Miércoles Santo: tres meditaciones sobre el Evangelio de San Mateo 26, 14-25, por Joseba Kamiruaga Mieza CMF.
De su blog Kristau Alternatiba (Alternativa Cristiana):
Noche prieta. Oscuridad en el cielo en el corazón. Jesús conoce y no rehúye, con valentía heroica, la ternura del amante y los miedos más humanos.
Uno de vosotros me traicionará. Un amigo entre vosotros amigos, uno que yo elegí.
Pero lo llamará “amigo” hasta el final porque Jesús elimina el concepto mismo de enemigo del corazón del hombre.
Judas dijo: ¿Soy yo, Rabino? ¡Qué descaro!, diríamos. Y le pareció bien traicionar por treinta monedas, por la décima parte de un frasco de nardo, de ungüento funerario…
La respuesta está en tu pregunta. Te desenmascara. Porque mientras todos los demás llaman a Jesús “Señor”, sólo Judas lo llama “Rabí, Maestro”. Considerar a Jesús como maestro de vida y no como la vida misma es ya traicionarlo.
Jesús no vino a traer un nuevo sistema de pensamiento, una teoría mejor sobre el hombre, una moral más avanzada, sino a encender en nosotros el deseo de una vida aún abundante, mayor, plena, eterna. Para traer la vida de Dios a nosotros. Inagotable, ilimitada, siempre disponible para aprovechar.
Traicionar a una persona es una infamia, pero traicionar a alguien que te ama es una forma de suicidio.
Judas lo demostrará colgándose del árbol.
Debería haberse colgado del cuello de Jesús, creyendo en su amor.
Creer que el Señor de la luz entra en todas las tinieblas del hombre. Es su contraataque, desarmado y victorioso.
Nuestras infidelidades son las manos que tenemos para acogerlo.
Nuestras fragilidades son las fracturas sobre las que se produce la curación.
Nuestras traiciones son las grietas por donde la luz entra en nuestra oscuridad.
Todo tiene sus grietas, pero es por las grietas que entra la luz.
La luz de Dios.
Sus heridas son nuestra curación sanadora y salvadora.
Joseba Kamiruaga Mieza CMF
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La traición de Judas, un gran misterio del corazón de un hombre que aceptó la llamada de Jesús pero se opuso a ella hasta tal punto que decidió entregarlo a sus enemigos. Las teorías interpretativas sobre la traición de Judas no aprovechan porque en esto tampoco ayudan los Evangelios, muy esenciales en su narración y nada interesados en resolver nuestra curiosidad.
Hay quien afirma que Judas, con su traición, ha intentado como forzar la mano de Jesús para obligarle a manifestarse como el Mesías de Dios poderoso contra el mal, victorioso contra toda injusticia. Siempre tenemos la tentación de llevar a Dios por nuestro propio camino en lugar de confiar en Él para seguir el que nos ha establecido.
Es interesante en este pasaje del Evangelio que cada uno de los discípulos, ante el anuncio de la traición de alguien de entre ellos, se pregunta y pregunta a Jesús si, por casualidad, es él mismo el traidor. Me parece que esta sinceridad de los discípulos nos ayuda más que una actitud de juicio hacia Judas.
También nosotros debemos preguntarnos hoy si no seremos nosotros los que traicionemos a nuestro Maestro y Señor. También nosotros podemos preguntarnos si, como el Siervo de Dios de Isaías, estamos dispuestos a no retroceder, a mantener el oído atento y a perseverar en la confianza en Dios incluso cuando las cosas se ponen difíciles y la oposición es violenta.
Cabe hacerse la pregunta: ¿se puede poner precio al Amor? No. Y, sin embargo, comerciamos con el amor todas esas veces que en lugar de amar sólo nos ofrecemos al mejor postor.
Lo nuestro no es amor sino conveniencia. Usamos a Dios por conveniencia, usamos a los amigos por conveniencia, usamos a la gente que nos rodea por conveniencia. Somos incapaces de amar porque a nuestro lado no vemos personas a las que amar sino personas a las que utilizar. Este es el verdadero problema de Judas, y este es el grave problema de cada uno de nosotros.
Nunca podremos convertirnos de verdad hasta que no empecemos a ser libres. Amar gratuitamente. Para estar con la gente gratuitamente. Para rezar gratuitamente. No podremos hacer Pascua hasta que no nos quitemos de la cabeza la mentalidad comercial de Judas, que pone precio incluso a Jesús, y hasta que no asumamos en cambio la mentalidad de la gratuidad que suena así: «Señor creo en Ti y te amo aunque no respondas a ninguna de mis oraciones, porque el amor que te tengo no necesita pruebas ni resultados. Simplemente te amo». Cuando alcancemos esa gratuidad, quizá también nos sintamos realizados. Pero lo seremos como personas libres y no como traidores oportunistas.
Y no hay que referirse en primer lugar a Judas, sino a cada uno de nosotros, al traidor que habita en nosotros, al oportunista cuidadosamente escondido en nuestras elecciones y formas de pensar. Judas actúa un poco como espejo de cada uno de nosotros. En él sentimos malestar por esa parte de nosotros que se le parece pero que no queremos admitir que tenemos. Cuanto más duros somos con Judas, más seguimos queriendo escondernos.
Si admitiéramos que nosotros también somos un poco así, entonces recuperaríamos toda esa piedad que nunca le reservamos, y en lugar de pensar que hizo bien en suicidarse, intentaríamos salvarle la vida.
Joseba Kamiruaga Mieza CMF
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La tierra entera resuena con un grito: un grito de nostalgia. Es la profunda melancolía del paraíso perdido, del Dios perdido, del amor y de la paz perdidos.
La tierra, con sus cardos y sus espinas, con sus prímulas y sus siemprevivas y sus estrellas y, de vez en cuando, su ternura, pero sólo de vez en cuando y furtivamente. Y su crueldad a menudo, demasiado a menudo, y sus lágrimas y sus sollozos. Y un día Dios no pudo soportarlo más. Dios ya no pudo contenerse más.
Y entonces tomó la descendencia de Adán y comenzó a gritar junto con sus hijos el mismo grito de nostalgia, arraigado en la angustia, arraigado en la sangre y en el amor, y se encarnó. Y subió a la cruz. Sólo para estar con nosotros y como nosotros. Sólo para que podamos estar con Él y como Él. Estar en la cruz es lo que Dios le debe en su amor al hombre que está en la cruz.
El amor conoce muchos deberes, pero el primero de estos deberes es estar con el amado. Sólo un Dios sube a la cruz y entra en la muerte porque cada uno de sus seres queridos entra en la muerte. Y cualquier otro gesto nos habría confirmado en una falsa idea de Dios. Solo la cruz disipa toda duda.
Cualquier hombre, cualquier rey, si pudiera, bajaría de la cruz. Sólo un Dios no baja de la cruz. La cruz es el abismo donde Dios se hace amante, la génesis perfecta de Dios entre los hombres. Esto dicen las primeras palabras dirigidas al mundo después de la muerte de Jesús: verdaderamente éste era el Hijo de Dios.
El acto de fe nace de la cruz: no, creer en la Pascua no es la verdadera fe: ¡es demasiado bella en Pascua! La verdadera fe está en el Viernes Santo cuando Dios no estaba allí, en silencio, ausente. Cuando ningún eco responde al fuerte clamor.
La esencia del cristianismo es la contemplación del rostro de Dios crucificado. Estamos a las puertas santas del Triduo Pascual. Entramos en los días de nuestro destino, los días de la “venganza de Dios”: cuando Dios se venga de toda la distancia, de toda la indiferencia, de toda la separación, inventando la cruz que eleva la tierra, que abaja el cielo, que reúne los cuatro horizontes, la encrucijada de todos nuestros caminos dispersos.
Los brazos de Jesús, clavados y extendidos en un abrazo innegable, son las puertas del Edén abiertas para siempre; son un corazón dilatado hasta el punto de desgarrarse mucho antes de la estocada de la lanza; son la bienvenida a toda criatura, una alianza con todo lo viviente: la génesis del hombre en Dios.
Porque el amado nace de las heridas del corazón de quien le ama. El hombre nace del corazón traspasado de su Creador. Y comprende que la vida no es posesión ni robo, sino don de sí mismo; que Dios y la vida son don mutuo de sí mismo. Entonces la cruz es verdaderamente la gloria de Dios, la hora gloriosa de la vida.
Joseba Kamiruaga Mieza CMF
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1.- Aprender la gratuidad: https://kristaualternatiba.blogspot.com/2025/03/aprender-la-gratuidad.html
2.- La hora de la oscuridad: https://kristaualternatiba.blogspot.com/2025/03/la-hora-de-oscuridad.html
3.- El abismo del amor: https://kristaualternatiba.blogspot.com/2025/03/el-abismo-del-amor.html
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