Déjame estar contigo
Aquí estoy, otra vez, Señor,
en este lugar de encuentro
tan tuyo,
tan mío,
tan nuestro.
Abre tus brazos,
y acógeme.
Tómame y toma este rato;
y que el viento se lleve
los días locos, huérfanos y tristes
que pasé sola, sin ti,
vagando,
persiguiendo,
probando…
y que no me llevaron a ninguna parte.
Déjame estar contigo,
sin etiquetas,
sin normas,
tranquila;
escuchando tus palabras
en silencio,
gustando tu presencia en mis vacíos.
Déjame estar contigo,
sentada a tus pies,
mirando tus ojos,
soñando tus sueños,
recostada en tu regazo,
respirando al unísono,
sintiendo tus abrazos..
Y mientras tanto…
¡acoge mis oscuros secretos
y enciéndelos,
hasta acrisolarlos
o consumirlos en tu fuego!
¡Déjame estar contigo!
*
Florentino Ulibarri
Fe Adulta
***
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