El alcalde conservador de Toulouse se niega a iluminar monumentos históricos con los colores del arcoíris para el Orgullo LGTB
El alcalde conservador de Toulouse, Jean-Luc Moudenc, y su equipo de gobierno han vuelto a denegar, por segundo año consecutivo, iluminar edificios históricos de la ciudad con los colores del arcoíris con motivo del Orgullo LGTB. En concreto, la petición de los organizadores del Pride Toulouse se centraba en el pont Neuf (en castellano, el puente Nuevo), que es uno de los más antiguos que se erigen sobre el río Garona. En cambio, los mismos dirigentes permitieron que hace unos días el mismo puente luciera de color verde para celebrar la festividad irlandesa de San Patricio, ajena a las tradiciones de la histórica región francesa de Occitania, de la que Touluse es la capital. El gobierno municipal, a través del delegado de iluminación, Emilion Esnault, ha dicho que desde el ayuntamiento “apoyamos de varias maneras” el Orgullo LGTB, pero dice que “consideramos que nuestros monumentos no están ahí para generar debates, debates sobre los cuales no hago ningún juicio sobre su naturaleza”. Activistas igualitarios tachan de “hipócrita” la actitud del consistorio.
Toulouse (o Tolosa, en occitano y en castellano tradicional) es la cuarta ciudad más poblada de Francia por detrás de París, Marsella y Lyon. También es la capital de la región de Occitania, del departamento del Alto Garona y de la provincia del Languedoc. De no producirse un cambio de última hora y por decisión del equipo de gobierno que encabeza el conservador Jean-Luc Moudenc, este año dicha urbe tampoco lucirá los colores del arcoíris en ninguno de sus monumentos históricos para recibir el Orgullo LGTB. Es el segundo año consecutivo que el ayuntamiento deniega la petición del Pride Toulouse, que organiza la manifestación y los actos del Orgullo.
En la pasada edición del Orgullo LGTB, los responsables municipales alegaron “problemas técnicos”, pero tras la iluminación verde del pont Neuf del pasado 17 de marzo, para conmemorar la festividad de San Patricio, el delegado de iluminación de la ciudad ha aclarado que “colorear los monumentos de Toulouse no es técnicamente imposible, pero es difícil porque la infraestructura de iluminación de estos edificios no está equipada con farolas que proporcionan color”. La “dificultad” que alega Emilion Esnault, al menos en el caso del referido puente, solo supone la colocación de gelatinas de colores en los focos ya instalados. De hecho, este monumento originario del siglo XVI ya se ilumina en ocasiones especiales de colores para conmemorar distintas celebraciones o acontecimientos (de carácter futbolístico, por ejemplo).
Ante dicha discriminación, especialmente teniendo en cuenta que la iluminación verde del día de San Patricio se realizó a petición de Irish Tourism y la celebración carece de cualquier relación histórica con la ciudad o con la región de Occitania, los organizadores del Orgullo LGTB de Toulouse señalan que el ayuntamiento y el alcalde conservador han adoptado una actitud “completamente hipócrita”. “¿Por qué rechazar tal propuesta, especialmente cuando persisten las fobias?”, se pregunta Pride Toulouse. En protesta, esta organización subía a su página de Facebook un fotomontaje con los colores del arcoíris iluminando el pont Neuf.
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