Archivo

Entradas Etiquetadas ‘Fe’

Dom 14. 9. 14. Exaltación de la Santa Cruz

Domingo, 14 de septiembre de 2014
Comentarios desactivados en Dom 14. 9. 14. Exaltación de la Santa Cruz

SIC18692Leído en el blog de Xabier Pikaza:

Dom 14.9 14. Fiesta de la Santa Cruz. El signo de la cruz constituye quizá la mayor aportación del cristianismo a la simbología y a la experiencias de las religiones Ciertamente, un tipo de cruz se ha utilizado desde hace mucho tiempo, como símbolo solar (cruces aspadas, laburus) o como signo de todo el cosmos, especialmente en clave espacial (cuatro líneas abiertas a los cuatro puntos cardinales que se cruzan en un centro).

Sin embargo, ninguno de esos elementos constituye el rasgo específico de la cruz cristiana, que ha empezado siendo un signo de tortura y un patíbulo donde Jesús ha muerto, en contra de las expectativas y esperanzas de sus seguidores. La cruz es el signo supremo de la injusticia de la historia, de la prepotencia asesina de los poderosos, del sufrimiento y muerte de los vencidos.

Pero esa cruz, con un hombre muerto en ella, siendo en principio el escándalo supremo de la fe, se ha interpretado después, partiendo de la pascua, como símbolo mesiánico y como principio de seguimiento cristiano.

Es normal que los cristianos celebren su fiesta. Por si a alguno le sirven presento unas reflexiones de tipo más litúrgico tomado de mi Diccionario Bíblico, con el famoso signo de la Cruz de la Cartuja de Miraflores (Burgos) que comento al final del post. Buen día a todos.

Texto Juan 3,13-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: “Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen el él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.”

El escándalo de la cruz

ha sido formulado de manera clásica por Pablo: «Los judíos piden señales y los griegos buscan sabiduría, pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los gentiles, pero para los llamados, poder y sabiduría de Dios, porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres» (1 Cor 1, 22-25). Más aún, Pablo sabe que, conforme a la Ley de Israel, la cruz es una maldición: «Maldito es aquel que ha sido colgado de un madero» (Gal 3, 10, con cita de Dt. 27, 26).

Los evangelios han escenificado esa maldición de la cruz en unos relatos de fuerte dramatismo. Los espectadores que pasan ante el Calvario se mofan de Jesús crucificado y, de un modo especial, lo hacen los sacerdotes y escribas, indicando con sus burlas que Dios ha rechazado a Jesús. La cruz no es para ellos un signo de presencia, sino de abandono de Dios: «¡Ay, tú que destruías el templo y lo reedificabas en tres días! ¡Sálvate a ti mismo, bajando de la cruz!… Y de manera semejantes, los sumos sacerdotes, riéndose entre sí, con los escribas, decían:¡A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse! ¡El Mesías! ¡El rey de Israel! ¡Que baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos! (Mc 15, 28-32). El mismo Jesús reconoce el escándalo y grita: «Eloí, Eloí, ¿lemá sabaktaní?, es decir: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mc 14, 34), ratificando con su fracaso y soledad el escándalo de una vida humana sometida a la injusticia y sufrimiento.

Un escándalo anunciado: era necesario.

Para aquellos que saben leer las Escrituras y la paradoja de la historia humana, la cruz se ha venido a presentar como signo supremo de solidaridad de Jesús con los pobres, llegando a ser de esa manea un símbolo mesiánico. Esto es lo que han descubierto y formulado los cristianos cuando han dicho que era necesario (dei): era necesario que el Hijo del hombre padeciera (Mc 8, 31 par), compartiendo así la suerte de los hombres y mujeres que buscan y fracasan, que sufren y no logran descubrir la verdad. Ellos, los dolientes de la tierra, los perdedores de la historia son ahora la comunidad de Jesús, forman su iglesia.

Esta no es una necesidad ontológica, vinculadas a los mitos del eterno retorno del sufrimiento, sino una “necesidad” histórica (o quizá mejor una fatalidad y un pecado), que la Escritura había ido descubriendo y mostrando en algunos de sus textos más paradigmáticos (el → siervo sufriente del Segundo Isaías, el justo perseguido de Sab 2). Este descubrimiento de la necesidad del sufrimiento constituye la primera norma interpretativa cristiana del Antiguo Testamento, el principio hermenéutico supremo de la iglesia (cf. Lc 24, 26.44; Hech 1, 16).

El Cristo crucificado.

Los investigadores no han llegado todavía a un acuerdo total sobre la manera en que Jesús entendió su tarea mesiánica; pero es evidente que el letrero de la cruz: «Jesús nazareno, rey de los judíos» (cf. Mc 15, 26 par) ha golpeado la conciencia de los cristianos, de manera que han descubierto la verdad de ese letrero. Lo que Pilato había hecho escribir en son de burla y condena lo toman ellos como signo de la verdad de Dios. En esa línea se sitúan las más solemnes confesiones de Pablo, que entiende a Jesús crucificado como presencia y revelación suprema de Dios (cf. 1 Cor 1, 13. 22; Flp 2, 8; 3, 18). Lo que era escándalo insalvable se convierte así en principio de fe. La cruz es la señal más alta de la presencia de Dios.

Tomar la cruz.

Desde aquí se puede dar un paso y afirmar que el camino de la cruz constituye el signo distintivo de los creyentes. Así lo dice Pablo, cuando afirma que sólo quiere conocer a Cristo y a Cristo crucificado (1 Cor 2, 2), para añadir después que él mismo quiere estar y está crucificado con Jesús (cf. Gal 2, 20; 3, 1). Desde aquí se entienden las palabras más novedosas de los sinópticos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará» (Mc 8, 34-35). Rehacer el camino de la cruz de Jesús desde su mensaje de Reino, en clave de pascua; esta es la novedad del cristianismo.
A partir de la experiencia cristiana primitiva, expresada por Pablo y los sinópticos, lo mismo que por el evangelio de Juan (cf. Jn 12, 32), la cruz ha venido a presentarse como signo de Dios y de la salvación de los hombres.

(1) Podemos presentar a Dios sin cruz, como una esfera,

encerrada en su quietud eterna, sin dolores ni problemas, sin cambios ni muerte en el mundo. Notas suyas serían la inmutabilidad, auto-contemplación y poderío: lo tiene todo y por tanto nada necesita. Frente a los restantes seres que ha creado, él se enclaustra inexorable en su propia perfección. Un Dios así, sin Cruz ni amor, es para muchos hombres y mujeres de este tiempo un enemigo. Pero el Dios de Jesucristo se introduce por la Cruz en nuestra historia y muere dentro de ella en favor de los humanos. Es un Dios de libertad, no es poder que goza obligando a que los otros le rindan reverencia, sino amor que se ofrece en gratuidad, abriendo así un espacio de vida compartida para los humanos.

(2) Los cristianos confiesan que Dios se expresa (se realiza humanamente) en la historia salvadora de la Cruz de Cristo.

Así entienden la Cruz como un momento integrante del proceso de amor, que brota del Padre, suscitando al Hijo como ser distinto de sí mismo y poniéndose en sus manos. El mismo Padre se regala (se pierde) dando su vida a Jesucristo: no clausura para sí riqueza alguna, no conserva egoístamente nada, sino que entrega a Jesús todo lo que tiene para que él pueda realizarse libremente. El Hijo Jesús, que ha recibido la vida del Padre, se la ofrece nuevamente, poniéndose en sus manos cuando entrega su vida por el reino (en favor de los humanos). Leer más…

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , ,

“Perdonar de corazón”. Domingo 24. Ciclo A

Domingo, 14 de septiembre de 2014
Comentarios desactivados en “Perdonar de corazón”. Domingo 24. Ciclo A

HIJO PRÓDIGO5_thumb[1]Del blog El Evangelio del Domingo, de José Luis Sicre sj:

Argumentos para perdonar (1ª lectura)

La primera lectura está tomada del libro del Eclesiástico, que es el único de todo el Antiguo Testamento cuyo autor conocemos: Jesús ben Sira (siglo II a.C.). Un hombre culto y estudioso, que dedicó gran parte de su vida a reflexionar sobre la recta relación con Dios y con el prójimo. En su obra trata infinidad de temas, generalmente de forma concisa y proverbial, que no se presta a una lectura precipitada. Eso ocurre con la de hoy a propósito del rencor y el perdón.

El punto de partida es desconcertante. La persona rencorosa y vengativa está generalmente convencida de llevar razón, de que su rencor y su odio están justificados. Ben Sira le obliga a olvidarse del enemigo y pensar en sí mismo: “Tú también eres pecador, te sientes pecador en muchos casos, y deseas que Dios te perdone”. Pero este perdón será imposible mientras no perdones la ofensa de tu prójimo, le guardes rencor, no tengas compasión de él. Porque «del vengativo se vengará el Señor».

Del vengativo se vengará el Señor y llevará estrecha cuenta de sus culpas. Perdona la ofensa a tu prójimo, y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas. ¿Cómo puede un hombre guardar rencor a otro y pedir la salud al Señor? No tiene compasión de su semejante, ¿y pide perdón de sus pecados? Si él, que es carne, conserva la ira, ¿quién expiará por sus pecados? 

Si lo anterior no basta para superar el odio y el deseo de venganza, Ben Sira añade dos sugerencias: 1) piensa en el momento de la muerte; ¿te gustaría llegar a él lleno de rencor o con la alegría de haber perdonado? 2) recuerda los mandamientos y la alianza con el Señor, que animan a no enojarse con el prójimo y a perdonarle. [En lenguaje cristiano: piensa en la enseñanza y el ejemplo de Jesús, que mandó amar a los enemigos y murió perdonando a los que lo mataban.]

Piensa en tu fin, y cesa en tu enojo; en la muerte y corrupción, y guarda los mandamientos.

Recuerda los mandamientos, y no te enojes con tu prójimo; la alianza del Señor, y perdona el error.

Pedro y Lamec

         Lo que dice Ben Sira de forma densa se puede enseñar de forma amena, a través de una historieta. Es lo que hace el evangelio de Mateo en una parábola exclusiva suya (no se encuentra en Marcos ni Lucas).

            El relato empieza con una pregunta de Pedro. Jesús ha dicho a los discípulos lo que deben hacer «cuando un hermano peca» (domingo pasado). Pedro plantea la cuestión de forma más personal: «Si mi hermano peca contra mí», «si mi hermano me ofende». ¿Qué se hace en este caso? Un patriarca anterior al diluvio, Lamec, tenía muy clara la respuesta:

«Por un cardenal mataré a un hombre,

a un joven por una cicatriz.

Si la venganza de Caín valía por siete,

la de Lamec valdrá por setenta y siete» (Génesis 4,23-24).

Pedro sabe que Jesús no es como Lamec. Pero imagina que el perdón tiene un límite, no se puede exagerar. Por eso, dándoselas de generoso, pregunta: «¿Cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?» Toma como modelo contrario a Caín: si él se vengó siete veces, yo perdono siete veces.

Jesús le indica que debe tomar como modelo contrario a Lamec: si él se vengó setenta y siete veces, perdona tú setenta y siete veces. (La traducción litúrgica, que es la más habitual, dice «setenta veces siete»; pero el texto griego se puede traducir también por setenta y siete, como referencia a Lamec). En cualquier hipótesis, el sentido es claro: no existe límite para el perdón, siempre hay que perdonar.

La parábola

Para justificarlo propone la parábola de los dos deudores. La historia está muy bien construida, con tres escenas: la primera y tercera se desarrollan en la corte, en presencia del rey; la segunda, en la calle.

1ª escena (en la corte): el rey y un deudor..

Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo.” El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda.

Se subraya: 1) La enormidad de la deuda; diez mil talentos equivaldrían a 60 millones de denarios, equivalente a 60 millones de jornales. 2) Las duras consecuencias para el deudor, al que venden con toda su familia y posesiones. 3) Su angustia y búsqueda de solución: ten paciencia. 4) La bondad del monarca, que, en vez de esperar con paciencia, le perdona toda la deuda.

2ª escena (en la calle): el deudor perdonado se convierte en acreedor

Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: “Págame lo que me debes.” El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: “Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré.” Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. 

Esta escena está construida en fuerte contraste con la anterior. 1) Los protagonistas son dos iguales, no un monarca y un súbdito. 2) La deuda, cien denarios, es ridícula en comparación con los 60 millones. 3) Mientras el rey se limita a exigir, el acreedor se comporta con extrema dureza: «agarrándolo, lo estrangulaba». 4) Cuando escucha la misma petición de paciencia que él ha hecho al rey, en vez de perdonar a su compañero lo mete en la cárcel.

3ª escena (en la corte): los compañeros, el rey y el primer deudor.

Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?” Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.

Dos detalles: 1) La conducta del deudor-acreedor escandaliza e indigna a sus compañeros, que lo denuncian al rey. Este detalle, que puede pasar desapercibido, es muy importante: a veces, cuando una persona se niega a perdonar, intentamos defenderla; sin embargo, sabiendo lo mucho que a esa persona le ha perdonado Dios, no es tan fácil justificar su postura. 2) La frase clave es: «¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”

Con esto Jesús no sólo ofrece una justificación teológica del perdón, sino también el camino que lo facilita. Si consideramos la ofensa ajena como algo que se produce exclusivamente entre otro y yo, siempre encontraré motivos para no perdonar. Pero si inserto esa ofensa en el contexto más amplio de mis relaciones con Dios, de todo lo que le debemos y Él nos ha perdonado, el perdón del prójimo brota como algo natural y espontáneo. Si ni siquiera así se produce el perdón, habrá que recordar las severas palabras finales de la parábola, muy intere­santes porque indican también en qué consis­te perdonar setenta y siete veces: en perdonar de corazón.

La diferencia entre la 1ª lectura y el evangelio

          Ben Sira enfoca el perdón como un requisito esencial para ser perdonados por Dios. La parábola del evangelio nos recuerda lo mucho que Dios nos ha perdonado, que debe ser el motivo para perdonar a los demás.

Biblia, Espiritualidad , , , , , , , , ,

El gran secreto.

Martes, 29 de julio de 2014
Comentarios desactivados en El gran secreto.

Del blog de la Communion Béthanie:

2014 con Dios llama y Vivir por el Espíritu +

En 1932, dos mujeres entregan su existencia a Dios y reciben en su oración, día día, palabras de Vida. Dos libros van a nacer de este compañerismo con Cristo, que te proponemos descubrir a lo largo de este año.

lcmd38

“El gran secreto de la fuerza que mueve montañas,

es un corazón lleno de gratitud,

un corazón que alaba a su Señor. “

*

El 21 de julio, Dios llama.

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , , , ,

“La excesiva proliferación de los santos, con sus devociones, sus intercesiones, y sus especialidades”, por Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara.

Martes, 15 de julio de 2014
Comentarios desactivados en “La excesiva proliferación de los santos, con sus devociones, sus intercesiones, y sus especialidades”, por Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara.

anthony gayton03Leído en la página web de Redes Cristianas:

He metido dos entregas entre el primer punto que escribí y el que debía de ser el segundo, es decir éste. Pero vuelvo a acometer mi plan. Y escribiré, con esa metodología que me ayuda a ser claro, corto y sintético. Ahí va:

Los santos. Es verdad de que en la Iglesia de Roma comenzó el culto a los mártires. Pero era, además de comprensible, una ayuda en el fervor para asumir los riesgos que el mero hecho de ser cristiano conllevaba. Los enterramientos en las catacumbas servían, literalmente, de mesas más que sacrificiales, pues el sacrificio ya se había consumado en el anfiteatro, o en cualquier rincón o encrucijada. Se trataba, más bien, de mesas eucarísticas, es decir, de una gozosa acción de gracias por hermanos miembros de la comunidad que había ganado la palma y el laurel del martirio. Una manera muy entrañable, de tener en cuenta, como hacemos nosotros, a sus queridos, y venerados, difuntos.

El problema surge con el paso de la fe a la religión. Insisto en este punto, y pienso, y no quiero desistir, en iniciar una cruzada para denunciar la traición que hemos hecho, en la Iglesia, a los fundamentos bíblicos, tanto del Antiguo (AT), como del Nuevo Testamento (NT). Y como esto sucede a partir del siglo IV, cuando la Iglesia abandona la clandestinidad y va adquiriendo, poco a poco, pero demasiado rápidamente, un status social, que se va convirtiendo, con mucha más celeridad de lo deseable, en un apreciable, apreciado, y buscado, status político. Que nadie se asuste, ni se extrañe, de que relacione la aparición del culto, en mi opinión, excesivo, de los santos, con el nuevo status político de los jerarcas de la Iglesia. La búsqueda del poder, como suele pasar, hizo valer la cláusula de que el fin justifica los medios.

De cómo contentar a los conversos. Los cristianos fueron pedagógicos, e intentaron acomodar su calendario litúrgico, a las costumbres de los miles, millones, de paganos, convertidos, en poquísimo tiempo, pero sin una catequesis ni siquiera mínima, a la praxis litúrgica y vivencial de la Iglesia. Ésta no podía, ni iba a aceptar de ninguna manera, ídolos, ni diosecillos, pero el culto a los mártires derivó en la veneración más general a los que después reconocimos como “santos”. He buscado información no teológica, sino histórica, del culto a los santos, y no la he encontrado. O, por lo menos, no me ha parecido de fiar. Como tampoco me convencen los argumentos que ciertas publicaciones, o instituciones, eclesiásticas, ofrecen, con sus distinciones de hiperdulía, dulía, y otras palabrejas, para ocultar que lo que más fulmina la Sagrada Escritura es todo tipo de idolatría, y que culto, culto de verdad, solo a Dios.

Los santos como intercesores. No es preciso hacer un depurado estudio del NT, sino solo una atenta lectura, para entender que el único intercesor verdadero, y válido, es el que tiene acceso a los dos puntos interesados en la intercesión: el divino, como concesionario de un favor, y el humano, como peticionario. Y el único que tiene ese acceso a los dos lados, -por eso es “pontífice”, (el que tiende un puente)- es Jesús. Me gustaría ver la reacción de San Pablo ante tanto intercesor como le hemos añadido al Señor Jesús

Las especialidades de los santos. Claro que este departamento no lo reconoce oficialmente la jerarquía de la Iglesia. Que San Blas sea especialista en afecciones de garganta, o San Antonio de Padua experto en encontrar las cosas perdidas, o en procurar un novio/a majo, o que haya imágenes muy, regular, poco, o muy poco, milagrosas, etc., etc., la jerarquía no lo enseña, ni lo reconoce, (oficialmente), pero ¡tampoco lo reprueba o condena! Ni pregunta, -que yo sepa nunca lo ha hecho-, y a vosotros, ¿Quién os ha dicho o asegurado esas especialidades? ¿De dónde las habéis sacado?

La relación de los fieles de la Iglesia peregrina con l0s de la Iglesia triunfante. Uno de los argumentos más peregrinos favorables a esta relación es que, así como San Pablo escribe a los Romanos: (15, 30) “Ruegos hermanos que me ayudéis con vuestras oraciones”. Y Santiago dice: “Orad los unos por los otros para que os salvéis”. (5. 16), ¿por qué no nos vamos a encomendar a las oraciones de los bienaventurados? Que alguien pueda, seriamente, echar mano de esta argumentación, es, no solo gratuito bíblicamente, sino demencial. ¿Quién o dónde se asegura que los miembros de la Iglesia triunfante se pueden relacionar con nosotros, y pueden escuchar nuestras súplicas, y presentarlas a Dios?

Porque Jesús está presente entre nosotros “realmente”, y, por lo menos yo, no pediré el enchufe de ningún santo si mi amigo de verdad, con el que tengo confianza, el que es mi confidente, y sé que está a mi lado, y, además, y esto sí que es decisivo, es el dueño de todo el cotarro, es mi amigo y hermano mayor, y dio la cara por mí, y murió por mí: Jesús. (No me extraña lo que me decía, en Brasil, un pastor metodista: “Vosotros, los católicos, con la Virgen y tanto santo, escondéis a Jesús”).

*****************

Dos notas a mi artículo de ayer. Necesarias por olvido

Ayer olvidé dos aspectos muy importantes, y muy esclarecedores, en el asunto que nos ocupa. Así que pondré en dos notas breves y sencillas esos dos temas, que me parecen, por lo menos interesantes. El primero, mucho más que el segundo.

Solo Dios es Santo. Esto ya lo he tratado y repetido varias veces. Pero considero el punto, y el matiz, fundamental en toda reflexión sobre los santos, su culto, su intercesión, su poder y su actuación en la vida de los fieles. Cuando proclamamos de algún ser humano la santidad estamos cometiendo, de alguna manera, una usurpación. La Santidad es el atributo divino por antonomasia, “stricto sensu”, lo que quiere decir que Dios es Santo porque es Dios, y al revés, es Dios porque es Santo. Así como podemos imaginar otros atributos, siempre imaginar, no afirmar apodícticamente, que dependen de alguna manera de su voluntad, -Dios es misericordioso porque quiere, es creador porque un día decidió serlo, es compasivo con sus criaturas porque así le gusta ser, etc. -, Dios es Santo porque esa es su esencia, su naturaleza, su razón de ser. Por eso mismo es tan difícil no solo definir, sino tan sólo describir la Santidad. Pero podemos dar alguna pista:

La santidad no es una realidad moral o ética: éstas son posteriores al comportamiento, uno es moral por las acciones que hace, o inmoral por las faltas que comete. La santidad es previa, también en las personas: somos santos porque Dios nos concede participar de su Santidad por nuestra incorporación a Cristo en el Bautismo. Y esa santidad la demostraremos después por coherencia con nuestra nueva condición de elevados a la vida sobrenatural, a la Gracia, al ADN, como me gusta decir, de Dios. Pero no seremos santos porque cumplimos los mandamientos, que son un hito de moralidad que cualquier ser humano puede alcanzar, sino por ser, y así obrar y sacar a la luz, participantes de la radical originalidad de Dios, y de su soberana distinción de todos los demás seres.

Por eso no nos deja de extrañar la beatificación o canonización basadas en “virtudes heroicas”. Desde que estudiaba Teología opino así, y veía, lo digo con temor y temblor, la contradicción de los decretos de beatificación o canonización con los conceptos y postulados bastante diáfanos que a parecen en las Sagradas Escrituras. Que, por cierto, respetaron y cumplieron los cristianos que se jugaban la vida por el mero hechos de serlo: cristianos; es decir, los de la Iglesia primitiva, hasta la salida de las catacumbas. ¿Alguien se imagina a San Pablo participando, o tan siquiera escuchando sin protestar airadamente, uno de esos decretos? Las virtudes heroicas producirán un héroe, no un Santo.

La contaminación del dinero. Es triste tener que decirlo, pero es la verdad. Las religiones, con sus santuarios, sus dioses, sus departamentos especializados, acaban siendo un fructuoso negocio económico. Que lo nieguen, si no, fenómenos como Santiago de Compostela, Lourdes, Fátima, Aparecida, Guadalupe, Santa Gema, y otros muchísimos que no cito. Los fieles, mal aleccionados, consideran que los santos o vírgenes de su devoción serán más receptivos a sus preces si las adoban con buenos donativos. Así como en el tráfico y guerra de reliquias en la Edad Media se escondía un sentido pagano y supersticioso de los recuerdos de los santos, el negocio con los mismos fomentó el mantenimiento y el aumento del santoral. Eso por un lado, y por otro, los emolumentos que según todas las lenguas, malas y buenas, hay que proporcionar al Vaticano en las causas de los Santos. Y si no es así, no se preocupan nada de dar pistas equivocadas. ¿Por qué instituciones, institutos y congregaciones religiosas poderosos/as económicamente han conseguido tantas elevaciones a los altares de miembros de los mismos sin ningún tirón popular fuera de su ámbito religioso? Que nadie se me enoje, como bellamente dicen nuestros hermanos latino- americanos. Pero he querido dejar bien claras estas dos notas porque opino que servirán para entender mejor el asunto que he tratado en los dos últimos artículos, sobre el culto a los Santos.

Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara

Imagen: Anthony Gayton

Espiritualidad, Iglesia Católica , , , , , ,

El Centro de Gravedad.

Martes, 10 de junio de 2014
Comentarios desactivados en El Centro de Gravedad.

Del blog À Corps… À Coeur:

centredegravitc3a91

 

Me reprochas por situar el centro de gravedad de la fe cristiana en el futuro en lugar de situarla en el drama redentor de la muerte y resurrección de Jesucristo. El reproche es justo… ¡Pero es Jesús mismo quien sitúa el centro de gravedad de la fe cristiana en el futuro! No hago sino conformarme con ello como lo hacían el cristianismo primitivo y San Pablo, y como debemos hacerlo nosotros mismos/as. El centro de gravedad de la fe cristiana no es el drama redentor de nuestra dogmática, sino la llegada del Reino de Dios en nuestro corazón y en el mundo. La naturaleza del cristianismo está constituida por la predicación de Jesús del Reino que está próximo, no por la teoría de la redención de san Agustín. Lo que debe ocuparnos ante todo, es el Reino de Dios.

*
Albert Schweitzer, carta del 11 de julio de 1952 a Maurice Carrez

centre-de-gravitc3a9

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , , , , , , , , , , , , ,

Impón silencio en mi oración.

Jueves, 5 de junio de 2014
Comentarios desactivados en Impón silencio en mi oración.

Del blog À Corps… À Coeur:

impose-silence-c3a0-ma-pric3a8re-andrzej-kciuk

Tómame, Señor, en la riqueza divina de tu silencio,
plenitud capaz de colmar todo en mi alma.

Haz callar en mí lo que no seas tú,
lo que no sea tu presencia toda pura,
toda solitaria, toda apacible.!

Impón silencio a mis deseos,
a mis caprichos, a mis sueños de evasión,
a la violencia de mis pasiones.

Cubre por el silencio la voz
de mis reivindicaciones, de mis llantos.

Impregna de tu silencio
mi naturaleza demasiado impaciente por hablar,
demasiado inclinada a la acción exterior y ruidosa.

Impón tu silencio en mi oración,
para que sea puro impulso hacia ti.

Haz descender tu silencio
hasta el fondo de mi ser,
y haz subir este silencio
hacia ti, en homenaje de amor!

***

 

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , , , , , , , , , , , , , , ,

El vigilante.

Lunes, 12 de mayo de 2014
Comentarios desactivados en El vigilante.

Del blog À Corps… À Coeur:

image
Si te alcanza la tenebrosa nueva

– El mundo ha vendido su alma a la tiranía de lo útil –

Ten compasión de él.

Concéntrate.

Escoge lo esencial

– La Vida –

Cumplir tu destino,

Consiente en dulce silencio

A la necesidad interior.

Sé este corazón que canta

Donde la infancia y las flores encuentren refugio

Y la belleza su tierra del exilio.

No sirve nada más

Que este Rostro Humano

– Intacto –

sepultado.

Bajo la mirada del Rostro eterno

Todo es restaurado

En su rostro de eternidad.

*
Eric de Rus, Vivir en incandescencia, Ad Solem, 2013 (Extracto)

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , , , , , , ,

“Hacerse cristiano cuando muchos lo dejan”, por Jaume Flaquer SJ.

Miércoles, 30 de abril de 2014
Comentarios desactivados en “Hacerse cristiano cuando muchos lo dejan”, por Jaume Flaquer SJ.

tumblr_mxs9yxP8Em1snds0co1_500Leído en Cristianismo y Justicia

Jaume Flaquer. [Catalunya Cristiana] No es fácil entrar en un vagón de metro cuando muchos de sus pasajeros quieren salir. La riada de gente te empuja hacia fuera. Si a pesar de esto sigues esforzándote por entrar sin esperar que se calme el andén (con el riesgo de perder el tren), es que tienes poderosas razones para querer subir.

Ésta es la situación de los jóvenes-adultos que llaman a la puerta de la Iglesia cuando muchos de sus compañeros la han abandonado. Experiencias personales de Dios y búsquedas de sentido suelen estar detrás de estos procesos. Yo he podido ser testimonio de tres de ellos porque el azar hizo que tres jóvenes me pidiesen casi a la vez un acompañamiento. Los reuní y constituí un grupo de reunión semanal. Ellos mismos pidieron que el proceso durara más de un año. Finalmente, después de casi dos años, ya recibirán el bautismo, la confirmación y la primera comunión en la Vigilia Pascual.

Para mí, como acompañante, ha sido una experiencia extraordinaria al estar tan cerca del huracán transformador que supone el descubrimiento de la fe. Los cristianos «viejos» damos demasiado la fe como «presupuesta» de manera que hemos ido redondeando la punta de su interpelación.

Hemos escuchado tantas veces el mandamiento del amor de Jesús que hemos perdido la capacidad de la sorpresa ante el tesoro de su vida, y hemos escuchado tantas veces sus críticas a los ricos y a los fariseos que hemos hecho de este discurso algo inofensivo situándolo en una pura utopía del Reino de Dios. Quien descubre el Evangelio es el verdadero niño que Jesús pone como modelo, porque abre los ojos como platos ante lo que le parece radical novedad.

A pesar de que cada camino de búsqueda es personal, el grupo al que acompaño es bastante representativo en algo, la gran diversidad de países de origen: un catalán, un cubano y una chica chilena. Alguien podría decir que los inmigrantes buscan en la religión un elemento de integración. Pero más bien es lo contrario. En una sociedad laica, la nueva pertenencia religiosa de estos nuevos catalanes supone un nuevo elemento de extranjeridad: extranjeros de origen y extranjeros de religión en la medida en que ésta va siendo cada vez más extraña en Cataluña.

Las familias de los catecúmenos reaccionan siempre con sorpresa y a veces con oposición. De hecho, lo pueden interpretar como una cierta crítica a la educación recibida. Los padres de uno de ellos le decían: «¿Qué hemos hecho mal para que ahora quieras bautizarte?». Paradójicamente muchos padres cristianos se preguntan lo mismo en sentido inverso cuando sus hijos toman otros caminos.

Karl Rahner tenía razón cuando decía que «el cristiano del futuro será místico o no será», es decir, fruto de una experiencia de encuentro con Dios. Estos continuarán el viaje en el vagón o subirán a él en alguna estación. Los demás bajarán para caminar solos o para coger otros trenes.

Imagen-2-Vela-de-Adviento-1-e1386251876114

Imagen extraída de: CPAL

***

Cristianismo (Iglesias), Espiritualidad, General , , , ,

Luz de Pascua.

Domingo, 20 de abril de 2014
Comentarios desactivados en Luz de Pascua.

Del blog À Corps… À Coeur:

lumic3a8resdepaque

” ¡ Acuérdate de que volveras a la Luz,
ya que esto es lo que verdaderamente eres (el Sí),
mientras que el polvo no es verdaderamente tú mismo,
es sólo tu cuerpo físico! “

*

(Placide Gaboury, El viaje interior, 1979)

***

De los escorpiones y el horno del desierto
en el país dónde fluye la leche y la miel.
De la agonía de Gólgota
a la Vida eterna …
Deja a un lado
el equipaje demasiado pesado,
los pensamientos engañosos,
los lazos mortíferos,
y pasa de la oscuridad a la Luz,
de la servidumbre a la Libertad.
De la muerte a la Vida.

*

(De Christophe Claudel)

***

¡Cristo verdaderamente ha resucitado!

¡Feliz Pascua!

lumic3a8redepaques

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , , , , , , , , ,

“Dios al límite”, por José María Castillo, teólogo.

Lunes, 14 de abril de 2014
Comentarios desactivados en “Dios al límite”, por José María Castillo, teólogo.

475px-the_scream1De su blog Teología sin Censura:

 “Jesús murió gritando fuerte” 

“Lo que está sucediendo en España es la profesión de ateísmo más clara y más cruel que se puede producir”

“Tras el festín de la codicia vamos todos a misas, procesiones, bodas, bautismos y comuniones”

“Creo en el Dios de Israel, aunque él haya hecho todo lo posible para que no crea”, escribió un judío en el gueto de Varsovia”

Semana Santa. Hablemos de Dios. A fin de cuentas, es el tema central de estos días, el motivo último que justifica estas vacaciones, por supuesto en los países y culturas de tradición cristiana. Aunque también es verdad que el asunto Dios no anda boyante en los tiempos que corren. Pero, por el motivo que sea, para mucha gente sigue siendo importante. Y, para no pocas personas, muy importante.

Pues bien, quienes estén habituados a manejar la Biblia habrán advertido que, como ha hecho notar un biblista conocido, Ulrich Luz, el grito a Dios contra Dios es central en la religiosidad de los salmos judíos. El ejemplo más conocido, en este sentido, es el Salmo 22, 2: Jesús grita su dolor y su abandono en el último momento de su vida en este mundo (Mt 27, 46; Mc 15, 34). Y grita alto y claro, no resignado o sumiso a Dios. Por eso viene bien recordar el testamento que dejó escrito un judío que murió, en 1943, en el gueto de Varsovia: “Creo en el Dios de Israel, aunque él haya hecho todo lo posible para que no crea… Dios ocultó su rostro al mundo. Las hojas en las que escribo estas líneas (voy a) encerrarlas en la botella vacía y esconderlas aquí entre los ladrillos de la pared maestra, debajo de la ventana. Si alguien las encuentra un día y las lee, entenderá quizá el sentimiento de un judío – ¡uno de tantos millones! – que murió como abandonado de Dios, ese Dios en el que cree tan firmemente”.

Los evangelios nos recuerdan varias veces que Jesús murió gritando fuerte (Mt 27, 46. 50), dando voces (Mc 15, 34. 37). Gritaba, desde su fe sin duda, pero también desde su desamparo, en la oscuridad y la soledad que sentía al irse de este mundo. Como el judío que dejó la botella con su testamento en el gueto de Varsovia, Jesús seguía buscando y anhelando a Dios, cuando se veía al límite de sus fuerzas y en el límite último de la vida.

En el fondo, es el problema de la fe. De ahí que una de las preguntas más serias, que, en la situación actual de España tenemos que hacernos es la siguiente: ¿pueden creer en Dios personas que, desde el puesto que ocupan o el cargo que desempeñan, están haciendo posible y llevando adelante una política económica de la que se sigue, sin más remedio, la desigualdad creciente entre los ciudadanos hasta el extremo de que, mientras unos pocos se enriquecen escandalosamente, la gran mayoría se hunde en la pérdida de derechos sociales y de seguridad en casi todos los ámbitos de la vida? Si es que lo de Dios y lo de Jesús representa algo en nuestras vidas, tenemos que plantear esta pregunta (y tenemos que decirle esto a la gente) por la sencilla razón de que, con el Evangelio en las manos, lo que está sucediendo en España es la profesión de ateísmo más fuerte, más clara y más cruel que se puede producir.

Vamos a decirlo claro y sin miedo. El Evangelio afirma sin rodeos: “No podéis servir a Dios y al dinero (Mt 6, 24). Y eso quiere decir que enriquecerse unos a costa del sufrimiento de otros, además de codicia, es la demostración más clara de que el “dios”, en el que se ha puesto la fe, es el dinero. Y eso, desde el punto de vista religioso, es la declaración más descarada y cruel de ateísmo que se puede hacer. ¿Y luego vamos todos a misas, procesiones, bodas, bautismos y comuniones? ¿Y hasta decimos que tenemos las manos limpias y la conciencias tranquila? Europa es ahora mismo el campo de cultivo del ateísmo más fértil y más voraz que se ha visto en los últimos tiempos. Esto es insoportable. Y si nos callamos, nos hacemos cómplices de lo que está pasando y de lo que nos queda por pasar, que seguramente es más, y más desagradable de lo que ya llevamos en nuestras espaldas. La vida se le está haciendo cada día más dura y más difícil a millones de españoles.

Por no pensar en la espantosa desgracia de las pobres gentes de otros países y de otros continentes cuyo sufrimiento clama al cielo. Porque es un sufrimiento que se podría evitar, pero no se evita porque “nuestro dios” nos lo prohíbe. ¡No hay derecho! ¡Basta ya! ¿Hasta cuando tendremos que estar danzando en esta macabra danza de los ateos cuyo ateísmo no es una cuestión de ideas o argumentos, sino el festín de la codicia que se alimenta y se mantiene con el dolor, la vergüenza y la muerte de los más desgraciados?

Espiritualidad , , ,

Amad a vuestros enemigos.

Domingo, 6 de abril de 2014
Comentarios desactivados en Amad a vuestros enemigos.

martin_luther_king_poster_by_supafly_01-d6ques5Aún recuerdo cómo mis ojos infantiles veían  la noticia en la recién estrenada televisión… en blanco y negro, por supuesto… Una noticia que me impactó de manera viva, tanto que aún no se me han borrado estas imágenes. Gracias a ICM por traernos el recuerdo de este gran hombre:

Hace 46 años, tal día como hoy (4 de abril), moría asesinado en Memphis el pastor bautista Martin Luther King. En su memoria compartimos uno de sus textos, que todavía sigue interpelando a mucha gente, entre ellas a muchas personas lgtb cristianas, que quieren seguir el camino de Jesús “a pesar de sus prójimos enemigos”.

Probablemente ningún consejo de Jesús ha sido tan difícil de seguir como el mandamiento de “amad a vuestros enemigos”. Algunos han considerado sinceramente que ponerlo en práctica no es posible. Es fácil, dicen, amar a los que os aman. Pero, ¿quién podría amar a quien abiertamente y con insidia buscan su perdición? Otros, como el filósofo Nietzsche, pretenden que la exhortación de Jesús al amor por los enemigos demuestra que la moral cristiana esta hecha para los débiles y cobardes, no para los fuertes y valientes. Jesús, dicen, era un idealista que carecía de sentido práctico.

A pesar de estas insistentes preguntas y persistentes objeciones, el mandamiento de Jesús nos desafía con una nueva exigencia. Sacudida tras sacudida, nos ha hecho presente que el hombre moderno camina sobre una vía llamada odio, en un viaje que nos conducirá a la destrucción y a la condenación. Lejos de ser la piadosa exhortación de un soñador utópico, el mandamiento del amor hacia nuestros enemigos es una necesidad irrenunciable si queremos sobrevivir. El amor incluso para los enemigos es la clave para resolver los problemas de nuestro mundo. Jesús no es un idealista sin sentido práctico; es el verdadero realista práctico. Estoy seguro que Jesús comprendía la dificultad inherente al acto de amar a nuestros enemigos. Nunca se unió a los que razonan con ligereza sobre la facilidad del camino moral. Sabía que toda manifestación auténtica de amor nace de un abandono definitivo y total en Dios. Cuando Jesús decía “amad a vuestros enemigos”, no ignoraba ninguna de las exigencias de este mandamiento. Nuestra responsabilidad como cristianos es descubrir el significado de este mandamiento y de intentar vivirlo con pasión y plenitud en nuestros caminos de cada día.

Seamos prácticos y preguntémonos: ¿Cómo podemos amar a nuestros enemigos?

En primer lugar tenemos que desarrollar y conservar nuestra capacidad de perdón. Quien es incapaz de perdonar, es incapaz de amar. Es imposible empezar a amar a nuestros enemigos sin haber aceptado antes la necesidad, renovada constantemente, de perdonar a quienes nos infringen el mal y la injusticia. Hace falta comprender también que el acto del perdón debe ser iniciado por la víctima de un engaño, de un insulto grave, de una injusticia tortuosa, de un acto terrible de opresión. El culpable puede pedir perdón. Puede arrepentirse y, como el hijo pródigo, volverse por un camino lleno de polvo, con el corazón latiendo por el deseo de ser perdonado. Pero sólo el prójimo maltratado, el padre que encontramos lleno de amor en casa, puede realmente derramar las lágrimas cálidas del perdón.

Perdonado no significa ignorar lo que se ha hecho o pegar una falsa etiqueta a una mala acción. Significa más bien, que la mala acción deja de ser obstáculo para las relaciones. El perdón es un catalizador que crea el ambiente necesario para comenzar de nuevo. Es deshacerse de un peso o cancelar una deuda. La palabras“ yo te perdono, pero nunca olvidaré lo que me has hecho” no manifiestan la verdadera naturaleza del perdón. Es cierto que no se olvida nunca, si eso quiere decir borrarlo totalmente del espíritu. Pero, cuando perdonamos, olvidamos en el sentido de que el mal ha dejado de ser un obstáculo mental que impide nuevas relaciones. Tampoco podemos decir: “te perdono, pero no quiero saber nada más de ti”. Perdonar significa reconciliación, reencuentro. Sin eso, nadie puede amar a sus enemigos. El grado hasta el cual somos capaces de perdonar determina el grado de nuestra capacidad de amor por nuestros enemigos.

En segundo lugar, hemos de reconocer que la mala acción de nuestro “prójimo enemigo”, aquello que nos ha herido, no define nunca de una manera adecuada lo que él es. En nuestro peor enemigo podemos descubrir cosas buenas. Cada uno de nosotros tiene algo parecido a una personalidad esquizofrénica, trágicamente dividida contra nosotros mismos. Una guerra civil endémica hace estragos en cada una de nuestras vidas. Algo dentro de nosotros nos hace proclamar como el poeta Ovidio este lamento: “Veo y apruebo el bien, pero hago el mal”. O bien estar de acuerdo con Platón para decir que la personalidad humana se parece a un carruaje con dos caballos potentes, cada uno de ellos va en sentido opuesto, o incluso repetir con el apóstol Pablo: “No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero”.

Todo esto quiere decir simplemente que algo de bueno hay en el peor de nosotros, y algo malo en el mejor. Cuando descubrimos esta verdad, nos inclinamos menos a odiar a nuestros enemigos. Si miramos bajo las apariencias, bajo el impulso malvado, encontraremos en nuestro “prójimo enemigo” lo que tiene de bueno y constataremos que la maldad y la malicia de sus acciones no eran una imagen adecuada de todo aquello que él es. Lo vemos bajo una nueva perspectiva. Nos damos cuenta que su odio ha nacido del miedo, del orgullo, de la ignorancia, del prejuicio, de la incomprensión; pero, incluso así, sabemos que la imagen de Dios está grabada de una manera inefable en su ser. Entonces amamos a nuestros enemigos porque comprendemos que no son del todo malo y que no están fuera del inmenso amor redentor de Dios.

En tercer lugar, hemos de evitar abatir y humillar al enemigo y, en cambio, hemos de mirar de ganar su amistad y comprensión. Llega un momento en el que podemos humillar a nuestros peor enemigo. Inevitablemente hay momentos de debilidad, y podríamos entonces clavar en su costado la lanza de batalla. Pero eso es precisamente lo que no se debe hacer. Cada palabra y cada acción han de contribuir a la comprensión del enemigo y a abrir estas grandes reservas de buena voluntad que han sido bloqueadas por las murallas impenetrables del odio.

Hace falta no confundir el amor con una cierta efusividad sentimental. El amor es algo más profundo que un toque emocional. Puede ser que la lengua griega nos pueda aclarar esta confusión. El Nuevo Testamento griego usa tres palabras para designar el amor. La palabra eros significa un tipo de amor estético y romántico. En los diálogos de Platón, el eros es un anhelo del alma hacia el dominio del ser divino. La segunda palabra es philia, un amor recíproco y una unión íntima entre amigos. Amamos a aquellos que nos aplauden y amamos porque somos amados. La tercera palabra es ágape, comprensión y buena voluntad creadora y redentora hacia todos los hombres. Amor desbordante que no espera nada a cambio, el ágape es el amor de Dios que actúa en el corazón del hombre. En este sentido, amamos a los hombre no porque nos aplaudan, ni porque sus características nos atraigan, ni porque posean algo de la gloria divina; amamos a toda persona porque Dios la ama. En este nivel, amamos a la persona que nos ha hecho daño, aunque odiemos el daño que nos hizo.

Podemos ver ahora lo que Jesús quería decir cuando decía: “amar a vuestros enemigos”. Deberíamos estar contentos de que no haya dicho: “Os tienen que gustar vuestros enemigos”. Porque es casi imposible que ciertas personas nos gusten. ¿Cómo nos podría gustar una persona que amenaza a nuestros hijos y pone bombas en nuestra casa? Es imposible. Pero Jesús reconoce que amar es más grande que gustar. Cuando Jesús nos pide amar a nuestros enemigos, no habla de eros ni de philia, sino de àgape, comprensión y buena voluntad creadora i redentora hacia todos. Sólo siguiendo este camino y abandonándonos a este tipo de amor, podremos ser hijos del Padre que está en el cielo.

Martin Luther King
15 de enero de 1929 – 4 de abril de 1968

Traducción libre de las páginas 53-56 de su libro “La fuerza de amar”.

 

Espiritualidad, Iglesia Bautista , , , , , , ,

¡Deja entrar la luz del sol!

Domingo, 23 de marzo de 2014
Comentarios desactivados en ¡Deja entrar la luz del sol!

Del blog À Corps… À Coeur:

let-the-sunshine-in

“Deja venir al Señor; Él es quien esclarecerá los secretos de las tinieblas y  manifiestará las intenciones de los corazones “ (1Co 4,5. La verdad en nuestras vidas se hace poniéndonos ante los ojos de Dios, para dejar que la luz venga.(…)

La luz puede venir como un flash que de repente envuelve mis sombras y recovecos. Pero a menudo va ganando poco a poco el lado oscuro, alcanzando zonas cada vez más profundas de mi ser. Instantánea o progresivamente, es una luz que no abruma, pero llega al alma en una paz que es un signo de Dios. La verdadera contrición no es el  amargo remordimiento, sino “el gozoso reconocimiento, jubiloso de nuestra pobreza total y definitiva en la riqueza inagotable del Ser “, en palabras de Pierre Emmanuel . Todas nuestros “confesiones ” deberían ser confesiones de alabanza.

Sin duda no somos nunca más verdaderos que cuando nos damos cuenta de repente de una inapercibida violencia interior, de un movimiento derechazo hacia un hermano, de una palabra que hiere, de unfalso pretexto que distorsiona nuestra mirada y nuestra relación, y que es injustificable. Ver esta luz como un gracia. Abandonarla en el corazón de Dios, y “pasar“, sin entrar en los discursos interiore con todos los mecanismos de autodefensa, de acusación de los hermanos, o de culpabilización que conocemos bien. Nuestro rumiar sobre nosotros mismos nos impide acoger puramente la luz y dejarle hacer su obra en nosotros. Es lo que supieron hacer los santos. La santidad no es  la impecabilidad sino este movimiento en nosotros, este tropismo instintivo y vital, que nos  vuelve sin cesar hacia un Otro, como el heliotropo se vuelve hacia el sol para recibir de él la luz y el calor indispensable  para su crecimiento.

*

Marie-Thérèse Abgrall, “Descubrir la verdad en su vida“,

en Christus n°204, oct. 2004, p. 415

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , , , , , , , ,

La llamada a los vivientes.

Viernes, 28 de febrero de 2014
Comentarios desactivados en La llamada a los vivientes.

Del blog À Corps… À Coeur:

lappel-aux-vivants

La experiencia fundamental y la revelación en nosotros de lo divino, es el acto creativo.

Abrir esta brecha de trascendencia en nosotros exige que nos coloquemos en este lugar único en el que brota y donde el acto de fe, la creación poética y la acción revolucionaria no son más que uno.

El gran arte nos ofrece el modelo más evidente de esta trascendencia. Llamo gran arte (refiriéndome, en lo esencial, a las artes no occidentales o al arte occidental antes del Renacimiento) a lo contrario del arte individualista que busca la singularidad cueste lo que cueste, debido tanto a que tiene como objetivo la integración en el mercado y la competencia, y porque es sólo reflejo de un mundo destrozado en migajas y sin esperanza.

El gran arte no es reflejo sino proyecto, exploración y experimentación de mundos posibles. Más allá de su creador, la obra suscita no espectadores o consumidores pasivos, sino celebrantes de esta vida que está naciendo, co-creadores de la creación. Ni siquiera de la creación artística, sino de la creación simplemente

Esta imaginación tiene valor profético y subversivo, porque hace entrever posibilidades cuyas condiciones no están contenidas en lo que ya existe. Nos sugiere que el mundo no es una realidad ya hecha, sino una obra que hay que crear.

Desde esta perspectiva, la educación consiste no en preparar al niño para adaptarse a la orden existente o a sus exigencias técnicas o políticas, para cebarlo de saberes y de respetos, sino en mostrarle los caminos para acceder a la trascendencia, es decir a la invención del futuro. A hacer emerger la trascendencia más allá de todos los acondicionamientos.

La verdadera educación no es dogmática sino profética. Es subversiva porque enseña a vivir de manera creativa, incluso en medio del caos, a no basar nuestra esperanza en las derivas de la naturaleza o de la historia, sino a tomar conciencia de que es posible vivir de otro modo.

Las consecuencias prácticas y concretas, de esta afirmación intransigente de la trascendencia son esencialmente revolucionarias.

Las únicas revoluciones posibles son las revoluciones que no ignoran esta dimensión transcendente del hombre, que no hacen caso omiso de lo divino, las que se fundan sobre esta certeza de la fe: el fondo último de la realidad es un acto de esta libertad creadora que llamamos Dios.
Ser revolucionario, es ser un creador de esta realidad, es participar en la vida divina.

*

Roger Garaudy, en La llamada a los vivientes

***

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , , , , , , , , , ,

No te inquietes… Adora y Confía.

Martes, 4 de febrero de 2014
Comentarios desactivados en No te inquietes… Adora y Confía.

No te inquietes por las dificultades de la vida
por sus altibajos, por sus decepciones,
por su povenir más o menos sombrío.
Quiere lo que Dios quiere.
Ofrécele, en medio de tu inquietudes e insatisfacciones,
El sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo,
acepta los designios de su providencia.
Poco importa que te consideres un frustrado
si Dios te considera plenamente realizado:
a su gusto.

Poco a poco Nuestro Señor te conquista y te toma para Él …
Te pido qu cuando te sientas triste,
paralizado, adora y confía.
Adora ofreciéndole a Dios tu existencia que te parece
destrozada por las circunstancias:
¡ qué homenaje más bello que esta renuncia amorosa
a lo que se habría podido ser!
Confía.

Piérdete confiado ciegamente en ese Dios
que te quiere para sí,
y que llegará hasta ti, aunque jamás lo veas.
Piensa que estás en sus manos,
tanto más fuertemente tomado
cuanto más decaído y triste te encuentres.

Vive feliz. Te lo suplico.
Vive en paz.
Que nadie te altere.
Que nadie sea capaz de quitarte tu paz.
Ni la fatiga psíquica. Ni tus fallos morales.
Haz que brote, y conserva siempre sobre tu rostro
una dulce sonrisa, reflejo de la que el Señor
continuamente te dirije.

Y en el fondo de tu alma coloca, antes que nada,
como fuente de energía y criterio de verdad
todo aquello que te llene de la paz de Dios.

Recuerda: cuanto te oprima e inquiete es falso.
Te lo aseguro en nombre de las leyes de la vida
y de las promesas de Dios.
Por eso, cuando te sientas apesadumbrado, triste.
ADORA Y CONFÍA…”

*

Pierre Teilhard de Chardin

***

01237

El padre jesuita Pierre Teilhard de Chardin esperando esa transformación positiva de la humanidad que será generada por la fuerza del amor verdadero, dice:

“El día vendrá cuando después de manejar el espacio, los vientos, las mareas y la gravitación, podremos manejar las energías del amor. Y en ese día, por segunda vez en la historia del mundo, habremos descubierto el fuego.

"Migajas" de espiritualidad, Espiritualidad , , , ,

“Que nadie venga a salvarnos de nuestra homosexualidad”

Domingo, 26 de enero de 2014
Comentarios desactivados en “Que nadie venga a salvarnos de nuestra homosexualidad”

Leemos en El Diario Norte:

El grupo de gays y lesbianas cristianos de Aldarte se reúne para la oración. /G. A.

El grupo de gays y lesbianas cristianos de Aldarte cumple 15 años como una de las iniciativas más activas de la asociación.

Lamentan que la iglesia abra sus puertas a que personas no creyentes celebren sus bodas “por tradición o por puro teatro” mientras que se las cierra a ellos a pesar de que su fe es sincera.

Su objetivo no es la reivindicación sino convertirse en un punto de encuentro para personas con creencias y sexualidad similares que no encuentran su espacio en sus parroquias.

Parece mentira que haya cristianos capaces de hacernos tanto daño cuando en el Evangelio se habla de todo menos de eso“, se lamentan sobre el trato que reciben en ocasiones.

 Si escuchan con atención los mensajes que lanza de vez en cuando la jerarquía eclesiástica parece que ser homosexual y creyente es completamente incompatible. Nada más lejos de la realidad, el grupo cristiano de Aldarte, centro de atención a gays, lesbianas y transexuales de Euskadi lleva ya 15 años funcionando como único punto de encuentro vasco para personas que comparten creencias y sexualidad. A lo largo de los años han recibido a personas que han sufrido el rechazo de sus congregaciones, pero ellos miran al futuro con optimismo y un mensaje claro: “No aceptamos que nadie venga a salvarnos de nuestra homosexualidad”.

Para celebrar su aniversario, Galigay, es el nombre que se pusieron hace quince años aunque ahora les gustaría cambiarlo para incluir también a las lesbianas, ha invitado a Eldiarionorte.es a asistir a una de sus reuniones. Ésta tiene lugar en las oficinas de Aldarte en Bilbao y a ella acuden Fernando, Elena, Txema, Roberto, Begoña y Ander, seis de las nueve personas habituales del grupo. En una distendida conversación, charlan sobre su pasado, presente y futuro. No evitan ningún tema por polémico que sea, pero desde el primer momento dejan bien claro que su objetivo no es reivindicar nada. “Somos sólo un grupo de personas con dos cosas en común: somos cristianos y además gays o lesbianas”, comenta Elena.

El grupo lo crearon Elena y Txema hace quince años con la ayuda de una congregación similar que ya existía en Cantabria. “Asqueados de los palos que nos daba la Iglesia les pedimos ayuda para montar algo similar a lo que tenían ellos”, relata Txema. “Pero no nos juntamos como un grupo de protesta sino como un grupo de fe”, añade. En un primer momento, la mayor parte de sus compañeros llegaron después de sentir que no encajaban en sus comunidades. “También hemos tenido gente que no sentía un rechazo directo, pero no acababan de encajar porque no podían compartir su vida con el resto de creyentes a un nivel completo”, apunta Elena.

Con el tiempo, la situación ha mejorado, pero todavía les llega gente “que viene rebotada de sus parroquias”. De todas formas, este perfil no responde a todos los miembros de Galigay. Txema, por ejemplo, siempre ha sido y sigue siendo “muy activo” en su congregación y además se siente aceptado dentro de ella. En líneas generales, además, ven que la evolución ha sido “para mejor”.

El grupo organiza dos oraciones al año, una de ellas coincidiendo con el día internacional contra la homofobia que se celebra el 17 de mayo y otra en navidades. “Desde hace unos años vienen sacerdotes y monjas a participar voluntariamente y son plenamente conscientes de dónde se meten”, ilustra Elena. “Hace 15 años ni se nos ocurría pensar en algo así”, añade Txema. También organizan un par de retiros anuales, uno de ellos lo celebran en un convento de hermanas Trinitarias de Suesa, donde son muy bien recibidos. “Se acercaron ellas al grupo después de leer sobre nosotros en la prensa y desde entonces las visitamos una vez al año”, explica Elena. Y no se trata de un intento de ‘salvar su alma’. “¡No, no, para nada! Nos aceptan con total naturalidad e incluso nos preguntan por nuestras parejas”, agrega.

“Hay mucha gente que no entiende que seamos cristianos sobre todo después de los palos que de vez en cuando nos da la iglesia”

Aunque no sea lo habitual, Galigay sí ha recibido la visita puntual de creyentes que se acercaban a ellos para ‘curarles’, en parte porque tienen su puerta abierta a todos los que quieran acercarse. “Tuvimos una experiencia con alguno que vino a salvarnos, pero a esos los echamos rápido”, rememora Begoña. “La compasión nos sobra, nadie nos puede decir cómo vivir la fe”, le refuerza Elena. También les ha ocurrido lo contrario y se han encontrado con falta de comprensión dentro del colectivo de gays y lesbianas lo que, a su juicio, “es igual de negativo”. “Hay mucha gente que no entiende que seamos cristianos sobre todo después de los palos que de vez en cuando nos da la iglesia”, argumenta Elena.

En cualquier caso, han aprendido a convivir con el rechazo y no por ello son menos felices. Sin embargo, hay detalles que les molestan. Ander, uno de los miembros más jóvenes del grupo, no entiende que la Iglesia se niegue todavía a celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo. “Priorizan a cierto tipo de gente que sólo se casa por tradición o por puro teatro y a nosotros nos lo niegan”, se lamenta. “¡Para nosotros una boda por la Iglesia significaría algo porque nuestra fe es sincera!”, añade.

Aunque en la actualidad sean menos numerosos, a lo largo de los años también han sufrido ataques directamente dirigidos contra ellos. “Parece mentira que haya cristianos capaces de hacernos tanto daño cuando en el Evangelio se habla de todo menos de eso”, critica Elena. Sin embargo, ven ciertos signos de progreso y creen que el talante del Papa Franciso es “completamente diferente a lo anterior”. “Parece que sí quiere hacer cosas y de buenas a primeras a Rouco se lo va a llevar a Roma”, apunta Txema. “Nosotros aspiramos a que nos reciba”, añade Elena con sorna. El principal problema que observan ahora está en la enorme jerarquía eclesiástica que el Papa debería cambiar “de arriba abajo” para poder solucionar por completo el problema. “¡Y eso le puede llevar cien años!”, exclama Txema.

Colaboración con Pagola

Ahora mismo el grupo está colaborando con el sacerdote y escritor José Antonio Pagola de cara a la publicación de su próximo libro. Se pusieron en contacto con él hace dos años para que acudiera como ponente a alguna de sus sesiones y les propuso colaborar en la interpretación de algunos extractos del Evangelio. Como la propuesta encajaba dentro de su línea de trabajo habitual, en la que priman los debates sobre textos bíblicos, el grupo aceptó. Ahora esperan tener sus reflexiones terminadas para mayo de este año, cuando se cumplen dos años exactos desde que empezaron.

Mientras tanto, seguirán reuniéndose cada dos semanas en las oficinas de Aldarte de Bilbao donde tienen sus puertas abiertas “a todo el mundo, aunque sólo vengan por curiosidad”. Lanzan una invitación a todos los gays y lesbianas cristianos que todavía no hayan conseguido lidiar con el rechazo. “Lo importante es que eviten la culpabilidad, que no se repriman y sepan que se puede ser muy feliz”, sentencia Elena.

Cristianismo (Iglesias), General, Historia LGTBI, Iglesia Católica , , , , , , , , , , , , , ,

Recordatorio

Cristianos Gays es un blog sin fines comerciales ni empresariales. Todos los contenidos tienen la finalidad de compartir, noticias, reflexiones y experiencias respecto a diversos temas que busquen la unión de Espiritualidad y Orientación o identidad sexual. Los administradores no se hacen responsables de las conclusiones extraídas personalmente por los usuarios a partir de los textos incluidos en cada una de las entradas de este blog.

Las imágenes, fotografías y artículos presentadas en este blog son propiedad de sus respectivos autores o titulares de derechos de autor y se reproducen solamente para efectos informativos, ilustrativos y sin fines de lucro. Por supuesto, a petición de los autores, se eliminará el contenido en cuestión inmediatamente o se añadirá un enlace. Este sitio no tiene fines comerciales ni empresariales, es gratuito y no genera ingresos de ningún tipo.

El propietario del blog no garantiza la solidez y la fiabilidad de su contenido. Este blog es un espacio de información y encuentro. La información puede contener errores e imprecisiones.

Los comentarios del blog estarán sujetos a moderación y aparecerán publicados una vez que los responsables del blog los haya aprobado, reservándose el derecho de suprimirlos en caso de incluir contenidos difamatorios, que contengan insultos, que se consideren racistas o discriminatorios, que resulten obscenos u ofensivos, en particular comentarios que puedan vulnerar derechos fundamentales y libertades públicas o que atenten contra el derecho al honor. Asimismo, se suprimirá aquellos comentarios que contengan “spam” o publicidad, así como cualquier comentario que no guarde relación con el tema de la entrada publicada. no se hace responsable de los contenidos, enlaces, comentarios, expresiones y opiniones vertidas por los usuarios del blog y publicados en el mismo, ni garantiza la veracidad de los mismos. El usuario es siempre el responsable de los comentarios publicados.

Cualquier usuario del blog puede ejercitar el derecho a rectificación o eliminación de un comentario hecho por él mismo, para lo cual basta con enviar la solicitud respectiva por correo electrónico al autor de este blog, quien accederá a sus deseos a la brevedad posible.

Este blog no tiene ningún control sobre el contenido de los sitios a los que se proporciona un vínculo. Su dueño no puede ser considerado responsable.