“Desnúdate a tí mismo”, por Fernando Frontan
Tema: “DESNUDATE A TI MISMO…” (16’16”)
Texto: Marcos 14:51-52
“Pero cierto joven lo seguía,
cubierto su cuerpo con una sábana.
Lo prendieron, pero él,
dejando la sábana, huyó desnudo.”
(Mc.14:51-52)
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La desnudez, es quizá, la expresión de vulnerabilidad, más íntima y controversial a la que podemos vernos expuestos. Ese acto de quitarnos los ropajes que cubren nuestra extensa y ancha piel, hasta sus límites más extremos, con sus redondeces así tal cual son… inevitablemente nos confronta con todo aquello que nos gusta y no nos gusta de nuestro propio cuerpo… vernos al espejo tal cual somos, sin las ropas que disimulan, que distraen y a su vez destacan una imagen de nosotros mismos construida a partir de lo externo, de lo accesorio, posiblemente signifique enfrentarnos a una verdad a la que pocas veces queremos ver tal cual es… y por tanto nos desafía a la aceptación o al rechazo de lo que somos… de quienes somos, así como somos radicalmente, más allá de lo aparente.
Desnudarse es por demás un pudor ancestral… mítico, que nos remite al paraíso primero, en donde sus protagonistas Adán y Eva…, inocente e inconscientemente, convivían en paz y armonía con su desnudez hasta que apareció el pecado… ese acto por el cual fueron separados de su inocencia y despertados abruptamente a la realidad consciente de su humanidad. Humanidad que es compleja, contradictoria, animal y racional, santa y mundana. Humanidad con capacidad para la bondad y la maldad en desafiante convivencia; humanidad categóricamente imperfecta aunque bella…
En definitiva, desnudarnos, no es más que la acción de despojarnos de la pureza imaginaria que tenemos acerca de nosotros mismos y de la realidad, para asumir la condición más humana que se nos ha dado: la conciencia de libertad… Sí, conciencia de libertad. Libertad que exige discernimiento, decisión, compromiso, acción ante cualquier pensamiento, idea, acto, relacionamiento, sueño, o plegaria… Libertad que condiciona ver la realidad tal cual es… para poder asumir la existencia con responsabilidad.
Adan y Eva — prototipos míticos del género humano- al ser confrontados con su propia desnudez fueron cautivos de su imagen externa y extraviados de su intimidad interna… Y tan distorsionado fue el reflejo que vieron de sí mismos, tan profundo fue el impacto de conciencia real, que en ese instante se creó, con su acto interpretativo, una nueva realidad condicionante y hereditaria: el pudor.
El pudor como una mirada que no resiste ver la realidad en toda su cabal dimensión y completud y por tanto necesita cubrir lo que más temor dio ver: los cuerpos, pero más aún, el sexo, la sexualidad, el placer, la alteridad, la misma libertad…
Marcos nos presenta un evangelio donde la “normalidad” queda expuesta como un viejo ropaje que ya no sirve más: basta con echar un vistazo sobre las y los actores de su relato para confirmar que no representan normalidad alguna perfecta.
Y este pasaje tan pequeño que escogimos, en medio de una escena drámatica — el arresto de Jesús en el monte de los olivos minutos antes del juicio y condena — mecha a un joven cubierto por una sábana que estaba allí, siguiéndolo, el msmo es descubierto y también apresado… pero finalmente este se escapa de los guardias que sólo pueden retener la sábana que lo cubría y huye desnudo…
Por más que el poder opresor lo intente, jamás podrá cautivar, ni doblegar en su imposición la conciencia de libertad de un ser humano, que siempre tiene la capacidad de huir de sus garras deshumanizantes.
Hoy muchos están prisioneros de su imagen exterior, cautivos de sus ropajes, aletargados en la conciencia pudorosa de la normalidad impuesta… Este relato es una invitación clara a huir, si es necesario desnudos, de cualquier atadura que nos deshumaniza. Es una exhortación increíblemente liberadora a tomar por nuestra la conciencia de libertad, y decidir ser quienes somos digna y plenamente.
Reflexiones Bíblicas libres de homofobia
por el Rev. Fernando Frontan
Pastor de las Iglesias de la Comunidad Metropolitana
Miembro de la Comisión de Justicia Global de ICM
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