Francisco: “¿Gays? Dios no niega a ninguno de sus hijos”
“Abusos”, “defectos psicológicos”… Y homosexuales. ¿Casualidad en la exposición?
Avance del libro ‘El miedo como don‘, con Salvo Noé en Edizioni San Paolo
“Para evitar abusos necesitamos psicólogos en los seminarios”, asegura Francisco en esta novedad editorial, donde recuerda que el seminario “no es un refugio para las muchas limitaciones que podemos tener, ni tampoco para los defectos psicológicos”
Además de la lacra de los abusos, “hoy la mayor perversión en la Iglesia es la de los curas trepas y la mundanidad”, señala el Papa
| RD/Agencias
“No al juicio y la marginación. Dios se acerca a todos y cada uno de sus hijos con amor. Su corazón está abierto a todos y cada uno. Él es Padre. El amor no divide, sino que une“. Esto es lo que dice el papa Francisco hablando de los homosexuales en el libro El miedo como don (con Salvo Noé, Edizioni San Paolo), que sale a la venta la semana que viene.
Llevar la psicología a los seminarios “en mi opinión es muy útil. Todo lo que ha ocurrido, los abusos sexuales del clero a menores, ha puesto dramáticamente de relieve este problema. Es necesario advertir antes de la ordenación sacerdotal si hay inclinaciones al abuso“, dice el Papa según el libro. “Si no se reconocen, estos problemas pueden tener efectos devastadores. El seminario”, subraya el Papa, “no es un refugio para las muchas limitaciones que podemos tener, ni tampoco para los defectos psicológicos, según adelanta la agencia Ansa.
“Los curas trepas y la mundanidad”
Además de la lacra de los abusos, “hoy la mayor perversión en la Iglesia es la de los curas trepas y la mundanidad. La mundanidad que conduce a la vanidad, la arrogancia, el orgullo. La mundanidad mata, como dije una vez, un sacerdote mundano es un pagano clericalizado’, dice Francisco en el libro.
Y admite que él también tiene miedo de cometer errores. “A veces sí, cuando tengo que tomar una decisión, me digo: ‘Si hago esto así…’. Eso es un poco de miedo a equivocarse, ¿no? Y el miedo, en este caso, me ayuda, porque me lleva a sopesar bien las decisiones a tomar, cómo hacerlo y todo eso. No es el miedo lo que me aniquila, no no… es un sentimiento que me hace estar atento: el miedo es como una madre que te avisa‘”.
Fuente Religión Digital
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