Travesticidio en Concordia: Fernanda tenía 33 años y fue apuñalada
El crimen de odio de Fernanda López en Concordia se suma al de Silvio Diez. Piden que se investigue como travesticidio.
Fernanda López era una travesti de 33 años y vivía en Concordia, una ciudad al noreste entrerriano, a orillas del Río Uruguay, donde fue víctima de un ataque de arma blanca.
De acuerdo a los primeros datos de la Jefatura Departamental de Policía, el hecho se perpetró alrededor de la hora 5.30 del miércoles 30 de marzo, en las inmediaciones de las calles Tala y Urdinarrain. Fernanda residía cerca de allí, en la zona de Parque Ferré.
Fueron les vecines quienes advirtieron a la policía que una persona herida yacía en el piso. Fernanda fue trasladada al hospital Delicia Masvernat. Pero allí constataron que había llegado sin vida.
Qué se sabe hasta ahora
Las organizaciones sociales, militantes y activistas denuncian que en Concordia el colectivo travesti y trans es víctima de una profunda exclusión y vulneración de sus derechos, un problema estructural de la ciudad. Reclaman la necesidad de perspectiva de género a la hora de abordar este crimen. Y demandan que la causa sea caratulada como travesticidio: es decir un crimen de odio.
En diálogo con Agencia Presentes, el fiscal de Género y Abuso Sexual, Juan Pablo Giambattista, al ser consultado sobre la carátula de la causa, explicó: “No tenemos acreditado si fue un ataque en base a una razón de odio, en base a una razón por su identidad género u orientación sexual. Todavía no lo sabemos”. Y deslizó que incluso pueda ser otra la calificación.
Sobre el proceso de investigación, el fiscal informó: “Estamos investigando el homicidio, obviamente con intervención de la Fiscalía de Género desde el primer momento, como para tener esa mirada y esa perspectiva, para que no se escape nada y se trate como se merece”. La misma fuente no quiso entrar en detalles hasta tener más avances. Se sabe hasta ahora que fue una persona, «que aún no está identificada”.
Darío Pérez, responsable del Área de Diversidad Sexual, dependiente de la Dirección Preventiva y Promoción de la Secretaría de Salud municipal, dijo a este medio que la causa ingresó por la Fiscalía Penal y luego tomó intervención la Fiscalía de Género. A partir de ahí se habilitaron dispositivos que tienen que ver con el Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad para acompañar, sostener y asistir a familiares. También adelantó que se está articulando con quiénes le “den una mano”, ya sea desde el Gobierno provincial, Nacional, como el municipal.
“Queremos respetar en dolor de la familia, para cuando estén fortalecidos. Y acompañar el proceso penal de la manera más amplia en el sentido de Justicia posible, con perspectiva de género y diversidad sexual”, indicó el funcionario municipal.
Repudio al tratamiento policial
Periodistas y profesionales feministas de la comunicación en Entre Ríos repudiaron a través de un documento la divulgación de una gacetilla policial con datos sobre el hecho donde no se respetó el derecho a la identidad, intimidad y protección integral de Fernanda. Una de las causas de esta vulneración se debe al desconocimiento y falta de capacitación.
“Como profesionales de la comunicación hacemos un llamado a la consideración de la información que se vierte en los partes policiales que vulneran los derechos de las personas”, expresaron las periodistas. Y destacaron: “cada vez que se filtran datos que no respetan el derecho a la identidad, la intimidad, y la protección integral de las víctimas, ocurre un hecho sistemático de revictimización”.
Por ello, exigieron que la Policía “como fuente de información oficial, indispensable para el acceso a la información pública” brinde datos basados en los principios que establecen las leyes, “respetando la garantía plena de los derechos, en un plano de protección integral de las víctimas”.
Por su parte, el fiscal de la causa dijo que en el marco de su competencia se encuentra trabajando en base a las cuestiones de cómo se las identifican a las personas travestis y trans, cómo se dan las noticias en las plataformas virtuales y la libertad que se atribuyen para herir. “Nuestra intervención no solamente está abocada para que se investigue lo que pasó y cómo pasó, sino para cuidar el contexto, es decir, en cómo dar la noticia”, aclaró. “Estamos trabajando en base al trato digno en el marco de la Ley de Identidad de Género, para que sea respete la normativa que no se acató. Empezamos a presentar notas de rectificación para que aquellos medios gráficos, radiales y televisivos que hicieron un manejo imprudente de la información, pueda corregirlo”.
«En tres meses nos han matado a dos compañeres LGBT»
El funcionario de Diversidad municipal contó que desde su rol están haciendo “lo humanamente y lo institucionalmente posible con escasos recursos, pero con mucha buena fe”. Y expresó: “Esta cuestión de los escasos recursos que tiene el municipio debido a que han sido destinados posteriormente a la pandemia, otras cuestiones y con otros criterios como la obra pública”.
“En Concordia lamentablemente si te toca ser puto, gay, trava, lesbiana y encima pobre y de la periferia, la verdad que no la estás pasando bien. A Fernanda no la pudimos acompañar en vida. No quiso hacerse el cambio de identidad, tampoco el cambio de nacionalidad, considerando que ella era uruguaya. Lamento que en vida no hayamos podido tener un abordaje más integral”, confesó.
Consultado sobre el trabajo desde la cartera a su cargo, posterior al asesinato de Fernanda, dijo: “En tres meses nos han matado a dos compañeres del colectivo LGBT como Silvio Diez y Fernanda López. Estamos tratando de acompañar desde las cuestiones más básicas como lo fue el sepelio, para que la compañera tuviera una despedida con la familia en un ambiente confortable. Además, junto a ellos, acompañamos la demanda paraponer en la agenda que fue un travesticidio. Una vez que se introduzca ese concepto creemos que se habilitarán otras discusiones”.
Victoria Mendoza, trans concordiense de 45 años, respecto al accionar del Estado, aseguró: “No veo un Estado presente, si no, no estaríamos hablando de estos hechos. El colectivo travesti y trans es un colectivo muy vulnerado, desprotegido y en una situación de riesgo gravísimo. Las compañeras perciben un programa social y eso no alcanza, es insuficiente. Los medios de todos lados cubrieron el asesinato y por lo que está pasando la comunidad en tan corto tiempo”.
“El crimen impactó profundamente en Concordia. Es muy fuerte para la comunidad y para el colectivo porque no suelen pasar estos hechos con semejante alevosía. Queremos poder movilizar, queremos manifestarnos para entregar un petitorio, haciendo un pedido de justicia, para tener mayor seguridad que nos permita a todas estar más seguras, no solo para las chicas que están en situación de prostitución”, manifestó con congoja.
Consultada por el reclamo de las organizaciones y la demanda de la familia para que la causa sea investigada como travesticidio, dijo: “Tenemos que leer que desde la Jefatura de Policía digan que no fue un crimen de odio. Yo quisiera saber cuál es el concepto de odio que tienen porque nos están matando por estar existiendo. Todavía no hay mucha información de la causa o por lo menos la comunidad travesti no está al tanto. No hay detenidos”.
Si no se discute por qué los discursos y las políticas no se materializan, qué sucede con eso y cuáles son los riesgos que corre la comunidad travesti y trans, difícilmente en la organización colectiva se elaboren saberes críticos, que permitan señalar al Estado y a quienes están sentados en el sillón de la responsabilidad.
Es importante que el Estado y los gobiernos inviertan las prioridades: no pueden tener como objetivo en primera instancia asegurarse un buen tratamiento de las situaciones violentas, sino que deben generar políticas para evitarlas. La justicia sólo estará dada cuando se garanticen las condiciones de vida de las travestis y trans y no acompañando sus muertes para redimir culpa.
Fuente Agencia Presentes
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