Con CORAZÓN
Iñigo García Blanco, Hermano Marista,
Madrid.
ECLESALIA, 05/12/16.-
“Los voluntarios no necesariamente tienen el tiempo, sino que simplemente tienen el corazón”. (Elizabeth Andrew)
Hoy, también, es de justicia social poner en primera página, en esa portada que abre el noticiario de nuestras vidas… el protagonismo de todas las personas que han comprendido que “hacer voluntariado es querer cambiar el mundo y hacerlo“. ¡Cuántas manos, cuántos gestos, cuántas presencias! ¡Cuánta vida he podido compartir contigo, CON CORAZÓN!
El Día Internacional de los Voluntarios, el 05 de diciembre, fue designado por las Naciones Unidas en 1985 como un día internacional para conmemorar la fuerza y el potencial del voluntariado. Es una gran oportunidad para que los voluntarios y las organizaciones de voluntarios generen conciencia respecto de la contribución que realizan en sus comunidades, y obtengan reconocimiento por ello. ¡Porque tú cuentas en esta historia de cambio y de defensa de los Derechos de la Vida!
El fenómeno actual del voluntariado se caracteriza por su polivalencia y diversidad en los contextos sociales en los que se enmarca. Allí donde hay personas que quieren ayudar a otras con la finalidad de mejorar su calidad de vida y de contribuir a un mundo mejor (más justo e igualitario), nace el mundo del voluntariado. ¡Ahí nos hemos encontrado y hemos entrelazado con complicidad y entrega nuestros relatos!
“Ustedes son una fuerza valiosa y una fuerza dinámica del país y su contribución es indispensable para lograr el bien de la sociedad, teniendo en cuenta especialmente a los más débiles. El proyecto de una sociedad solidaria es el objetivo de toda comunidad civil que quiera ser igualitaria y fraternal. Ese objetivo se traiciona cada vez que asistimos pasivamente al aumento de la desigualdad entre los diferentes interlocutores sociales o entre las naciones del mundo, cuando se reduce la asistencia a los más vulnerables sin que se garanticen otras formas de protección; cuando los pobres se convierten en una amenaza y en lugar de tenderles la mano se los relega a su pobreza”. Papa Francisco
Los voluntarios y las voluntarias están firmemente comprometidos con hacer del mundo un lugar más habitable, humano y fraterno. Desde los voluntarios comunitarios hasta los que trabajan al frente de la asistencia ante los desastres naturales, el voluntariado representa la esencia de los valores de la humanidad. ¡Más de mil millones de voluntarios aúnan a las comunidades en todo el mundo!
El voluntariado es sinónimo de compromiso que nace de la pasión y la defensa por la Vida en sus diferentes expresiones y significaciones, especialmente en los contextos de riesgo y vulnerabilidad. Es toda acción individual o comunitaria que se realiza de forma gratuita para promover la calidad de vida de otros y la transformación social, participando en instancias o espacios organizados, en que se planifican y evalúan las acciones de servicio, de tal forma que sean pertinentes, sostenibles y eficaces. Progresivamente, implica mayores grados de responsabilidad y compromiso, por lo que requiere de procesos formativos y acompañamiento. (Marco general del Voluntariado, Provincia marista Ibérica)
El mundo lo cambian personas que comparten el espíritu del voluntariado, así como voluntarios y voluntarias que dan un paso al frente, se involucran y se convierten en ciudadanos del mundo para forjar nuestro futuro común en el planeta, en la Casa Común de Todos. ¿Damos juntos este paso?
No son seres excepcionales sino personas que han apostado por comprometerse con esta sociedad en distintos ámbitos. Han decidido ofrecer su corazón (dejándose afectar y dejando afecto), que es lo más valioso que tenemos y con ello han logrado ensanchar horizontes y darse cuenta de que el mundo se extiende mucho más allá de nuestra mirada. Hay muchos espacios donde podemos intervenir y que podemos transformar…. ¿qué dice tu corazón?
El voluntariado es una de las más potentes expresiones de participación ciudadana. Una sociedad que impulsa la tarea solidaria es una sociedad que cultiva su humanidad. No podemos ser indiferentes en este tiempo, toca moverse corresponsablemente, con ánimo y profundo respeto. ¡Qué importante es cultivar y educar la cultura social del voluntariado, de la transformación, de la corresponsabilidad y de la justicia!
“Estamos obligados a tomar parte activa en la solución de problemas urgentes que afectan globalmente a nuestra sociedad y a nuestro mundo.” Thomas Merton
Para todas las personas que abrazan al mundo y abren sus brazos a otras personas…
¡Gracias por tu gesto, por tu sí, por tu humor,
por tus manos, por tus relatos que enriquecen cada historia y encuentro!
Las razones de la generosidad, las puedes escribir y las puedes multiplicar.
Hoy, una vez más, queremos celebrar cada sí
-el tuyo, el mío, el nuestro- que ha recorrido este camino del voluntariado.
Siempre se inicia como una invitación a VER.
Siempre nos coge de tal forma la realidad, que nos obliga a SENTIR.
Siempre concluimos que lo más importante no es lo que hacemos
sino el tiempo que decidimos ESTAR.
Y sólo entonces, aclarada la vista, reconocidos nuestros sentimientos,
participando de la presencia… colaboramos en TRANSFORMAR.
Y sólo entonces, con el tiempo,
nos atrevemos a movilizarnos y a REINVENTAR los espacios
con cada uno de sus protagonistas, APRENDIENDO de ellos y con ellos.
Nuestra historia (de voluntariado), como la tuya, como la suya,
como la que contamos, es el encuentro compartido de historias.
¡¡Que este día, también, nos siga animando a compartir (co)razones y alegrías!!
Ruah, aliento del Dios-de-la-Vida en nuestras vidas, sigue moviéndonos bajo tu viento aquí-allí, entonces-ahora, en esta Tierra, también Madre y Casa Común de todas.
Agradecido, con corazón de madre
(Obrigado, com coração de mãe)
Iñigo García (IO)
(Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
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