Carlos Osma: Creyente, protestante, luchador contra la discriminación por razón de orientación sexual
El periodismo evangélico en España de luto
Cristianismo (Iglesias), Espiritualidad, General, Homofobia/ Transfobia., Iglesias Evangélicas
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“Y una cosa que me dije desde el primer momento fue: “Jorge no cambies, seguí siendo el mismo, porque cambiar a tu edad es hacer el ridículo”
¿Será entonces que Francisco es el mismo Bergoglio que afirmó que el matrimonio igualitario era la guerra del Diablo cuando se iba a aprobar en Argentina?
(Elisabetta Piqué, La Nación).- “Dios es bueno conmigo; me da una sana dosis de inconciencia. Voy haciendo lo que tengo que hacer”. “Una cosa que me dije desde el primer momento fue: ‘Jorge, no cambies, seguí siendo el mismo porque cambiar a tu edad es hacer el ridículo’“. Son algunas de las frases que, a punto de cumplir 21 meses de pontificado, y con la espontaneidad de siempre, el papa Francisco pronunció en una entrevista exclusiva con el diario La Nación de Argentina.
El exarzobispo de Buenos Aires, que el 17 de diciembre cumplirá 78 años, dijo que la reforma de la curia romana en curso no estará lista el año próximo, como se especulaba. Admitió, por otra parte, que “falta mucho todavía” para terminar el trabajo de limpieza emprendido en el Vaticano y habló con gran naturalidad de las resistencias que enfrenta, que no le preocupan.
“La resistencia ahora se evidencia, pero para mí es un buen signo que las ventilen, que no las digan a escondidas cuando uno no está de acuerdo. Es sano ventilar las cosas, es muy sano“, aseguró, en una entrevista de 50 minutos que tuvo lugar el jueves último en la Casa de Santa Marta, en el Vaticano, su hogar desde que fue elegido al trono de Pedro el 13 de marzo de 2013.
Accesible, de buen humor y relajado, Francisco no eludió temas candentes, como las controversias que rodearon el último sínodo extraordinario de obispos, de octubre pasado, sobre la familia, que dejó a la luz divisiones en cuanto a cómo enfrentar desafíos como el de los católicos divorciados vueltos a casar, que se animó a definir como “excomulgados de hecho”.
“El cardenal alemán Wálter Kasper (favorable a una apertura hacia los divorciados) lo que hizo fue decir ‘busquemos hipótesis’, es decir, él abrió el campo. Y algunos se asustaron”, explicó.
Nada ha cambiado aún. Para tranquilizar a esos sectores que creen que el sínodo creó confusión, el Papa también recordó que el sínodo “es un proceso” y que “no se tocó ningún punto de la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio”.
Francisco concedió la entrevista exclusiva a La Nación en vísperas de un cita clave: la fiesta de la Virgen de Guadalupe, patrona de América latina, el viernes.
Hablando del aluvión de argentinos que viajan a Roma para sacarse la foto con él, confirmó que, en vista de las elecciones del año próximo, decidió no recibir más en privado a políticos, sino tan solo al término de las audiencias generales de los miércoles en la Plaza de San Pedro.
“La Argentina tiene que llegar al término del mandato en paz. Una ruptura del sistema democrático, de la Constitución, en este momento sería un error. Todos tienen que colaborar en eso y elegir luego las nuevas autoridades. Para no interferir con eso, no recibo más a políticos en audiencia privada”, dijo.
Además, confirmó que en el 2016 pretende viajar a Argentina y en el 2015 a otros tres países de América latina -que prefirió no mencionar-, y, por primera vez, al continente africano.
El sínodo extraordinario de obispos sobre la familia dejó en evidencia dos visiones de Iglesia, con un sector abierto al debate y otro que no quiere saber nada. ¿Es así? ¿Usted qué piensa?
No diría que la cosa es tan así… Es verdad, uno simplificando podría decir que había unos más de este lado, o más del otro, pero en un plano de búsqueda de la verdad. Usted me puede preguntar ‘¿hay algunos que son completamente tercos en sus posturas?’. Y, sí, alguno habrá. Pero eso no me preocupa. Es cuestión de rezar para que los convierta el Espíritu, si es que hay algunos de esos.
“Lo que sí se sintió fue una búsqueda fraternal de cómo enfrentar problemas pastorales de la familia. La familia está recontra baqueteada (maltratada), los jóvenes no se casan. ¿Qué pasa?
“Después, cuando vienen a casarse, que ya están conviviendo, creemos que con tres conferencias los preparamos para el matrimonio. Y eso no basta porque la gran mayoría no son conscientes de lo que significa el comprometerse para toda la vida“.
“Benedicto lo dijo dos veces en el último año, que habría que tener en cuenta para la nulidad matrimonial qué fe tuvo esa persona cuando se casó. Si era una fe general, pero sabía perfectamente lo que era el matrimonio, como para conferírselo a la otra persona. Y eso es una cosa que debemos estudiar a fondo”.
Los sectores conservadores, sobre todo de Estados Unidos, temen un desmoronamiento de la doctrina tradicional de la Iglesia. Dicen que el sínodo creó confusión porque si bien habló de “elementos positivos” en convivencias y en las parejas homosexuales en el borrador, luego hubo marcha atrás…
El sínodo fue un proceso y así como la opinión de un padre sinodal, es de un padre sinodal, así también, un primer borrador, era un primer borrador, donde se recogía todo. Nadie habló de matrimonio homosexual en el sínodo.
“Lo que sí hablamos es de la familia que tiene un hijo o una hija homosexual, de cómo lo educa, cómo lo lleva, cómo se ayuda a esa familia a llevar adelante esta situación un poco inédita. O sea que en el sínodo se habló de la familia y de las personas homosexuales en relación a sus familias, porque es una realidad que a todo rato encontramos en los confesionarios: un padre y una madre que tiene un hijo o hija así.
“A mí me tocó varias veces en Buenos Aires. Y bueno, hay que ver cómo ayudar a ese padre o a esa madre para que acompañen a ese hijo o hija. Eso es lo que se tocó en el sínodo. Por eso alguno habló de elementos positivos en el primer borrador. Pero era un borrador relativo”.
El Papa afirmó no tener miedo de seguir el camino de la sinodalidad (palabra que deriva del griego “syn”, “odos”, caminar juntos), “porque es el camino que Dios nos pide, es más el Papa es garante, está ahí para cuidar eso”, y añadió: “En el caso de los divorciados y vueltos a casar, nos planteamos ¿qué hacemos con ellos, qué puerta se les puede abrir? Y fue una inquietud pastoral: ¿entonces les van a dar la comunión? No es una solución; eso solo no es la solución, la solución es la integración.
“No están excomulgados, es verdad. Pero no pueden ser padrinos de bautismo, no pueden leer la lectura en la misa, no pueden dar la comunión, no pueden enseñar catequesis, no pueden como siete cosas, tengo la lista ahí. ¡Si yo cuento esto parecerían excomulgados de facto! Entonces, abrir las puertas un poco más”.
Para toda América latina es un orgullo inmenso tener al primer papa latinoamericano. ¿Qué espera usted de América latina?
América Latina viene recorriendo un camino desde hace tiempo, desde la primera reunión del Celam. Monseñor Larraín, chileno, el primer presidente del Celam, ya muerto, le dio un gran impulso.
“Fue la conferencia de Río, después Medellín, después Puebla, Santo Domingo y Aparecida. Son hitos que el episcopado latinoamericano fue haciendo, colegialmente, con metodologías distintas. Primero tímidamente.
“Pero este camino de 50 años no se puede ignorar porque es un camino de toma de conciencia de una Iglesia en América latina, y de maduración en la fe. Junto con este camino se desplegó también una gran inquietud por estudiar el mensaje guadalupano. La cantidad de estudios sobre la Virgen de Guadalupe, sobre la imagen, sobre el mestizaje, sobre el Nican Mopoua, es impresionante, es una teología de fondo. Por eso al celebrar el día de la Virgen de Guadalupe, patrona de América, el 12 de diciembre y los 50 años de la Misa Criolla , estamos conmemorando un camino de la Iglesia latinoamericana.
Un reciente sondeo (Instituto Pew) demostró que, más allá del positivo “efecto Francisco”, hay católicos que siguen abandonando la Iglesia…
Conozco la estadística que dieron en Aparecida, es el único dato que tengo. Evidentemente hay varios factores que intervienen en eso, externos a la Iglesia. La teología de la prosperidad, por poner un ejemplo, inspira muchas propuestas religiosas que atraen gente. Pero luego la gente queda a mitad de camino. Leer más…
Del blog Homoprotestantes:
Esther Ruiz, muchas gracias por acceder a esta entrevista para el blog Homoprotestantes. Eres pastora de la Iglesia Evangélica Española (IEE), concretamente de la Iglesia de Cristo en Madrid. ¿Cuándo se fundó esta iglesia y desde cuando forma parte del Consejo Evangélico de Madrid (CEM)?
La Iglesia de Cristo en Madrid se fundó en 1912 y fue uno de los miembros fundadores del CEM.
Según su página Web el CEM se fundó en 1993 para promover la comunión cristiana y la unión de las Iglesias Evangélicas e instituciones de confesionalidad protestante en la Comunidad de Madrid. ¿Crees que esta sigue siendo su función hoy en día?
No, en absoluto, según lo que yo he podido ver hoy no sigue las enseñanzas de Jesús, ni los principios de la no discriminación, ni de la libertad religiosa que está reconocida en nuestra Constitución y leyes. Hoy el CEM no tiene nada que ver con los propios estatutos sobre cuál es su función principal. Imagínate que de las 400 iglesias que pertenecen al CEM, 48 miembros fueron con una idea común de apoyo a esos dos anexos a esa asamblea extraordinaria.
Te refieres a los dos puntos que el CEM aprobó el pasado siete de octubre para ser incluidos en su Reglamento de Régimen Interno en una asamblea extraordinaria. Uno de ellos el que dice que no aprueba ni apoya las relaciones sexuales que no sean entre un hombre y una mujer dentro del matrimonio. ¿No crees que el CEM se extralimita en sus funciones?¿Se creó para esto?
Claro que no se creó para esto, yo creo que el sector más conservador ha tomado el CEM como si fuera suyo, y faltan al respeto al resto. No puede ignorarse que hay otras interpretaciones de la Biblia, ni se debe cerrar un organismo federativo de manera fundamentalista. El CEM no es una Iglesia, sólo da testimonio de lo que todas juntas confiesan. No saben nada de pluralidad, ni de comunión cristiana, ni de fraternidad. Pero sí saben de imposiciones.
Por tus respuestas entiendo que el CEM no es la casa común de las iglesias protestantes. Según tu percepción, una institución que nació para representar a los protestantes de Madrid se ha convertido en un lugar que pretende uniformizar e imponer el fundamentalismo. ¿Crees que se está intentando expulsar a las iglesias de la IEE de esta institución? ¿Es algo que se ha hecho conscientemente?
Sí, creo que se está intentando expulsar a la IEE del CEM porque entienden que nosotros no tenemos la misma línea que ellos y lógicamente saben que no nos van a imponer nada. Van diciendo que la IEE es una iglesia inclusiva sin dejarnos apenas expresarnos.
En la IEE hay personas que creen en una iglesia inclusiva y personas que no creen que la iglesia deba ser inclusiva, pero mantenemos el diálogo y el respeto. Además, no se si te has dado cuenta de que el voto era secreto y se han permitido concluir y hacer público que esos cuatro votos en contra eran de la IEE sin que nada lo pruebe, saltándose el más mínimo rigor democrático. Nada más terminar la asamblea se dedicaron a difundir la noticia. Lo que más me molestó fue ver al principal inquisidor, sentado en la primera fila y observando.
Por su puesto que lo que ha ocurrido ha sido premeditado. Ya llevaban tras la IEE varios años, pero nuestra participación en una celebración con Santa Cena en marzo de este año con ICM, fue el punto que provocó esta asamblea con la redacción de este anexo en el régimen interno del CEM.
¿Qué te hubiera gustado explicar en la asamblea respecto a la forma en la que la IEE está abordando la pastoral de las personas LGTB?
Algunas iglesias de la IEE, y una parte importante de la membresía de la IEE, no está de acuerdo con la iglesia inclusiva. Otras están totalmente a favor y defienden que esto no debería ni cuestionarse. Lo lógico es ir adelante juntos, en la enseñanza, en el acompañamiento mutuo y en la luchar y la búsqueda para llegar a ser una Iglesia que viva en el respeto.
El Sínodo de la IEE ha recomendado el trabajo bíblico y teológico para avanzar en el consenso y conocer mejor los unos la posición de los otros. En muchas iglesias se ha vivido la diversidad como una fuente exclusiva de división, nosotros hemos elegido abordar la cuestión desde la perspectiva pastoral, en el cuidado de las personas; y eso empieza por nuestra capacidad de diálogo.
Cuando hablamos de homosexualidad muchas veces nos centramos en las tensiones y enfrentamientos. Pero, ¿puedes hablarnos de tu experiencia con protestantes LGTB a quienes conoces? Después de la asamblea del otro día, ¿entiendes mejor la situación por la que han tenido que pasar?
Conozco personas tanto fuera como dentro de la IEE que son protestantes y del colectivo LGTB, y me cuesta hablar o decir algo como experiencia diferente a los que son heterosexuales. Para mí, la relación personal y la experiencia de fe no tiene que ver con el sexo, sino con la persona. Yo miro más la belleza de la amistad o el amor hacia todos. Además Jesús no habló al sexo, habló a las personas.
Después de la experiencia en la asamblea del CEM, pienso que lo que hemos vivido ha sido la discriminación como iglesia plural. No es nuevo que personas que defienden creer en el amor de Dios no acepten la verdad de los demás, ya tenemos experiencia de quienes se atribuyen ser la iglesia verdadera. He sentido una actitud de desprecio y entiendo a las personas a las que les hacen pasar por esa desagradable experiencia. Para nosotros siempre ha sido preocupante el sufrimiento de los excluidos, sean del tipo que sean.
¿Y ahora qué? Si el CEM no quiere seguir el ejemplo de la IEE de mantener en su seno a iglesias con diferente sensibilidad respecto a la aceptación de las personas LGTB en sus comunidades: ¿Qué pueden hacer las iglesias de la IEE? ¿Están obligadas a acatar el reglamento para no ser expulsadas?
Bueno, pues lo que nos han demostrado las iglesias que asistieron a esa asamblea, es que a la IEE no nos quieren tal como somos. Lo cierto es que esto tampoco es nuevo, nunca han aceptado nuestro ecumenismo ni nuestra perspectiva teológica. ¿Qué pintamos ahí, si ese no es nuestro sitio? Dios no hace acepción de personas y todos somos sus hijos. Para nosotros lo que es muy grave es que si se excluye a alguno como hijo de Dios, nos están excluyendo a los demás. Pienso que en esta manera de entender el CEM, como “Iglesia verdadera” y una “Conferencia Episcopal” inapelable, no tiene cabida la IEE.
Por el momento lo que si vamos a hacer es una nota de prensa aclaratoria en la que explicaremos el por qué no aceptamos ese tipo de enmiendas. Las iglesias de la IEE se van a reunir para decidir una postura común y actuar según el mejor testimonio de Jesucristo y de nuestra solidaridad con los excluidos.
¿No crees que la FEREDE debería mediar en todo esto?
Pues claro que sí, estoy segura que ya no les queda mucho tiempo para seguir mirando hacia otro lado. De aquí a nada tendrán que definirse.
¿Crees que su posición será otra?
Hasta ahora ha sido otra. Por ejemplo respecto del reconocimiento en el código civil del matrimonio entre personas del mismo sexo. En aquel momento se declaró la postura mayoritaria, pero no se modificó la normativa para hacerla excluyente. Lo que nos han manifestado es que la FEREDE tiene muy claro su carácter federativo y que no es una súper iglesia.
¿No ves posible crear otro tipo de instituciones formadas por iglesias que no estén envenenadas de fundamentalismo? En otros países las iglesias históricas como la IEE, no se relacionan con el Estado junto a las iglesias de corte fundamentalista. ¿Hay alguna posibilidad de crear una Federación de Iglesias Protestantes? ¿Sólo queda acatar o ir por libre?
Desde luego acatar no, e ir por libre tampoco. Aunque prefiero ir por libre si fuese necesario. Después de este episodio, creo que deberíamos plantearnos como seguir. Respecto a lo de hacer una Federación de Iglesias Protestantes habría que ver como hacerlo. Creo que se podría hacer.
¿Descartas la posibilidad de tomar acciones legales contra el CEM? Es difícil entender que una institución que recibe subvenciones de un Gobierno que está por la igualdad de todas y todos, ponga en su reglamento una cláusula de contenido homófobo tan explícito.
A pesar de todo, no lo descarto. Lo que ha ocurrido es intolerable.
Esther, muchas gracias por acceder a realizar esta entrevista y por contarnos de primera mano lo que ocurrió en la última Asamblea del CEM. Y muchas gracias por defender una Iglesia que es para todas y todos los que quieren seguir a Jesús desde lo que son, y no desde lo que les pretenden imponer.
Carlos Osma
Interesante entrevista de Patricia Ruiz Rustarazo
Boti García (Madrid, 1945) es la presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). Si uno busca su nombre en Internet, encuentra titulares del tipo: “La activista que aprendió en la Universidad que era lesbiana”, “No quiero que me metan en el armario otra vez” o “El orgullo es un clamor por estar fuera del armario, en libertad”.
Aunque ha estado en política, asegura que no volverá y que su lucha se centra ahora en la Federación, en conseguir una “igualdad real” para el colectivo LGTB, para que ocupen “el lugar de dignidad que les corresponde”. Su análisis confirma que aún hay mucho por hacer: “Seguimos sufriendo agresiones”, “las lesbianas necesitamos referentes en todos los ámbitos”, “estos jóvenes están mucho más abocados a la desesperanza, al fracaso escolar, al suicidio”. Y, además, el Gobierno actual se muestra “totalmente opaco”. Pero Boti, que piensa con calma sus respuestas y no duda en aclararlas o matizarlas, deja un amplio margen para el optimismo: España es uno de los países “con más niveles de aceptación de nuestra realidad” , los movimientos como Podemos están “refrescando” la “asfixiante” vida política, la Jefatura del Gobierno les “visibiliza” por primera vez y Ana Botella se va…
¿Qué es la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FLGTB)?
Es una federación de organizaciones de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales de toda España. En este momento, aglutinamos cerca de 50 de todos los puntos geográficos. Nace en el 92, por lo que tenemos ya unos añitos de trayectoria, con el objetivo de unir propósitos, bajo la idea de que la unión hace la fuerza y ante la necesidad de que la voz de la FLGTB se una en una sola voz, para que se oiga más y con más fuerza, indispensable en nuestra lucha.
En lo material, como digo, es esa unión de estos 50 grupos, pero FGLTB es mucho más, es un proyecto, con un fin, un objetivo. Y la mejor manera de conseguirlo es yendo de las manos, cogidos. ¿El objetivo? La felicidad de todas esas personas que lo formamos. ¿Y cómo se consigue? Con algo tan sencillo como la consecución de la igualdad y la dignidad.
Habla de gais, lesbianas, transexuales, bisexuales… son palabras que dan visibilidad, pero hay quien critica que también etiquetan.
Bueno, es que hay que etiquetar. Nosotros estamos para defender los intereses y los derechos, la libertad y la igualdad de las personas en razón de su orientación sexual y su identidad de género. De la diversidad sexual.
“Boris Izaguirre hizo una labor pedagógica muy importante”
Es un tema que ha desatado polémicas en torno a personajes públicos que dan a conocer su homosexualidad. El último fue el protagonizado por Sandra Barneda, periodista de Telecinco. ¿Qué papel tienen estos personajes públicos? ¿Qué opinión le merece la declaración de la presentadora de ‘Hable con Ellas’?
Es muy importante encontrar referentes. Nuestro colectivo, en su lucha, los necesita, para visibilizarnos necesitamos apoyarnos en ellos. Es evidente que de hombres gais hay muchos, tú podrías decirme más de cinco o de diez, sino más, y de todos los campos, incluso; pero si te digo que me des una lista de mujeres lesbianas, ahí te vas a quedar en muy poquitas. Y eso es lo que ocurre, las lesbianas necesitamos referentes, tanto en el mundo de la cultura, como de la política, la televisión, las artes, la adjudicatura… todos los ámbitos.
“¿Cuántas mujeres en España han salido
diciendo ‘ésta es mi novia’ o ‘mi mujer’?”
Las personas que, como dices, se han visibilizado, hombres, generalmente, han hecho una labor muy importante. Han aproximado una realidad a la sociedad y la sociedad se ha familiarizado con estas personas. Yo siempre digo respecto a las críticas, por ejemplo, al protagonismo de Boris Izaguirre, que bienvenida la visibilidad que Boris ha traspasado a la sociedad. Porque cuando Boris Izaguirre, hace años ya, se refería a su marido llamándole así, “mi marido”, esa es una labor pedagógica muy importante.
¿Qué ha ocurrido en el mundo de las lesbianas? Pues que no es fácil, que no hay. ¿Dónde están las lesbianas famosas en política? Muy poquitas. ¿Cuántas mujeres en España han salido diciendo ‘ésta es mi novia’ o ‘mi mujer’? Lo que hizo esta persona del mundo de la televisión fue salir del armario, pero de forma un tanto especial porque no asumió, no visibilizó su auténtica realidad de lesbiana. Lo que hizo fue una cosa muy chapucera. Lo primero que tenemos que decir es que lo personal es político. Este axioma del feminismo es algo muy importante.
¿Por qué es tan importante ese axioma que menciona?
Yo soy lesbiana y realmente mi orientación sexual, personal, es política, porque me estoy presentado ante la sociedad, tal y como soy. Las personas heterosexuales se manifiestan las 24 horas de su vida como lo que son, no disimulan, lo dicen claramente. No es que estén expuestas, como nos dicen algunos, eso de que “os gusta exponeros”. No, de eso nada. Nos gusta manifestarnos como somos. Igual que una persona heterosexual dice “voy de vacaciones con mi marido” o “con mi mujer”, o “voy al cine con mi novia”, y en el trabajo le preguntan “¿ya se recuperó tu novio de su constipado?”. Y todos saben que ese novio o esa mujer es de sexo diferente. Eso no es exhibición, ni alarde. Esa es una vivencia cotidiana, es su realidad, es hacer de su auténtico ser algo natural, visible. Nosotros también. Tenemos que hacer de nuestra orientación sexual o identidad de género algo absolutamente visible para la sociedad.
“Es la sociedad la que, con los estereotipos,
produce el daño que recae sobre nuestro colectivo”
¿Y cómo se trabaja esa visibilidad, como se hace cotidiana?
Eso se trabaja empoderando a las personas, dándoles el orgullo de sentirse como son y de poder manifestarse como son. Pero, esa labor de visibilización y respeto por la diversidad sexual y de género es una labor que se tiene que acometer desde la educación, con toda tranquilidad, naturalidad y verdad. Los niños cuando son muy pequeñitos, ni juzgan, ni condenan, ni se extrañan, ni marginan. Es la sociedad la que, con los estereotipos, hace todo eso y, por la tanto, produce el daño que recae sobre nuestro colectivo.
En resumen: educación, educación, educación, desde las más tempranas edades para que la diversidad sea algo cotidiano, absolutamente corriente y moliente. Que, al final, es lo que es. No hay más que abrir los ojos y verlo.
Hablando de educación, ¿ha superado España el tabú que ha sido durante años la sexualidad?
En los últimos años hemos andado mucho, desde luego, en lo que respecta a la diversidad sexual y de género. España, en el año 2005, consiguió aprobar unas leyes que dieron la igualdad y dignidad a nuestro colectivo. El matrimonio igualitario, y llamémosles así porque no es matrimonio gai o matrimonio homosexual, es matrimonio igualitario porque es el mismo para toda la ciudadanía; bien, como digo, el matrimonio igualitario, del 2005, y la Ley de Identidad de Género, del 2007 para las personas transexuales, han conseguido la igualdad legal. Esta conquista no es algo que nos hayan dado los políticos. No, no, no. Ha sido un trabajo del activismo LGTB, concretamente, un esfuerzo y lucha de muchos años de la Federación. Conseguimos acercarnos a los medios, a la sociedad, a los políticos, y fuimos convenciendo y conseguimos vencer. Vencimos convenciendo.
Esa igualdad legal ha costado mucho, hay gente que se ha quedado en el camino, hemos sufrido vejaciones, descalificaciones, homofobia en todas sus formas y todavía seguimos sufriendo… Pero existe, es una igualdad legal. Ahora, nos falta la igualdad real. Como a las mujeres: tenemos igualdad sobre el papel, pero estamos muy lejos de tener igualdad real.
“La igualdad real llegará cuando nuestros
menores y jóvenes dejen de sufrir en las aulas”
¿Y cuándo llegará esa igualdad real?
Cuando nuestros menores y jóvenes dejen de sufrir en las aulas. Las fobias hacia el colectivo en razón a la orientación sexual y la identidad de género están produciendo niveles de sufrimiento tales que estos jóvenes están mucho más abocados a la desesperanza, al fracaso escolar, incluso al suicidio, que el resto de sus compañeros.
Por tanto, ¿igualdad real? Cuando las personas transexuales, que es la parte del colectivo que más discriminación sufre, ocupen el lugar de dignidad que les corresponde. Cuando consigamos erradicar todas las formas de la homofobia.
Mientras, las agresiones siguen ocurriendo. Este fin de semana, sin ir más lejos, en Madrid.
Exactamente. Seguimos sufriendo agresiones. Estas fobias siguen existiendo y hay que acabar con eso. Y conseguir que la diversidad entre, porque la diversidad es riqueza.
Política y activismo son importantes para impulsar los cambios. Usted ha sido ambas cosas.
Sí, en política he tenido mis aventuras porque creo que la política es el ejercicio más noble que puede hacer una persona. Fíjate, en los tiempos que corren, que está tan denostada. Sin embargo, lo que está denostado es su uso, el ejercicio de la política. Leer más…
Interesante entrevista que hemos leído en el blog Homoprotestantes:
El Dr. Renato Lings es traductor e interprete; doctor en Teología y escritor. Ha trabajado entre otras cosas como intérprete en el Parlamento Europeo, como profesor en la Universidad Bíblica Latinoamericana o investigador en la Queen’s Foundation for Ecumenical Theological Education. En 2011 publicó: “Biblia y homosexualidad; ¿se equivocaron los traductores?”. Hace unos días le propuse una entrevista para el blog Homoprotestantes a la que accedió amablemente. Le agradezco que comparta su experiencia, reflexiones y conocimientos con nosotr@s.
Empecemos por el principio. Naciste en Dinamarca dentro de una familia evangélica muy activa dentro de la Iglesia, de hecho tu padre era maestro y encargado parroquial. ¿Cómo fue para ti descubrir tu homosexualidad en ese contexto? ¿Y para tu familia?
Descubrir mi homosexualidad fue una experiencia muy extraña. A partir de los once años aproximadamente me fui dando cuenta que algunos varones me atraían poderosamente. Al mismo tiempo no me atrevía a mostrarles ningún afecto especial. Crecía en un ambiente rural cerrado y represivo en el que era peligroso “pasarse” y reinaba la conformidad en todo. La homosexualidad era un tema tabú y, como medida de autoprotección, yo guardaba instintivamente mi secreto. Durante toda mi adolescencia, nadie se enteró de mi vida sentimental.
¿Cómo era el Dios que tenías dentro del armario? ¿Cambió en algo cuando finalmente pudiste salir de allí?
Era un Dios contradictorio. Por un lado me enseñaron en la escuela dominical la importancia de Juan 3,16, versículo que dice: “Tanto amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito para que todo el que crea en él no perezca sino que tenga vida eterna.” Es una afirmación hermosísima que me ha permitido conservar mi fe cristiana hasta la fecha. Al mismo tiempo, sin embargo, el Dios que reinaba en mi ambiente familiar tenía bastante de dictador porque muchas cosas nos estaban prohibidas. Por ejemplo, a mí y a mis hermanas y hermanos no nos permitían aprender a bailar y no podíamos leer libros y revistas con contenido erótico. A los 18 años intenté salir del armario acudiendo al médico de cabecera pero él me remitió a un psiquiatra bastante retrógrado que me aconsejó esperar algunos años más. Fue una etapa dura y depresiva, de una gran soledad. Sólo conseguí liberarme del armario cuando cumplía 24 años. Fue una auténtica experiencia liberadora. Empecé a entender a Dios de otra manera, aceptándolo como Creador de todo el universo y, por tanto, de la sexualidad humana.
Tus primeros estudios a mediados de los años sesenta fueron “Literatura y Cristianismo” y “Filosofía, griego y hebreo”… interpreto que tenías interés por conocer más profundamente la Biblia. En aquel momento, ¿Qué significaba para ti la Biblia? ¿Era una fuente de liberación o de condena?
Durante mi adolescencia llegó a aburrirme la Biblia hasta el punto de saciedad debido a la manera autoritaria en que nos la imponían. Para una persona joven como yo era prácticamente un documento fosilizado. Además, no me permitían cuestionar nada. Cuando tenía 21 años escuché una charla en que un teólogo analizaba el pecado de Sodoma y Gomorra. Terminó su reflexión afirmando que este relato bíblico condenaba “la homosexualidad”. Eso me asustó y aquel día la Biblia empezó a preocuparme de verdad. A partir de aquella experiencia me he esforzado por entender la naturaleza de la supuesta condena bíblica y desde entonces busco el lado liberador de las escrituras.
Si nos centramos ahora en los textos bíblicos que tradicionalmente son utilizados por los cristianos conservadores para condenar a las personas homosexuales, me pareció interesante la propuesta de tu artículo “Los –yaceres- de una mujer”[1] en la que afirmabas que Levítico 18,22 se puede traducir como. “No cometerás actos de incesto con varones”. Nos puedes explicar brevemente, y para que podamos entenderlo, las razones de esta traducción y sus implicaciones.
Es muy interesante el versículo 18,22 del Levítico. El lenguaje hebreo del texto original es opaco, muy difícil de entender. Por eso vienen acumulándose, desde tiempos antiguos, diferentes interpretaciones. Actualmente mis investigaciones bíblicas me permiten catalogar 14 lecturas distintas de Lev 18,22. ¿Cuál es la correcta? La respuesta es sencilla: “No sabemos”. La lectura menos probable es la que pretende presentar el versículo como una condena de “la homosexualidad”. Hace años que esta lectura está de moda porque a los traductores les facilita grandemente su trabajo. No obstante, es un anacronismo atribuir al redactor del texto hebreo actitudes “homófobas”. Este versículo no aporta ningún dato de interés para la gente LGTB de nuestros días. Si nos valemos de criterios literarios y lingüísticos a la hora de analizarlo, la clave interpretativa aparecerá por otro lado. Hasta tiempos muy recientes los estudiosos han hecho caso omiso del tema del incesto. No obstante, una amplia parte del capítulo 18 habla justamente de ese problema. Por tanto, recomiendo que tengamos en cuenta el tema del incesto a la hora de reflexionar sobre Lev 18,22.
En otro de tus artículos, “Sodoma, escenario de un choque cultural”[2] afirmas que dramas como el de Sodoma pueden convertirse en instrumentos de liberación para las personas LGTB. ¿Puedes ponernos un ejemplo? ¿Cómo podemos acercarnos a esta historia bíblica desde nuestra realidad lgtb y sentirnos liberados?
De acuerdo, es muy buena la pregunta porque a primera vista mi propuesta tal vez pueda parecer contradictoria. Si nos atenemos estrictamente a la tradición cristiana, el drama de Sodoma y Gomorra es opresor y violento. Ahí está el origen de toda nuestra vía crucis. Ahora bien, hay otra manera muy distinta de acercarnos al relato bíblico. Si deseamos respetar el testimonio que nos presenta la Biblia hebrea, ahí tenemos a los profetas Isaías, Ezequiel, Jeremías, y otros. Históricamente son los primeros intérpretes del drama de Sodoma. Según esta corriente interpretativa, el pecado de la ciudad no tiene nada que ver con supuestos delitos sexuales. Todas las voces proféticas utilizan el nombre de Sodoma como metáfora para criticar sin pelos en la lengua a los gobernantes y políticos de su época, tildándoles de idólatras, egoístas, arrogantes, opresores y violentos. Por ejemplo, léete el capítulo 1 de Isaías, fijándote en los versículos 10-17. También vale la pena estudiar Ezequiel capítulo 16, versículos 46-51. Si aprendemos a escuchar a los profetas para que nos enseñen a interpretar bíblicamente el drama de Sodoma, el proceso nos ayudará a liberarnos a nosotros mismos, a denunciar la injusticia y a ser solidarios con los desfavorecidos que malviven en nuestro entorno.
Y si vamos al Nuevo Testamento y a las cartas Paulinas, por ejemplo en textos como Rm 1:26-27 o 1 Cor 6:9-10, podríamos interpretar que el Apóstol se posiciona en contra de las relaciones sexuales entre dos hombres. ¿Crees que es así? ¿Cómo deberíamos acercarnos las cristianas y cristianos de hoy a esos textos?
Bueno, son textos muy curiosos y cada uno tiene sus complejidades. Te sugiero que vayamos por partes. Si nos acercamos primero a 1 Cor 6:9-10, te diré que muchos traductores se equivocan a la hora de interpretar dos vocablos griegos como son malakoi y arsenokoitai. Por su parte, malakoi significa “blandos”, “blandengues” o “débiles”, mientras que no se sabe prácticamente nada de arsenokoitai. Literalmente vendría a significar “varones-cama” o “varones que se acuestan”. Posiblemente la palabra tenga que ver con los burdeles y con el tráfico ilegal de prostitutas y de prostitutos jóvenes, negocio muy lucrativo en el imperio romano. Insisto, sabemos muy poco de este vocablo. Es importante darse cuenta que no aparece en la literatura erótica redactada en griego. Por esta razón no podemos interpretarlo como referencia a varones homosexuales. Debemos rechazar enérgicamente las traducciones equivocadas, de las que hay, lamentablemente, unas cuantas. Leer más…
Biblia, Cristianismo (Iglesias), Espiritualidad, Homofobia/ Transfobia., Iglesia Inclusiva
Gonzalo Izquierdo y Alberto Rodríguez
Ángel Ramos. 06 Junio 2014
Dos Bigotes es una nueva editorial especializada en literatura LGTB cuyas primeras publicaciones han sido espectacularmente bien acogidas por la crítica y por los medios.
Nos gusta el nombre y el logo, ¿originalidad desde el principio?
No sabemos si originalidad, pero tanto en la elección del nombre como en el diseño del logo, realizado por Álvaro Oñate, sí hay una voluntad de llamar la atención de los lectores con una propuesta con gancho, divertida y con capacidad de sugestión. Le estuvimos dando muchas vueltas al nombre y al final surgió de manera casi lógica: Dos Bigotes lo integramos dos chicos reticentes al afeitado facial, así que nos pareció bastante coherente
Este proyecto, ¿se trata de un emprendimiento arriesgado?
Desde que iniciamos esta aventura nos han dicho en numerosas ocasiones que cómo se nos había pasado por la cabeza montar una editorial con la que está cayendo…. y la verdad es que no sabemos si es un buen o mal momento, o si para este tipo de iniciativas existirá alguna vez un momento oportuno. Somos conscientes de que se trata de un proyecto arriesgado, que exige una inversión considerable que no estás seguro de cuándo vas a recuperar. Pero, y aunque suene un poco tópico, creemos que en esta vida hay que arriesgar por hacer realidad tus sueños. Y en esas estamos.
Con dos editoriales importantes ya asentadas como Egales u Odisea, ¿queda nicho aún por explotar?
Creemos que si hay muchas editoriales generalistas, ¿por qué no puede haber otras tantas especializadas? Egales lleva dos décadas de incesante actividad y ha traído a España muchos de los clásicos de la literatura LGTBI. De Odisea nos quedamos con su estupenda colección Uranistas, en la que recuperaron obras maestras de André Gide o Jean Genet. Hay una ingente producción de obras de esta temática a lo largo y ancho del mundo y no todas llegan a nuestro país, por lo que nos gustaría encargarnos de descubrir muchas de ellas y de dar la oportunidad a nuevos autores. Además, vamos a publicar también a escritores españoles a los que les ha gustado nuestra iniciativa y ya tenemos unos cuantos manuscritos pendientes de leer.
¿Qué tipo de obras y de qué géneros iremos encontrando en Dos Bigotes?
Los títulos que vamos a publicar en 2014 definen bastante bien cuáles son las líneas de nuestra editorial. Por un lado, El armario de acero y Los deseos afines, recopilación de relatos gais y lésbicos de escritores africanos contemporáneos, responden a la necesidad de dar a conocer qué tipo de literatura se está haciendo en aquellos países donde el colectivo LGTBI está siendo objeto de persecución y discriminación. Imre de Edward Prime-Stevenson es una novela de 1906 inédita en español que representaría nuestra voluntad de recuperar clásicos literarios que, por distintas razones, han quedado en el olvido.
En septiembre publicaremos a Brane Mozetic y Suzana Tratnik, dos autores eslovenos excepcionales que encarnan ciertos ámbitos literarios no muy explorados en España. Poco después llegará otro de los platos fuertes de este año, una antología de autores españoles en la que hemos logrado reunir a nombres de la talla de Luisgé Martín, Eduardo Mendicutti, Luis Antonio de Villena, Lluis María Todó, Luis Cremades, Fernando J. López, Óscar Esquivias o Lawrence Schimel, entre otros. A todos ellos les hemos propuesto que escriban un relato en el que aborden, desde una óptica gay, un espacio tradicionalmente machista de la sociedad española. Cerraremos el año con 49 goles espectaculares de Davide Martini, una atípica novela de iniciación que ha tenido una gran acogida de crítica y público en en Italia.
¿Qué debe tener una obra para ser publicada en vuestra editorial?
Además de la calidad literaria, buscamos historias que nos emocionen y no nos dejen indiferentes, historias con las que nos podamos sentir identificados y que, en la medida de lo posible, se aparten de los caminos más trillados de la literatura LGTBI. En este sentido, pretendemos publicar aquellos títulos que nos gustaría disfrutar como meros lectores. Y estamos muy orgullosos de poder descubrir realidades como la que nos ofrecen los autores rusos o africanos, ya que consideramos que la literatura es una excelente vía para derribar prejuicios y despertar conciencias.
¿En qué consiste el ‘Club de bigotudos’?
Uno de los principales objetivos de nuestra aventura editorial es crear una comunidad de lectores fieles con los que compartir todo lo que vaya sucediendo alrededor de Dos Bigotes. Para ello, una de las herramientas que estamos utilizando son las redes sociales, donde tratamos de contar el día a día de la editorial desde un punto de vista lo más cercano posible. Queremos que los lectores interactúen con nosotros, recibir sus opiniones a través de cualquier medio disponible. También pretendemos que nuestros libros salgan de las estanterías y se mezclen con el arte, el cine o la música, por lo que vamos a organizar diferentes encuentros tratando de mezclar distintas disciplinas artísticas. Y a todos ellos los lectores están más que invitados.
Nos ha sorprendido El armario de acero por su calidad y originalidad, dejáis el listón muy alto…
Muchas gracias. Pretendemos que la calidad literaria sea uno de nuestros estandartes, al igual que la originalidad de las propuestas. Una de las cosas que podemos asegurar a los lectores es que no vamos a bajar la guardia y nos vamos a mantener fieles a un nivel de exigencia que, esperemos, nos permita seguir publicando los libros que nos gustan durante muchos años.
Fuente Cáscara Amarga
Lo hemos leído en el blog de Jesús Bastante El Barón Rampante:
Pensamientos en (des)orden tras la entrevista del Papa en Cuatro
Me preocupa que en 45 minutos de entrevista no haya salido el sexo, la homosexualidad y otros temas morales
Casi sin tiempo para digerir lo escuchado siento la necesidad de poner algunos pensamientos en (des)orden por escrito:
– Me preocupa que cuando habla lo entiende mi abuela y mi sobrino pequeño, ¡qué puede pasar cuando se nos entienda a los curas y religiosos!
– Me preocupa que apenas dice nada nuevo… ¡pero cómo transmite y llega! ¿Qué hemos estado haciendo durante tantos años con un mensaje y una sabiduría tan desbordante, vital y necesaria con la que hemos ahuyentado a la gente? Será que hemos de aprender a hablar lo que entiende el pueblo y no los ilustrados y sabios de despacho. Si no fuera por lo atrevida de la comparación diría que habla como Jesús de Nazaret, para la gente sencilla y rural.
– Me preocupa que en 45 minutos de entrevista no haya salido el sexo, la homosexualidad y otros temas morales que, al menos aquí en España han llenado documentos, homilías y declaraciones en las últimas décadas.
– Me preocupa que sea tan evangélico y tan poco oportunista. Si ha de decir que le preocupa la cuestión catalana, lo dice, sin partidismo ni demagogia, sin juzgar el hecho sino lo que mueve de fondo el planteamiento independentista (¿emancipación o secesión?).
– Me preocupa verme tan lejos de su entraña evangélica, de su verbo rápido y meditado, de sus imágenes simples y locuaces, de su tino y su acierto… ¡Cuánto he de rezar, leer, escuchar, ver, pensar, estudiar… todavía!
– Me preocupa que muestre tan poco “respeto” al protocolo, al boato, las formas, lo políticamente correcto y los tratos eclesiásticos. Este hombre huele demasiado a pueblo y poco a monseñores; huele mucho a calle y poco a despacho; huele mucho a casa de campo y poco a palacio…
– Me preocupa que sea tan poco autorreferencial, y no le importe reconocer errores y valores en otros… “Para saber y acertar con el diálogo Fe-Ciencia lean el Magisterio de Benedicto XVI”.
– Me preocupa que le preocupe la paz, la convivencia de las religiones, las persecuciones de los cristianos, el fundamentalismo religioso (también el nuestro), el paro juvenil, el descarte de los viejos y los niños, el capitalismo atroz, la idolatría del dinero, ¡y hasta el fútbol como deporte que ennoblece y es lugar de encuentro!
– Me preocupa ver a un hombre mayor tan cansado con tantísima sabiduría por compartir y comunicar. Mi oración desde hoy: “Señor, dale salud y vida al Papa Francisco, pues tu pueblo lo necesita”.
– Me preocupa que meta en todo a Dios, en sus aciertos, en el mundo, en la naturaleza, en las relaciones y hasta ¡en la política! ¡Vaya definición nos ha dejado! “La más alta expresión de la caridad, pues busca el bien del otro”. Si no somos políticos, somos egoístas, si hacemos política pensando en nosotros, somos corruptos. ¿Debatirán de esto mañana en las Cortes y los Plenos de Ayuntamiento?
– Me preocupa, y me encanta preocuparme por un Papa que se hace tan tierno, cercano y amable que dan ganas de cogerle los mofletes, hacerle una carantoña y darle un fuerte abrazo de hijo.
– Y siento que me preocupa escribir a golpe de sentimiento, pero necesitaba hacerlo tras escuchar la entrevista de Henrique Cymerman al Papa Francisco en la Cuatro.
(Tomado, con su permiso, del muro de Carles Such).
Pedro Zerolo, cerca de su despacho en la madrileña calle Mayor. SERGIO GONZÁLEZ
En diciembre le comunicaron que sufría un cáncer de páncreas
Tras el ‘shock’ incial decidió compartir su enfermedad. A su lado, su marido Jesús Santos
‘La poesía es lo que me hace transcender. Unos lo hacen con los profetas; yo con lo poetas’
‘Me hubiera encantado adoptar y tener hijos’
Entrevista en La Sexta: “Algunos nunca olvidaremos el calvario por el que nos hizo pasar el PP”
ENTREVISTA Concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid
EDUARDO VERBO
Actualizado: 14/06/2014 03:57 horas
Aveces le intentan pintar como alguien gris y sórdido, pero no pueden: Pedro Zerolo (54) es todo color. Mejor dicho: todo colores, porque este abogado tinerfeño nacido en Caracas declina la vida en plural. Nosotros, vosotros, ellos. Incluso ahora, cuando un cáncer de páncreas intenta oscurecerle, su vocación sigue siendo luminosa: ayudar a los demás. Activista ejemplar, la lucha vuelve a llamar a filas a Pedro. Y ahí está él, siempre presente.
¿Cómo se encuentra?
Estoy, que ya es. Con mucho ánimo, muchas ganas y con fuerza, que saco haciendo calle. Ahí es donde yo me nutro.
Va a luchar hasta la batalla final, ¿no es así?
Mi vida ha estado marcada por muchas salidas del armario. En su día salí del de la homosexualidad, porque no podía esconder mi realidad y presentarme ante la gente como un representante político sin que supieran de mí cosas importantes. Tiene que haber transparencia entre la ciudadanía y los representantes. Cuando me detectaron el cáncer tuve claro que tenía que manifestarlo y asumir esa lucha como algo personal aunque, en este caso, es compartida con mi marido y con mucha otra gente.
¿Ése fue su primer pensamiento? ¿Compartirlo?
Lo primero que sucedió fue quedarme noqueado. Nunca pensé que me pudiera tocar a mí… Llevo una vida sostenible, soy una persona que me cuido. Cuando me lo comunicaron fue un shock, pero pronto caí en la cuenta de que tenía que salir de este estadio y me tenía que poner a trabajar para afrontar el proceso, duro y difícil, pero que hay que encararlo con ánimo. Uno puede encontrarse con muchas sorpresas. Esto es un tobogán. Lo asumo como tal. La enfermedad me ha reafirmado mis valores laicos y me encuentro bien, sin miedo.
¿Sueña con el día en que le comuniquen que lo ha superado?
Lo que hay que superar son los miedos. Tenemos que asumir que la vida es una aventura, que también existe la muerte y, por tanto, tienes que estar preparado para ello. Es un tema que se ha ido alejando de la sociedad: el asumir también la enfermedad y la muerte como parte de los procesos vitales. Vivimos en un entorno muy hedonista donde las referencias son la belleza, el dinero…Yo creo que hay otras, como la ayuda a los demás, el saber que la enfermedad existe, el poder cuidarnos los unos a los otros… No podemos obviar ni negar ni ocultar la muerte.
¿Ha descubierto algo bueno en el cáncer?
Sí, cuando tú te manifiestas con claridad y la gente te conoce y sabe de dónde vienes, a dónde vas, cómo vives y saben cómo estás se produce siempre un sentimiento de solidaridad. He tenido muchos momentos emocionantes estos meses, con compañeros políticos, de todo tipo de asociaciones. Es el resultado de implicarse en los problemas de los demás. No hay que olvidar que la vida es afectividad. Yo lo aplico mucho en el PSOE, para mí el socialismo es una familia, internacionalista, pero familia, que inmediatamente se pone en funcionamiento ante cualquier circunstancia como puede ser una enfermedad o una despedida porque alguien se va.
En este proceso, ¿ya ha hecho balance? ¿Piensa que ha perdido el tiempo en algo?
Sí, se hace balance. Efectivamente, a veces uno piensa que podría haber hecho más pero como he hecho tantas cosas…. ¡me quedo tranquilo! Siempre he tenido claro que la vida había que vivirla viviendo: con intensidad, emoción, con la valentía que he podido… Cuando miro hacia atrás, me encuentro satisfecho por cosas que ya han pasado y que han sido importantes para mí y que han tenido repercusión social. Me gustaría hacer otras muchas cosas, pero ya los tiempos los mido día a día.
Pero tendrá muchos proyectos todavía por hacer…
Los proyectos siguen estando ahí. Estoy escribiendo y pensando más que nunca. Escribo ensayos sobre todo lo que ha sucedido en España sobre derechos civiles. Y también escribo poesía, que es lo que me hace transcender. Unos lo hacen con los profetas y otros con los poetas. Cuando me encuentro perdido, busco en la poesía paz, tranquilidad y salidas. Y respuestas. La poesía me nutre espiritualmente.
Borges dijo algo así como que Dios era el que había dado más muestras de su inexistencia…
Yo prefiero rezarle a la diosa Razón. Soy ateo pero tengo parroquia (San Carlos Borromeo, en Entrevías, Madrid), donde coincido con el cristianismo de base y reconozco su trabajo social.
¿Y si algún día tiene a Dios cara a cara?
Sé que si Jesús de Nazaret viviera hoy estaría con los más desfavorecidos y los perseguidos, también con las personas LGTB, defendiendo la igualdad de trato, consideración y oportunidades. Al lado de los que sufren, de los desahuciados… Si me encontrara a Dios le hablaría de la diosa Razón.
Sabe para qué vivimos…
Vivo para vivir intensamente. Lo bueno y lo malo. La vida es ser consciente de que la vida es vida, pero también hay que afrontar las cuestiones que te plantea.
Quien no se separa de usted es su marido, Jesús Santos…
Estamos bien. La enfermedad la pasamos los dos. Los dos estamos enfermos… Asumimos el cáncer como algo de los dos, eso me ayuda muchísimo y a Jesús también. Nos casamos para lo bueno y para lo malo, en la salud y la enfermedad…
Y eso que no les dejaban… «Queremos casarnos». Y la respuesta de los magistrados siempre era un no rotundo, ¿no es así?
Sí, cierto. Yo llevo casado de hecho 18 años y de derecho desde que se pudo. Celebramos la boda por amor y militancia, al fin y al cabo el amor es siempre militante. Era importante construir un referente. Estoy muy feliz de haber hecho aquello. La diversidad es antídoto del fundamentalismo político, el integrismo religioso y el nacionalismo excluyente, y la mejor manera de luchar contra la violencia machista, racista, xenófoba, homófoba…
¿Cómo recuerda aquel día?
Con emociones compartidas y encontradas. Por un lado de felicidad, porque estaba haciendo realidad un sueño con la persona que amaba y amo. Y además mientras me casaba detrás ondeaba la bandera de España y por primera vez ahí veía el símbolo de la igualdad y de la diversidad. Me emocioné.
¿Nunca ha pensado adoptar?
Siempre me gustó la familia y siempre he echado de menos tener hijos. Fue pasando el tiempo, la lucha me llevó muchas horas y, cuando pudo ser el momento, la edad no me acompañaba.
No va a renunciar a trabajar…
No, nunca. Acabo de proponer en el Ayuntamiento 10 medidas urgentes para luchar contra la pobreza infantil. Quiero trabajar hasta la victoria final. Y si no hay victoria, es que no es el final.
Si naciera otra vez… ¿volvería a ser político?
Volvería a ser un servidor público con discurso político. De izquierdas, claro.
¿Y cuando escucha: ‘¡los políticos todos a extinguir!’?
Hay una enorme desafección y tiene su explicación. Hay algunos políticos que no han entendido su función como un servicio público. Los que así lo entendemos no hemos tenido mayor problema. Pero sí, hay mucho cabreo e indignación y eso hay que corregirlo. En mi caso, la gente conoce mi trabajo y la pulsión suele ser muy positiva. Creo que hay que recuperar la identidad.
‘Algo está pasando y nadie sabe lo que es’, decía Dylan…
Están pasando tantas cosas…
Sobre todo, en su partido… mójese, ¿quién debe liderarlo?
Prefiero no pronunciarme a este respecto. Lo que sé es que hay un buen documento de trabajo que salió de la última conferencia política que nos identifica como partido laico, federalista y republicano. Quienes dirijan deben identificar esas ideas. Es la hora de la oportunidad.
Entonces, ¿eran republicanos y ya no lo son?
El PSOE es republicanismo. Lucho y he luchado siempre por el republicanismo cívico. Creo como el 62 por ciento de los españoles que tiene que haber una reforma de la Constitución y debatir esta cuestión. Y así me manifestaré. Son temas pendientes que hay que abordar.
¿Pero es juancarlista?
Ni juancarlista, ni felipista. Soy republicano y pretendo, como la mayoría de la ciudadanía española, una reforma constitucional que someta a referéndum la alternativa entre monarquía y república.
¿Cómo cree que va a ser el reinado de Felipe VI?
Espero que se produzcan muchos cambios. De aquí y en adelante, por todo lo que ha pasado en la calle, por todo lo que ha manifestado la ciudadanía española, que es la verdadera protagonista de los cambios en España, ése es mi deseo. La gente está reclamando cambios en la Constitución, el Senado y en la organización territorial. Espero que Felipe VI lo tenga en cuenta, pero también debe tenerlo en cuenta el presidente del Gobierno y los demás partidos porque es necesario el consenso, son las reglas.
Siempre tuvo una relación muy buena con Zapatero, ¿la conserva?
Con Zapatero hubo entendimiento total desde el primer momento. Apostó por la valentía. Y así se lo recuerdo cuando lo veo. Cuando somos valientes, acertamos siempre
¿Podemos o no podemos?
Siempre se puede. Si se puede, se debe. Y siempre se pudo. Y de lo que se trata es de apostar por la valentía, que es donde está el secreto de la igualdad, la libertad y de la solidaridad.Eso yo lo he vivido cuando planteé en su momento apuestas como la del matrimonio igualitario y me dijeron que era imposible en España hasta el día antes. Hemos hecho de lo imposible lo posible. Se podía y se pudo. Y yo también podré.
Interesante entrevista de la que nuestra hermana Cata nos informaba en el Foro tras haberla leído en la web Desveladas:
Hace unas semanas, una lectora de la web envió a Desveladas un correo electrónico en el que solicitaba una reflexión, aunque fuera breve, sobre las monjas lesbianas. En su carta hacía referencia a algunos “mitos” que circulan en torno al tema y que la hermana Sandy Yost (CJS) ha abordado en un breve artículo titulado “Myths about lesbian religious” (1).
Para dar respuesta a esta petición, Desveladas se puso en contacto con la religiosa, teóloga y psicóloga Mercedes Navarro, quien ha tratado este tema en algunos de sus artículos sobre vida religiosa y que aceptó responder a nuestras preguntas.
Desveladas: Mercedes, muchas gracias por atendernos. ¿Es cierto que has hablado en tus publicaciones sobre el lesbianismo en la vida religiosa?
Mercedes: En efecto, he aludido a este tema, pero más bien de pasada. Quiero decir que no he escrito ninguna reflexión extensa sobre ello. Lo he tocado como parte de cursos de formación sobre los votos durante varios años y, sí, ha estado presente, marginalmente, en algunos de mis artículos. Tengo que decir, además, que siempre lo he tratado desde la perspectiva psicológica, y en ella quiero seguir. Eso no significa que no pueda decir una palabra como teóloga, pero me desenvuelvo mejor como psicóloga.
D: No sé si lo entiendo bien. Prefieres tratar sobre las religiosas lesbianas desde el punto de vista psicológico, pero es o suena un poco “anormal”, como si se tratara de un asunto que requiere un tratamiento “especial”…
M: Bueno, entiendo que te parezca extraño, pero créeme, es una perspectiva como cualquier otra. Podría hablar de re ligiosas lesbianas desde la estadística, ¿comprendes? Por otro lado , no es extraño que hablar de psicología suscite recelos. Pero tengo que decir que la psicología no se ocupa solo ni principalmente de lo raro, lo patológico o lo extraño. Se ocupa, básicamente, del dinamismo psíquico del ser humano, de su comportamiento, de sus actitudes, de su mente, de su percepción, de su sexualidad, de sus relaci ones… y todo ello tanto en su desarrollo normal como en el patológico, o en la frontera entre ambos. Con esto quiero decir que la psicología no prejuzga o, al menos, no debería prejuzgar. Se apoya en los datos de los seres humanos. Eso es lo normal. Pero también puede pronunciarse sobre cuestiones que suscitan problemas o generan conflictos. El hecho de que me preguntes sobre las religiosas lesbianas recoge una percepción, muy generalizada, de que se trata de una realidad extraña e incluso anormal en la vida consagrada.
D: Es verdad.
M: Bien. Me interesa eso que me has come ntado de los “mitos” que circulan por ahí.
D: Ah, sí… Nuestra lectora nos habla cuatro mitos señalados por la hermana Sandy Yost. El primero se refiere, y cito literalmente, a que “las religiosas lesbianas son sexualmente activas”, afirmación que Yost confronta con un dato: “Todos los seres humanos son seres sex uales y tienen una orientación sexual. Tener una orientación lésbica no equivale a mantener relaciones genitales con mujeres, de la misma manera que una orientación heterosexual no equivale a mantener relaciones genitales con hombres”.
M: En efecto. Esto de acuerdo con Yost. Creo que, ciñéndonos a los datos, habría que empezar por afirmar que entre las religiosas hay orientaciones sexuales diversas. En ninguna parte se dice que para ser admitida en la vida religiosa haya que tener una determinada orientación sexual. Otra cosa es que “por defecto” se haya dado por supuesto que todas las religiosas, y también los religiosos, son heterosexuales. Este supuesto nunca ha coincidido con la realidad, pues se tieneconstancia de la orientación homosexual de religiosas y de religiosos a lo largo de la historia. Y no solo de la orientac ión, sino de la existencia de actividad sexual gay en mujeres y en hombres dentro de la vida religiosa. Esta actividad rompe el voto de castidad tanto como la actividad heterosexual. Pero presuponer que una religiosa de orientación lésbica es “activa sexualmente” obedece a prejuicios, no a la realidad. En efecto, la orientación del deseo sexual no implica su ejercicio activo. En el prejuicio o presupuesto se adivina la homofobia; la proyección de los propios miedos inconscientes.
D: Pero se trata de un prejuicio muy frecuente… ¿Quiere decir esto que todas las personas que tienen estos prejuicios están proyectando inconscientemente su miedo a ser homosexuales?
M : Sí. Estrictamente hablando, es así, pero también es cierto que los prejuicios, aunque se asumen personal e individualme nte, son aprendidos o “absorbidos” en un contexto, en una sociedad. En nuestro contexto social la homofobia ha sido muy común. Todavía existe, aunque menos que antes. Imagínate cuando este prejuicio se focaliza en un grupo religio so, un grupo que además es doblemente religioso, pues sus miembros deciden vivir como tales … En resumen, la vida religiosa de las mujeres cuenta con sujetos, mujeres, sexuadas (mejor que “sexuales”), y esta condición, propia del ser humano, puede tener “objetos” (término del psicoanálisis) diversos. No debemos olvidar que la sexualidad humana es enormemente plástica. Hasta aquí, por tanto, todo entra en la normalidad. Hay religiosas heterosexuales y religiosas homosexuales o lesbianas.
D: Vamos, entonces, al segundo “mito” mencionado por nuestra lectora: “A las religiosas lesbianas la vida en comunidad les resulta más difícil por su orientación sexual”, al que Yost responde: “Las lesbianas no se sienten atraídas sexualmente por todas las mujeres, de la misma manera que a sus hermanas heterosexuales no les atraen todos los hombres. De hecho, muchas hermanas lesbianas dicen que su orientación sexual ha sido un don para la comunidad en que viven puesto que reciben una gran en ergía en su interacción diaria con otras mujeres”.
M: Interesante. Quiero comentar un momento el prejuicio o lo que ella llama el “mito”. Como en el caso anterior, aquí estamos ante una creencia que podríamos entender “de sentido común” y que podría formularse así: si te gustan las mujeres y vives entre ellas, tu apetito sexual (activo) se incrementa, y si el voto de castidad no te deja, necesitas mucha energía psíquica para “reprimir” tu impulso… Parece lógico, ¿verdad?, pero no lo es. Esta creencia tiene detrás el supuesto de que la sexualidad, sea hetero u homosexual, es un instinto al que no puedes resistirte, mucho menos cuando el estímulo es “masivo”. Considero que es un prejuicio de corte patriarcal que afecta muy negativamente a los hombres y, desde hace varias décadas, también a las mujeres. La verdad es que la sexualidad humana es sumamente compleja y no obedece solo a los instintos o a los impulsos. Sería un tema largo sobre el que no voy a extenderme, pero me interesa subrayar la falsedad del presupuesto por su tono reductivista. Es como si pensáramos al ser humano como un ser puramente reactivo: estimulo → respuesta (o, más precisamente, reacción). Es to, además de falso, es interesado, porque reduce la humanidad, rica, compleja, social, de infinitos matices, capaz de valores, etc., a un mecanismo simplista. El ser humano no es solo un organismo reactivo, sino un ser pensante y libre, responsable y capaz de tomar decisiones y de mantenerlas, de tener ideales y focalizar en ellos sus energías, de cambiar sus objetivos y poner sus capacidades a su servicio. Y todo esto para bien y para mal. Por otro lado, la respuesta de Yost a es te mito incluye la idea de que muchas religiosas lesbianas consider an que su orientación se xual se convierte en algo beneficioso para la comunidad, precisamente por estar compuesta por mujeres. Por lo que yo entiendo, parece referirse a la dimensión más afectiva y emocional, a la capacidad más empática que puede tene r una mujer referida a otras mujeres. O, dicho de otro modo, parece entender la orientación sexual hacia las mujeres como un facilitador que revierte positivam ente en las mismas mujeres. Estoy segura de que hay casos en los que es así, pero quiero subrayar que la orientación, por sí misma, no implica una mayor empatía. De hecho, conozco casos de mujeres lesbianas que no son capaces de reconocer su propia orientación sexual y que proyectan negativamente en sus congéneres las propias dificultades, inconscientes, de aceptación. Muchas son machistas y misóginas, pero no por eso dejan de ser miembros de la vida religiosa en sus distintas formas. La práctica de la psicoterap ia me ha hecho precavida ante lasgeneralizaciones, aunque a veces sean inev itables. En definitiva, mantengo que cada religiosa, sea homosexual o heterosexual, ha de decidir libremente la manera en que maneja sus propios recursos y capacidades emocionales, afectivas y, en general, sexuales, en el marco de la vida religiosa o consagrada. Soy enemiga de los determinismos. Leer más…
Recogido de su blog Teología sin Censura:
Dibujos de José Luis Cortés.
(Entrevista a José María Castillo en la revista Éxodo).- 1. En la iniciada apertura y reforma del Papa Francisco, nos gustaría saber qué ha supuesto para ti y cómo has recibido la actuación (palabras y gestos) del Papa Francisco.
R.: El nuevo obispo de Roma, el papa Francisco, es un hombre sorprendente, que cada día me sorprende más. A mí y a mucha gente también. Dentro y fuera de la Iglesia. Lo que más me llama la atención, en este hombre, no es su forma de ejercer un cargo (el de Papa), sino su forma de vivir (tan profundamente humana). Desde el papado de Gregorio VII (, s. XI), lo que más se venía destacando en los papas era el poder, su potestad plena y universal. Y lo peor de este asunto es que hubo muchos papas que, mientras ejercieron el papado, vivieron convencidos de que ellos tenían ese poder ilimitado. Lo mismo que muchos cristianos también se lo creyeron y se lo siguen creyendo. Por eso ahora hay muchos católicos que están decepcionados, desengañados y hasta irritados con el Papa Francisco. Porque no hace en la Iglesia los cambios que ellos se imaginan que un “Papa ejemplar” tendría que hacer, según las preferencias de cada cual. Lo determinante de un Papa no es su “potestad”, sino su “humanidad”.
2. Echando la vista atrás, ¿tu larga trayectoria teológica de más de 40 años fue siempre en una única dirección o señalarías en ella momentos de cambio importantes?
R.: Yo nací y crecí en una familia de derechas, religiosa y chapada a la antigua. En el seminario y en la formación que me dieron los jesuitas se reforzaron las convicciones que viví en casa de mis padres. En mis primeros años de sacerdote, yo era un jesuita tradicional. Hasta que, precisamente en Roma, los años que estuve en la Gregoriana coincidieron con las dos primeras sesiones del concilio Vaticano II. Allí empecé a darme cuenta de la distancia que hay entre la Iglesia y el Evangelio. Y lo que empecé a ver en Roma, se me confirmó y se acentuó cuando volví a España. La convivencia con los jóvenes jesuitas de los años 60 me transformó. Más que profesor o formador de aquellos jóvenes, quise ser amigo de ellos. Lo que tuvo una consecuencia decisiva en mi vida: no sé si fui o no fui educador de aquellas generaciones juveniles; lo que sí sé es que ellos me cambiaron a mí. En Roma vi la distancia que hay entre la Iglesia y el Evangelio. Conviviendo con los jóvenes de la década de los 60, me di cuenta de la distancia que hay, además, entre la Iglesia y la sociedad. La institución eclesiástica vive tan lejos de la cultura de nuestro tiempo, que ni se da cuenta de donde está realmente, ni a dónde va por el camino que lleva. Por eso aumenta cada día el descrédito del clero. Y la cantidad de gente que no quiere saber nada de ese extraño estamento.
3. Dentro del contexto histórico eclesial que te ha tocado vivir, ¿qué significado atribuyes al concilio Vaticano II y cómo valoras el papel de los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI?
R.: El entusiasmo y las esperanzas, que suscitó el concilio Vaticano II, son el indicador más claro de que es mucha la gente que quiere “otra Iglesia” y “otra forma de estar presente” la Iglesia en el mundo. Pero aquel entusiasmo empezó pronto a tambalearse. Y terminó por hundirse. ¿Qué ocurrió para acabar en semejante fracaso? El Vaticano II renovó la teología de la Iglesia. Pero no cambió el sistema de gobierno de la Iglesia. La Iglesia que tiene su centro en el pueblo creyente; y la Iglesia que tiene su centro en la Jerarquía gobernante, estas dos “iglesias” representan dos eclesiologías yuxtapuestas, pero no integradas la una en la otra, como bien dijo el cardenal Suenens. La consecuencia ha sido que, en los años posteriores al Concilio, se fue sobreponiendo, más y más, el gobierno jerárquico de la Curia Vaticana a la participación responsable del pueblo creyente. El gobierno de la Iglesia tomó así un camino anti-evangélico. Más identificado con los intereses políticos de Ronald Reagan y Margaret Thacher que con la humanidad ejemplar de Jesús. Los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI han tenido a la Iglesia sin gobierno durante más de 30 años. El gobierno lo ha ejercido una Curia dividida y enfrentada en luchas de poder. Hasta desembocar en una situación de marginación social y descomposición interior cuya única salida no ha podido ser otra que la renuncia de un Papa que se vio incapaz para seguir en el cargo.
4. Dentro concretamente de España, ¿el mensaje y espíritu del Vaticano II fueron bien recepcionados o se estancaron y fueron bloqueados? ¿Respaldaron nuestro ingreso en la democracia o la frenaron?
R.: Durante el Concilio y los años siguientes, España vivió el final de los 40 años de dictadura y de nacional-catolicismo que mantuvieron a la Iglesia española marginada de Europa. Yo mismo, nacido y educado en Granada, en el mismo colegio en el que había estudiado García Lorca, me enteré de la existencia y muerte de este genio mundial de la literatura cuando viajé por primera vez a Italia. No fue mera casualidad que algunas de las instituciones religiosas más integristas hayan tenido su cuna de nacimiento en España. Franco siguió, hasta su muerte, multando y metiendo curas en la cárcel de Zamora. El dictador era el que hacía la terna para los nombramientos de obispos. Y a los nuevos obispos les exigía ir a su palacio a hincarse de rodillas delante de él para jurarle obediencia. El pos-concilio fue tenso y duro. No sólo en España. También en Roma. En 1971, estuve con los obispos españoles en el Sínodo mundial, dedicado al sacerdocio y la justicia. El cardenal Tarancón fue el relator oficial sobre las “cuestiones prácticas” que interesaban a los sacerdotes. Sin contar con el cardenal, al imprimir el texto de su discurso, un monseñor de la Curia le cambió varios pasajes importantes. Las papeletas para el texto final tuvieron que ser firmadas por los obispos. ¿Qué libertad podía enseñar aquella Iglesia? Por eso fue tan meritoria y ejemplar la postura, en defensa de la democracia, que asumió una importante mayoría del episcopado, inmediatamente después de la muerte de Franco.
5. Personalmente, puesto que has estado en medio de esta pugna a favor o en contra del cambio, ¿cómo has visto este proceso? ¿Qué repercusiones y costes tuvo en tu vida: resignación, resistencia, censura, marginación…? ¿Qué significa este involucionismo para la vida de los ciudadanos y con qué consecuencias?
R.: El sentimiento más vivo y desagradable que tengo es que fui cobarde. Y por cobardía fui demasiado sumiso al sistema eclesiástico. Esto es duro decirlo. Pero es más duro vivirlo. En España, la religión ha sido – y sigue siendo – un factor determinante para el sufrimiento o el bienestar de los ciudadanos. En los años de la dictadura, la Iglesia estuvo de rodillas ante el dictador. Y ahora, en la democracia, está en silencio ante la brutalidad de un sistema que concentra el capital y el poder en unos pocos (muy pocos), buscando y aceptado privilegios económicos y legales, al tiempo que mantiene las mejores relaciones posibles con la economía canalla que está destrozando la clase media y hundiendo en la miseria a los más débiles. No nos damos cuenta de que el Evangelio no es un libro de religión, sino un proyecto de vida para humanizar este mundo. En Jesús, Dios – al encarnarse – se humanizó. Por eso sus tres grandes preocupaciones fueron la salud de los enfermos, la comida de los pobres y las relaciones humanas. Muchas veces, he buscado más “lo divino” que “lo humano”. Con frecuencia, este proyecto de vida me ha deshumanizado.
6. ¿Dónde encuentras la clave para explicar la cerrazón de nuestra Jerarquía e Iglesia a alinearse con el Concilio y rechazar la modernidad?
R.: En la Iglesia somos muchos los que vivimos más preocupados por el poder y la gloria que por remediar el sufrimiento de los más débiles. Por eso el papa Francisco está sorprendiendo a tanta gente y es uno de los hombres más importantes del mundo. Pero creo que la clave, para explicar la cerrazón de nuestra Jerarquía, hay que buscarla en los orígenes mismos de la Iglesia. Los documentos más antiguos, que nos informan de las primeras “iglesias” son las cartas de Pablo, que se escribieron entre los años 49 al 56. La redacción de los evangelios, que ha llegado hasta nosotros, es posterior al año 70. O sea, la Iglesia se organizó, no según las enseñanzas del Jesús terreno (al que Pablo no conoció), sino según las exigencias del poder sagrado, tal como se practicaba en el judaísmo y en la religión del Imperio. Este problema no se ha afrontado nunca en la Iglesia. Y todavía no se ha resuelto. Leer más…
Teóloga protestante y militante feminista…. Se mueve usted en la frontera. ¿Cómo ha llegado hasta aquí?
Soy feminista desde que tengo memoria. Aunque de niña no conocía lo que era el feminismo, siempre me rebelé ante los límites de género, y más adelante, ante los estereotipos de género. Cuando descubrí lo que era el feminismo, me identifiqué totalmente con ese movimiento. Al empezar a estudiar teología, creo que fue natural que mi feminismo informara y moldeara mi teología.
Al hablar de feminismo podemos perdernos, ¿cómo entiende usted el feminismo?
No hay un solo feminismo, sino una enorme variedad de feminismos, saludablemente muy diversos. Básicamente se puede decir que todos buscan la equidad de derechos para las mujeres y el fin de la opresión patriarcal. Creo que es importante dejar en claro que el feminismo no busca la supremacía sobre otros grupos, sino la igualdad de derechos para todos y todas. Una vez que nos damos cuenta de que el patriarcado no solo oprime a las mujeres, sino a todos los grupos sin poder, entendemos que debemos unirnos para defendernos unos a otros.
Según su experiencia, ¿que puede aportar la teología al feminismo para enriquecerlo?
Creo que es más bien al revés. El feminismo puede aportar muchísimo a la teología, que en general ha estado presa del sistema patriarcal. Lo que es peor, ha sido funcional a ese sistema, incluso fundamentando ideológicamente la opresión de las mujeres y otros grupos sin poder. Lo único que se me ocurre que puede aportar la teología al feminismo es todo lo que tiene que ver con la forma en que Jesús se relacionaba con las mujeres. En Jesús vemos a un varón claramente feminista. La voz de las mujeres en la teología (salvo unas pocas excepciones) recién comenzó a escucharse a mediados del siglo XX, así que todavía hay mucho por hacer.
La suya es para muchas personas una de esas voces. En su artículo “Hermeneútica feminista” hablaba usted de la necesidad de que las personas oprimidas por el patriarcado tengan “intuiciones inéditas” que pongan en tela de juicio las interpretaciones bíblicas que refuerzan el patriarcado. Puede compartir, ponernos algún ejemplo, de algunas de esas “intuiciones” que usted ha tenido.
Creo que la intuición que ha sido más significativa para mí, como teóloga feminista, fue el darme cuenta de que todos los oprimidos por el sistema patriarcal estamos en el mismo bote. Así, de mi feminismo surgió mi militancia a favor de otros grupos, como los LGBT. Creo que las personas que han sufrido discriminación no pueden ser indiferentes al sufrimiento de otras personas discriminadas. No debemos defender sólo lo que nos beneficia personalmente, sino solidarizarnos con otros grupos vulnerables y luchar también por otras causas justas.
¿Pero qué ha supuesto para usted descubrir un cristianismo que en vez de liberarla como mujer ha intentado someterla a un sistema opresivo como el patriarcado? No han sido pocas las mujeres que han acabado desistiendo y han abandonado la iglesia o incluso la fe.
Uruguay, mi país natal, tiene uno de los más altos porcentajes de ateísmo del mundo occidental. Creo que no es casual que las mujeres uruguayas hayamos sido bastante libres desde hace décadas. El lugar donde encontré más exigencias de sumisión fue precisamente en las iglesias cristianas. Como mi familia era atea y yo entré al cristianismo ya de adulta, me rebelé contra esas imposiciones. Lo que impidió que abandonara todo fue el ejemplo de Jesús y su trato con las mujeres. Eso me dio la pauta de que debía haber algo mal en los textos bíblicos que supuestamente ordenaban la sumisión de las mujeres. Y me quedé, para estudiar teología y así luchar contra esas teologías patriarcales.
Actualmente en España el Ministro de Justicia Alberto Ruíz Gallardón está intentando hacer una contrarreforma en la ley de interrupción del embarazo para impedir que millones de mujeres puedan decidir sobre si quieren, pueden o están preparadas para ser madres. ¿Cómo ve una mujer cristiana feminista esa tutela del cuerpo de las mujeres embarazadas?
Controlar el cuerpo de las mujeres es la vieja costumbre del sistema patriarcal. Y parte de ese sistema es la religión. El papel de las religiones es doblemente condenable, puesto que le proveen al patriarcado la justificación ideológica (y peor aún, supuestamente “divina”) de su dominio sobre los grupos sin poder. Por eso, las feministas cristianas tenemos la obligación de denunciar la complicidad de la religión con el patriarcado, y luchar por el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.
La monja Teresa Forcades defiende que si Dios ha puesto la vida en manos de la mujer, ella es la que debe decidir sobre si puede o no tenerla. ¿Opina usted lo mismo o cree que los gobiernos deben regular la interrupción del embarazo?
Estoy de acuerdo con Forcades. Su argumento de que Dios ha puesto la vida (y la decisión) en manos de las mujeres me parece una de esas grandes intuiciones inéditas de las que hablábamos antes. Los gobiernos deben promulgar leyes que aseguren a las mujeres todos los derechos, incluso el de tomar las decisiones sobre la maternidad. Digámoslo con todas las letras: afirmar que el aborto debe ser legal no significa estar a favor del aborto mismo, sino a favor del derecho de las mujeres a decidir y, eventualmente, a abortar en condiciones seguras. En Uruguay, desde que se legalizó el aborto, no han muerto más mujeres por esta causa. Eso muestra la importancia de la legalización.
Muchas veces uno se pregunta que tendrá el cristianismo para que tan fácilmente pueda dar cobertura y justificación al racismo, machismo, homofobia, a la muerte… incluso cuando son parte de tu comunidad o incluso de tu familia. ¿Tiene alguna respuesta para esto?
No creo que el problema esté en el cristianismo mismo, sino en las interpretaciones y las doctrinas de las iglesias. Si como cristianismo entendemos lo que nos dejó Jesús, no hay justificaciones posibles para ninguna forma de discriminación. Así que el problema no viene de Jesús sino de sus seguidores. No olvidemos el dato de que TODOS los teólogos de los primeros siglos –conocidos como Padres de la Iglesia–eran hombres de clase alta. Las únicas excepciones fueron Atanasio y Agustín, que eran de clase media. No es extraño que la teología que hicieron esos Padres respondiera a los valores de la clase social a la que pertenecían. Desde sus comienzos, las iglesias se han aliado con el poder y han sido funcionales al sistema patriarcal.
El respeto por la diversidad, la Palabra de Dios dirigida a todas las mujeres y todos los hombres sin distinción, el amor al prójimo; se sustentan principalmente en el cristianismo en la persona y el mensaje de Jesús. En una de sus respuestas ha unido las palabras Jesús y feminista, algo que en algunos entornos puede levantar ampollas todavía. ¿Se atreve a unir también las palabras Jesús y gay? ¿Cree que esta identificación puede ayudar a la liberación de muchas personas oprimidas por su orientación sexual?
En los evangelios, no encuentro ningún dato que me permita afirmar que Jesús fuera gay. Si lo hubiera, no tendría problema en unir esas dos palabras, tal como no lo tengo para afirmar –junto con muchos otros teólogos y teólogas– que Jesús era un feminista. Lo que sí encuentro en los evangelios de Mateo y Lucas es la historia del siervo del centurión y su joven esclavo, que obviamente tenían una relación homosexual. Jesús no dijo nada al respecto, sino que se limitó a cumplir la petición del centurión y a alabar su gran fe. En vista de esta actitud de Jesús ante una relación homosexual, creo que se caen todos y cada uno de los 6 textos que se usan contra las personas LGBT. Esta es una verdad comprobable exegéticamente, así que puede ayudar a las personas que han sido oprimidas por su orientación sexual. Jesús tal vez no era gay, pero ciertamente era gay-friendly… y yo sigo el ejemplo de mi Maestro.
Sin embargo muchas mujeres y hombres lgtb forman parte de iglesias cristianas que hablan de amor y liberación pero aceptan que su amor no sea reconocido y sus experiencias de fe como personas lgtb no sean tenidas en cuenta. ¿Son estas comunidades positivas para ellas? ¿Están sin quererlo colaborando con la homofobia? ¿Qué opina usted que deberían hacer?
Una iglesia que hable de amor y liberación sin aplicarlos a todos sus miembros, independientemente de su orientación sexual o cualquier otra característica, simplemente es una comunidad hipócrita y mentirosa. Tales iglesias no son positivas para nadie y cualquier persona pensante (no necesariamente LGBT) debería huir de allí como de la peste. Siempre he dicho que Cristo es uno, pero iglesias hay muchas, así que cada uno puede asistir a la que le parezca la más apropiada. Las personas LGBT son tal vez las más perjudicadas por las iglesias conservadoras. Pero existen iglesias inclusivas y teológicamente progresistas. Mi consejo es que se informen con organizaciones LGBT cuáles son las iglesias inclusivas en su vecindad y que se cambien de inmediato.
Hace casi cinco años el expresidente americano Jimmy Carter abandonó la Convención Bautista del Sur porque discriminaba a la mujer. Algunas voces le animaban a intentar cambiar las cosas desde dentro. ¿Cuál debería ser la respuesta de las personas heterosexuales cristianas que quieren ser fieles a la llamada de Jesús y que ven como son discriminadas sus hermanas y hermanos homosexuales en su propia comunidad?
Cuando supe que Jimmy Carter había abandonado a los bautistas del sur por su misoginia, me alegré y me sentí muy identificada. A fines de 1991, yo me fui de los bautistas del sur por ser una iglesia misógina, dogmática y demasiado conservadora. Incluso para una persona influyente, como Carter, cambiar las cosas desde adentro en iglesias monolíticas es muy difícil. A veces, tiene más efecto abandonar públicamente la organización, explicando las razones. Si decidimos quedarnos a luchar desde adentro, es más eficaz hacerlo desde la iglesia local y no desde la organización a nivel nacional, donde la burocracia, los intereses y las luchas de poder complican los cambios. De todos modos, se puede hacer mucho creando conciencia desde la escuela dominical, las clases del seminario, las reuniones caseras y hasta el Facebook.
Hace un mes, cuando desde el Blog Homoprotestantes recogíamos candidaturas para el Premio Homoprotestante 2013, rápidamente desde Argentina nos propusieron su nombre. La razón, que muchas personas lgtb de ese país reconocían en usted a una persona que ha sabido ponerse en el lugar “del otro” y “de la otra” para trabajar por su liberación. Para finalizar, y agradeciéndole su amabilidad, su tiempo y sus palabras, me gustaría preguntarle qué es lo que usted ha aprendido trabajando por, para y junto a estas personas.
Creo que lo más importante que he aprendido es la forma en que las personas que han sufrido discriminación se cuidan unas a otras, como nunca lo había visto en otros grupos. Otro ejemplo que me han dado es la paciencia. Los he visto hacer un trabajo como de hormiga y esperar pacientemente por los cambios. Me siento honrada de luchar junto a ellos, aprendiendo en el camino a ser más paciente. Y el amor que me han dado mis hermanos y hermanas LGBT es mucho mayor que cualquier cosa que yo pueda haber hecho por ellos y ellas.
Muchas gracias Cristina.
Entrevista realizada por Carlos Osma
Volvemos hoy a tratar el tema del comentario del Papa Francisco acerca de los Uniones Civiles y el Matrimonio, que ya habíamos publicado sin comentario alguno, pero que parece han removido las aguas de la Iglesia católica esta última semana. El papa Francisco, quien en una entrevista al Corriere della Sera ha hecho una breve mención a las uniones civiles en un tono de cierta apertura.
Las declaraciones del papa Francisco sobre las “uniones civiles” tuvieron lugar una entrevista al diario italiano Corriere della Sera, publicada en castellano por el argentino La Nación. La entrevista es bastante extensa pero la referencia a las uniones civiles es breve. A la pregunta del entrevistador “Muchos países regularon la unión civil. Es un camino que la Iglesia puede comprender, pero ¿hasta qué punto?”, Francisco responde: “El matrimonio es entre un hombre y una mujer. Los Estados laicos quieren justificar las uniones civiles para regular aspectos económicos entre las personas, como por ejemplo asegurar la asistencia sanitaria. Se trata de pactos de convivencia de diversa naturaleza y no ahora no sabría enumerar sus diversas formas. Es necesario ver los diversos casos y valorarlos en su variedad”. La traducción española difundida, por cierto, dice “obra social” en lugar de “asistencia sanitaria”, cuando el original es “assistenza sanitaria”.
El papa, de todas formas, reafirmó la doctrina católica oficial sobre el matrimonio pero parecería abrir la posibilidad de admitir las uniones civiles. Aunque no se refirió de forma expresa a las uniones civiles “entre personas del mismo sexo”, la referencia previa al carácter heterosexual del matrimonio parece sugerir que pensaba en ello. En todo caso, su apertura a las uniones civiles se justificaría solamente en los “aspectos económicos” de la convivencia, sin hacer referencia al amor entre quienes las forman. Términos que quedan muy lejos de lo que los propios colectivos LGTB cristianos reclamamos. Sea como sea, y sobre todo por venir del Papa, el tono de las declaraciones, alejado de las habituales diatribas condenatorias, resulta bastante significativo.
En una entrevista con el diario italiano Corriere della Sera, el papa Francisco volvió a pronunciarse acerca del matrimonio homosexual. Bergoglio opinó acerca de diversos temas como la eutanasia, el divorcio, la globalización, el marxismo el rol de la mujer en la iglesia y el abuso de menores. Acerca del matrimonio gay, el papa aseguró que ”muchos países regularon la unión civil. Es un camino que la Iglesia puede comprender. El matrimonio es entre un hombre y una mujer. Los Estados laicos quieren justificar la unión civil para regular diversas situaciones de convivencia, impulsados por la necesidad de regular aspectos económicos entre las personas, como, por ejemplo, la obra social. Hay que ver cada caso y evaluarlos en su diversidad“. Leído en Atrio:
Al aproximarse el primer aniversario de su elección como obispo de Roma, Francisco ha concedido una entrevista a sl Corriere della Sera, cuya traducción publicó LA NACION en forma simultánea y exclusiva. Bergoglio habla de su revolucionario primer año al frente de la Iglesia. Publicamos el texto completo.
ENTREVISTA AL PAPA FRANCISCO
‘Pintar al Papa como Superman es ofensivo’
Por Ferruccio de Bortoli | Corriere della sera
Un año ha transcurrido desde aquel simple buona sera que conmovió al mundo. El lapso de doce meses tan intensos no alcanza para contener la gran masa de novedades y signos profundos de la innovación pastoral de Francisco. Nos encontramos en un pequeño salón en Santa Marta. La única ventana da a un patio que abre un minúsculo ángulo de cielo azul. El Papa aparece de improviso por una puerta, con la cara distendida y sonriente. Se divierte con los varios grabadores que la ansiedad senil del periodista colocó sobre la mesa. “¿Funcionan todos? ¿Sí? Menos mal.” ¿El balance de este año? No, los balances no le gustan. “Yo sólo hago balance cada 15 días, con mi confesor.”
Santo Padre, usted cada tanto llama por teléfono a los que le piden ayuda. ¿Y algunas veces no le creen que sea usted?
Sí, ya me ha pasado. Cuando uno llama es porque tiene ganas de hablar, una pregunta que hacer, un consejo que pedir. Cuando era cura en Buenos Aires, era más fácil. Y a mí me quedó esa costumbre. Es un servicio. Me sale así. Pero es cierto que ahora no es tan fácil hacerlo, dada la cantidad de gente que me escribe.
¿Hay alguno de esos contactos que recuerde con particular afecto?
Una señora viuda de 80 años que había perdido a su hijo. Me escribió. Y ahora le pego una llamadita una vez por mes. Ella está feliz, y yo hago de cura. Me gusta.
Respecto de su relación con su predecesor, Benedicto XVI, ¿alguna vez le pidió un consejo?
Sí, el Papa emérito no es una estatua de museo. Es una institución, a la que no estábamos acostumbrados. Sesenta o setenta años atrás, la figura del obispo emérito no existía. Eso vino después del Concilio Vaticano II, y actualmente es una institución. Lo mismo tiene que pasar con el Papa emérito. Benedicto es el primero y tal vez haya otros. No lo sabemos. Él es discreto, humilde, no quiere molestar. Lo hablamos y juntos llegamos a la conclusión de que era mejor que viera gente, que saliera y participara de la vida de la Iglesia. Una vez vino hasta acá en ocasión de la bendición de la estatua de San Miguel Arcángel, después a un almuerzo en Santa Marta, y después de Navidad le devolví la invitación a participar del consistorio, y él aceptó. Su sabiduría es un don de Dios. Algunos hubiesen querido que se retirara a una abadía benedictina muy lejos del Vaticano. Y yo pensé en los abuelos, que con su sabiduría y sus consejos le dan fuerza a la familia y no merecen terminar en una casa de retiro.
A nosotros nos parece que su modo de gobernar la Iglesia es así: usted escucha a todos y después decide solo. Un poco como el padre general de los jesuitas. ¿El Papa es un hombre solo?
Sí y no, pero entiendo lo que me quiere decir. El Papa no está solo en su trabajo porque es acompañado por el consejo de muchos. Y sería un hombre solo si decidiese sin escuchar a nadie o fingiendo que escucha. Pero hay un momento, cuando se trata de decidir, de poner la firma, en el cual queda solo con su sentido de la responsabilidad.
Usted ha innovado, ha criticado algunas actitudes del clero, ha revolucionado la curia. Con algunas resistencias y algunas oposiciones. ¿La Iglesia ya cambió como usted quería hace un año?
Yo en marzo pasado no tenía ningún proyecto para cambiar la Iglesia. No me esperaba, por decirlo de alguna manera, esta transferencia de diócesis. Empecé a gobernar buscando poner en práctica todo lo que había surgido en el debate entre los cardenales de las diversas congregaciones. Y en mis acciones espero contar con la inspiración del Señor. Le doy un ejemplo. Se había hablado de la situación espiritual de las personas que trabajan en la curia, y entonces empezaron a hacer retiros espirituales. Había que darles más importancia a los ejercicios espirituales anuales: todos tienen derecho a pasar cinco días de silencio y meditación, mientras que antes en la curia se escuchaban tres rezos al día y después algunos seguían trabajando.
¿La ternura y la misericordia son la esencia de su mensaje pastoral?
Y del Evangelio. Son el corazón del Evangelio. De lo contrario, no se entiende a Jesucristo, ni la ternura del Padre, que lo envía a escucharnos, a curarnos, a salvarnos.
¿Pero ese mensaje fue comprendido? Usted dijo que la “franciscomanía” no duraría mucho. ¿Hay algo de su imagen pública que no le guste?
Me gusta estar entre la gente, junto a los que sufren, y andar por las parroquias. No me gustan las interpretaciones ideológicas, una cierta mitología del papa Francisco. Cuando se dice, por ejemplo, que salgo de noche del Vaticano para ir a darles de comer a los mendigos de Via Ottaviano… Jamás se me ocurriría. Sigmund Freud decía, si no me equivoco, que en toda idealización hay una agresión. Pintar al Papa como si fuese una especie de Superman, una especie de estrella, me resulta ofensivo. El Papa es un hombre que ríe, llora, duerme tranquilo y tiene amigos como todos. Es una persona normal.
¿Le molestó que lo acusaran de marxista , sobre todo en Estados Unidos, tras la publicación de “Evangelii Gaudium”?
Para nada. Nunca compartí la ideología marxista, porque es falsa, pero conocí a muchas personas buenas que profesaban el marxismo.
Los escándalos que perturbaron la vida de la Iglesia ya quedaron afortunadamente atrás. Sobre el delicado tema del abuso de menores, los filósofos Besancon y Scruton, entre otros, le pidieron que alce su voz contra el fanatismo y la mala fe del mundo secularizado que respeta poco a la infancia.
Quiero decir dos cosas. Los casos de abusos son tremendos porque dejan heridas profundísimas. Benedicto XVI fue muy valiente y abrió el camino. Y siguiendo ese camino la Iglesia avanzó mucho. Tal vez más que nadie. Las estadísticas sobre el fenómeno de la violencia contra los chicos son impresionantes, pero muestran también con claridad que la gran mayoría de los abusos provienen del entorno familiar y de la gente cercana. La Iglesia Católica es tal vez la única institución pública que se movió con transparencia y responsabilidad. Ningún otro hizo tanto. Y, sin embargo, la Iglesia es la única en ser atacada.
Usted dice que “los pobres nos evangelizan”. La atención puesta en la pobreza, la más fuerte impronta de su mensaje, es tomada por algunos observadores como una profesión del pauperismo. El Evangelio no condena la riqueza. Y Zaqueo era rico y caritativo.
El Evangelio condena el culto a la riqueza. El pauperismo es una de las interpretaciones críticas. En el Medioevo, había muchas corrientes pauperistas. San Francisco tuvo la genialidad de colocar el tema de la pobreza en el camino evangélico. Jesús dice que no se puede servir a dos amos, Dios y el dinero. Y cuando seamos juzgados al final de los tiempos (Mateo, 25), nos preguntarán por nuestra cercanía con la pobreza. La pobreza nos aleja de la idolatría y abre las puertas a la Providencia. Zaqueo entrega la mitad de sus riquezas a los pobres. Y a quienes tienen sus graneros llenos de su propio egoísmo el Señor, al final, les pedirá cuentas. Creo haber expresado bien mi pensamiento sobre la pobreza en “Evangelii Gaudium”.
Usted identifica en la globalización, sobre todo financiera, algunos de los males que sufre la humanidad. Pero la globalización sacó de la indigencia a millones de personas. Trajo esperanza, un sentimiento que no debe confundirse con el optimismo.
Es cierto, la globalización salvó de la miseria a muchas personas, pero condenó a muchas otras a morir de hambre, porque con este sistema económico se vuelve selectiva. La globalización en la que piensa la Iglesia no se parece a una esfera en la que cada punto es equidistante del centro y en la cual, por lo tanto, se pierde la particularidad de los pueblos, sino que es un poliedro, con sus diversas facetas, en el que cada pueblo conserva su propia cultura, lengua, religión, identidad. La actual globalización “esférica” económica, y sobre todo financiera, produce un pensamiento único, un pensamiento débil. Y en su centro ya no está la persona humana, sólo el dinero.
El tema de la familia es central para la actividad del consejo de los ocho cardenales. Desde la exhortación “Familiaris Consortio”, de Juan Pablo II, muchas cosas cambiaron. Se esperan grandes novedades. Y usted dijo que a los divorciados no hay que condenarlos, hay que ayudarlos.
Es un largo camino que la Iglesia debe completar. Un proceso que quiere el Señor. Tres meses después de mi elección, me fueron sometidos los temas para el sínodo, y nos propusimos discutir sobre cuál es el aporte de Jesús al hombre contemporáneo. Pero al final, gradualmente -que para mí es un signo de la voluntad de Dios-, se decidió discutir sobre la familia, que atraviesa una crisis muy seria. Es difícil formar una familia. Los jóvenes ya no se casan. Hay muchas familias separadas, cuyo proyecto de vida común fracasó. Los hijos sufren mucho. Y nosotros tenemos que dar una respuesta. Pero para eso hay que reflexionar mucho y en profundidad. Es eso lo que están haciendo el consistorio y el sínodo. Hay que evitar quedarse en la superficie del tema. La tentación de resolver los problemas desde la casuística es un error, una simplificación de cosas profundas. Es lo que hacían los fariseos: una teología muy superficial. Y es a la luz de esa reflexión profunda que podrán afrontarse seriamente las situaciones particulares, también la de los divorciados.
¿Por qué el informe del cardenal Walter Kasper en el último consistorio (un abismo entre la doctrina sobre matrimonio y familia y la vida real de muchos cristianos) generó tanta división entre los purpurados? ¿Cree que la Iglesia podrá recorrer esos dos años de fatigoso camino para llegar a un consenso amplio y sereno?
El cardenal Kasper hizo una hermosa y profunda presentación, que muy pronto será publicada en alemán, en la que aborda cinco puntos, el quinto de los cuales es el de las segundas nupcias. Más me hubiese preocupado que en el consistorio no se desatara una discusión intensa, porque no habría servido de nada. Los cardenales sabían que podían decir lo que quisieran, y presentaron puntos de vista diferentes, que siempre son enriquecedores. El debate abierto y fraterno hace crecer el pensamiento teológico y pastoral. Eso no me atemoriza. Es más: lo busco.
En un pasado reciente, era habitual referirse a “valores no negociables”, sobre todo en cuestiones de bioética y de moral sexual. Usted no ha usado esa fórmula. ¿Esa elección es señal de un estilo menos preceptivo y más respetuoso de la conciencia individual?
Nunca entendí la expresión “valores no negociables”. Los valores son valores y basta. No puedo decir cuál de los dedos de la mano es más útil que el resto, así que no entiendo en qué sentido podría haber valores negociables. Lo que tenía para decir sobre el tema de la vida lo he dejado por escrito en “Evangelii Gaudium”.
Muchos países regularon la unión civil. Es un camino que la Iglesia puede comprender, pero ¿hasta qué punto?
El matrimonio es entre un hombre y una mujer. Los Estados laicos quieren justificar la unión civil para regular diversas situaciones de convivencia, impulsados por la necesidad de regular aspectos económicos entre las personas, como, por ejemplo, la obra social. Hay que ver cada caso y evaluarlos en su diversidad.
¿Cómo será promovido el rol de la mujer dentro de la Iglesia?
Tampoco en esto ayuda la casuística. Es verdad que la mujer puede y debe estar más presente en los puestos de decisión de la Iglesia. Pero a esto yo lo llamaría una promoción de tipo funcional. Y sólo con eso no se avanza demasiado. Más bien hay que pensar que la Iglesia lleva el artículo femenino, “la”: es femenina desde su origen. El teólogo Urs von Balthasar trabajó mucho sobre este tema: el principio mariano guía a la Iglesia de la mano del principio petrino. La Virgen es más importante que cualquier obispo y que cualquiera de los apóstoles. La profundización teologal ya está en marcha. El cardenal Rylko, junto al Consejo de los Laicos, está trabajando en esta dirección con muchas mujeres expertas.
Medio siglo después de la encíclica “Humanae Vitae”, de Pablo VI, ¿puede la Iglesia retomar el tema del control de la natalidad?
Todo depende de cómo sea interpretado el texto de “Humanae Vitae”. El propio Pablo VI, hacia el final, recomendaba a los confesores mucha misericordia y atención a las situaciones concretas. Pero su genialidad fue profética, pues tuvo el coraje de ir contra la mayoría, de defender la disciplina moral, de aplicar un freno cultural, de oponerse al neomalthusianismo presente y futuro. El tema no es cambiar la doctrina, sino ir a fondo y asegurarse de que la pastoral tenga en cuenta las situaciones de cada persona y lo que esa persona puede hacer. También de eso se discutirá en los preliminares del sínodo.
La ciencia evoluciona y redibuja los confines de la vida. ¿Tiene sentido prolongar la vida en estado vegetativo? ¿El testamento biológico podría ser una solución?
No soy un especialista en argumentos bioéticos, y temo equivocarme en mis palabras. La doctrina tradicional de la Iglesia dice que nadie está obligado a usar métodos extraordinarios cuando alguien está en su fase terminal. Pastoralmente, en estos casos, yo siempre he aconsejado los cuidados paliativos. En casos más específicos, de ser necesario, conviene recurrir al consejo de los especialistas.
¿Siente nostalgia de su Argentina?
La verdad es que no siento nostalgia. Querría ir a ver a mi hermana, que está enferma y es la única que queda de nosotros cinco. Me gustaría verla, pero eso no justifica un viaje a la Argentina: la llamo por teléfono y con eso alcanza. No tengo pensado ir antes de 2016, porque en América latina ya estuve cuando fui a Río. Ahora tengo que ir a Tierra Santa, a Asia y después a África.
Hace poco tuvo que renovar su pasaporte argentino. Usted es para siempre un jefe de Estado.
Lo renové porque se vencía.
¿Su viaje a Tierra Santa conducirá al acuerdo de intercomunión con los ortodoxos que Pablo VI, hace 50 años, estuvo a punto de sellar con el patriarca Atenágoras?
Estamos todos muy ansiosos por obtener resultados “cerrados”. Pero el camino de la unidad con los ortodoxos implica sobre todo caminar y trabajar juntos. En Buenos Aires, a los cursos de catecismo venían ortodoxos diversos. Yo pasaba Navidad y el Día de Reyes con los obispos ortodoxos, que muchas veces también pedían consejo a nuestras oficinas diocesanas. No sé si será cierto lo que se cuenta de Atenágoras, que le habría propuesto a Pablo VI ir a caminar juntos y mandar a todos los teólogos a una isla a discutir entre ellos. Es un broma, pero lo importante es caminar juntos. La teología ortodoxa es muy rica.
Dentro de algunos años, la primera potencia del mundo será China, con la que el Vaticano no mantiene relaciones. El misionero Matteo Ricci era un jesuita, como usted.
Estamos cerca de China. Le envié una carta al presidente Xi Jinping cuando fue elegido, tres días después que yo. Y él me respondió. Hay contactos. Es un gran pueblo al que quiero mucho.
¿Por qué no habla nunca de Europa? ¿Qué cosa no lo convence del programa europeo?
¿Se acuerda de lo que dije sobre Asia? ¿Qué dije? [el cronista tarda en darse cuenta de que ha caído en una amable zancadilla]. ¡Nunca hablé de Asia! Ni de África ni de Europa. Sólo hablé de América latina cuando estuve en Brasil, y cuando recibí al Celam. Todavía no tuve ocasión de hablar de Europa. Ya verá.
¿Qué libro está leyendo?
?Pietro e Maddalena, de Damiano Marzotto, sobre la dimensión femenina de la Iglesia. Un libro bellísimo.
¿Y no se anima cada tanto a ver alguna película, otra de sus pasiones? La gran belleza acaba de ganar el Oscar. ¿Piensa verla?
No sé. La última película que vi fue La vida es bella, de Benigni. Y antes había visto La Strada, de Fellini. Una obra maestra. También me gustaba Wajda.
San Francisco tuvo una juventud alocada. Le pregunto, ¿alguna vez se enamoró?
En El jesuita, cuento que a los 17 años tuve una noviecita. Y también lo menciono en El cielo y la tierra, el volumen que escribí con Abraham Skorka. Y cuando estaba en el seminario, hubo una chica que me hizo perder la cabeza durante una semana.
¿Y cómo terminó, si no es indiscreción?
Ésas eran cosas de jóvenes. Las hablaba con mi confesor [gran sonrisa]
Y en SentidoG:
Balance de un año de papado de Francisco
Según la Federación Argentina de lesbianas, gays, bisexuales y trans (FALGBT), el papa Jorge Bergoglio sigue en deuda con la diversidad sexual. “La protección y encubrimiento de sacerdotes acusados de pedofilia, el silencio del Vaticano ante las graves violaciones a los derechos de lesbianas, gays, bisexuales y trans en países como Irán, Nigeria, Uganda, Rusia o India, las acusaciones a un supuesto ‘lobby gay‘ y la ratificación de un sólo modelo de familia, muestran claramente que el cambio que presuntamente impulsa, no es más que una sumatoria de gestos sin profundidad”, declaró la organización en un comunicado, en el cual también repudiaron las declaraciones de Francisco al Corriere della Sera.
Al respecto Esteban Paulón, presidente de la FALGBT expresó que “a un año de asumir el papado, Bergoglio ha demostrado que, a pesar de los gestos y simulaciones, sigue manteniendo una línea de desprecio y negación de derechos hacia lesbianas, gays, bisexuales y trans. No se ha movido ni un paso de su concepción, tan cláramente expresada durante el debate por la ley de Matrimonio igualitario en Argentina, en la que tildó a la diversidad sexual de ‘plan del demonio‘”.
Asimismo, Paulón remarcó que “más grave aún es el silencio cómplice del Vaticano ante el avance de leyes en diversos países del mundo, que criminalizan la diversidad sexual, imponiendo penas de prisión y hasta la muerte en algunos casos, a las personas por el sólo hecho de ser quienes son y expresarlo abiertamente. No se ven allí rastros de la fingida ‘misericordia’ que prodigaba en declaraciones tras el Encuentro Mundial de la Juventud“.
Para finalizar, el presidente de la FALGBT expresó que “a modo de balance es evidente que a pesar de los gestos, claramente insuficientes, no ha habido una voluntad de un cambio profundo en la mirada que la jerarquía católica hace sobre la diversidad sexual. Y esa continuidad se expresa en enorme cantidad de situaciones que van desde el encubrimiento a sacerdotes acusados de pedofília, como a la ratificación de un solo modelo posible de familia, la heterosexual. Nuevamente el Vaticano demuestra que en realidad, nada ha cambiado, a pesar de algunas declaraciones ‘amables’ y de compromiso”.
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