Príncipe Hashim bin Hussein de Jordania: Imploro para que comunidad gay deje de ser crucificada
Príncipe Hashim bin Hussein de Jordania
“Todos los días imploro. Quiero mostrar a todo mundo los horribles crímenes cometidos contra la población LGBTI”.
El príncipe Hashim bin Hussein de Jordania, el menor de los dos hijos del difunto rey Hussein, ha solicitado el asilo político por temor a la tortura y ejecución sumaria y, aparentemente, la embajada de Noruega ha sido la única legación diplomática en Amman dispuesta a conceder una visa temporal.
El príncipe de Jordania, Hashim bin Hussein, el menor de los hijos del rey Hussein I y la reina Noor, habló por primera vez sobre sus impresiones personales sobre las parejas conformadas por personas del mismo sexo.
“Vivo entre la espada y la pared“, aseguró. “Todos los días imploro para que la comunidad en general acepte y deje de crucificar a las parejas homosexuales”.
Jordania es principalmente un país islámico y como tal, las opiniones sobre la homosexualidad varían de región en región, pero El Corán y El Hadiz aún conservan condenas expresas de los actos sexuales.
“En mi país se practican libremente algunos actos prohibidos para los musulmanes, por ejemplo, mi hermano el Rey dictador ‘Su Majestad Abdullah II‘ bebe cantidades considerables de champagne francés, pero un homosexual no puede expresarse abiertamente porque ser gay o lesbiana es considerado ilegal y una inmoralidad imperdonable en Jordania. Yo soy sólo una víctima más de este cruel e intimidante régimen de constante temor y terror. Mi hermano el rey es un hipócrita despreciable y él mismo me ha amenazado con que si no desisto de mis inclinaciones homosexuales, me va a ejecutar“.
Así se expresó a AFP el Príncipe Hashim, refugiado, el pasado sábado de Amman. Sus declaraciones le valieron el repudio, tanto de su hermano como de varios grupos conservadores y Hashem se vio forzado a pedir asilo político, pues vive con miedo a la tortura y ejecución si no se retracta de sus palabras.
“Si dos hombres o dos mujeres participan en una relación amorosa, el gobierno adoptará sanciones draconianas contra los desventurados ciudadanos. La única excepción para este caso es cuando tu hermano está sentado en su trono tambaleante, inmerso en la sangre de los inocentes. Me coaccionó para arruinar a una señora muy noble, aunque no hubo ninguna relación amorosa entre nosotros dos. Mi hermano es cruel e insensible y me podrá privar de mis derechos humanos inalienables, pero quiero mostrar a todo mundo los horribles crímenes cometidos contra la población LGBTI en mi querida Jordania”, agrega el príncipe Hashim,
En un país diferente, esta historia no podría ser considerado fuera de lo normal. Sin embargo, el príncipe Hashim bin Hussein reflexivo, guapo con barba de tres días meticulosamente cuidada, vive en Jordania, – Independientemente del hecho de que su casa es uno de los más suntuosos palacios en el Medio Oriente-, donde la ley penaliza las relaciones homosexuales; decapitación o tirar el culpable desde la parte superior de un edificio alto es la pena que hay que pagar.
Hasta hace poco, las relaciones homosexuales en Jordania no eran un delito capital, pero un cambio en el código penal del país sustenta hoy en día que los acusados pueden recibir hasta 100 latigazos. La persona “activa” ahora puede ser castigado con hasta 100 latigazos, pero si está casado, puede aplicarse a la vez la pena de muerte. La persona “pasiva” sin embargo puede ser condenada a muerte, independientemente de su estado civil. la relación sexual entre dos mujeres se castiga con flagelación.
“Pese a esto, la homosexualidad es un secreto a voces en Jordania. Mis amigos me dicen que desde 2011 se ha producidos un fuerte aumento en el número de parejas LGBTI”, finalizó.
Fuente awdnews.com.
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