Iglesia católica en Ruanda quiere prohibir el reparto de preservativos a los jóvenes en las escuelas
La ministra de Salud de Ruanda, Diane Gashumba y el obispo Servilien Nzakamwita
El obispo de Byumba califica la medida como “una licencia para que las adolescentes forniquen”
La Iglesia católica ruandesa y el Ejecutivo de ese país africano se han criticado duramente en los últimos días debido al plan gubernamental de repartir preservativos a las jóvenes, que tiene como objetivo disminuir la prevalencia de las enfermedades de transmisión sexual.
Tal vez para ti sea muy común salir a comprar preservativos a una farmacia, o quizá hayas corrido con la suerte de que tu escuela o las instituciones de salud pública en tu país le repartan preservativos a los jóvenes con la intención de prevenir ETS o embarazos no deseados, sin embargo en Ruanda existe una pelea por parte de la iglesia católica para prohibir que los adolescentes tengan acceso a cuidar su sexualidad por medio de un método anticonceptivo y prevenir las enfermedades de transmisión sexual como el condón.
El gobierno de Ruanda tomó la decisión de repartir preservativos a los jóvenes con el objetivo principal de prevenir enfermedades de transmisión sexual, sin embargo el obispo católico ruandés de la diócesis de Byumba Servilien Nzakamwita y su séquito, atacaron la decisión del Ejecutivo, alegando que la medida es, atentos al machismo, “una licencia para que las adolescentes forniquen”, es decir, que los chicos “no fornican“… Si es que mejor estarían callados…
El obispo declaró públicamente, hay que tener valor, que la medida gubernamental era la culpable del incremento de embarazos no deseados, además confesó que él mismo le impidió a funcionarios repartir preservativos en algunas escuelas.
Diane Gashumba, ministra de Salud de Ruanda, declaró para Efe que la medida tiene el objetivo de prevenir enfermedades como el SIDA, e incluso desafió al obispo a presentar una medida de prevención mejor que el uso del preservativo. Gashumba aseguró que las declaraciones del obispo estaban completamente fuera de contexto y que no respetaban el problema de salud que el Gobierno trata de abordar.
“Cuando das a los adolescentes condones, piensan que fornicar es legal y que han conseguido una licencia para hacerlo, una nueva cultura que es responsable de los embarazos precoces”, dijo el obispo Nzakamwita en una reunión con los líderes religiosos locales el pasado jueves.
El obispo también reprobó la actitud de los padres de familia, quienes no han alzado la voz para que se detenga el reparto de preservativos a los adolescentes: “Es impactante que algunos padres digan que los condones están entre los requisitos escolares que les dan a sus hijos cuando salen de casa, lo que hace que los niños se sientan libres de fornicar y me temo que será difícil para nosotros revertir la situación”.
A pesar de la hostilidad del obispo Servilien, el Ministerio de Salud defendió su iniciativa, alegando que el gobierno tiene la responsabilidad de de promover la salud de los jóvenes en las escuelas y fuera de ellas y ofrecer a los jóvenes una alternativa para mejorar su salud sexual.
La ministra desmintió además la idea de que para cuidarse de las enfermedades de transmisión sexual los jóvenes prefieran abstenerse: “es un error mantener la mentira de que se puede conseguir la abstinencia y el comportamiento positivo”, y dijo que, “como Gobierno”, tiene pruebas de que “algunos jóvenes no se abstienen”.”El obispo Nzakamwita y la Iglesia deben saber que el Gobierno de Ruanda se preocupa por la vida de los jóvenes a través de muchas estrategias. Además de promover el uso de condones, sensibilizamos a los jóvenes sobre el comportamiento positivo y la abstinencia”, explicó Gashumba.
Además, sostuvo que su Gobierno atiende a madres y niños de embarazos precoces, brindándoles educación entre otros servicios sociales, y desafió al obispo a contarles cuántas víctimas de embarazos tempranos estaban bajo su cuidado. “El obispo y la Iglesia tienen derecho a dar sus puntos de vista, pero Ruanda tiene un 3 por ciento de prevalencia de VIH/Sida y en un gran número son jóvenes y mujeres, y por lo tanto no podemos sentarnos, tenemos que promover medidas preventivas”, opinó Gashumba.
A la desaprobación de las palabras del obispo se han sumado otros sectores de la sociedad ruandesa, como el conocido investigador Charles Muligande Sengabo, quien apuntó a que el obispo no tiene en cuenta el hecho de que los jóvenes viven en la era digital y que “se exponen a un mundo sexual temprano que pone sus vidas en peligro”. “El obispo debería culparse a sí mismo por aumentar los embarazos de adolescentes. Él ha perseguido a agentes que distribuían condones gratis. En este siglo, no puedes esperar que solo la religión detenga el sexo”, dijo a Efe una residente de Kigali, Fatima Nibishaka.
El desacuerdo entre el Gobierno y la Iglesia Católica en el sector de la salud se extiende también al programa de planificación familiar, ya que este último solo acepta la “planificación natural”.
En Ruanda hay 2,6 millones de chicas de entre 10 y 19 años y según datos de la ONU y la OMS, la tasa de madres adolescentes alcanza el 45%, mientras que la mortalidad materna por cada 1.000 nacidos es de 290, según datos de 2015 de Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud.
En Ruanda, el VIH/Sida es la segunda mayor causa de muerte de niñas (10%), por detrás de la malaria (19%) y por delante de infecciones de las vías respiratorias (7,0%).
Fuente Agencias/Religión Digital
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