México: Un adolescente trans logró una nueva partida de nacimiento
Luis es un varón trans mexicano de 15 años. Le gustan las matemáticas, le gusta escribir y además es el cantante de la banda de su escuela. El 23 de julio se convirtió en el primer adolescente en Ciudad de México en obtener una nueva partida de nacimiento con un trámite administrativo en el Registro Civil.
La batalla legal la llevó junto a su madre, Tania Morales, abogada, activista y presidenta de la Asociación por las Infancias transgénero y cofundadora de Familias Trans. Realizaron un juicio de amparo en el que se otorgó la protección de la Justicia Federal para que un adolescente pudiera contar con ese documento primigenio con el género autopercibido y su nombre elegido.
Luis supo que era trans al leer su sentir definido en un libro que le regaló Tania cuando le contó que le gustaban las chicas. Tenía 13 años. “Descubrí que eso ya tenía un nombre, cómo nombrarlo. Ya podía decirle cómo me sentía. Y así fue más fácil”, cuenta a Presentes en entrevista junto a su madre.
“Llegó con el libro y me dijo: esto es. Yo no sabía absolutamente nada sobre la T. Entonces yo no pude identificar que toda su vida tuvo expresión de género masculina y que de muchas maneras me explicaba que era un hombre; solo que yo no entendía porque yo ni siquiera sabía la diferencia entre género, sexo, esas cosas. A partir de su imposición empecé a estudiar y la verdad es que fue bastante rápida la parte de la transición. Luis fue muy tajante en decir que quería que le llamaran así, todas las personas, ya”, agrega Tania.
Fue a partir de allí que Tania decidió crear la asociación civil y se especializó en la defensa de la infancias y adolescencias trans en México. Actualmente forma parte del Parlamento de Mujeres de Ciudad de México.
-¿Cómo fue la recepción en la escuela?
L– Me quedé en la misma escuela porque era donde quería seguir estudiando. El proceso fue fácil, comparado con otras vivencias. Porque llegamos con los directores, les contamos; esto es lo que pasa, necesitamos estas cosas, necesitamos que me llamen por mi nombre, que me dejen entrar al baño de hombres, etc. Cuando no hay leyes que respalden eso. La escuela apoyó.
T– A partir de eso decidimos fundar la Asociación Civil con la intención de crear un protocolo que pudiera instalarse más que en las escuelas, en el sistema educativo mexicano. Para quienes no supieran que este es un derecho. Todavía no lo logramos, pero sí trabajamos con varias escuelas porque atendemos familias personalmente y vamos a las escuelas, aunque no se ha logrado institucionalizar.
– ¿Cuáles son las trabas para niñes y adolescentes a la hora de cambiar el documentos?
T– Hay una gran diferencia en el trato para personas mayores de 18 años y personas menores de 18 cuando se trata de identidad de género. En Ciudad de México, y en seis estados más, hay un proceso administrativo para poder corregir un acta de nacimiento vía registro civil para personas mayores. La Constitución que tiene ahora la Ciudad de México es la primera Constitución de los estados en el país que reconoce la identidad de género. Pero para menores de edad en CDMX es a través de un juicio familiar. Como si esto en lugar de ser una autoidentificación o autodeterminación tuviera que pasar por un proceso para que otra persona elija. Entonces es frente a un juez de familia. Hay un periodo probatorio donde hay que llevar un dictamen psiquiátrico, un expediente clínico de una terapeuta especialista en género que lleve un proceso largo de tratamiento, se llevan testigos, incluso hay casos donde se han pedido exámenes psiquiátricos a la familia completa. Este es un tratamiento patologizante. ¿no? Luego se lleva a la persona ante el Ministerio Público, y allí hay otro interrogatorio más, hasta la decisión del juez.
L– Lo más sencillo es ir a juicio. Pero ir a juicio es aceptar que alguien más puede decirte quién eres. Y eso no era algo que ninguno de los dos iba aceptar. Solo yo podría decir quién soy y eso de que te traten como si eres un paciente, nada más para darte los papeles, como si fuera una cura para lo que tienes.
– ¿Cuál fue su estrategia legal?
T– Hicimos una doble estrategia. La estrategia del amparo al Registro Civil (que rechazó el pedido) con la la intención de llegar hasta la Suprema Corte de justicia para que quedara como antecedente para otros casos. El amparo se solicitó en diciembre del año pasado y para abril había una respuesta positiva del Tribunal de Distrito, eso fue muy satisfactorio. Y la estrategia legislativa. Esto fue en enero de este año. Apliqué al Parlamento de Mujeres de la Ciudad de México con la intención de meter esta iniciativa de reforma muy concreta del Código Civil. Me integré al Parlamento para el proceso de participación ciudadana. Para que esto naciera desde la necesidad social y no desde el contacto con un partido político. Lo muy bueno fue que en la sentencia del tribunal colegiado ya especifican que el Registro Civil l tiene que tomar el consentimiento informado directamente a través de Luis y no a través de sus padres. Esto fue un gran avance. No se llegó a la Suprema Corte, entonces la opción que tenemos es poner público el amparo que tenemos. Estamos viendo estrategias para aplicar en otros dos estados esto mismo, Nayarit Y Michoacan.
L– Yo lo pedí. Yo llené todas las formas. Y eso es novedoso porque siempre son los adultos lo que hacen. Es una forma de afirmar que alguien más tiene que hablar por ti y alguien más tiene que decir quién eres. Creo que estuvo muy bien porque es dejar algo para los demás.
“No he dejado la opción de que me traten de otra forma”
Luis y su madre Tania explican que además de las leyes es fundamental que haya mayor información y educación sobre género en las escuelas y espacios públicos. “¿Cómo podemos pedirle a las infancia que se explique a sí misma si nunca tienes un ejemplo en la realidad? Vas a la escuela y no hay maestras lesbianas u homosexuales visibles. No hay maestros trans Y si una infancia no tiene un ejemplo de referencia para decir yo soy o yo me percibo como esta persona es difícil”, dice Tania.
L:- Yo no he dejado la opción de que me traten de otra forma. Yo soy Luis y mis amigos siguen siendo mis amigos. Pero hay deudas y es dar un poco más, dejar algo que pueda ayudar a otros creo que es importante. Porque si tú te sientes diferente y ves que no hay otra opciones ¿dónde estás? Es como si no te vieran. Como si no tuviéramos voz. Por eso es tan importante no sólo activar por los derechos de las personas trans sino también que haya personas LGBT activando en otras causas, como las medioambientales. Si puedes y tienes la oportunidad de hacerlo es como moralmente una obligación.
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