Matrimonio igualitario en Argentina: la vida cotidiana de las parejas
Leandro Fogliatti y Esteban Rico, directores de SentidoG, contrajeron matrimonio el pasado 22 de octubre luego de 10 años de relación. Las leyes inclusivas que se adecuaron a la realidad de la comunidad LGBT, impactaron positivamente en la vida de las personas del colectivo y de la sociedad toda.
Por Silvina Molina (Télam)
Andrea Rivas y Sabrina Calabrese, casadas desde el 2011, y Esteban Rico y Leandro Fogliatti, que hace 10 años están en pareja y se casaron el pasado 22 de octubre, compartieron una charla íntima con Télam en la que coincidieron en que “la igualdad hecha ley brinda seguridad jurídica” a sus derechos.
“La institucionalización del matrimonio igualitario significó un antes y un después para las personas del colectivo y para toda la sociedad”, resume Calabrese, abogada al igual que su pareja, mientras su hija -Francesca, de dos años- traza colores en una hoja en blanco.
Los trazos que dibujan las leyes inclusivas en la vida de las personas no son lineales “porque aún falta el cambio cultural, que se está dando, que no es óptimo, pero que no hubiera sido posible sin este camino transitado en la legalización de derechos”, aporta su esposa.
“Las leyes de matrimonio e identidad de género, las de igualdad, han sido importantísimas. Por todo lo que es integración e inclusión en los sistemas públicos de salud y educación, por ejemplo. Pero eso no hace que todo el mundo sea ‘gay friendly’, pero es un comienzo fundamental”, agrega Fogliatti, quien junto a su pareja editan el portal de noticias LGBT, SentidoG.
Rico recuerda que “hace unos años, cuando ya estaba en vigencia la ley de matrimonio igualitario, una persona de recursos humanos de la empresa donde trabajaba” le pedía el DNI de su esposa: “Yo la interpelaba con distintas preguntas hasta que se dio cuenta de preguntarme ‘por mi pareja’. Con esta anécdota quiero decir que hay estructuras que hay que romper, como la de la heteronormalidad”.
Leandro y Esteban se ven felices con la decisión de casarse, hablan de su pareja “consolidada” y su decisión de ‘formalizar’ tiene que ver con “concretar el derecho conseguido y para cuidarnos, porque si nos pasa algo, queremos que el otro esté para acompañar”, cuentan.
Las abogadas saben bien de lo que hablan, porque antes de que tuvieran el derecho legal de casarse, Sabrina tuvo un accidente cerebro vascular (ACV) que la afectó físicamente, pero nunca perdió la conciencia.
“La pasamos muy mal. Cuando vino la ambulancia, el médico, lo primero que me preguntó es qué hacía ella en casa, si tenía familia… lo mismo pasó en la clínica. Ella les decía que era yo la que tenía que tomar las decisiones si ella perdía la conciencia, pero los profesionales cuestionaban nuestro vínculo. Eso ahora no nos pasaría”, relata Rivas.
A Esteban y Leandro les pidieron que “dejaran de lado las muestras de afecto” entre ellos cuando estaban en un bar que frecuentaban, porque un matrimonio se quejó “porque le hacía mal a sus hijos”. Esto fue antes de la legislación inclusiva. Ellos fueron al Inadi, quien luego de tres pedidos, logró que el dueño del lugar se disculpara.
“No pensábamos volver a ese lugar, pero lo hicimos público y se hicieron cargo. No podía quedar impune”, aclara Fogliatti. También tuvieron un episodio discriminatorio las mamás de Francesca cuando quisieron anotarla en la Primera Escuela Argentina de Natación para Bebés, este año.
“Me atendió la directora, cuando le dije que somos dos mamas me contestó que su escuela es para familias tradicionales porque ‘lo normal’ es que los chicos tengan mamá y papá. Por supuesto, denunciamos ante el Inadi”, relata Rivas.
A pesar del mal momento, “lo destacable es que lo comenté en Facebook, se viralizó, me llamaron de organismos estatales y personas de todos lados para solidarizarse. Nos sentimos, las tres, protegidas por el Estado y la personas. Esa es la gran diferencia que marca que hoy tengamos legislados nuestros derechos, porque antes, estábamos en la marginalidad”, añade la abogada.
Los cambios también lo notan los editores de SentidoG, ya que los contenidos de su portal “han variado mucho. Hace unos años era dificilísimo encontrar una noticia del LGBT, hoy abundan, y no son sólo de denuncias (que las hay aún), son también de iniciativas o emprendimientos”, destacan.
También, como periodistas, ven “cómo desde otros países miran lo conquistado en Argentina, ya que en la mayoría de Iberoamérica recién comienzan con los debates, mientras acá ya tenemos los derechos legislados”, agregan.
Las y los niños “nos sorprenden porque la tienen muy clara. No discriminan. Soy parte de este cambio”, que es lo que viven Andrea y Sabrina en el jardín de su hija, donde las familias “están felices de que sus hijos tengan una amiguita que tiene dos mamas. Es realidad”, señalan ellas y ellos.
También acuerdan en que “todos los cambios que se dieron y se están dando en la aplicación de las leyes, no sólo nos benefician a nosotros, benefician a la sociedad, porque familias diversas hubo siempre: niños criados por abuelas, por tíos, ensambladas…”.
Son además optimistas en cuanto a que “no hay retroceso en lo conquistado”.
“El cambio cultural está en marcha. Es difícil que se retroceda. Sin lugar a dudas es importante garantizar nuestros derechos, por eso, a la hora de votar , hay que hacerlo por quienes van a garantizarlos”, dice Rivas.
Fuente SentidoG
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