Dos personas han sido detenidas y se encuentran ya en prisión como presuntas responsables de la muerte de una mujer trans, cuyo cuerpo sin vida apareció la semana pasada en un huerto cercano a Castellón. Colectivos LGTB valencianos habían pedido una rápida respuesta, además de condenar el tratamiento informativo que por enésima vez recibió la noticia en los primeros momentos por parte de algunos medios de comunicación.

El cadáver de la mujer, de 49 años, fue encontrado el viernes, 1 de marzo, en un huerto cercano a la ermita de Sant Jaume de Fadrell, en las cercanías de la capital castellonense, una zona en la que al parecer se ejerce de forma habitual la prostitución. Según las primeras investigaciones murió asfixiada. Tras investigar al entorno de la víctima y lo que había hecho durante sus últimas horas de vida, agentes de la Policía Nacional detuvieron un día después a dos personas, un hombre de 41 años y una mujer de 46, que ya se encuentran en prisión como presuntos responsables de su muerte. Uno de los detenidos había salido recientemente de prisión.

A la indignación por lo sucedido se sumó, en los primeros momentos, la condena por el trato que algunos medios de comunicación, como El Periódico Mediterráneo, hicieron del caso, llegando a referirse a la víctima como «un varón disfrazado de mujer». En este sentido, además de expresar su condena y solicitar, como «lo principal»,determinar quién o quienes habían sido los agresores y que fueron puestos a disposición judicial cuanto antes, el Observatorio Valenciano contra la LGTBIfobia, Castelló LGTBI y el Colectivo LGTBIQ Queer Fest de Castelló hicieron público un comunicado en el que insistieron, una vez más, en que este tratamiento informativo «caricaturiza a la víctima, la revictimiza y vulnera su dignidad». «Negar la identidad a la víctima es revictimizar a las personas, someterlas a un señalamiento público innecesario y desinformar, alentar el prejuicio y el estereotipo», señalaron.

«Hay que seguir trabajando por la erradicación de toda violencia que sufren las personas trans, especialmente las mujeres, y recuerda que hay que desarrollar la ley trans del País Valenciano de forma que se proteja a las personas trans, formar a los cuerpos policiales y evitar que se trate la información de estos casos de forma estereotipada», declaró Pastora de Florencio, presidenta de Castelló LGTBI. «En un momento en el que el odio contra las mujeres y personas LGTBI centra el discurso de la extrema derecha insistimos en la necesidad de alargar la acción protectora de la legislación contra la violencia machista, no segregando por concepciones biologicistas. Decimos no al terrorismo machista y a la violencia contra las mujeres trans», añadió por su parte María de Castro, miembro de la ejecutiva de LGTBIQ Queer Fest de Castelló.

Estado de la LGTBIfobia en la Comunidad Valenciana

El Observatorio Valenciano contra la LGTBIfobia, por su parte, recordó que a lo largo de 2018 la entidad ha registrado 91 incidentes y delitos de odio contra personas por su orientación sexual y su identidad o expresión de género, desde agresiones leves, insultos, amenazas, acoso y hostigamiento hasta lesiones graves y discapacitantes. El perfil del agresor sigue siendo un adulto varón de entre 25 y 40 años, mientras que la mayoría de las víctimas oscilan entre edades que van desde los 18 a los 30 años. La evolución más notable se ha producido en la provincia de Castellón, que han aumentado el registro de incidentes y delitos de odio de 8 registrados en 2017 a 21, lo que supone triplicar la cifra.

«Es imprescindible desarrollar la ley LGTBI de la Comunitat Valenciana aprobada en noviembre de 2018, que contiene medidas para erradicar la LGTBIfobia, su prevención y condena, como son la formación a los cuerpos de las policías locales de la Comunitat en ciudades de más de 50.000 habitantes», ha declarado Toño Abad, director de Observatorio, que ha reclamado muy especialmente formar a los agentes de la Policía Local, «la más cercana a la ciudadanía y la que más habitualmente acude cuando se ha sufrido una agresión homofóbica o tránsfóbica». «Exigimos implicación del Ministerio del Interior para que haya agentes de enlace en Guardia Civil y Policía Nacional, formados y especializados,  a quien poder acudir en caso de que tengamos constancia de una agresión discriminatoria, lo que ya se hace en otros tipos de crímenes (xenofobia, por ejemplo). Las organizaciones que defendemos los derechos de las personas LGTBI nos sentimos muy desamparadas en el trato con aquellos que tienen que cuidar de que no se vulneren nuestros derechos y que se proteja nuestra seguridad», ha añadido Abad.

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El “maricones de mierda” parece haberse convertido en una consigna idónea para gritar justo antes de realizar una agresión homófoba, como por desgracia parece pasar. Y es que esas palabras fueron las que escucharon unos jóvenes de Madrid el pasado mes de abril, y también lo que oyó este fin de semana un chico homosexual de 19 años en Castellón, que fue agredido de manera física y verbal.

El autor de tal ofensa, “maricones de mierda, me cago en vuestros muertos, hijos de puta” las lanzó un hombre de 43 años en la calle Huerto de Mas de la capital durantel a madrugada del pasado sábado. A continuación, el hombre se abalanzó sobre la víctima, a la que doblaba la edad, “golpeándole con los puños y tirándolo al suelo, donde continuó pegándole”, tal como indica El Periódico Mediterráneo.

La amiga del afectado alertó a los servicios policiales del altercado y los agentes se personaron en el lugar, procediendo a identificar al acusado e informando al joven de que debía interponer una denuncia en comisaría.

Los hechos fueron denunciados a la Policía Nacional, y a continuación, la víctima acudió al Hospital General de Castellón, donde fue dado de alta pocas horas después. En el parte de lesiones se indica que el varón presentaba dolor en la mano y en el codo izquierdo tras la presunta agresión. Desde la comisaría indican que el juez instructor del caso deberá determinar si el episodio responde efectivamente a una agresión homófoba o si los insultos recibidos por la condición sexual del denunciante y los golpes sufridos se enmarcan en una discusión por otros motivos. De momento, el agresor, que ya ha sido identificado, ha sido acusado de una falta de lesiones.

Fuente El Periódico Mediterráneo.

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