El partido de Berlusconi quiere modificar la ley de uniones civiles italiana
El que fue primer ministro italiano se presenta de nuevo a las elecciones y propone, entre otras cosas, modificar la actual ley de uniones civiles que está abierta a parejas del mismo sexo.
Dentro de poco se van a celebrar elecciones en Italia otra vez más. Silvio Berlusconi, el que fue primer ministro de Italia, se presenta de nuevo como candidato con su partido Forza Italia.
Después deuna gran discusión nacional, el país aprobó hace poco lo que ellos llaman la ley Cirinnà, una ley de uniones civiles que, aunque está abierta a parejas del mismo sexo, en realidad no dejó contento a nadie. Por un lado porque ya sabemos que a los homófobos no les parece bien ningún tipo de avance, y por otro lado porque las personas LGTBI italianas se tuvieron que contentar con una ley que les permitía casarse, o más bien, unirse, de una manera distinta tanto en las formas (lo suyo no se llama matrimonio) como en el contenido (con bastantes diferencias discriminatorias respecto al matrimonio al que pueden acceder los heterosexuales).
Y ahora, cuando pensábamos que éste era un tema del que nadie iba a hablar más, las uniones civiles han vuelto a formar parte del debate electoral. La candidata de Forza Italia Eugenia Rocella en el Family Day prometió que si llegaban al poder pelearía para abolir o cambiar profundamente todas las leyes aprobadas por la izquierda que dañaban fuertemente a la familia.
Aunque en realidad nadie se tomó demasiado en serio a esta señora, la ex-política y activista consiguió que Mara Carfagna, portavoz parlamentaria de Forza Italia, asegurara en Twitter que no tenían intención de modificar la ley Cirinnà:
Assolutamente no. È una sua opinione personale, che non condivido e non fa parte del programma del centrodestra. Cosa facciamo, il passo del gambero?
— Mara Carfagna (@mara_carfagna) 1 de febrero de 2018
“Pregunto a @mara_carfagna si está de acuerdo con la propuesta de Eugenia Roccella de abolir la ley #UnionesCiviles, que usted también votó. Gracias.“
“De ninguna manera. Es su opinión personal, que no comparto y no forma parte del programa de centro-derecha. ¿Vamos hacia atrás, como los cangrejos?“
Después de esta respuesta de Carfagna parecía que podíamos respirar tranquilos. Sin embargo Berlusconi, que dice que se presenta para ganar y presidir de nuevo el consejo de ministros y que está centrando su campaña en temas económicos, también quiso hablar de temas sociales y sobre las uniones civiles dijo que habría cambios en la ley y que “esto no significa necesariamente volver a la situación anterior; significa, en lo que se refiere a las uniones civiles, definir claramente la función social del matrimonio entre hombres y mujeres, orientada a la procreación y educación de los hijos.”
Así que parece que realmente sí que piensan en modificar la ley Cirinnà y dejar todavía más claro que por un lado están los heteros, que se casan para tener hijos (en Italia no existe la adopción homoparental), y luego los homosexuales que hacen otra cosa con otro nombre y que no vale lo mismo. Si nos tomamos en serio sus palabras excluirían del matrimonio incluso a las parejas heterosexuales que no pueden o no quieren por las razones que sean tener hijos.
Este interés por defender el matrimonio en su forma más tradicional nos sorprende bastante viniendo de una persona como él que, como ya sabemos, tiene unas ideas muy laxas sobre cómo combinar sexo y moral católica. Hace bastante poco, cuando en Italia se estaba debatiendo la aprobación de las uniones civiles, se mostraba de lo más abierto si lo comparamos con otros políticos de derechas:
Quella per i diritti civili degli omosessuali è una battaglia che in un Paese davvero moderno e democratico dovrebbe essere un impegno di tutti.
Da liberale, ritengo che attraverso un confronto ampio e approfondito si possa raggiungere un traguardo ragionevole di giustizia e di civiltà.“La lucha por los derechos civiles de los homosexuales es una batalla que en un país verdaderamente moderno y democrático debe ser un compromiso de todos.
Como liberal, creo que mediante un debate amplio y profundo podemos alcanzar un objetivo razonable de justicia y civilización.“
Lo más probable es que ni siquiera haya cambiado radicalmente de opinión en este tiempo. Tristemente, el candidato de Forza Italia sabe que en países como el suyo la homofobia vende y que le sirve para arañar algún voto entre el sector del público al que dirige su mensaje. Un poco más a la derecha pero más o menos en el mismo segmento de voto tiene, por ejemplo, la competencia de Fratelli d’Italia, un partido con un discurso mucho más agresivo sobre la necesidad de defender la familia tradicional, aunque lo defiende una señora soltera que vive sin estar casada con su pareja. Nuevamente la coherencia la llevan más bien mal…
En todo caso, parece bastante claro que no se puede esperar ningún avance ni mejora para el colectivo LGTB+ si estos señores ganan las próximas elecciones del 4 de marzo.
Fuente | Il Giornale, vía EstoyBailando
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