La Aquidiócesis de Cincinnati prohíbe a sus profesores que apoyen el “estilo de vida gay”
La Arquidiócesis de Cincinnati, una ciudad de Ohio que representa la sede del condado de Hamilton, ha redactado un nuevo contrato para prohibir que sus profesores lleven o respeten el “estilo de vida homosexual”. La profesora Molly Shumate, tras 14 años dando clases en la arquidiócesis, ha anunciado que no renovará su contrato por estar en desacuerdo con lo establecido en el mismo.
La Arquidiócesis de Cincinnati, sede del condado de Hamilton, contará el próximo curso escolar con una profesora menos, después de que la misma se haya negado a firmar el nuevo contrato homófobo de la arquidiócesis.
Arzobispo Daniel E. Pilarcyzk
Desde la Arquidiócesis de Cincinnati han redactado un nuevo contrato para su profesorado, estableciendo en el mismo distintas medidas que buscan impedir que los docentes puedan apoyar la igualdad de la diversidad sexual. La Arquidiócesis de Cincinnati establece en el nuevo contrato que ha elaborado que todos sus profesores tienen prohibido apoyar públicamente el “estilo de vida homosexual”. La organización religiosa no solo quiere prohibir el apoyo de sus profesores a las minorías sexuales, sino que también establece en el contrato que los docentes no deben seguir el “estilo de vida homosexual”, lo que conlleva vetar a los profesores que apoyen la homosexualidad o tengan dicha orientación sexual.
Molly Shumate (en la fotografía), una profesora estadounidense que lleva 14 años dando clases en la Arquidiócesis de Cincinnati, ha manifestado a la prensa norteamericana que este año será el último en la organización religiosa. Shumate ha manifestado que no piensa renovar su contrato al estar totalmente en desacuerdo con las prohibiciones homófobas que establece el mismo, indicando que su apoyo a su hijo Zach, un joven abiertamente homosexual de 22 años, le impide firmar lo que la Arquidiócesis de Cincinnati ha establecido. “Tan pronto como tuve constancia de la redacción del nuevo contrato, me di cuenta de que no seguiría trabajando para ellos. Fue algo obvio para mí. Lo malo es que me encanta enseñar, me encanta la clase en la que trabajo, amo a los niños a los que enseño”, ha manifestado Shumate. “Sin embargo, cuando Zach salió del armario, su mundo despegó, al igual que el mio. Dios me hizo un regalo ese día. Él me ha cambiado como persona. Ahora soy mucho más receptiva hacia tantas otras personas diferentes“, ha expresado Shumate.
La profesora norteamericana ha manifestado que “le juré a Zach, al igual que el resto de la familia, que le iba a aceptar y amar por quien es. No voy a ir en contra de lo que creo. La forma en que está redactado el nuevo contrato me obliga a no apoyar a mi hijo. Para mí, eso conlleva dar demasiados pasos hacia atrás, no voy a hacerlo“.
Fuente Universogay
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