Lutero: V centenario de la Reforma Protestante (y III)
Desde el cisma hacia la unidad cristiana
“Tenaz en su carácter y obsesivo en sus ideas, Lutero las vivió apasionadamente”
(Saturnino Rodríguez).- Martín Lutero es una figura crucial de la Edad Moderna en Europa, la influencia del conjunto de sus teorías y doctrinas (que suele denominarse luteranismo) se extendió, más allá de la religión, a la política, la economía, la educación, la filosofía, el lenguaje, la música y otros espacios de la cultura. Martin Lutero obtuvo gran popularidad entre el pueblo, y también su considerable influencia en el clero. La contribución de Lutero a la civilización occidental se consideran más allá del ámbito religioso. Sus traducciones de la Biblia ayudaron a desarrollar una versión estándar de la lengua alemana y se convirtieron en un modelo en el arte de la traducción y el desarrollo de la lengua.
La obra escrita
Las obras escritas por Lutero desde 1517 a 1530 suman 50, siendo más abundantes de 1524 a 1528. Algunas de las cuales fueron al menos esbozadas por algunos de sus amigos, como Melanchthon. Lutero también escribió sobre la administración civil y eclesiástica y sobre el hogar cristiano. El estilo literario de Lutero era polémico, llegando incluso a insultar a sus oponentes cuando el tema le apasionaba. Al igual que otros reformadores era muy intolerante con otras creencias y con los puntos de vista opuestos al suyo, lo cual pudo contribuir a exacerbar la Reforma protestante en Alemania.
Las obras más destacadas
Por su traducción de la Biblia, Lutero es considerado además uno de los fundadores de la literatura en alemán. Hasta la publicación definitiva de la Biblia completa traducida en 1534 Lutero iba trabajando en ello, escribiendo y publicando partes dela misma desde el año 1521 que comenzó en su destierro del castillo de Warbuirg hasta 1530. Tanto la Reforma protestante como la consecuente reacción católica, la Contrarreforma, supusieron un importante desarrollo intelectual en Europa, por ejemplo: mediante el pensamiento escolástico de los jesuitas en el caso del catolicismo.
Martín Lutero articuló su doctrina básica en sus primeros escritos: “De la libertad cristiana “(1519), “A la nobleza cristiana de la nación alemana” (1520), “El cautiverio babilónico de la Iglesia” (1520), “De la esclavitud del arbitrio” (1525)- y sus publicaciones más conocidas y populares “Catecismo Mayor” y “Pequeño catecismo” (1529) donde expone la teología de la Reforma evangélica comentando brevemente, en forma de preguntas y respuestas: los Diez andamientos, el Credo Apostólico, el Padrenuestro, el Bautismo y la Eucaristía.
Las secuelas de la doctrina de la Reforma protestante tendría sus secuelas inmediatas en Alemania y en los países europeos donde se extendió. En los territorios luteranos disminuyó grandemente el poder absoluto de los reyes. Católicos y protestantes sostuvieron entre sí terribles guerras religiosas. Un siglo después de las “protestas” de Lutero, una revuelta en Bohemia provocó la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), un conflicto entre católicos y protestantes que arrasó gran parte de Alemania e implicó a CASI TODA Europa hasta la Paz de Westfalia y la Paz de los Pirineos.
Lutero fue la primera persona que imprimió un libro: la Biblia alemana, traduciendo de un manuscrito sagrado a la lengua materna de Alemania. Cuando la mayoría de la sociedad era analfabeta y adquiría sus conocimientos a través de la transmisión oral, la memorización y la repetición de los textos bíblicos, la Iglesia tenía el control del conocimiento y sus miembros eran estudiosos y educados. Lutero hizo posible el acceso al conocimiento, la información y la educación, desmitificando la Biblia con el fin de lograr la búsqueda de la verdad.
Cabe destacar que Lutero, personalmente, no fundó la iglesia luterana como institución, ni planeaba llegar a una nueva “denominación cristiana”. Por el contrario, expresó que eso no ocurriera: “Ruego por que dejen mi nombre en paz. No se llamen así mismos ‘luteranos’, sino Cristianos. ¿Quién es Lutero?, mi doctrina no es mía. Yo no he sido crucificado por nadie…Dejen, mis queridos amigos, de aferrarse a estos nombres de partidos y distinciones; fuera a todos ellos, y dejen que nos llamemos a nosotros mismos solamente cristianos, según aquel de quien nuestra doctrina viene”.
A pesar de ello, en la historicidad de la reforma protestante, se fue designando el apelativo “luterano” y “luteranismo” para referirse a la doctrina interpretativa y enseñanzas que Lutero hizo acerca del cristianismo.
Lutero es reconocido en el calendario litúrgico de la Iglesia Luterana que celebra la festividad de la Reforma el 31 de octubre (fecha en que clavó las 95 tesis). La iglesia Episcopal de Estados Unidos celebra la fiesta el 18 de febrero como su día litúrgico.
La “justificación” tema clave en la obra de Lutero
Dicho en cuatro palabras la doctrina de la “justificación” ( o” justicia de Dios”) supondría, conforme confesaba la Iglesia, que el hombre se hiciera justo. Pero ese supuesto – pensaba Lutero- era imposible porque al hombre le separa un abismo infinito de Dios que también con infinito amor le “justifica” a través de Jesucristo, con lo que el hombre no necesita para ello de las “mediaciones” de la Iglesia. Y es en este punto central en el que se ha dado un acercamiento casi total entre la iglesia católica y la reformada en el camino del ecumenismo, como veremos en la 4ª parte de esta serie al hablar sobre el camino del Ecumenismo. Buena parte de las otras “diferencias” derivan de ésta fundamental.
Desligado de la obediencia romana, Martín Lutero emprendió la reforma de los sectores eclesiásticos que le siguieron y que conformaron la primera Iglesia protestante, a la que dotó de una base teológica. El luteranismo se basa en la doctrina de la “justificación” (inspirada en escritos de San Pablo y de San Agustín de Hipona) de que el hombre puede salvarse sólo por su fe y por la gracia de Dios, sin que las buenas obras sean necesarias ni mucho menos suficientes para alcanzar la salvación del alma; en consecuencia, expedientes como las bulas de indulgencias que vendía la Iglesia no sólo eran inmorales, sino también inútiles e incluso la mediación y poder jerárquicos de la Iglesia.
Cuadro de Lucas Cranach explicando la doctrina clave de Lutero de “la justificación por la fe”
Este retablo del pintor Lucas Carnach- el gran pintor de Lutero refleja el pensamiento de Lutero de que la salvación sólo se adquiere con la fe personal y la lectura directa de la Sagradas Escrituras. Las imágenes llevan un número que aclaramos aquí:
1. Lutero con una Biblia en la mano señalando un pasaje de la II epístola de San Juan “La sangre de su hijo Jesús nos purifica de todo pecado”
2. Un chorro de sangre de Jesús crucificado cae sobre la figura del pintor Lucas Cranach padre
3. Personificación de los verdaderos creyentes que reciben sin ninguna mediación por parte de la jerarquía católica
4. A su lado San Juan Bautista señalando a Cristo, y al pie de la Cruz vemos a Jesús como el “cordero de Dios” que quita el pecado del mundo
5. A la izda. de la Cruz aparece Cristo resucitado…
6. Clavando el asta de su bandera al demonio. Al fondo, a la izquierda muestra la escena de la expulsión del hombre del Paraíso…
7. Fuente del pecado original y a su derecha Moisés maldice a los que no cumplen los mandamientos
Como consecuencia de esta primera fundamentación Lutero negaría otras prácticas asumidas por la Iglesia católica a lo largo de la Edad Media, como la existencia del Purgatorio o la necesidad de que los clérigos permanecieran célibes y para dar ejemplo él mismo contrajo matrimonio con una antigua monja con la que tuve cuatro hijos. De los sacramentos católicos, Lutero sólo consideró válidos los dos que halló reflejados en los Evangelios: En su obra “Sobre el Cautiverio Babilonico de la Iglesia” (1520), rechaza el “sacramentalismo de la Iglesia”, diciendo que en las Sagradas Escrituras solo se distinguen dos sacramentos: ll Bautismo y la Eucaristia (la “cena del Señor”), rechazando los demás como tales “sacramentos”. Leer más…
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