Fallece Phil Donahue: defensor católico de la igualdad LGBTQ+
En los obituarios y las noticias iniciales de ayer (19 de agosto) sobre la muerte del popular presentador de programas de entrevistas de televisión Phil Donahue no se mencionó su firme defensa de los católicos LGBTQ+, un legado que ha ayudado a un número incontable de personas, en particular a estudiantes y exalumnos de la Universidad de Notre Dame, Indiana, de la que se graduó en 1957.
Donahue, junto con su esposa, la actriz Marlo Thomas, fueron fervientes partidarios de los exalumnos gays y lesbianas de Notre Dame y St. Mary’s (GALA), la asociación de exalumnos LGBTQ+ de larga data, uno de los primeros y más grandes grupos de exalumnos LGBTQ+ en una universidad católica. El dúo de celebridades siempre abrió su ático de Manhattan a la organización para el evento anual de recaudación de fondos del grupo en otoño para un fondo de becas LGBTQ+ en beneficio de los estudiantes de Notre Dame.
Quizás el apoyo más público de Donahue al grupo GALA fue en septiembre de 2016, cuando encabezó la Peregrinación de la Misericordia de la organización, una caminata de oración por Manhattan para conmemorar el Año de la Misericordia convocado por el Papa Francisco. El evento se destacó al igual que una súplica para extender la misericordia mutua entre la comunidad LGBTQ+ y la Iglesia Católica institucional.
Phil Donahue se dirige a la Peregrinación de la Misericordia en 2016.
Donahue recibió el premio Thomas A. Dooley de GALA, llamado así por el ex alumno de Notre Dame que se convirtió en una voz destacada en la atención humanitaria a fines de la década de 1950 debido a un libro popular que escribió sobre su trabajo como médico en el sudeste asiático justo antes del inicio de la guerra de Vietnam. Décadas después, se reveló que Dooley, que fue elogiado por líderes católicos de todo el mundo y que murió prematuramente de cáncer en 1961, era un hombre gay encubierto.
La Sra. Thomas recibió el mismo premio en 2022. La hermana Jeannine Gramick, cofundadora de New Ways Ministry, aceptó el premio Dooley en 2003 y fue invitada de Donahue y Thomas en su apartamento.
En su vida como presentador de programas de entrevistas, Donahue a menudo abordó de manera provocativa y valiente los temas de la orientación sexual, los estereotipos de género y la identidad de género. Durante una entrevista con el sitio web TruthOut en 2014, Donahue contó la siguiente historia del comienzo de su programa de entrevistas en 1967, que en ese momento solo se transmitía en Chicago:
“Incluimos a un chico gay en el tercer programa… .Nadie se había declarado homosexual en 1967. Y yo he recibido 16 años de educación católica, incluidos cuatro en Notre Dame (soy licenciado en la Universidad de Notre Dame), donde nos enseñaron que amamos al pecador pero odiamos el pecado… Más tarde me di cuenta de que [era] algo muy condescendiente, en el sentido de que la Iglesia estaba promoviendo la homofobia con más virulencia que [cualquier] otra institución. Y entonces aparece este tipo gay, y yo estoy muerto de miedo. Me imagino que van a pensar que soy gay, que es como los llamábamos entonces. Y recuerdo que iba al instituto con tipos que querían golpear a los gays. Yo nunca quise golpear a un gay, pero no quería estar con ningún gay. Y ahora tengo a un gay aquí mismo en mi programa. Y, por supuesto, los teléfonos se están volviendo locos. El correo está llegando al director general. Las madres pensaban que sus hijos se contagiarían. ¿Por qué estamos engrandeciendo a este hombre? Ya sabes, lo pones en televisión… Es como si no hubiera nada malo en ser homosexual”.
En 1974, antes de que su programa alcanzara una audiencia nacional, Donahue entrevistó a la familia Segal de Filadelfia (cuyo hijo gay, Mark Segal, se convirtió en el editor de Philadelphia Gay News), la primera vez que una familia con un miembro gay fue entrevistada en televisión abierta.
Donahue con un miembro de la audiencia interrogando al padre John McNeill, en 1976.
En 1976, entrevistó al teólogo Padre John J. McNeill, SJ, que acababa de escribir el innovador libro teológico, La Iglesia y el homosexual.
Y en la década de 1980, fue una de las primeras figuras prominentes en abordar la epidemia del VIH/SIDA en un foro público.
También habló en la convención de 2009 de Dignity/USA, una organización LGBTQ+ católica, celebrada ese año en Washington, DC.
En una entrevista conThe New York Times en abril de 2002, Donahue dijo: Criado como católico y educado en una escuela secundaria católica antes de asistir a Notre Dame, Donahue dijo: “Tuve 16 años de educación católica. Fui un muy buen católico”. Cuando el entrevistador lo presionó sobre por qué usó el tiempo pasado, explicó:
“Soy un católico divorciado y vuelto a casar. Me negué a que se anulara mi primer matrimonio. Me negué a pagar una tarifa a cuatro o cinco hombres célibes a quienes no conocía, quienes de alguna manera, a puerta cerrada, concluirían que mi matrimonio nunca existió. Me considero católico. Siempre seré católico. Pero quiero que mi iglesia se una a la raza humana y finalmente se aleje de esta teología antisexual”.
La defensa de Donahue de las personas LGBTQ+, que tenía sus raíces en su identidad católica, es una parte importante de la conversación de la iglesia sobre la sexualidad y el género que continúa. Es un ejemplo de cómo los laicos pueden influir en la iglesia a menudo con más fuerza que los obispos, el clero y los religiosos. Que descanse en paz, pero que su legado de justicia e igualdad siga vigente en los laicos que siguen haciendo preguntas provocativas y valientes.
[Nota del editor: si hay algún exalumno LGBTQ+ de Notre Dame y St. Mary’s que quiera compartir recuerdos de Phil Donahue, hágalo en la sección “Comentarios” de esta publicación. A todos nos encantaría escuchar sus historias.]
—Francis DeBernardo, New Ways Ministry, 20 de agosto de 2024
Fuente New Ways Ministry
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