se hacinan más de cuatrocientas personas en una única sala, y donde son objeto de todo tipo de abusos y malos tratos.
Persecuciones y torturas
Entre los testimonios recogidos por Human Rights Watch se encuentra el de un joven que fue detenido por las milicias del Frente de Liberación Islámico Sirio. Acusado de colaboración con el régimen, fue internado en una fábrica abandonada reconvertida en prisión. Allí fue torturado y obligado a presenciar la ejecución de dos jóvenes acusados de blasfemia, cuyo fatal destino creyó compartir.
Afortunadamente, su padre, miembro prominente de su clan, pagó su rescate y consiguió que huyera hasta el Líbano, donde vive asilado. Sin embargo, cuando las milicias informaron a su familia de que era homosexual, su propio padre le telefoneó a su residencia de Beirut amenazándole de muerte. Su hermano, que se había unido al grupo armado que le capturó, también amenazó con matarle, por lo que el joven terminó solicitando la protección de la agencia para los refugiados de las Naciones Unidas.
Otros jóvenes homosexuales cuentan cómo han sido secuestrados por las milicias y torturados hasta que facilitaran una lista de sus amigos o conocidos de la misma orientación sexual. Dos hombres fueron detenidos y forzados a mantener relaciones sexuales entre ellos frente a sus captores durante diez terribles noches. A ambos les obligaron a maquillarse mientras les espetaban insultos homófobos. El mismo trato recibió otro joven, trabajador de la industria de la moda, que fue detenido por miembros del ejército y obligado a desnudarse, tras lo que fue salvajemente violado.
Amenazados y delatados por sus propias familias
Pero la terrible realidad de los homosexuales sirios no se detiene ahí. Entre los refugiados en el Líbano se cuentan también quienes han sido amenazados de muerte por sus propias familias cuando tuvieron conocimiento de su orientación sexual. Muchos deben huir, abandonar sus trabajos o estudios, y vivir permanentemente con el temor a ser descubiertos por cualquier conocido o allegado que pueda comunicar su paradero a sus familias.
Así, un panadero de 38 años de edad se vio obligado a abandonar su trabajo y su hogar cuando su familia facilitó su nombre a las milicias islámicas para que le castigaran. Más terrible aún es el caso de un profesor de 30 años, cuyo hermano le delató a un grupo armado por vivir en pareja con otro hombre. Su huída hacia el Líbano se produjo después de que los islamistas asesinaran a su pareja y le persiguieran.
Situación de los refugiados en el Líbano
A pesar de que el Líbano es la meta de los homosexuales sirios que huyen de la barbarie, la realidad a la que se enfrentan en su vida cotidiana una vez asentados no es demasiado halagüeña. Las relaciones homosexuales en el Líbano son formalmente ilegales, descritas como “actos sexuales que contradicen las leyes de la naturaleza” por el artículo 534 del Código Penal y castigadas con penas de hasta un año en prisión. Además, son frecuentes las noticias de abusos por parte de las autoridades policiales.
Una pareja de homosexuales sirios denunciaba cómo fueron expulsados del alojamiento que habían encontrado por un grupo de hombres armados uniformados de negro. Tras golpearles, les instaron a “ir a luchar a vuestro país, en vez de venir al Líbano para ser gais”. Human Rights Watch ha documentado también al menos dos casos de homosexuales sirios obligados por las Fuerzas de Seguridad libanesas a someterse a los terribles exámenes anales. De esta manera, se constata que se continúa llevando a cabo esta práctica, considerada tortura, a pesar de que en 2012 tanto el Colegio de Médicos del Líbano como el propio ministro de Justicia abogaron por que se abandonara.
Human Rights Watch alienta a que tanto las organizaciones humanitarias como el gobierno libanés se aseguren de que los refugiados homosexuales sirios reciban la asistencia y protección básicas, con el apoyo de los donantes internacionales. Como concluye su informe, “para los gais sirios no hay vuelta atrás, pero tampoco hay indicadores claros sobre qué camino tienen por delante”.
Fuente Dosmanzanas
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